Partida Rol por web

Gruñó mientras la elfa trataba sus heridas. Era todo lo que recibiría de él como agradecimiento hasta que aprendiera a respetar al norsca. El arco y el hacha habían provocado una buena carnicería entre los pielesverdes, pero aún así habían perdido a algunos. Desconocidos, por fortuna, no había que lamentar muertes entre los propios; aunque sí había heridos entre los miembros del clan.

El capitán llegó vestido para el desfile. Trojan se sorprendió de un líder pudiera comandar tantas tropas sin inspirar a sus hombres desde el centro de la batalla. No era de extrañar que los pueblos imperiales de la costa fueran tan fácilmente saqueados.

Tras recibir las ingratas atenciones de la elfa se puso a rebuscar entre los muertos algo que le pudiera ser de utilidad al norsca.

-Probablemente del otro lado del río, tal como dijo Domochievski- exclamó Valdia con voz reservada mientras los imperiales se iban adentrando en tierra firme.

-Eso mismo es lo que digo yo Kurt, nos hubieran matado a todos de no ser por nuestras proezas, y todo por que el capitán falló al venir a auxiliarnos tal como prometió- señaló el mediano claramente airado. En realidad el capitán había llegado muy pronto, e incluso habían llegado muchos jinetes de la guarnición del paso del perro loco, el problema era que el ejército compuesto por imperiales y enanos era tan grande que muchos pieles verdes habían retrocedido desde el inicio.

El capitán, quien había escuchado sin dificultad las palabras del mediano se acerco a todos levantando la mano en señal de saludo. –Mas bien he llegado temprano señor mediano, aunque disculpas les debo pues creí que los goblinoides nos presentarían más batalla en vez de perder tropas desde el inicio. Lamento que haya muchos heridos, aunque creo que mis tropas han pagado realmente el precio de mi error- exclamo mirando a los cuerpos que eran transportados al otro lado del río.

-El ejercito enano no cruzará el río, temen un ataque sorpresa y me parece gozan de razón. Montaremos por ello el campamento al otro lado, estaré gustoso de escoltarlos mientras cruzan. Despacharé tropas para que les ayuden a montar su campamento. Melissa, Alfred, Hans, ustedes ya conocen a los miembros del clan del señor mediano, acompáñenlos y ayúdenlos en lo que necesiten, creo que necesitaré que ustedes se lleven bien-.

Trojan siguió saqueando los cadáveres, sentía que aquellos sucios orcos estaban mejor armados que él, y él pretendía ser un gran guerrero; y un gran guerrero no iba con el pecho desnudo en batalla.

La elfa agradeció a Kurt la tarea de recuperar las flechas. Sabía por experiencia que no era una labor sencilla y su compañero además había hecho un espléndido trabajo.

Viendo que Grunt se había esabilizado, se acercó a por su caballo y le pidió a Grim que si podía acercar la carreta para acomodar en ella a su compañero enano.

Poco le importaban ahora las palabras de Jaime o las del Capitán, habían sobrevivido a la batalla, pero muchos todavía tendrían que sobrevivir a las heridas recibidas.

Por mas que nuestro líder interpelara al capitán imperial, estaba claro que este solo nos daría las palabras como disculpa ante lo que casi había sido nuestra muerte. Ni mas oro, ni mas honores. Éramos mercenarios y prescindibles ante sus ojos....no había mas que hacer. Sigo con mi ingrato trabajo, mientras espero que me den la orden de dejar este campo de muerte. 

Agarro las camisas de malla que falten de ser recogidas y las llevo al carro. -Estas cosas serian útiles si puedo ajustarlas un poco, solo necesito comprar un poco de metal adecuado. Quizá podamos llegar mas tarde a un acuerdo con esos imperiales cuando discutamos lo de nuestra paga...por que supongo que el poner en juego nuestras vidas de esta forma por el imperio debe de tener algún precio justo.- Hablo cerca del capitán Mike en espera de que escuche mis palabras.

Asiento ante las palabras del capitán  pero sin responder porque visto el enfrentamiento  dialéctico mejor callar.Bajo la cota de malla de la punta de la alabarda y se la tiendo al enano.Toma , si también puedes hacer lo mismo con la mía te lo agradecería  maese enano .Si nos volvemos a ver en una de estas  mejor estar bien preparado que la de cuero apenas ha frenado los ataques de esos malditos orcos.

Con las flechas ya recogidas, el mercenario no tenía mucho más que hacer. Evidentemente, le interesaba una armadura mejor, pero aquellas eran de orco, excesivamente grandes para él, además de tener con ellas un olor repulsivo. Y, como no había un modo de conseguir arreglarlas, o al menos uno en el que él pudiera colaborar, simplemente lo dejó pasar, sentándose a descansar tras la batalla, a la espera de que decidieran un curso de acción. 

