Partida Rol por web

 Tras varias semanas de viaje, llegáis finalmente a la ciudad de Corvis. Os han llegado extraños rumores de un ejército de esqueletos atacando el lugar, y en una resurrección extraña de un antiguo aquelarre brujo. No sabéis si esto es cierto o si  por el contrario, no han sido más que habladurías sin sentido, pero dada vuestra situación, decidís ir al lugar. No teníais nada que perder y quizás pudierais echar una mano.

Nada mas llegar al lugar, no os fue muy difícil daros cuenta que la historia del ejercito de no-muertos era cierta. La ciudad todavía se encontraba en su recuperación y por tanto, algún que otro cadáver de esqueleto, así como destrozos en algún edificio, mostraba que había ocurrido una batalla en el lugar. Por otro lado, los ciudadanos de Corvis (al menos, algunos de ellos) no tenía reparo algunos en contaros lo que había ocurrido en el lugar, además de los rumores que la  sobrina del Sumo Sacerdote, el Padre Dumas era la culpable de toda  esa desgracia. Sea como  fuere, en un instante os encontrásteis ayudando a Corvis a recuperarse de su situación actual,algo que los ciudadanos en general, os agradecieron profundamente.

Ahora mismo os encontrais en la Posada Crin de Grifo, tomando un refrigerio mientras comentáis que hacer a continuación... 

 La menuda sacerdotisa está sentada en la silla, con las manos apoydas en la mesa, mientras mira el plato de comida que tiene delante, en su mayoría fruta seca, algo de queso y pan duro. Tiene apetito, asi la delata su rugiente estómago, pero está cansada y astiada por todo lo experimentado... tanta miseria y tanta muerte... y tanto trabajo por hacer. Es este último pensamiento lo que la anima, mejor dicho fuerza, a engullir esos alimentos del plato, poco a poco.

 Mientras come, su mirada se va posando en sus camaradas, todos ellos han mostrado su determinación, su valía y entrega en tan colosal tarea... pero de nada sirve quemar todas las fuerzas de una sola vez. No se trata de una carrera de velocidad, sinó de desgaste... por lo menos de momento.

Eberk engulle carne con afición. Para un momento al ver como esta comiendo Iris. En mi tierra dicen algo así: come como un ogro, duerme como un tronco y trabajaras como un buen enano. Sonrie al recordar su patria por unos instantes. Es triste lo que paso aquí y hay faena por delante pero precisamente por eso debemos rendir mas y con mejor ánimo. Bebe un largo trago de cerveza y continua comiendo salvajemente.

Después de llegar a Corvis las noticias no son buenas y ninguna referente a su búsqueda.. aunque en la Posada consigue cierta información, - en este mundo quizás también aún hay gente de bién, veamos -  mientras sonríe por primera vez en mucho tiempo.

La chica con aspecto jovial y con ropajes aún algo polvorientos se acerca al grupo de aventureros, sin temor..

- Buenos días señores! me han hablado de vuestra llegada en esta ciudad; por lo que se vé aquí hay graves problemas e "intuyo" que quereis ayudar en esto, cierto? si es así no me importaría unirme a vosotros; me llamo Bratza y acabo de llegar también, que me decís?.

Con una pierna distraídamente apoyada sobre la mesa, el caballero bebe cerveza con bastante menos moderación de la que sería recomendable. Y mientras, examina con ojos expertos y sin vergüenza alguna a todas y cada una de las damas que pululan por la posada.

- "¡Ah! Realmente estos momentos dan gusto después de una larga jornada, más si es en una ciudad tan castigada como esta" - roba un trocito de carne del plato de Eberk y le dice con aire divertido - "Gracias, mi señor".

Mientras lo mordisquea, asiente - "Sí, éste es claramente un lugar en el que hacen falta brazos fuertes y espíritus valientes. Como suele decirse".

