Partida Rol por web

-¿Tener miedo? jajajajaja -Digo con la jarra en la mano... y con unas copas de mas... -¿Enserio? padre, digo.. reverendo hip... jeje, usted no sabe lo que es el miedo jajajaja... hip...- Dejo el alcohol encima de la mesa derramando un poco y le miro con una cara de asco -Digale a la señorita Katherina que siga rezando, venga, dígaselo, a no... espere... está muerta, por muchos rezos que hiciera, está M-U-E-R-T-A...- Perdí a mi familia y por primera vez sentía algo importante por alguien... y la he perdido también... el alcohol se apoderaba de mi... me hacía ser alguien despreciable - Así que no se preocupe... no hace falta que rece por mi jajajaja, rece por los muertos que seguirá habiendo cada noche mientras su ... Dios, no hace nada por impedirlo... y créame reverendo... como se llame, si esos brujos le quieren matar, le matarán... no tenga duda alguna- "Sólo está vivo porque es inofensivo..." Pienso mientras sonrío con cara burlona y vuelvo a la bebida, ya que es lo único que me calma.

Miro a la pequeña huérfana -Pequeña, ya no me queda nada que cuidar... así que guarde sus súplicas para otros, jajaja ¿Es un pecado amenazarle? pues seré un pecador y iré al infierno, bien, así podré matar a cada uno de esos bichos una y otra vez.-

- Si usted considera inútil los rezos- dije mirando con lastima a Nathan, manteniendo la distancia ya que no había nada peor que estar cerca de un hombre  borracho.- es porque ha olvidado que la muerte no es el fin si no solo el camino a una vida mejor con nuestro salvador a la cual solo accederemos si nos la hemos ganado. Le aseguro que la señorita Katherina ahora está en buenas manos allá donde no hay sufrimiento.

"Desearía poder decir lo mismo por la señorita Victoria" sujeté mi rosario para volver a mis labores. "Nunca debieron traer alcohol aquí" pensé temblorosa, si ya los hombres eran impulsivos sobrios, ebrios podían perder la cabeza.

Me mantuve al margen de las discusiones pero aun mantenía mis dudas respecto a Brown. Que ellos nos maten no tiene escusa eso es verdad, pero nosotros ajusticiamos por medio del juicio y valores y hasta ahora eso no nos ha fallado. Es un método lento, pero seguro. Su histeria... No lo se..

Por otra parte Nathan, el cazador estaba faltando al respeto y perdiendo los papeles. Una vergüenza.

Aferrándome a esa idea observaba con encima del ojo del alguacil como transportaba los cuerpo sin decir nada mas y no pude esperar.
-Señor Clemins.Alguno de los muertos... aparte de Samantha, ¿Es bruja o brujo?-Esperaba al menos que entre tanta muerte no fueran todos inocentes.

Pero entonces el "cazador de brujas" empezó a faltar el respeto incluso a las pocas mujeres que quedaban allí.
-Oigame. Sera mejor que tranquilice y piense con la cabeza. Si es un hereje. Muy bien. Pero cayese de una vez. Con amenazas no va ha solucionar nada. Déjenos rezar al señor y usted beba si quiere. Pero deje de faltar al respeto a la gente. Así lo único que consigue son enemigos y pensar que realmente no sea un cazador como dice. Ayer fue de ayuda con sus palabras hoy solo una molestia. Piense en ello.-Le reprochaba desde una distancia prudencial. Pues temía por mi físico.

Entonces repare en el extranjero Laurent BRyde.
-Óigame. Como ya se abra dado cuenta no estamos en una buena situación. En este pueblo hay bruj@s. Concretamente dentro de esta mansión. Entre nosotros hay enviados del maligno para acabar con nosotros. Hasta el momento hemos encontrado dos de ellos. Pero nos están matando mucho mas rápido que nosotros cazándolos. Esto es muy real créame. Y ahora que esta dentro es parte de todo esto. Lo siento. Como ya le dije, no a llegado en el mejor momento.-Intentaba ponerme en su situación, como me sentiría si un pueblerino me dijera esto, recién llegado al pueblo. Y no podía siquiera imaginarlo, aun ni yo lo había digerido.

