Partida Rol por web

A mi me gusta mucho el emblema puesto por Elaine, aunque el dragón - pez como que parece mas una arpía o algo así :P

Y Edweir, creo que no hay otro candidato como escudero asi que el puesto es tuyo xD

Llega deformada. Si quieres, ,mandame los datos de la forma que te sea más cómoda y rápida, y yo los paso a la excel :)

Esta bastante bien el emblema de Elaine, pero sigo votando por el de Livia.

Hug se supone que mi personaje será algo así como el caballero-guardián personal del señor de la casa, así que estamos obligados a entendernos, ¿Que se te ocurre?

He puesto una historia para mi pj, si ves algo que no te cuadre con lo que haría tu propio personaje avisame y miro como cambiarlo

Aquí os dejo la historia de la Casa, integrada con la trama y la historia de la otra Casa en juego. Integrad vuestras historias en ella para saber vuestro lugar en la Casa, y estaremos listos para jugar. Así que completad todos el apartado "Historia" y demás de vuestro personaje para que los otros jugadores sepan quienes sois en la Casa. Es importante, que no obligatorio, que incluyais algún pensamiento sobre la situación de la Casa, especialmente los mellizos que son los más afectados.

Casa Llyfren:
Se dice que Poniente se nutre de la guerra y del fornicio desde tiempos inmemoriales, y la Casa Llyfren parece un homenaje al dicho. Cuando un Targaryen –un caballero para unos, un príncipe según otros- conoció a la bellísima Alyssa Llyfren durante una tormentosa noche, los cuernos de Brennen Llyfren fueron tan grandes como el favor de Aegon IV ennobleciendo a los Llyfren con tierras al oeste de las tierras de los ríos. Alyssa tuvo diez hijos, todos hombres: unos de tez morena y cabello negro, hijos del Señor de la Casa; otros de aspecto rubicundo, los descendientes de “el Fornicador”, como era llamado el Targaryen por los hijos de Brennen entre susurros enojados.

Las palabras a oscuras y en voz baja resonaron en los muros de Piedradorada, fortaleza de los Llyfren, durante años, pero se tornaron en gritos y sangre cuando la Rebelión de Fuegoscuro sumió Poniente en una terrible guerra civil. Los herederos apartados se alzaron contras los “usurpadores” de dorados cabellos, y la muerte recorrió las estancias y las tierras de los Llyfren. Mujeres y hombres fueron asesinados, y muchos niños desaparecieron: quizás fueron vilmente despojados de sus vidas, u ocultados por almas caritativas. Alyssa Llyfren, incapaz de soportar la matanza entre sus hijos, perdió el juicio y, entre maldiciones, terminó arrojándose desde la torre más alta de una incendiada Piedradorada. Aquel fue el final de la rama Targaryen de la Casa Llyfren. El emblema que adornaba sus salones, la salamandra de fuego, fue arrancado y nunca más nombrado, para dejar paso al dragón con cola de pez que aún hoy luce en sus escudos.

Brennen Llyfren siguió el destino de su mujer solo una semana después de la terrible batalla, El fundador apareció muerto ante las quemadas puertas de Piedradorada con varias dagas hundidas en su espalda. Cuando el único hijo superviviente de la rebelión encontró el cuerpo, observó cómo bajo la sangre fresca de su padre, las hojas asesinas destellaban con el emblema de la Casa Blackford. Jurando venganza, mandó reconstruir Piedradorada bajo el nombre de Piedranegra, y su obsesiva mirada nunca se apartó de las tierras del otro lado del Forca Verde, donde se extendían las tierras de los Blackford, la incómoda y expansiva Casa vecina.

Aquel señor, el segundo de su Casa, fue Brennen II el Perturbado. Su obsesión contra los Blackford, infundada o no, lo llevó a lanzar varias razias sobre sus ricos vecinos, sumergiendo a los Llyfren en una época de enfrentamiento y caos. Los más allegados lo oían hablar a solas con su fallecida madre; otros, incluso, afirmaban haber visto a Alyssa recorrer las dependencias de Piedranegra, lamentando su malhadado destino y condenando a los vivos a sucumbir a la locura.