 La menuda y pelirroja sacerdotisa, enfundada en uns ligeras, casi etérea, mallas de metal resplandeciente, contempla a la recién llegada. Tras escuchar su presentación, Iris se levanta y le tiende la mano para que la estreche.

 - Mucho gusto, Bratza, si a lo que has venido es a ayudar, bienvenida seas. Yo soy Iris, simple y llanamente, y ellos son Héctor y Eberk.- Dice señalando con un leve gesto al humano y al enano respectívamente.

- "Ah, sí, ¡Bienvenida!" - dice el despistado paladín mientras observa intensamente a la recién llegada - "Como ya he dicho, cualquier brazo fuerte es bien recibido aquí. Sobre todo uno tan encantador. Yo soy, como ya te han dicho, Sir Héctor. Un placer" - hace una especie de florida reverencia, lo que es realmente complicado sin levantarse de la silla, y vuelve a ocuparse de su cerveza.

La chica algo sonrojada y gratamente sorprendida responde mientras se sienta en una silla dejando a un lado su mochila, un enorme y extraño arco recubierto de pieles curtidas y  una espada curva.

- Genial! un placer estar en tan amable compañía la verdad y saboreando una buen plato de comida!; no llevo nada encima desde hace un par de dias, los bosques de por aquí están algo muertos.. una pena la verdad.

Para de comer. Ya que mis compañeros han deciddo elegir por mi, bienvenida al grupo Bratza. La verdad es que no entiendo la facilidad que teneis los humanos para aceptar que os acompañen desconocidos a los mas grandes peligros. En mi tierra es común que al menos sepas de que clan eres para ver si eres de fiar. Examina con la mirada a su nueva compañera. ¿Que os trae por aquí, si no es mucho preguntar?

 Justo en el momento en que Bratza, se  dispone a contestarte un oficial de la guardia de la ciudad entra en la posada, y tras echar un rápido vistazo al lugar, sus ojos se quedan clavados en vosotros. Acto seguido comienza caminar hacia vuestra dirección.

Su tradicional capa y pistola muestran su posición, aunque lleva la armadura de un oficial del ejército de Cygnar. Probablemente es un veterano del ejército.

¿Tenéis unos minutos, amigos?- el oficial saca una brillante insignia de cobre y os la muestra- mi nombre es capitán Julian Helstrom. Hay un asunto de cierta importancia que tengo que ocuparme, pero mi departamento anda escaso de personal debido al reciente ataque en la ciudad. He visto vuestro trabajo que habéis realizado en Corvis. Es por ello que  os pregunto: ¿os interesa unos días de trabajo bien remunerado?

 La joven pelirroja desvía la mirada de la recién llegada al oficial.

 Tras la presentación inicial escucho su mensaje y finalmente respondió.

 - Buenos días Capitán Helstrom. ¿Podría darnos un poco más de información sin tener que entrar en detalles de lo que representaría ese trabajo? Por favor.

 Antes que nada, me gustaría saber si conocen el porque de lo ocurrido en este lugar. ¿Conocen la  historia de como se ha producido el ataque y quien lo ha llevado a cabo?

 La joven pelirroja asiente mudamente primero.

 - Conocemos a grandes rasgos lo sucedido, sin los detalles. Vaya que sabemos lo que la mayor parte de los ciudadanos conocen al respecto... ¿Hay algo más que deberíamos conocer y que ignoramos? - Pasado un momento añade, en tono confidencial.- ¿El trabajo está relacionado con encontrar el paradero de Alexia?

 Asiente en silencio ante las palabras de  Iris- asi es. Tiene que ver con Alexia- el capitán mira hacia un lado y otro, y viendo que no hay nadie que pueda molestarse prosigue- veréis, si habéis oído que Alexia fue la causante de todo esto, es cierto. Alexia se ha convertido en una hechicera muy poderosa que ha revivido no solo  un ejército de muertos vivientes, sino al antiguo aquelarre de Brujas al que perteneció su madre.  Sin embargo, a su madre no la ha resucitado

Hemos logrado averiguar hacia donde se dirige. Al parecer, al noroeste de nuestra ciudad, se encuentra (o eso dicen) el "Templo de Cyriss".  ¿Sabéis lo que es?