- Me alegra que hayamos sido de ayuda al Imperio -dijo con un sarcasmo que era impropio de un caballero bretoniano pero que evidentemente era propiciado por la animadversión que sentía hacia el Imperio, siempre se habían creido el ombligo del mundo cuando evidentemente no era así.

Siguió al resto renqueante por las heridas que había sufrido y que aún no habían sanado.

-Claro señor enano- respondió el capitán Hansel a Grim mientras avanzaban a través del río para acercarse hasta el campamento. Para molestia de Lorantha, los heridos tuvieron que ser cargados a lomos de caballos a través del río pues el carromato estaba del otro lado y el capitán se rehuso a esperar hasta que lo trajesen, y en verdad que habría sido un problema moverlo de un lado a otro aun en el vado.

-Como le dije a Jaime antes de que todo esto iniciase, tengo un muy buen pago para ustedes y quizá tenga un precio invaluable, pero ya discutiremos eso cuando su campamento esté montado, no quisiera incordiarlos antes con tonterías-.

Así, avanzando a través de la corriente, el grupo de mercenarios e imperiales llegaron de nuevo a las tierras fronterizas, en la otra orilla del río de la sangre, allí pasarían el resto del día y la noche descansando y sanando las heridas para probablemente partir al día siguiente hacia su destino.

El norsca colaboró en montar el campamento para pasar la noche, cerca del campamento imperial. Plantó piquetas a martillazos e hizo regulares visitas a los odres de agua. Él lo que quería era una buena cerveza, pero eso era lo que había.

El mercenario también ayudó a montar el campamento, una vez llegaron al otro lado del río, pero sus músculos no estaban respondiendo demasiado bien, quizás debido al esfuerzo de la batalla. 

La batalla me había menguado las fuerzas mas de lo que parecía y no era capaz de dar pie con bola a la hora de montar la tienda. Siendo mas parecido a un amasijo de lonas y cuerdas que una tienda de campaña real. 

- Me da que esta no es la pinta que debería tener.

La elfa estaba demasiado ocupada atendiendo a los heridos del campamento como para dedicar sus esfuerzos a montar una tienda de campaña junto al carromato. Todo lo que esperaba es que cuando terminase la larga tarea que le quedaba por delante tuviera un sitio donde poder pasar la noche.

Hacer esfuerzos con las heridas recientes no parece la mejor idea y según me dispongo a cargar con unas tablas la pierna  empieza a fallarme.Lo siento compañeros pero parece que no os serviré de mucho en este estado.Digo sentandome otra vez en el suelo.Otro dia prometo montar yo el campamento pero esta vez os la debo

Déjenme echarles una mano, esto de montar campamentos normalmente no es lo mio pero haré mi mejor esfuerzo. A pesar de que lo intento parece no soy realmente muy habil para estas tareas. -Rayos, creo que todavía estoy afectado por mis heridas, bien, quizá sea de ayuda para una tarea diferente.

Veamos a ver si conseguimos montar algo para pasar la noche a resguardo.

No... esto... esto no va a qui. ¿O sí? Observar el cuerpo de la peliroja me tiene distraido. 

El campamento había quedado listo tras mucho tiempo y gran consumo de energía, los mercenarios agotados al igual que los tres imperiales que les acompañaban rugían por un merecido descanso, eso sin contar por la necesidad de un buen baño, al menos para aquello ultimo estaba disponible el río.

Notando la necesidad de todo ello, el capitán había decidido dejarles descansar un rato mientras el atendía otros asuntos de carácter importante con los enanos de Barak Varr que habían llegado a apoyarles. Por ello, enviando ante ellos a un mensajero, les informó que se reuniría con ellos mas tarde, ya muy entrada la noche; y todo ello con el fin de discutir su recompensa pactada, pues según el mensajero, para el capitán Hansel, todo ello era un asunto que no podía esperar al día siguiente pues probablemente se movilizarían después del amanecer.

Tras la batalla todavía tenemos que montar el campamento, uso fuerzas que ya no tengo para lastimosamente ayudar en lo que pueda. Con mis pertenencias a un lado y las cosas más pesadas. Dejo mis armas y mi armadura, y con sólo una fina camisa y el pantalón de cuero desgastado en las rodillas, me afano en levantar el campamento. No tardo mucho en ser ayudada por algún imperial para terminar la tienda. Termino sudorosa, con la camisa pegada al cuerpo, pero parece que terminamos teniendo un poco de margen.

Por mi parte no lo dudo y maldiciendo por no tener un espejo, empiezo a subir río arriba buscando un lugar tranquilo donde darme un buen baño. Tengo sangre seca por mis brazos y cuello. Me llevo mi mochila con todas mis cosas, no quiero sorpresas...