Partida Rol por web

La ruina del Hombre

Viento oculto entre las hojas (Fajssel, 3 de Numa del 471 d.T.)

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03/03/2008, 18:05
Director

La joven llegó pronto al lugar acordado. La plaza seguía siendo irrisoria, el árbol seguía agonizando, pero no había rastro de quien esperaba.

Aburridamente, el tiempo pasó entre patadas a pequeños guijarros y juegos con los dedos y las ropas, mientras dejaba cerca el cuchillo por si alguno creía que sus juegos eran de los que se compartían. No parecía pasar nadie. Ni siquiera recordaba haber visto alguna vez esa placita antes de esa mañana. Un lugar pequeño en la inmensidad de una ciudad igual. Los callejones no eran lugar de señoritas, si siquiera de malas fulanas, sólo eran lugar de malas noticias.

Como si aquello fuera cierto, envuelto en los harapos ya conocidos y la sombra, al mismo atardecer llegó una figura grande con un andar conocido. Era el mismo hombre, no cabía duda, o al menos alguien que sabía imitarlo bien. Se acercó un poco, dirigiendo el vacío del interior de la capucha a la chica, mientras una voz también conocida hablaba y daba sentido a todo aquello.

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03/03/2008, 18:09
Hombre borracho

- Has llegado incluso pronto, lo que no sé si me alegra. Al menos estás de una pieza, y eso debería ser buena señal.

Tú dirás qué hay de nuevo, ¿ha servido lo nuestro de alguna ayuda?

Su voz estaba llena de una pasión que no expresaba, contenida seguramente por el afán de una educación inmisericorde. Se podía notar la rabia, la tensión en cada palabra, pero no como una certeza, sino como mucho como una intuición alocada, ridícula...y sin embargo, evidente.

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05/03/2008, 22:18
Iluubra Senra

-Creo, señor, que sí.- Iluubra se tornó repentinamente seria justo antes de comenzar su relato. La importancia de lo que estaba ocurriendo la alcanzó en el tono de voz de su acompañante. Apoyándose en una pared junto a él, con la cabeza gacha y casi en un susurro, comenzó a relatar todo lo ocurrido. La búsqueda del trovador, la conversación con la prostituta y cómo creía estar perdida en su búsqueda hasta encontrar la posada y los harapos ensangrentados. Le habló de los extraños habitantes sureños de la casa, de cómo evitaban las visitas. Le habló del luto por la lucha producida allí y del mendigo escapado, del cadaver sin quemar y puede que sin enterrar. Y por fin, temblándole levemente la voz, habló de las sombras que habitaban la enredadera y que intentaron acercarse a ella.

Luego, dejó unos segundos para que el de Nyrr sopesara todo lo dicho antes de añadir algo. -Es una historia extraña y creo que viene a darnos una pista de que lo que quiera que esté ocurriendo... bueno, pasa de persona a persona como una mala idea o como las liendres de pelo a pelo. Pero quiero que sepáis que a pesar de eso, no tengo miedo.- la barbilla de Iluubra se alzó de nuevo en su gesto característico de orgullo -Me gustaría seguir ayudándoos, señor. Creo que os puedo ser útil y el esfuerzo de buscar a alguien nuevo, sería una pérdida de tiempo. Pero también es cierta una cosa; que mi familia necesita mi trabajo para poder vivir como lo hacían hasta ahora. Si no llevo trabajo a casa, debo llevar dinero. Siento de verdad tener que ser tan sincera.-

Pero creo que me lo he ganado. A estas alturas supongo que lo peor que me podría pasar es recibir una bofetada.
De repente, le llegó una idea inspiradora. Aventura. Lejnaía. Otra posición. Libertad. Quizá estaba pensando demasiado rápido, pero lo intentó igualmente.

-O, por supuesto, les iría igual de bien tener una cabeza menos que alimentar.-

Si yo pasase al servicio de alguien...

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25/03/2008, 18:13
Hombre borracho

El hombre escuchó atentamente las palabras de Iluubra, todas ellas, y finalmente bufó.

- Qué coño, mujer. No me sobra tiempo para adoptar mascotas. ¿Crees que ahora que mi hermano no está tengo espacio libre para alguien más? Que tus padres tengan o no que alimentarte es cosa suya, pero espero que no vengas ahora a quejarte de cómo te trato. Recuerda lo que me has quitado, porque yo no lo olvido, por más que tuvieras tus motivos.

Unos dedos fuertes nacieron de la ancha manga.

