Partida Rol por web

La Saga de Radamant

Escena primera: Los incidentes de Rotterdam Centraal

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29/10/2012, 19:31
Director

Abierta al público en 1957, la estación intermodal de Rotterdam Centraal está en pleno proceso de remodelación. Aún así es totalmente accesible y sigue en funcionamiento, un funcionamiento trepidante a decir verdad: es la estación a la que llega la mayoría de turistas y la más transitada de Rotterdam, lo que no es poco. Da acceso a casi todas la líneas de tranvía y 2 líneas de metro, a ella llegan de Francia y Bélgica los trenes de alta velocidad Thalys (3h París-Rotterdam, 43min Rotterdam-Ámsterdam) y asimismo conecta con el cercano aeropuerto de Schiphol.

Esta mañana de 2 de enero de 2.000, el mal llamado primer año del tercer milenio, hace un frío considerable, pero no nieva y la temperatura dentro de la estación es confortable. Un buen número de pasajeros transita de entre los andenes de los trenes, tranvías, metros y autobuses, muchos para reincorporarse a sus respectivos trabajos, estudios o familias, otros tantos todavía de visita familiar, de negocios o de vacaciones. Pero sea como fuere, todos tienes sus propias razones para estar ahí.

Como vosotros.

Notas de juego

Podéis insertar aquí una breve descripción de vuestro personaje y un pequeño texto sobre qué hacéis ahí, según lo acordado en el off-topic.

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29/10/2012, 19:56
Gabriel Corvinus

Notas de juego

 ¿Nos marcamos todos o, solo cada uno (O en mi caso, a mi y a Vorobiov)?. Es que creo que es mejor no saber lo que pasa a los demás hasta que nos juntemos...

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29/10/2012, 20:02
Kjetil Rekdal
Sólo para el director

Camino por la estación oculto a la vista de todos, observo las cámaras de vigilancia y me centro en el personal de seguridad. Es un sitio vigilado pero accesible por lo que podré sacar a Hanna tranquilamente. Me aseguraré de comprar los billetes con antelación para no tener que pasar por la taquilla y poder ir directamente al andén de tren. Así podré llevarla usando mis habilidades y teniendo cuidado de no salir en demasiadas cintas de seguridad.

Observo la gente que camina por las calles de alrededor portando regalos de Navidad para sus seres queridos, nunca la he celebrado que yo recuerde aunque a veces tengo flashes de un abeto con luces y bolas de colores y regalos bajo sus ramas. No sé si es un recuerdo o simplemente un anhelo pero realmente desearía tener esa sensación, o por lo menos que Hanna la tuviese. Podría comprar un regalo en las tiendas de la estación de tren. No será un gran regalo pero tendría un detalle con ella.

Tras observar la seguridad decido encaminarme a las tiendas en busca de algún regalo para ella y de paso para comprar algo de comer ya que he salido temprano del motel donde nos alojamos y ni siquiera he desayunado.

Notas de juego

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29/10/2012, 21:37
Gabriel Corvinus

 Mi compañero y yo salimos del tren que no había traído, yo disfrzado como un joven mochilero de pelo rubio, y caminábamos por el anden, mientras mirábamos a nuestro alrededor.

 Si nuestra información era correcta, la tal Ishtar y su interesante collar deberían de estar aquí a esta horas, si no se habría retrasado. Por lo que parecía, ese collar era mágico y, si era el caso, era mi deber ponerle a buen recaudo.

 Observé a mi amigo ruso y le pregunté, con una sonrisa divertida:

 - ¿Ves alguna tetona rodeada de cámaras por ahí?.

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29/10/2012, 22:52
Svyatoslav Vorobiov

Llevo la ropa hecha unos zorros, apenas ha pasado un día desde el encontronazo con ese cabrón holandés y sus maquinas infernales, pero mis heridas han remitido y estoy como nuevo. Observo alrededor cuando me pregunta si veo alguna tetona... Y me asalta la duda. - ¿Que consideras tú tetona? - pregunto a mi acompañante poniendo las manos delante de mi pecho y empezando a apartarlas levemente, pasando de una 80 a una 120 mientras espero que él me especifique. Porque para mi una tetona es una tía que lleve más de una 110, las "novias" mafiosas, suelen llevarlas así.