En el aniversario de la matanza entre hermanos, la repentina muerte de Brennen II sobrecogió a la Casa. La corte de los Llyfren abandonó entonces la ruinosa y oscura Piedranegra para instalarse en la fortaleza menor de Altobastión, junto a la pequeña aldea de Vistarrío. La maldición, si se escucha a los plebeyos más supersticiosos, ha seguido a la familia hasta allí, a través de los nacimientos de algunos herederos deformes en el último siglo.

Hoy día, la Casa Llyfren está en horas bajas. Su Señor, Brennen VI, es apodado “el Débil” por sus propios hijos. Siete años atrás, perdió las ruinas de Piedranegra ante una incursión de los Blackford, sin oposición alguna. Su salud, ruinosa, lo acerca más a la otra vida que a esta, pero no termina de morir. Mientras, su primogénito, portando también el malhadado nombre de Brennen, no es más que un hombre consumido con la gula y los placeres carnales, gastando la escasa fortuna de la Casa en prostitutas traídas de tierras lejanas, a pesar de la repulsión de sus hermanos menores, los mellizos Livia y Leroi Llyfren.

Vaya casa mas desgraciada tenemos XD

Id colgando una pequeña presentación de vuestro personaje para que el resto de jugadores de la Casa se situe :) ¡Empezamos pronto!

Elaine es la sobrina de Brennen VI; hija de su hermana Anne y un caballero dorniano que huyó a braavos; o quizá de un braavosí que volvió a casa, según distintas versiones. Este "consoló" a Anne durante durante el tiempo en que ella tuvo que hacerse cargo de la casa debido a la enfermedad de su hermano. Durante algunos años Anne crió a Elaine sola y, cuando finalmente murió, a causa de unas fiebres, Elaine viajó a Braavos en busca de su padre. Entonces Brennen perdió las ruinas de Piedranegra.

Se fue siendo una niña, y volvió hecha una mujer.

Rayaba el amanecer y los pasos de las botas de montar de Elaine resonaron en el amplio comedor, vacío, pobre. Después de tanto tiempo fuera distaba mucho del recibimiento que se había esperado; el que fue su hogar ya no les pertenecía y la mirada de asco de Livia de la noche anterior aún estaba clavada en su corazón. Livia, a la que había enseñado a peinarse y a vestirse como a una hermana pequeña, la despreciaba por ser bastarda...
- Menudo caos - murmuró para sí, mientras sacaba de su alforja una hogaza de pan. No se había atrevido a ir a las cocinas a pedir algo de desayunar, así que había ido a la aldea - un enfermo, un putero, una niñata y por si fuera poco un rubito Targaryen...

...y la bastarda soy yo - Rió. Elaine olió el pan: aún estaba caliente - R'llhor, señor de la luz, bendice estos alimentos y a los que te sirven. Y aparta la oscuridad de esta casa, ¡quizá no sean todos tan odiosos! alguien tiene que hacerse cargo de todo este desastre.

Disfrutó el primer bocado, tratando de apartar de su memoria el recuerdo de Livia. Ya no era una niña, era una mujer, una desconocida con el físico parecido al de su madre.

- Alguien tiene que hacerse cargo de todo este desastre - repitió para sí, mirando por la ventana la lejana fortaleza de Piedranegra. - Alguien...

Jugué años ha a los primeros juegos, y vi al peli en su momento. Cualquier parecido ha sido casualidad xD

Me acabo de dar cuenta que esto que acabo de poner iba en "historia" del personaje. ¿Lo borro y lo pego en la historia, o lo dejo aquí a modo de introducción de cómo llega mi pj a Altobastion?

