Partida Rol por web

A los generales, aunque fuesen cerdos engreídos como aquél, les estaba permitido concederse unas licencias que a oficiales de bajo rango no. Así que el vez de escupirle a la cara, Ledger se cuadró y saludo con la mano que no estaba en cabestrillo.

Que es lo que pasa cuando inteligencia te da unos datos que no valen ni para limpiarse el culo con ellos. Segundos después añadió  el resabiado "Señor".

¿Que se sabe del soldado Michael señor? No le importaba que Parker le cortara las pelotas y se hiciese unas maracas con ellas, pero Michael era un buen tío y no quería dejarle jodido y solo allí fuera. Si hay alguna noticia de inteligéncia sobre los desaparecidos...

- En esta guerra desaparecidos significa, cena de orco. Deberia saberlo ya, despues de que parte de su familia sirviera de menu.- dijo con el tono preciso para hacer daño.

Frank que aun se encontraba a tu lado puso su mano en tu hombro bueno. Una reaccion violenta y terminarias en un consejo militar, que era donde Parker queria mandarte.

- Michael es un idiota, estaba a salvo y a salido solo con un fusil regular. Yo no contaria con verlo de nuevo. En fin, otro par de inutiles menos. La semana que vienen nos llegan los nuevos reclutas, no se preocupe, le pondremos mas carnaza en las manos.

Permiso para retirarme General.

No había más que hablar con aquel cabrón, no podía hacer nada por su familia muerta pero si le iban a someter a un consejo militar sería por un buen motivo, no por escupir a aquella mierda con galones.

- Descanse. El transporte llegara en una hora. El alto mando espera interrogarle por la destruccion de la ciudad. Buena suerte.- dijo socarron

- Señor. Un conocido me debe un favor y esta al cargo de los vehiculos. Estaba pensando en acercarme a la zona y buscar a ese par de locos. Si le parece bien.- dijo Frank en cuanto os alejasteis lo suficiente del general.

-Vamos a ir los dos Frank- .Le replicó Ledger tratándo de sacar el brazo de la mierda que se lo mantenía apresado. Que se joda el general y el alto mando. Cuando volvamos tendrán tiempo de sobra para colgarme. Pero no voy a dejar ahí a los muchachos.

Necesitaremos saber en que zona empezar a buscar. El imbécil salió con localizadores?

- El cree que no.- te respondio Frank, muy aconstumbrado a hacer de "padre". Te miro y supiste que en algun lugar le habia colado uno.

- Voy por el vehiculo, señor.- dijo sin rechistar a tu peticion de acompañarle.

En cinco minutos estaba con un todo terreno militar ante ti. No perdisteis tiempo, no quedaba mucho. De algun lado habia sacado un par de fusiles de alta velocidad que estaban en la parte de atras, cubiertos con una lona.

Encendio el localizador cuando estabais cerca de la ciudad... o lo que quedaba de ella que bastante poco. Por desgracia esos localizadores funcionaban a corta distancia y aun no emitia ninguna señal.

La esperanza llego cuando un timido pitido anuncio que Michael debia encontrarse en unos 3 kilometros a la redonda... en alguna parte ente los escombros y agujeros en el suelo.

. ¿Para que harian tantos agujeros bajo esta ciudad?.- se pregunto Fran en voz alta. No importaba mucho, la carretera se terminaba alli, teniais que seguir a pie.

El traqueteo del coche por lo que en otro tiempo fueros calles asfaltadas y seguras hacían que le doliese todo el cuerpo y en especial el brazo. Apretó la mandíbula y trató de pensar en otras cosas, probablemente cuando volvieran a la base le iban a enchironar de por vida así que respiró el aire fresco y recapacitó sobre las palabras de Frank.

O tienen algo muy grande ahí debajo o quieren derrumbar toda la ciudad. Piensa en lo que nos sucedió a nosotros, la zona no es estable.

Vale... a pie. La carretera transitable terminaba, sacó los rifles de alta velocidad de la parte trasera mientras comprobaba que el machete de combate de fibra de carbono estuviese en su sitio, le tendió la otra arma a Frank. Vamos, tenemos que encontrar a ese gilipollas y a su hermano antes de que los hagan los verdosos.