Roderick pensó en las palabras que le dedicó la señorita Leyton, Si a ella (Arlette) le pasara algo ¿Cuidaría yo de los pobres huérfanos? Nunca lo había pensado, pero quizás ello le daría el toque de amor y felicidad que tanto andaba falto desde la muerte de su mujer. 

Por otro lado, West estaba especialmente irritado.

- Apegado a los vicios de Lucifer, la bebida no le salvará de la realidad. Si esa señorita ha preferido morir y desaprovechar el don de la vida, allá ella. Ya no está aquí como usted bien dice, nuestro señor dejó escrito en las tablas de la ley "No matarás" y la vida que Dios da, sólo el señor decide cuando termina, tomar el lugar de Dios decidiendo cuándo termina tu vida es el peor pecado. Pero recordemos que aquí tenemos brujos decidiendo por el señor cuándo acabará nuestra vida y eso no lo podemos permitir, tampoco podemos ser tan cobardes cómo ella, si usted deja de lado la bebida señor West y comprende estas palabras que digo quizás vuelva a ser sensato. 

También asiente a las palabras de Dude al compañero de profesión. Así, también la señorita Ann Lovett le parece especialmente sensata con las palabras que dirige a Nathan.

La situación se tensa por momentos.

- Señor Brown, no conozco más información que los demás, únicamente intento pensar con frialdad. Si Reyghers murió apuñalada entiendo que lo habrá sido a manos de un lugareño inocente, de alguien que nos es brujo, pues la única certeza que tengo sobre los brujos es que matan con un sortilegio que abre un agujero en el cuerpo de sus víctimas - contengo las lágrimas, al pensar en la señorita Schulze - Por eso me he atrevido a señalar como bruja a Reyghers.

La discusión entre el señor West y el reverendo y la hermana Leyton.

- Por favor, tratemos de tranquilizarnos. Yo también soy un hombre creyente y temeroso del Señor, pero estas discusiones no nos conducen a nada. Confiemos en Él, pero hagamos uso de nuestra razón, que hasta ahora, ha sido acertada, por lo menos por parte de la mayoría.

Me vuelvo al recién llegado. La cabeza me va a estallar.

- No puedo decirle que sea bienvenido, pues las circunstancias no son las mejores. Siento parecer desconfiado, pero, ¿qué es lo que le ha impulsado a entrar en este lugar? ¿Acaso no sabía que estábamos aislados por orden del gobernador?

Lo acabo de decir y ya me arrepiento. Pero es mejor que afloren los recelos.

Los lugareños seguían centrando su atención en mí, era comprensible pero me sentía incómodo. Me decido por dar una respuesta o devolver el gesto según sea el caso.

- Señorita, no hace falta que me defienda. Estoy acostumbrado a recibir ese tipo de trato. Los forasteros no siempre son bienrecibidos allá donde van.

Escuché las palabras de...¿Dude?, creo que lo habían llamado así, tantos nombres, y tantas caras que me costaba esfuerzo asimilar. No le digo nada, solo asiento con la cabeza, como si lo entendiera. Sin duda no era agradable, pero no me encontraba en posición de replicar. Y finalmente el último hombre me hizo una pregunta, bueno, en realidad dos. Así que me dispuse a darle una respuesta adecuada.

- Comenté mis razones para venir aquí a vuestro pueblo. Fue en búsqueda de trabajo, nada más. Admito que no llegó a mis oídos ninguna noticia o rumor de los males sufridos. Es posible que los pueblos de alrededor no reciban noticias hasta pasados varios días con sus respectivas noches. Si no fuera así, ¿no hubiera venido alguien a prestar ayuda?

Noto como mueven de sitios unos cuerpos, desvío la mirada horrorizado, un escalofrío recorre mi cuerpo. ¿Ese era el destino de todos aquellos que se quedan en este lugar maldito?