En ambos, Elaine :D

¿De la historia mantengo la participación en la lucha contra la Rebelión de Balon Greyjoy? Lo que Brennen VI vio como la gran oportunidad para rehacer la grandeza de la casa acabo en desastre para las tropas y los Blackford lo aprovecharon para cruzar el Forca Verde y tomar las ruinas de Piedranegra junto a sus tierras aledañas. No coincide exacto con los siete años pero explicaría la innacción y la incompetencia.
De la historia sacaré lo que le cuenta su padre sobre la dureza de la guerra. Déjalo en notas. Por evitar que se moleste el jugador del caballero.
Mañana rehago la historia ya que sino quedada en cuatro líneas ya que la base era que en la Guerra del Usurpador todavía estaba activa nuestra rama Targaryen. Y no sirve cambiar en que luchamos contra los Blackford ya que nosotros no lo habríamos hecho por Aerys II y si ellos lo hubieran hecho ahora nosotros seriamos los más fuertes.

¿Han llegado los datos de la ficha?

Aviso, por problemas con mi conexión a internet y mi compañia telefonica es posible que esta semana esté un poco ausente, intentaré mantener el ritmo de posteo lo máximo posible

 ESCUDO DE ARMAS

HISTORIA

Con las primeras luces de la mañana Ser Darren llego a las empobrecidas calles de la aldea de Vistarrío. Mientras avanzaba sentado en la carreta, algunos de los lugareños comenzaron a rodearle. Tenían un aspecto desastroso y parecían no haberse llevado nada a la boca en días.

-Por favor, ayúdenos. Unas monedas. Gritaban al unisono. Suplicaban ayuda y Ser Darren no era alguien que pudiera ignorar ese tipo de cosas, así que se llevo la mano a la bolsita que le colgaba del cinto y fue  depositando 5 peniques en las manos de todo aquel que vio realmente necesitado, al tiempo que les digiría unas palabras de animo.

-Todo mejorara. Le dijo a una anciana demacrada mientras le entregaba las monedas.
-Que la Madre te bendiga. Dijo a una muchacha embarazada que llevaba a  una niña en los brazos.

La multitud acabo disolviéndose, algunos agradecidos otros disgustados por no haber conseguido nada. Con los bolsillos algo mas vacíos, el caballero errante siguió avanzando hacia la fortaleza que se erguía sobre aquel entramado de casas de piedra.

El recibimiento en los salones de la fortaleza tardo mas de lo esperado, pero finalmente se encontró frente a Brennen, hijo de Brennen VI, y su séquito de fulanas de aspecto exótico.
-Los rumores no se quedaban cortos. ¿Cuanto le habrán costado esas mujeres? ¿Habrá alguno de estos pomposos nobles, que de verdad vivan por y para el pueblo? Pensó el caballero asqueado al recordar la miseria de los aldeanos mientras hacia una ligera reverencia.

-Dígame Ser. ¿Que le trae por estas tierras?. Consiguió decir el noble al tiempo que hundía su rostro en la cabellera rizada de una de sus acompañantes.

-Mi señor. He venido a ofrecerle mis humildes servicios. Dijo Ser Darren con gesto serio al ver que aquel noble estaba prestándole mas bien poca atención.

-¿De que familia proviene? Pregunto el noble aunque intuía la respuesta por el aspecto desaliñado del caballero.

-No provengo de ninguna familia noble, mi señor. Mis padres son solo unos humildes campesinos del valle de Arryn. Contesto el caballero. Se notaba por su tono que no sentía la mas mínima vergüenza, mas bien parecía orgulloso de sus raíces.

-Bueno, suponía algo así. Supongo que alguna gran hazaña le otorgo su titulo. ¿Le importaría deleitarnos con la historia? El noble seguía hablando sin  siquiera mirar al caballero, ahora su interés estaba fijado en uno de los pechos desnudo de una de sus acompañantes, pecho que estrujaba entre sus manos una y otra vez.

-Vera mi señor. Se que es un hombre ocupado y no quiero robarle su tiempo, así que me ahorrare los detalles. El caballero hizo una pausa intentar controlar sus emociones y no dejarse llevar por los recuerdos.

-Mis hombres y yo eramos los encargados de defender una aldea. Una noche fuimos atacados por una de las tribus de las montañas, y aunque logramos repeler el ataque, solo yo viví para contarlo. Mi señor me recompenso por sobrevivir. Por sus palabras y sus gestos Ser Darren empezaba a encontrarse algo incomodo en aquella situación.