- Tengo la sensacion de que si habia verdosos bajo la ciudad ahora son papilla. Son muchos, son duros pero no son muy inteligentes.- Aseguro Frank.

Uso la mirilla telescopica de su arma para echar un vistazo. Todo parecia en calma y abrio la marcha. Caminasteis unos diez minutos entre casas derrumbadas y gritas del tamaño de un tresillo cuando os parecio escuchar un sonido, era musica... era...¿Alguien cantando?

sin duda era la voz a duo de esos dos bastardos gemelos bien pasados de alcohol. Frank miro la señal e indico el camino mientras su voz se hacia mas fuerte.

Oir a Gabriel cantando en falsete la parte de la niña era acojonante.

Al llegar visteis un bar semiderruido, de donde lo unico que salia eran sus voces pues bloques de cemento impedian el acceso al interior. Imaginaste que Michael entro de alguna manera, hubo otro derrumbe y se quedaron encerrados los dos con dios sabe cuantas botellas....

Ledger sonrió sin saber si sonreír o cagarse en la madre que parió a aquellos dos por el jaleo que estaban montando, si habían verdosos en kilómetros a la redonda ecucharían el maldito concierto y vendrían a terminar lo que no habían conseguido a la primera.

Bueno, al menos parece que ese gilipollas ha encontrado a su hermano... No disimuló su sonrisa aunque preparó el rifle de asalto. Vamos, antes de que llaman la atención de todos los verdosos de la maldita ciudad. Cúbreme Frank. Avanzó poco a poco con la seguridad que le proporcionaba tener a Frank velando por él a través de la mirilla. Cuando llegó a alcanzar la estructura del bar gritó lo justo para llamar la atención de aquel par de borrachos.

¡Soy Ledger! ¿Que coño haceis ahí dentro pedazo de borrachos? Sonrió.

-¡OSTIA!¡EL "CAPI"!.- oiste gritar dentro y despues algun sonido como si caminaran dentro chocando con algo y rompiendo algo de cristal.

- No le llames Capi al Capi... un respeto hombre.- dijo el otro.

- Capi...nos hemos quedado encerrrrrausss.- dijo uno muy perjudicado.- Pero tenemos desinfectante de 96 grados.- dijo despues se rio.- ahora menos pero si entra nos tomamos la ultima y nos vamos.

Miró el desprendimiento buscando un punto por el que entrar o al menos uno que no pareciera que iba a provocar que toda la estructura se desmoronase si empezaba a mover piedras. Se puso el fusil al hombro y colocó las manos sobre algunas de las rocas para ver si se movían. Su brazo gimió de dolor a causa del esfuerzo. Desenterrar gilipollas borrachos no era lo que precisamente le había recomendado el médico de la base.

Vale... Dejad de beberos hasta el puto alcohol desinfectante y mirad si encontrais una forma de salir de aquí... luego seré yo el primero que se emborrache con vosotros. 

Se giró hasta ver la silueta de Frank apostado y vigilante como siempre. Frank. ¿Todo despejado?

- Todo despejado, señor.- dijo Frank pero le notaste algo mas tenso.

Una de las voces de los gemelos aseguro.-Señor, la estrrruntura es irrestable... inestable...

El otro parecia estar algo mejor.- Si movemos piedra hacemos tortilla de cuatro huevos, señor.

Revisaste la situacion. Te llevaria horas abrir un agujero para sacarlos, tiempo que no teniais. Estabas a punto de maldecir cuando viste un plano de evacuacion antiguo, marcando los viejos refugios que no resultaron ser muy efectivos. No obstante, una de esas entradas a los subterraneos se encontraba justo donde estaban los gemelos, tal vez tapada por algun mueble caido. Al final de la calle estaba el refugio al que confluian todos esos tuneles de evacuacion.

-Vosotros dos veamos...

Se dispuso a darles las instrucciones para salir de allí pero tal y como estaban -al menos uno de ellos- aún se perderían sin el mapa o provocarían un accidente. 

-No os movais de aquí que ya la habeis cagado suficiente. Quedaos ahí y recoged todo lo que pueda parecer útil. Voy a buscaros.