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29/10/2012, 23:26
Erika Sullivan

Por mucho que intentaras no pensar en ello era inevitable no darte cuenta del frío que hacía en la calle. Definitivamente, alguien tenía que decirles a los organizadores de los congresos de robótica que no era una buena idea hacer salir al personal científico a la calle con aquel tiempo. Se te podían morir más neuronas de las normales y eso, incluso cuando te echas uno de esos gorros de lana que todo el mundo se piensa que ya están más que pasados de moda. Podrían decir lo que quisieran pero a mí me mantenía las orejas calientes.

La única pega de pasearte como si fueras grande y redondo debido a la cantidad de ropa que tenías encima, era que luego, en lugares como aquella estación tenías que empezar a quitarte capas, como una cebolla y claro, si ya llevabas una maleta te faltaban manos.

- Dentro de dos días estoy con gripe!

No había nada peor que estornudar encima de la pantalla de un chisme electrónico y siempre que me acatarraba me pasaban cosas de esas, porque tenía la mala costumbre de no poder estar demasiado lejos de nada que no fuera tecnológico.

Al menos, no estaba sola entre toda aquella muchedumbre que a mí personalmente, me podía producir algo de jaqueca, pero tampoco me apetecían demasiado aquellas vacaciones. No me gustaba perder el tiempo en cosas absurdas como no hacer nada o hacer  más bien poco. De lo malo malo me llevaba mi tablet, algo de curro a escondidas de mi amiga y tantos libros como me entraban ahí dentro.

Cualquier día saldría un mensaje en la tablet: - Jodida friki deja de meterme estupideces!

Seguía habiendo demasiada gente a mi alrededor y cuando me quise dar cuenta estaba haciendo cosas tan estúpidas como contar cuántos estaban hablando por el móvil o dándome cuenta de que los dos relojes de la estación se llevaban dos minutos entre ellos.

- O viene pronto el tren o empezaré a separarlos en grupos!

Nadie podría decir que no iba a ser divertido que una pirada que abultaba tanto como una pulga sin el abrigo puesto se pusiera a decirles: - Los que lleven la gabardina color verde por favor a este lado!

Aquello de estar allí quieta también era perder el tiempo, no sólo el irse de vacaciones a casa de una amiga a ver como su familia te cuenta sus historietas.

- Ya me estoy aburriendo y aún ni he salido de la ciudad!

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30/10/2012, 01:04
Gabriel Corvinus

 - ¿Has olvidado las imágenes que vimos?. - Pregunté divertido, mientras le recordaba cuando vimos en la tele la entrevista de la supuesta diosa.

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30/10/2012, 05:14
Svyatoslav Vorobiov

- Si, pero es que esa sería la menos tetona en un grupito de "novias" de la mafia. - especifica asintiendo - La última novia que conocí a Petrovich, uno de los jefazos, eran como balones de fútbol. - explica llevando las manos aún más lejos de su pecho - A mi me da bastante asco... - hace una mueca de disgusto - Prefiero algo normalito, más de una noventa y cinco me empieza a desagradar, - rebusca en un bolsillo y extrae un paquete de cigarrillos del que ofrece a su compañero - no sé, parece que vayan a explotar o algo. - sonríe encendiéndose el cigarrillo.

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30/10/2012, 09:34
Mr. People

Mientras la vieja florista auyenta a otro de sus clientes, se le acerca un joven rastafari que, curiosamente, se pone a charlar amigablemente con ella. Después de una breve conversación sobre el tiempo y la siembra de la marihuana, al final, el joven parece decantarse por una pequeña amapola, dándole dos euros y marchándose del lugar.

La vieja no puede evitar susurrar para si misma.- Amapola... así que amapola, eh?... me hubiese jugado la dentadura a que sería la margarita, pero en fin...- La conversación con el rastafari parece haberla hecha sumamente feliz. Sonriendo como hacen los tiburones al pensar en su próxima presa, y visíblemente contenta, agarra las amapolas que quedaban y empieza a repartirlas gratuitamente entre los transeúntes con los que se cruza.