-Vaya Ser, he oído hablar de esas tribus del valle. Se dicen que son muy fieros... eso le convierte a usted en un hábil soldado o en una comadreja que se le da bien esconderse. Lo veremos. Acepto sus servicios. Puede acomodarse en alguna de las estancias vaciás. La historia del caballero debió de captar la atención de Bremmen, ya que dejo de jugar con el pezón de su acompañante y por primera vez cruzo sus ojos con los del caballero.

-Gracias. No se arrepentirá. No sera necesario una habitación. Si me lo permite me gustaría instalar mi tienda en algún lugar del patio. El caballero mostró su sonrisa por primeras vez en la conversación al intuir que esta llegaba a su fin.

-Como quiera, acomódese donde le plazca. Vamos señoritas aquí hemos acabado. Dijo el noble mientras pegaba una ligera cachetada en el trasero de  otra de sus acompañantes.

-Ah Ser. Espero por su bien que no resulte ser una comadreja. Las odio. Sin añadir nada mas Bremmen salio del salón sobando a sus juguetes.

Mi personaje va ha aparecer desde las cocinas, ¿qué ropa llevas, de viaje, de dama o sacerdotisa de R`llhor?
Nos hemos visto desde niños pero seguramente me reconozcas tú antes. Yo no puedo saber que has vuelto.

-Me has salvado, por los 7 que me ha salvado-
-Señor-
-Has sido enviado para protegerme, no hay dudas al respecto, vendrás conmigo y te convertirás en mi guardia, jeje. ¿Que te parece?, serás guardia del líder de una noble casa, ¿No esta mal no?-
-Señor-
-¿Como te llamas joven?-
-Thomas, mi señor-

-¡Thomas!, ¿En que estas pensando?, llevas un buen rato mirando esa antorcha como si se tratase de un buen par de tetas-
-En nada que te incumba, y deja ese vocabulario para cuando no estés de servicio-respondió secamente Thomas
-Perdón, señor-

Thomas no soportaba los malos modos en sus hombres, y menos en estos tiempos donde su lealtad a la casa era mas que nunca llevada al extremo. El hombre que hacía ya años que había salvado se había ido consumiendo poco a poco, hasta tal punto que por los pasillos se le apodaba "el débil", y para mas inri su sucesor, aquel que debería devolver la gloria a la casa de LLyfren no era mas que un putero sibarita.

-¿Que queréis de mi?--

Esta pregunta no se la dirigía a la estirpe de los LLyfren, si no a los 7, a los dioses que le pusieron entre Brennen VI y la espada para impedir que ese día el acero se cobrase una su vida, ¿Pero que podía a hacer Thomas?, si no simplemente esperar y esperar, rodeado tanta impertinencia y deshonor.

Leroi es el segundo hijo junto con su hermana Livia de Brennen VI "El debil", se dice que en teoría el tercer hijo pues su hermana salió antes, eso lo haría el menor y el mas particular de todos.

Para empezar salió con cabellos como el oro blanco y al abrir sus ojos estos eran como dos amatistas, si bien se sabia que por la sangre Llyfren corría sangre de dragones, no se había visto a nadie con estas características en mucho, muchísimo tiempo y tras la rebelión interna se decía que todos los descendientes de "El fornicador" habían perecido.

Debido a ello su hermano mayor siempre lo vio con desprecio aunque lo disimulo frente a los ojos de su padre, después de todo era de su sangre no? Solo había sido una coincidencia esos rasgos, ya no habían mas dragones, no había nada de que preocuparse.

Solo su hermana Livia lo trataba con normalidad, después de todo habían nacido juntos y eso fue algo que Leroi nunca olvidaría y juro defender a su hermana incluso si esta estaba en error.

Con el tiempo Leroi demostró ser bastante hábil en las estrategias, platicas palaciegas y negociaciones, respetaba a sus hombres y procuraba hacerse querer con sus actos, generaba respeto y no miedo como su hermano pues su maestre le había enseñado que un señor se hace querer y no temer por sus vasallos.