Rompío de una patada el cristal que protegía el mapa de evacuación en su marco y sacó la emisora del bolsillo de los pantalones y se aseguró que la linterna del equipo no estuviese descargada. Comprobó que funcionase y comunicó con Frank. He encontrado una forma de sacar a esos dos por los túneles de evacuación, espero no tardar demasiado. Tu mantente alerta y avisa si se acercan más verdosos.

Ledger se acercó a la zona que según indicaba el mapa estaba otra de las entradas a los túneles de evacuación. Y empezó a buscarla tratando de hacer el menor ruido posible al mover muebles y restos  en el empeño.

A Frank no le gusto, lo viste en su cara pero eras su superior y jamas te llevaba la contraria. Asintio y murmuro.- A sus ordenes, capitan. Tenga cuidado, los tunes son la zona de paseo de los verdosos.

Con el mapa en la mano no te costo dar con la entrada, estaba cerrada pero hacia tanto tiempo que nadie la usaba y los hierros tan carcomidos por la radiacion y los acidos que se tiraron para detener el avance enemigo, que una simple patada fue suficiente para reabrilo.

Un olor asqueroso te asalto. Cerrado, humeda... muchos cuerpos se habia descompuesto alli y aunque solo quedaban ya sus huesos, el olor habia impregnado las paredes.

Avanzaste sin mayor problema que el de esquivar algunas ratas y huesos hasta que, segun el mapa, te encontraste cerca del almacen del bar donde los gemelos se habian quedado atrapados. Una escalera de madera subia hasta una trampilla cerrada. Algo muy pesado la obstruia desde arriba, tal como habias pensado.

Joe golpeó con el puño la puerta tratando de llamar la atención al par de borrachos que estaban arriba esperando que le escuchasen si no estaban ya inconscientes de beber como putos cosacos.

!Ey¡ !Vosotros dos! ¡Gabriel, Michael! Estoy en la salida despejad la puta puerta y larguémonos de aquí! Esperaba que le hubiesen escuchado, mientras esperaba alguna respuesta se giró colocando la espalda contra la puerta y apuntando con el rifle y la linterna al corredor por el que había llegado.

Oiste mover cosas arriba. Las tablas del techo soltaron una nube de polvo que te hizo pensar en el mal estado de la madera. Esos dos estaban moviendo algo pesado.

- Esto pesa mas que esa novia que tenias en intendencia.

- Callate capullo...y tira mas fuerte...

- ¿Tirar? Estaba empujando...

- ... Eso esplica que no se mueva... intenemos otra cosa.

- ¿Tu tiras ahora?

- No tio, ponte a esta lado y empuja conmigo....

- ¡Joder tio! que asco, no estoy tan borracho ni tan desesperado...

- Coño, Gabriel, hablo de mover esta mierda, concentrate.

Despues de un rato suficiente como para que un mono se sacara una FP la trampilla se abrio y la cabeza de uno de ellos asomo. Colorado y sonriente.- Hola Capi, ¿Un traguito?

Ledger trataba de mostrarse serio y profesional, al fin y al cabo él era el capitán y el responsable de todos ellos. De veras que lo trataba pero un par de veces tuvo que sujetarse la mandíbula para no empezar a descojonarse con carcajadas que atraerían a todos los verdosos de la ciudad. Aquellos dos tíos eran geniales y borrachos... bueno eran dos auténticos pallasos.

Cuando Gabriel abrió la puerta Ledger estaba luchando enconadamente por no reír. Traguito en la tienda capullo -dijo con cariño- vamos salid de una vez y larguémonos de aquí.

¿Estais los dos bien? ¿Bueno... más o menos sobrios?

- Nos mantenemos en pie, señor.- Aseguro uno de ellos bajando con la mochila sospechosamente abultada. Mas de una botella se habia guardado entre el equipo.

Eso era cierto, por mas que bebieran no parecian caer.

Gabriel iba algo mas perjudicado, entendiste que llevaba mas tiempo encerrado solo.

- Señor... permiso para cambiar el agua al canario...- dijo Gabriel

Contento de ver que los dos chicos estaban bien Ledger no se sentía de humor para reprimendas o castigos. De hecho la suya ya le estaba esperando y llegaba tarde.

Vale soldado mea rapidito y nos largamos de este maldito lugar. ¿Como coño habeis terminado aquí? ¿No se suponía que habían ido a buscar a tu hermano Michael?