Estaba contenta, realmente contenta. Si la información que le habían dado era veraz, la próxima noticia que saldría en el periódico sería el suicidio colectivo de todos los brokers de la Lehman Brothers. Puede que tardaran unos años en caer pero era un gigante con pies de barro que merecía que se le mearan en las piernas para favorecer su caída.

Mientras caminaba repartiendo flores iba murmurando.- Se van a meter los activos tóxicos por donde no brilla el sol... panda de hijos de puta...-. En un momento dado levanta la vista y observa a la joven del gorro hortera de lana que con cara de hastío moqueaba delante de la tablet. Y en un arrebato se sentimiento de magnanimidad para con el resto de la humanidad, siente lástima de la joven y se le acerca.

- Tenga joven.- le dice, ofreciéndole una amapola.- Y si me acepta un consejo, para antes de año limítese a invertir en bonos de estado chinos.- Sonriendo como una depredadora, le guiña el ojo y continúa su camino.

 

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30/10/2012, 11:28
Ishtar

El tren acababa de llegar a la estación, y algunos curiosos y fans del vagón se habían acercado al asiento de Ishtar mientras ella se retocaba con un espejito pegado a la cara. Hablaba con su acompañante, un joven cámara que antes había trabajado como modelo de calzoncillos de Kalvin Klein. "... o sea, no me importa maquillarme yo misma, ¿vale?. Pero en París tuvimos el servicio de camerino, y aquí nada de nada. Menos mal que me queda mi herencia divina para mantenerme guapa, te lo juro de verdad". Suspiró, y se miró otra vez en el espejito mientras guardaba los cosméticos en el bolso. "Mmm... aquí sobra. ¿Alguien tiene un pañuelo de papel?". Siete manos salieron despedidas del gentío que rodeaba el asiento, con pañuelos en sus extremos. "Oh, gracias cielos", les sonrió a todos cogiendo el que le pareció de mejor calidad, y aplicando la técnica del faro.

Todos los días recibía clases de sus asesores de imagen; la técnica del faro ya la conocía hacía dos mil años, y consistía simplemente en mirar a todo el mundo, pero en esta época moderna a todo le tenían que dar nombres tontos; ¿qué tenía que ver éso con un faro, una hoguera en lo alto de una torre que guiaba a los barcos?. Nunca llegaría a entender este lugar del todo, pero en fín.

Se levantó, y con una sonrisa solícita hizo que la gente se apartara y le dejara paso. "Gracias, gracias, oh, lo siento pero no puedo firmar autógrafos en este momento". Salió por la puerta del tren como el corcho de una botella de champán, precedida por Jose, el cámara, que mantenía el aparato enfocado en ella. "¡Ya hemos llegado!", sonrió mientras guiñaba un ojo, y miró alrededor haciendo una "O" con los labios y aplicando la consabida técnica del faro para abarcar toda la estación con su mirada. Jose apartó un momento el ojo del visor, susurrando; "Sobreactuadoo...". Ishtar tomó nota, y puso una pose más natural. Llevaba ocho programas con el joven, y había aprendido a confiar en él; belleza latina, estilo e inteligencia debajo de una calva brillante y rapada.

La estrella llevaba abierto un abrigo largo de piel con ribetes peludos en un color crema tostado, unos guantes de vitela en el mismo color y un fular azul alrededor del cuello. Debajo, una falda abierta, negra y ceñida al estilo ejecutivo, botas altas marrones y una blusa resplandecientemente blanca y monstruosamente abombada por su espantoso pecho, que no necesitaba esforzarse en insinuar.