- Si revisas la bolsita que te di, verás que no te cuido mal. Hay allí deelines cortos y grandes, algún tallyr y, qué coño, incluso un par de deenares de bronce. Para algunos hay allí más dinero del que cobrarían por quitar alguna vida.

De momento, me eres útil, y serás bien recompensada por ello, no te preocupes. Si haces bien lo tuyo, más monedas te esperan, y ya veremos si quizá me piense lo de adoptarte. Pero de momento, me importa más lo que nos trae entre manos.

Luego quedó pensativo, como si hubiera dado ya el tema por zanjado.

- ¿Hablas de sombras y de tipos del sur? Estirados mamotretos. He conocido a alguno. La gente baja como tú son tan sinceros como cualquiera. Trabajadores obedientes y listos...pero sus nobles están hechos de harina tostada, barata, que no sirve ni para inflar un mal bizcocho. Eso sí, cualquiera diría que ven los espíritus moverse por el viento. Dudo que tengan que sufrir nada ni medianamente parecido a las penurias que nos han tocado en el norte. Nuestros cantos se basan en las verdades que hemos vivido, pero en el Sur además de Sol tienen historias para aburrir a cualquiera, a mí el primero. Qué sabrán ellos.

Creo que ese bardo tuvo unas palabras allí, en el callejón...quizá ahí cambiaron las cosas. Y esas enredaderas...¿te sientes con fuerzas para verlas más de cerca? Yo te acompaño, no te preocupes. Pero tendrá que ser de noche...y tendremos que acercarnos más...

Notas de juego

Hay exactamente en la bolsa 2 deenares de bronce, 10 deelines granes y 16 deelines cortos. Con eso hay suficiente para vivir, incluso en posada modesta, durante más de una semana con desayuno y comida.

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27/03/2008, 19:15
Iluubra Senra

Iluubra no se inmuta por la leve "regañina" de su acompañante. Se esperaba algo peor. Al menos, ahora él ya sabía que ella era ambiciosa; ahora convenía hacerle entender que sabía esperar.

-Más que suficiente, señor.- dijo ella palpándose la bolsa -Prometo que mi trabajo y fidelidad no están sujetos a una paga tanto como a la deuda que sé que tengo.-

Luego miró al cielo, sopesando cuánta luz les quedaría y cuánto riesgo quería correr. Supuso que ya habría corrido suficiente como para echarse atrás y como una jugadora que no desea terminar su buena racha retirándose, decidió seguir adelante con la aventura.

-Vamos para allá. Las plantas son peligrosas en mi opinión, pero también son el único camino que tenemos para darle fin a este problema y satisfacer...- iba a decir "vuestra venganza por lo de vuestro hermano" pero se dió cuenta de que mencionar el tema de nuevo significaría otra bofetada -... nuestra curiosidad.-

Juntos caminaron por la ciudad evitando aquellos sitios donde Iluubra se hubiese detenido al lo largo del día. Los muros habían ido cambiando su temperatura con el movimiento de la sombra arrojada por el sol, por lo que toda la villa parecía un sitio distinto recorrida horas más tarde.

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28/03/2008, 21:20
Director

Las calles y callejuelas se sucedieron. La noche reclamaba su lugar al día y el atardecer no podía hacer más que desvanecerse. El acompañante de Iluubra iba en silencio. Había algo que merodeaba la mente de la muchacha, algo familiar. Lo había notado antes, en el callejón, pero la intrusión de aquellas...serpientes de sombra, lo que fueran, le habían arrancado el pensamiento como un hambriento mordería una buena hogaza caliente. Eso le recordó que tenía hambre.

La muralla apareció ante ellos, custodiando una calle más iluminada, y los movimientos del encapuchado se hicieron aún más discretos. Hizo como si se tambaleara un par de veces, e incluso instó a Iluubra a que le cogiera. A pesar se sus esfuerzos, su tamaño era evidente, y cubría a la joven con facilidad como si no fuera más que algo que guardase entre los harapos. La peste que soltaba estaba bastante conseguida, como siempre, y ella estuvo por pensar que siempre que se cruzaba con él estaba condenada a oler porquería.

Cuando el Sol quería olvidarse de la ciudad llegaron al callejón entre la taberna y la casa de estilo sureño. El encapuchado se ocultó en una sombra interior y observó el movimiento pausado de los guardias en el adarve. El paseo de guardia de la muralla estaba bien poblado. Había más vigilancia de lo normal.