Se lo entreno en el uso de la espada, lanza y maza, demostrando una gran preferencia por la espada larga, su maestro de armas siempre lo felicito por sus rápidos movimientos y contraataques.

De alguna forma se notaba que el joven buscaba compensar con creces todas los fallos de su hermano mayor, sin embargo por sugerencia de varias personas procuro no ser tan evidente en ello y demostrar siempre pleitesía, pues si sus rasgos ya lo hacían destacar y causaban chismes, unas habilidades pulidas podrían llegar a generar rumores de traición algún día...y a nadie le agradaría que esos rumores fuesen ciertos, no?

Edweir fue un niño difícil para su familia, siempre correteando de aqui para allá y metiéndose en peleas y asuntos ajenos; en resumen, daba más problemas de los que podría resolver si pusiera algo de su parte.

Por lo general su padre intentaba vigilarlo para que ayudase con las pocas tareas que fuese capaz de realizar, tanto para mantener la casa en un relativo "orden" como para ganar un par de monedas a la familia, pero el condenado crío siempre se las apañaba para escaparse en cuanto le dejaban un momento sin vigilancia.

El momento que marcó su destino ocurrió cuando un noble y su escolta pasaron por el pueblo donde vivía buscando alojamiento para su grupo. Sin embargo, el escudero del noble comenzó a dar problemas. Fuera de la vista del su señor se mostró arrogante y engreido, como si el ser escudero en un pueblo pobre fuera un estatus similar a la nobleza.

Hubo un incidente en el cual este escudero golpeó a una de las niñas del pueblo y partió un par de dientes de su hermano cuando salió a defenderla, incidente que Edweir presenció y del que fue incapaz de mantenerse al margen. El escudero era mayor que él pero no alcanzaba la mayoría de edad, tal vez unos 14 años frente a los 11 de Edweir pero eso no lo frenó, comenzó con un duro golpe con un palo por la espalda, tras lo cual la pelea se convirtió en un continuo intercambio de golpes y arañazos.

Edweir tuvo que servirse de todas sus tretas, incuyendo entre ellas un rodillazo en la entrepierna, pero finalmente dejó inconsciente al escudero; no terminó en un estado mucho mejor que su oponente pero al fin y al cabo ganó, aunque los problemas no terminaron tan fácilmente.

Como era inevitable la pelea atrajo a casi todo el pueblo, incluyendo al noble y su escolta. Su madre apenas pudo acercarse comenzó a suplicar clemencia para su hijo - apenas es un muchacho, no sabe lo que ha hecho - mientras otros se ocupaban de procurar ciertas atenciones a las heridas de todos los implicados.

Tras varios minutos de preguntas y respuestas, gritos por parte de unos, sollozos de alguna madre y demás barullo, el escudero inventó una serie de absurdas mentiras para convencer a todos de su inocencia. Todo se le vino abajo con la sentencia simple y clara del noble. - ¿En serio te ha tumbado ese crío? - y tras una breve pausa en la cual solo se acentuó la expresión de incredulidad del escudero - vuelve a casa y apañatelas solo, ya he perdido mucho tiempo contigo.

- Oye pequeñajo, ahora necesito un escudero nuevo ¿como piensas remediarlo?

Si la cara del antiguo escudero era de incredulidad, se volvió de pura estupefacción al ver como Edweir se volvía ante sus ojos el nuevo escudero del noble (esto no era ni por asomo lo que Edweir quería, pero cuando sus padres se mostraron de acuerdo no tuvo forma de escabullirse).

Así finalmente Edweir se fue de su pueblo como escudero, la actitud de su señor y de aquellos encargados de "civilizarle" ante su desobediencia era más dura que la de sus padres, y por ello terminó sometiéndose hasta cierto punto, pero en el fondo sigue siendo el mismo chaval entrometido y rebelde de siempre.

Ropa de montar, cortesana, de muchacho: calzas y sobrevesta roja, camisa blanca.

De todos modos mejor dejar los encuentros a lo que diga el master; esto al fin y al cabo no es más que una historia-descripción (lo que pasa es que es mucho más divertido hacerlo en modo narrativo)