Aunque llevaba su uniforme plegado en el maletín que portaba, conservaba la gargantilla de Baal puesta bajo el fular. Los guardaespaldas eran innecesarios precisamente porque era una heroína y podía cuidarse sola, pero para eso necesitaba aquella joya de brillantes luciendo en su cuello. Seguida por el foco de la cámara y por una buena cantidad de fans que permanecían a una respetuosa distancia, se encaminó hacia un lugar en el que podrían verse claramente las obras de restauración de la estación, pensando en comenzar con el programa. "Adelante, vamos a adentrarnos en los misterios de esta hermosa ciudad", exclamó mientras miraba a la cámara con una sonrisa resplandeciente y llena de grandes dientes blancos.

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30/10/2012, 12:04
Gabriel Corvinus

 Desde luego, la presencia de Ishtar no pasó desapercibida cuando bajó de su tren en la estación:

 - Bueno, que quieres que te diga, a mi no me importaría dormir usando a esas hermosuras como almohadas. - Comenté jocoso, mientras señalaba a la diosa. - Voy a ver si siento algo...

Notas de juego

 Uso Percibir Magia...

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30/10/2012, 16:13
Svyatoslav Vorobiov

- Pues a mí, además de parecerme una hortera, me parece que es una gilipollas de cuidado... - sentencio dando una nueva calada al cigarrillo y guardando la cajetilla de nuevo, al parecer mi compañero no fumaba, mejor, más para mi.

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30/10/2012, 21:46
Director

Observando con atención y usando tus artes arcanas de la manera más disimulada posible, aún desde la distancia, puedes percibir que la gargantilla que porta la que se hace llamar Ishtar es un poderoso artefacto. No sabes cómo ha llegado a sus manos, si sabe usarlo o si piensa que es un bello adorno, pero la cuestión es que de su cuello pende algo con un valor difícil de calcular. Y obviamente necesitarías muchas horas de estudio para averiguar sus capacidades exactas, pero a voz de pronto dirías que debe tratarse de algún tipo de protección.

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30/10/2012, 21:50
Director

Prácticamente coincidiendo con la llegada de un nuevo tren, ahogado por frenos y sonido de fondo de la estación, acertáis a escuchar un grito de una mujer, en el andén más externo del complejo, hacia la zona colindante con unos almacenes utilizados para las todavía inacabadas obras de la estación. Justo antes de que el tren os impida la visión (pues coincide que estáis todos en el mismo andén) los más curiosos de vosotros, o más rápidos de reacción, habéis llegado a ver que la señora extendía el brazo señalando algo en dirección a las obras...

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30/10/2012, 22:02
Kjetil Rekdal
Sólo para el director

El grito de la señora llama mi atención y me preocupa. Podrían ser ellos, así que es mejor investigar y acabar con la amenaza cuanto antes...haya público o no. Luego sacaré a Hanna de la ciudad en coche y pondré rumbo a Francia. Es un país que creo que le gustará. Según uno de mis pasaportes he estado allí aunque no lo recuerdo pero sí que hablo su idioma.

Me teletransporto hasta una zona de mayor visibilidad (encima de un vagón parado o al otro lado del andén) donde posea una línea de visión clara y directa que me permita ver las obras. Escudriño con suma atención esa zona intentando ver qué es lo que la mujer señalaba. 

Noto como el corazón se acelera un poco debido a la tensión de encontrarme otra vez con uno de los asesinos que van detrás de ella. Los primeros eran novatos quizá pensaban que podrían acabar conmigo fácilmente pero saben que no y enviarán a gente mejor preparada. Así que es mejor tomar la iniciativa y acabar con ellos en el menor tiempo posible.

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30/10/2012, 22:34
Erika Sullivan

- ¿ Perdone? - Me quedé con aquella flor en la mano mirando a la vendedora, sin duda, con una de esas caras difíciles de explicar, sobretodo, porque ella vendía flores en una estación y me había hablado de dónde invertir...

- Seguro que está un poco ebria la pobre y no sabe lo que está diciendo. - Miré la amapola de mi mano. - ¿ Y qué hago yo con esto?

Se la tendí a mi amiga encogiéndome de hombros.