Iluubra notó que la oscuridad había ganado ya casi todo el callejón, y estuvo bien segura de que al fondo, esas cosas resbaladizas y sibilinas rumiaban su desgracia, y esperaban su momento.

Entonces cayó en la cuenta. El olor, ese olor dulzón que lentamente volvió a notar, aunque levemente...era el mismo olor del callejón donde le atacó salvajemente el hermano del hombre que ahora le acompañaba...

Llegaron entonces al calle

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30/03/2008, 17:33
Iluubra Senra

-Aquí es.- dijo Iluubra sin necesidad de señalar al pasadizo. El lugar había cambiado de la misma manera que el resto de las sombras de la ciudad, cambiando de posición lo justo para que las plantas se viesen menos. De reojo, miró la casa contigua, señalando con la barbilla. -Ahí viven los sureños. Las... cosas están al fondo del callejón. ¿Tienes una luz? Puedo encargarme de sostenerla y aun así tener un cuchillo en otra mano.-

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01/04/2008, 20:21
Hombre borracho

El encapuchado recogió algo entre los pliegues de su ropa, algo que empezó a brillar incluso cuando aún no lo había sacado. Era la misma esfera de luz azulada, o al menos otra como aquella. Esta vez no la sacó de entre los jirones del todo, sino que la cubrió con ella y la luz apenas brilló lo suficiente como para iluminar su figura y un poco más allá. Casi todo era oscuridad y algo del rojo del atardecer. Pero dentro del callejón, azul y negro, y la misma sensación de indefensión de entonces. Ahora era otro el hermano que estaba con ella, y sus papeles no eran los mismos.

- Me acercaré yo. Tú quédate aquí y no te fíes de nada.

Sin esperar la reacción, se adelantó unos pasos y se confundió con las sombras, como un feo dibujo. Se deformó y entró cada vez más pequeño en azul y más oculto por la negrura.

Iluubra parpadeó. La imagen era borrosa.

No pasó mucho tiempo. El tosió y gruñó una maldición. Entonces desde la oscuridad llegó un baile de azul frenético, enloquecido. La esfera de luz lució fuerte un momento iluminando unos ropajes destrozados y al encapuchado blandiendo un filo corto contra algo.

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20/05/2008, 09:02
Iluubra Senra

-¡No!- Iluubra no gritaba por otra cosa que frustración. Todo pasaba demasiado rápido, fuera de su control. No se había dado cuenta hasta ahora de que sin aquel hombre todo terminaba. La historia quedaría allí muerta y ella volvería a casa. De tener un par de segundos más para pensarlo, seguro que habría encontrado aquella posibilidad muy atractiva, pero en ese instante no vió mejor salida que ir hacia delante, dar dos pasos largos sacando su cuchillo y prepararse para darle una puñalada a lo que quiera que estuviese golpeando él. O si iban mal dadas, agarrarle de la capa y sacarle de allí a la luz.

Notas de juego

Ya no se puede editar aquel post, así que lo repito aquí y ya puedes tú dejar este y borrar aquel, recoertar y pegar o lo que veas. Gracias por tu comprensión.

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22/05/2008, 20:42
Director

Con un nudo en la garganta y un peso en el estómago, como si hubiera pasado el día tragando melones pasados, Iluubra sacó su cuchillo y tragó lo que pensó podría ser su última saliva. Muchas imágenes pasaron por su mente mientras entraba en la oscuridad azul, pero las desterró para concentrar su mano y su atención.

Delante de ella, apareció el olor dulzón, y justo entonces algo parecido a una fusta de caballo, o un látigo de castigo, pasó por su lado en completo silencio. Ella se resguardó con el cuchillo en alto y vio ya cerca a un hombre envuelto en harapos teñidos de luz azul que aferraba la esfera luminosa como si fuera más importante que él, y que lanzaba tajos a un lado y a otro, con desesperación, haciendo que fuera verdaderamente peligroso acercarse.

En un momento del lance, Iluubra oyó un chasquido y ese "látigo" sombrío apareció de nuevo brevemente iluminado para perderse con un gruñido del hombre, quien hizo finalmente ademán de ir a soltar la esfera.

Notas de juego

No, hombre. Ha sido error mío, tienes toda la razón y gracias a ti :). Espero que esto no represente un "así que te separas voluntariamente del grupo" en un próximo evento o partida de vuestro juegazo (que uno es asustadizo, oiga).

Para lo que hagas a continuación, toca una tirada de reflejos (por fin una tirada). Ya sabes, d10 sin dificultad asignada, que dependerá de lo que quieras hacer.