 Cyriss, Doncella de la Maquinaria, Señora de los  Números,  también conocida  como la Diosa Mecánica, es claramente una reciente adición al panteón de la tierra. Su adoración surgió hace solo unos pocos siglos, cuando hombres y enanos comenzaron a construir máquinas sofisticadas y ahondar en nuevos tipos de matemáticas y filosofía. Cyriss  es una diosa neutral verdadera. Tiene adoradores buenos, neutrales y malignos.Es un culto secreto y sus verdaderos adoradores son difíciles de encontrar, aunque a menudo los ingenieros y estudiosos le muestran respeto. Los dominios disponibles para sus clérigos (los cuales son extremadamente pocos) son Protección, Saber y Viaje.

Por lo poco que conocéis, los seguidores del Templo de Cyriss son de naturaleza neutral maligna. Esta secta cree que las máquinas son sagradas, y  que aquellos  que las fabrican y atienden forman parte de una casta superior  de la sociedad. También piensan que en las matemáticas se puede encontrar una lógica superior para manejar los asuntos del mundo, y están construyendo  una gigantesca máquina calculadora para que se encargue de este cometido. El templo en sí está diseñado para ser núcleo de esta gran maquina, y llevan 200 años de lenta construcción.

Al ser un gigantesco artefacto mágico y mecánico, el templo  tiene  algunas propiedades inusuales. Primero, el interior del templo cambia de disposición interna, haciendo que los no iniciados tengan muchas dificultades para orientarse. Segundo, la estructura funciona  como una especie de gigantesca  cerradura de tiempo,  abriendo solamente sus puertas a un alineamiento celestial concreto. Por último, la maquinaria del templo  puede devolver la vida a los muertos, no una vida falsa y vacía, sino una auténtica resurreción.

  Cyriss, Doncella de la Maquinaria, Señora de los  Números,  también conocida  como la Diosa Mecánica, es claramente una reciente adición al panteón de la tierra. Su adoración surgió hace solo unos pocos siglos, cuando hombres y enanos comenzaron a construir máquinas sofisticadas y ahondar en nuevos tipos de matemáticas y filosofía. Cyriss  es una diosa neutral verdadera. Tiene adoradores buenos, neutrales y malignos.Es un culto secreto y sus verdaderos adoradores son difíciles de encontrar, aunque a menudo los ingenieros y estudiosos le muestran respeto. Los dominios disponibles para sus clérigos (los cuales son extremadamente pocos) son Protección, Saber y Viaje.

- "Sí" - interviene de pronto el paladín. Todos se quedan mirando a Sir Héctor, y éste se rasca la cabeza y añade una explicación - "Es una secta de chalados que fabrican máquinas extrañas y se convierten a sí mismos, también, en máquinas extrañas. De hecho, a Cyriss se la conoce como la Diosa Mecánica".

Bebe un largo trago de cerveza y continúa tras un breve eructo - "Aparte de estar majaras, son malvados con ganas. Creen algo así como que las matemáticas esconden la verdad última del Universo y, de hecho, ese antiguo templo es el corazón de su plan para construir una especie de gigantesca máquina de calcular. Seguramente estará lleno de esos bastardos deformes" - se encoje de hombros y pregunta - "¿Por qué Alexia querría ir a un lugar así? ¿Alguna idea?"

La recién llegada escucha con avidez las palabras de los allí reunidos.. aunque poco sabe de esas historias, no le suenan nada bien..  Ante las palabras de Julian y Sir Héctor, que le salvaron alguna pregunta aún más comprometida.., hace un gesto como de no saber la respuesta.

- Quizás esa maquina se pueda inutilizar? Aunque por el momento Bratza calla y escucha, sabe muy bien que cuando uno no sabe suficiente mejor dejar a los que saben; más de una reprimenda le viene a la mente...