- Toma. Creo que el frío hace que la gente consuma más bebidas alcohólicas para entrar en calor. - Eso era un hecho, en Francia o donde fuera. Siempre que hacía frío aumentaban las ventas de algunas clases de bebidas fuertes. Lo había leído por alguna parte, justo encima de un anuncio que decía que por menos de lo que uno se espera se pueden conseguir unas preciosas extensiones de pelo natural.

Cuando me deshice de la flor que no valía para absolutamente nada, pues en aquel momento ya incluso la vieja que me la había dado hacía la fotosíntesis mejor que ella, aquel grito me hizo levantar la cabeza.

- ¿ Qué está pasando?

Sí, entre lo aburrida que estaba y que si seguía quieta se me helarían hasta las ideas, cosa que no podía permitirme, me acerqué a curiosear más que otra cosa. Eso sí, decidí que antes de meterme donde casi seguro momentos después habría una multitud guardé todos mis aparatos electrónicos. Me jodía mucho que me fastidiaran las cosas.

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31/10/2012, 00:26
Mr. People

Ampliando la sonrisa al escuchar el razonamiento de la joven, no puede por menos que comentar por lo bajo.- Estos humanos, nunca ven la verdad ni aunque se la señales...-

Dicho esto, prosigue su camino en dirección a la salida de la estación, cuando escucha el grito de alarma de la mujer. Desplazándose casí instantáneamente hacia un rincón oscuro, observa lo que tanto ha sobresaltado a la señora. Sea lo que sea seguramente sería lo suficientemente impactante como para que una viandante montara el circo en medio de la estación.

Notas de juego

Mr. People, a la vez que mira en dirección a las obras, se esconde en un lugar menos transitado (entre una columnas, tras algun cartel de propaganda, lo que haya...). Su intención es concentrarse por si empieza el show.

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31/10/2012, 01:52
Gabriel Corvinus

 Sonrío, después de percibir el objeto y comento:

 - ¡Bingo!. No ha tocado el premio gordo...

 En ese momento escuchamos el grito y vemos a la mujer señalado a las obras:

 - ¿Que sucede?. ¿Se ha caído alguien en las obras?. - Pregunté alarmado.

 Sin esperar respuesta de mi compañero, y sin pararme a pensar, corro en dirección a la mujer y a las obras, confiando en poder ser útil.

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31/10/2012, 02:24
Svyatoslav Vorobiov

Miro al techo al ver a mi entusiasmado acompañante echar a correr en ayuda de la mujer que gritaba... Él a lo mejor no tenía nada que ocultar ya que cambia de apariencia al parecer cuando lo desea, pero yo llevo las ropas como si hubiese sido victima de una explosión (que lo he sido), por no mencionar las dos armas de fuego que llevo bajo la gabardina... Aun así, le sigo, pero sin tanto entusiasmo, no corro, camino.

Cargando editor
31/10/2012, 08:59
Ishtar

"...y fue refundada después de los terribles bombardeos de la segunda guerra mundial...", explicaba Ishtar mientras caminaba por la estación, dando la entrada a lo que sería la presentación de la ciudad. De repente, un inoportuno grito interrumpió su charla, "Corta, corta, volvemos a empezar", suspiró mirando hacia la mujer que había gritado. La estrella alzó una ceja al ver que señalaba hacia algún lugar, ahora invisible por la llegada de un tren a la estación.

"¡Graba, graba, que igual hay chicha!", dijo dejando el maletín en el suelo, mirando hacia la cámara y poniendo cara de sorpresa. Jose, que la enfocaba, no pudo evitar sonreir ante el teatrillo; estaba claro que Ishtar se había adaptado perfectamente al sentido del espectáculo de la televisión moderna. "Oh, acabamos de oir un terrible grito, quizás necesiten mi ayuda... ¡no puedo negarme!".

Con un salto acompañado de vuelo y el abrigo largo aleteando detrás de ella, la estrella se encaramó al techo del tren recién llegado, acompañada de un montón de "ooohs" y de "uaaus" de los fans que la seguían. Con las manos en jarra y de espaldas a la cámara, (su estilista le dijo que el abrigo le hacía un buen culo), se fijó en qué era lo que sucedía allí abajo.