Escucho atento la respuesta del recién llegado:

- Discúlpeme por mi insistencia. Creo que no he formulado bien la pregunta. No me refería a los motivos que lo han impulsado a venir a Salem, sino a entrar al Ayuntamiento en que, creía, estamos aislados por disposición del gobernador. Verá, cuando nos reunimos en el edificio del Ayuntamiento el gobernados dispuso que quedáramos recluidos en él hasta averiguar y juzgar a los brujos. Por ello entenderá mi sorpresa al verlo entrar en un edificio al que, suponía, nadie tenía acceso, al igual que nosotros no podemos salir. De ahí mi pregunta, y perdone mi desconfianza e insistencia: ¿no sabía usted que estaba vetado el acceso al interior de este edificio? y, ¿por qué, de saberlo, entró en él?

No quería parecer desabrido, pero el dolor me atenaza y creo que me he contagiado de la desconfianza general.

Estaba claro que el señor West quería ir a reunirse con su amada.

- Señor West, le imploro que comience a lavar esa lengua con agua, y no con cerveza. -Fruncí el ceño.- Sabe de sobra que ese tipo de palabras -blasfemias- no son bien recibidas aquí. Le recuerdo que la propia Samanta nos habló de la misma forma irrespetuosa... Si no quiere que creamos que Satanás se ha adueñado de su alma también, por favor, comience a comportarse.

Dejo el vaso encima de la mesa... se me estaba desmadrando todo... "¿Cuando me he echado al alcohol así?" al pasar el rato mientras todos siguen hablando me voy calmando y el alcohol empieza a bajar a la hora, es el momento, me levanto y miro a todo el mundo -Siento mi comportamiento, pero sí, considero que en este caso, rezar no salva a nadie, sino que luchar contra estos bichos y encontrarles es lo que nos salvará...- Camino entre algún que otro tambaleo mientras hablo acercándome al Reverendo -Siento la amenaza, no me mal interprete, me da igual que sea un hombre de Dios o no, pero no soy nadie para ir amenazando, aún así, le agradecería que no vuelva a nombrar a la señorita Victoria...- Me giro a los demás presentes -Siento mi patética actitud, pero nada de lo que he dicho en ese estado ha sido mentira, pues, lamento decirles que tres personas que adoraban a Dios ya no están entre nosotros... -Dirijo mi mirada hacia el nuevo - Borracho o no, estoy de acuerdo con el señor Statham, pues sigo preguntándome ¿Como es que una persona recién llegada al pueblo ha entrado aquí?... nada, solo encuentro una lógica, brujería... si me equivoco... que alguien me perdone, pero sino... estoy casi seguro de que usted forma parte de toda esta brujería...- "aún así, sea brujo o no, no me gusta su cara" Le da la espalda al nuevo mientras habla a los demás -Piénsenlo, ¿Que hace alguien nuevo aquí...? No se... ¿Si no tiene nada que ver con todo este tema no sería mas lógico mantenerlo fuera de todo problema?-

Se gira a la señora Lovett -¿Cree que me importa que me tachen de brujo o no? Créame, puede votarme todo lo que quiera, solo estará enviando a un inocente a la muerte, se que mi actitud no es la mas correcta, pero ser correcto no me salvará de estos brujos o brujas...- Digo sonriendo

- Pero no han caído porque rezar sea inútil, han sido objetivo de las brujas porque la fé en el Señor es uno de los mayores poderes que hay en el mundo y eso les causaba temor. -Ante lo que decía, negué lentamente con la cabeza.- No creo que sea un brujo, señor West, y precisamente por eso le he insistido en que deje de comportarse así, no quiero que la multitud sacrifique a alguien bueno.

Parece que el interrogatorio no iba a terminar, me sentía fatigado, pero ya que estaba aquí que menos que responder a todas sus preguntas. 

- No comprendo su hostilidad hacía mi persona señor West, y más en nuestro primer encuentro. Y respondiendo a la pregunta, no sabía que estaba cerrado el ayuntamiento, simplemente llamé a la puerta y me abrieron, eso es todo. Es lo que suelo hacer cuando llego a pueblos pequeños, presentarme ante quien gobierna el lugar. Darme a conocer y conseguir información. No se que puede haber de malo en ello. Aunque esta vez, fue algo diferente, nada más llegar noté una cierta inquietud, no sabría decir exactamente el que, pero la gente parecía asustada y recelosa. El ayuntamiento me parecía un lugar seguro, y necesitaba hablar con el responsable por motivos de trabajo. ¿He saciado su curiosidad? 