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23/05/2008, 17:25
Iluubra Senra

No importaba el interés que pudiera tener el de Nyrr por probarse a sí mismo o por probar la fortaleza de esas cosas cimbreantes. Iluubra tomó el camino más rápido y, esperaba, más seguro. ¿De qué le serviría acabar con una bola de luz en las manos y el cuerpo de un noble muerto en el suelo? Lo intentó agarrar del mismo brazo que a punto estaba de perder la esfera, para permitir que el brazo de la espada siguiera teniendo libre movimiento. Si lo lograba agarrar, tiraría fuertemente hacia atrás, haciendo lo imposible por sacarle de aquel embrollo, incluso contra su voluntad.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+7)
Motivo: ¡Andaventepacáidiota!
Resultado: 4(+7)=11

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26/05/2008, 18:11
Director

Iluubra se guió por la luz que aún se balanceaba en la mano oscilante del hombre y acertó a cogerle. Él hizo entonces un movimiento brusco para librarse de lo que podía creer el roce de uno de esos látigos de sombra, y dirigió su mirada fugazmente hacia ella. Con el brillo azul reflejado en el rostro, Iluubra vio los ojos del noble, a quien se le había caído la capucha en la contienda. Estaban muy abiertos, como enloquecidos, y abría la boca reseca de la que salía una babilla casi sólida, como si llevara varios días sin beber nada.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+6)
Motivo: Forcejeo (-10)
Resultado: 5(+6)=11

Notas de juego

Tirada de Fuerza ahora. Él tira con -10 porque está bastante distraído y le has pillado de auténtica sorpresa.

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26/05/2008, 20:48
Iluubra Senra

Iluubra inspiró con fuerza antes de tirar. De repente pensó si no estaría metiendo la pata, si no estaría estropeando las posibilidades de este hombre de vencer esta pelea. No importaba, en realidad. Se sometería a su furia si era necesario, pero era absurdo esperar que nadie hiciera un trabajo así sólo. Se impulsó hacia atrás.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+2)
Motivo: Fuerza
Resultado: 2(+2)=4

Notas de juego

¿Fuerza, no potencia? Bueno, yo tiro igual y ya me dirás.

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01/06/2008, 16:20
Director

Iluubra tiró con fuerza pero el hombre apartó el brazo con su fuerza de guerrero. Ella cerró las manos sobre los harapos y tiró en el mismo movimiento hasta que se arrancaron.

En ese momento, Iluubra vio uno de los látigos más de cerca, parecía, a la luz azul, una rama de enredadera con cabeza de serpiente, llena de colmillos en su boca y espinas en el tallo que se retorcía amenazador.

Y entonces, el engendro se lanzó contra el hombre, e Iluubra vio cómo cuando lo rozó, la rama-serpiente se desvaneció en una nube como si nunca hubiera existido.

La chica vio que otra amenazaba con enroscarse en su pierna, pero cuando al fin giraba alrededor del tobillo no ejercía ninguna fuerza ni estorbo. Y cuando el hombre movió la pierna esa serpiente vegetal también desaparecía.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+3)
Motivo: Atención
Dificultad: 10+
Resultado: 9(+3)=12 (Éxito)

Notas de juego

Sí, era potencia, no sé por qué te he puesto Fuerza (será la costumbre de otros sistemas.

Tu tirada modificada por potencia +6 en lugar de +2, es un total de 8.

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02/06/2008, 20:12
Iluubra Senra

Casi cayendo al suelo por el brusco movimiento, la joven dió medio paso hacia atrás observando la alocada maraña de zarzillos que tenían como enemigo. No parecía otra cosa que un vaporoso espejismo, como cuando el aire serpentéa hacia arriba sobre el camino durante los días de más calor. Sin embargo, el hombre de Nyrr parecía darle mucha importancia y considerarlo un enemigo bien fuerte. Pensó en un santiamén: si un simple movimiento dispersa una rama, ¿qué no hará...?

Se volvió y miró a su alrededor en usca de un cubo viejo, una piedra de buen tamaño, unos tablones abandonados, cualquier cosa pesada que ella pudiera levantar.

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04/06/2008, 17:58
Director

A pesar de la poca luz, como en todo buen callejón había restos de muchas cosas. Quizá eran restos menos miserables que en lugares más pobres de la ciudad, pero en todo caso basuras y desperdicios de muchos tipos. Velozmente, Iluubra pudo distinguir además de las ropas ensangrentadas que el tabernero había tirado, pedazos a medio tallar de lo que parecía un marco de madera, y también un par de piedras del tamaño de su puño, arracimadas junto a la esquina.