Retiro con un pañuelo el sudor de mi frente, los nervios no paraban, la tensión se palpaba en el ambiente. Y me sentía responsable de ello.

- No quiero ser motivo de discordia, en cuanto descanse me marcharé si así lo desean. He realizado un largo viaje y no tengo fuerzas para volver por mi camino por ahora.

 Escuchaba a cada uno de los que estaban diciendo, alguno ya estaban bebiendo que desfachatez que vayan como van en verde de centrarse el por qué de las muertes, las victimas de pueblo de Salem. Si pensaban que con las bebidas iban a solucionar algo solo les dejarían dolor de cabeza.

Cada palabra de que decía el Natham que vino a este pueblo me hacía que sospechara mas de las personas lo llevaba observando desde el primer día que vino a pueblo, esa agresividad que tenia por matar a la brujas del pueblo. Y por ahora no estábamos viendo nada del cazador así que estaba dándole al codo.

Me acerque a los hombres que estaban todos conversando y las mujeres que están también. – Señoras y Caballeros per don la intromisión, veo que algunos se lo están pasando bien. Miraba a cada uno de los señores presentes seria. Y continúe - Pero veo que no estáis supuestamente en la caza de brujas como no recuerdo mal, que dijo alguien que iba encontrar, a la brujas si realmente son los culpables. Porque también puede ser el asesino una persona normal, porque por ahora no sacamos nada claro.

Cogí un poo de aire y continue. - Lo único que quiero decir que si estamos aquí todo para averiguar el porqué tantas muertes en el pueblo, y deberíamos de ponernos a buscar al asesino que todavía seguirá merodeando porque este pueblo.

El propio Roderick dijo que de los primeros que desconfiaría sería de los extraños, como así votó a Samanta y puso en sobreaviso a West, pero el trato generalizado contra el artista recién llegado estaba siendo demasiado sobrado.

- Creo que el comportamiento del recién llegado es coherente, siendo o no recién llegado, yo mismo en mi juventud cuando apenas sabía esbozar un retrato que no pareciera una caricatura de mal gusto rondé por los alrededores de Salem para ganar algo de dinero, sé lo duro que es y me gustaría pensar que su llegada ha sido en el peor momento posible, y nada más. Así y todo lo que dice Margaret también me parece correcto, lo cual me gustaría encauzar con lo que anteriormente dijo el Señor Statham, sea quién fuere quien acuchillara a aquella mujer no parece ser obra de un brujo, quizás la señorita tenía algunos problemas personales con alguno de los presentes - Suspira - O eso me gustaría pensar...Suficiente mala suerte tenemos como para que encima de estar encerrados entre brujas y brujos andemos con un loco desquiciado que acuchilla en la noche.

-Entiendo lo que dice señor Roderick  pero tampoco  podemos acusar a las brujas porque nadie las ha visto, solo escuchamos de habladurías que son la brujas... Está claro que el asesino está entre nosotros, y si nos quedamos en brazos cruzados veremos caer otra siguiente víctima.  No queria poner a nadie ni en la espada contra las paredes pero yo no podía pensar como ellos tranquilamente bebiendo, y olvidar lo que está ocurriendo en este pueblo.

Al fin algo de cordura en las palabras de los presentes. No estaba de acuerdo  con la forma en que trataban al extranjero. Ya anteriormente había dicho que para mi todos eramos forasteros de alguna forma en el pueblo. El pobre hombre estaba cansado y luego de un viaje como este solo había obtenido ofensas. Nuestra hospitalidad se había perdido, en contra de todas mis costumbres  que me alejaban de las personas del sexo opuesto fui a por un vaso de agua y se lo entregué al forastero sin mediar palabras.

- Dios dice que hay que perdonar y poner la otra mejilla y yo sigo sus preceptos. Para mi el tema está zanjado - dijo al señor West, no quería discutir, no hay nadie mas perdido que quien no quiere creer que existe un camino.

- Perdone el comportamiento de algunos de los presentes - continuó hablando al recién llegado - Los momentos por los que pasa este pueblo son difíciles. Ha habido casos de muertes y brujería y eso hace que se mire con suspicacia a todo el que viene de nuevas. No creo que el Alguacil ni el gobernador le dejen marchar con libertad así que haga el favor de buscar acomodo. Si necesita algo, aquí me tiene.

Acepto de buen grado el vaso de agua, pero no antes de que mi mano dejara de temblar. Vacío el vaso en cuestión rápidamente. Estaba sediento y mi maltrecha lengua agradecía aquel bálsamo y más después de hablar tanto.

- Gra-Gracias señorita, es usted muy amable.- Mostré mi gratitud, aunque de forma tímida y algo avergonzado, ante aquella dama que se había tomado la molestia de aquel generoso gesto, que sin duda me alivió un poco después de aquel día tan intenso, a la vez que estaba siendo tortuoso por culpa del miedo. Entonces el sacerdote me dedicó unas amables palabras que con gusto le devolví.

- Agradezco su gesto padre, pero estaré bien. Ahora comprendo el recelo hacía mi persona. No ha tenido que ser  nada fácil lidiar con todo esto, en ese caso no tengo nada que perdonar, no es necesario.

Mi mente me traiciona y no para de mencionarme una vez tras otra algunas de las palabras escuchadas. No podía evitar estar aterrado ante la idea de no poder escapar de aquel lugar, pero no tengo intención de mencionarlo. 

Muchos de los presentes continúan discutiendo sobre cómo tratar a un desconocido y hasta el supuesto cazador de brujas se vuelve a salir de control pero esta vez motivado en parte por el terrible vicio del alcohol…

-Señorita Margaret, estoy en contra de lo que acaba de decir, me parece que los hechos de brujería hasta ahora manifestados son suficiente prueba de que el mal esta entre nosotros, por ellos debemos confiar en el buen hacer de nuestro Señor, para tomar la decisión corrrecta sobre el próximo a ser juzgado como hereje. En cuanto a lo del asesinato con cuchillos, podría ser que fuera por otro motivo personal y lo quieran encubrir también como un acto de brujería.-

Suspiro un poco contrariado por la difícil situación que estamos pasando, pero siento que después de esta noche empezaremos a ver las cosas con mayor claridad e iluminación.

Aclarado el tema del recien llegado, tenia otra duda en la cabeza.
-¿Y no sera que alguien este haciendo su propia caza de brujas sin contar con el resto? Es decir. Puede que todas las muertes no se deban a las brujas. Se que estos ya lo sospechamos muchos pero es mejor aclararlo. Y sea quien sea, no esta ayudando.-Temeroso dije estas palabras, pero puede que el gesto de alguno de ellos lo delatara. Aunque con los nervios a flor de piel, era bien difícil diferenciar terror de nerviosismo a ser descubierto. Las brujas jugaban con mucha ventaja. Si a esto le diéramos el frívolo titulo de juego.

No me convence la historia del recién llegado. Por un lado, se supone que no ha escuchado nada sobre la prohibición de entrar y salir del Ayuntamiento, por otro dice que notó a la población recelosa... ¿Y qué conducta es la del que, antes de adentrarse a un edificio cerrado no pregunta a los lugareños las razones de la clausura del lugar? Pero no soy persona dada a los enfrentamientos, ya numerosos.

Las palabras del señor Dude llaman mi atención. - Verán, como ya dije, supuse que Reyghers es una bruja por el mismo motivo que lo concluí respecto del mendigo (no recuerdo su nombre). Cuando las brujas matan, al parecer lo hacen con el sortilegio del agujero. Podrían hacerlo, supongo, de forma convencional, pero creo que es más lógico suponer que, como ocurrió con el herrero, la difunta (suspiro) señorita Schulze se defendió. Es verdad que su dulzura y carácter apacible sugieren lo contrario, pero, ¿quién no lucharía por su vida? O quizás lo hizo la señorita van Straten y después no pudo soportar la carga de matar, aunque lo hiciera en legítima defensa y por el bien de todos.