El de Nyrr parecía aún pataleaba, pero no de forma tan vehemente, sino más tranquilo, como si hubiera recalculado el peligro y considerase que no era la situación propia para dislocarse un hombro.

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04/06/2008, 21:34
Iluubra Senra

Pareciendo que su acompañante se daba cuenta también de la debilidad de los extremos del enemigo, decidió apoyarle desde la distancia. Cogió ambas piedras y sopesando una de ellas, dió un par de pasos hacia delante y lanzó una de ellas hacia donde creía que estaría el centro de aquella cosa. Ya había intentado algo así antes, pero no con fuerza. Permaneció atenta al ruido que hiciera también.

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+7)
Motivo: Pedrada (coordinación o reflejos)
Resultado: 9(+7)=16

Notas de juego

No sé si tirar una pedrada será pelea callejera o no (no he visto un equivalente en armas de proyectil) o si es un arma de una mano. Por eso no he añadido el 4 al resultado.

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09/06/2008, 18:51
Director

La piedra cruzó la luz y la sombra como un animal hambriento. Sin embargo, a pesar de haberla lanzado tan certera que la misma Iluubra se asustó de su talento, atravesó una de las serpientes enredaderas como si nunca hubiera estado allí, y otra de ellas, ya en la oscuridad, no llegó a salir al encontrarse con la dura superficie en su camino. La piedra terminó por perderse en la sombre y golpeando algo que parecía blando y se movía incluso después que la piedra hubiera rebotado un par de veces contra el suelo, como aseguraba el familiar sonido.

El hombre encapuchado movió entonces la cabeza, incrédulo, aún con la mano armada apretada fuertemente en torno a la empuñadura. La otra mano sostenía aún la luz azul que le rescataba de la negrura. Miró a Iluubra, o al menos dirigió el hueco de su capucha hacia ella. Entonces se la retiró con la mano armada, e Iluubra vio la cabeza de un monstruo...un ser horrible con la piel caída moscas revoloteando en las cuencas de las que nacían dos brillantes puntos azules. Siseó, con una boca llena de dientes que enjaulaban una lengua serpentina.

La joven parpadeo y su rostro pareció volver a cambiar, como si volviera a ser el humano que había conocido antes. Luego de su boca salió un pus de color azulado por la luz, y sus ojos se afilaron.

El hombre cambiante se dirigió a Iluubra mientras sus orejas se derramaban por el cuello.

- Joder, chica. Parecería que después de todo mereces ese lugar que me pides. Parece que entro y salgo de líos cada vez que te veo.

Notas de juego

Haces bien en añadirlo :D. Es pelea callejera. Las habilidades "formales", que son las demás, implican una enseñanza marcial. El caso de la pelea callejera supone la lucha por la vida en todas sus formas, a puñetazos, pedradas, mordiscos y cuchilladas traperas.

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10/06/2008, 18:51
Iluubra Senra

-¿Señor? ¡Atrás! No... tu rostro.- farfulló afónica Iluubra, retrocediendo vario pasos hacia la luz, como su experiencia en este callejón le había enseñado que debía hacer y sacando su cuchillo con cuya punta señaló al de Nyrr.

-¡No te acerques!- Sintió la punzante urgencia de las arcadas. No dejaba de recordar cómo un niño que consideró inocente se transformó antes en una bestia. -¡Sal donde pueda verte mejor!- Ella misma se daba cuenta de la contradicción en su mensaje.

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11/06/2008, 19:20
Director

El ser se acercó más mientras Iluubra retrocedía, a cada paso que daba, la sombra abandonaba un pedazo de él y lo que ella veía era más humano. Él pareció estar aturdido, como borracho, frotándose los ojos y andando tambaleante. Sin embargo, al salir del callejón se volvió a calar la capucha, y se acercó más a la joven.

- Vamos, acompáñame. Necesito una fuente para lavarme la cara. Me duelen los ojos y me arde la nariz.

Su voz era la que siempre había conocido, y por las palabras Iluubra se dio cuenta de que estando ahora a la luz le sucedía lo mismo que el hombre describía. Sus ojos dolían, como si los hubiera estado apretando con fuerza para no ver, y en su nariz había un olor que se iba lentamente, algo menos dulzón que antes, y más arenoso. Pero no veía demasiado bien, como si una fina tela de color tierra seca en sus ojos le difuminara las siluetas y los colores.