Partida Rol por web

Lloran los cerezos (No terminada)

Refugio Yui Matsushima

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05/09/2012, 22:41
Director

La noche cae sobre la ciudad de los templos. Al contrario de lo que cabria esperar, la ciudad no duerme, se despereza y ronronea como un gato, regodeandose en los dias que se avecinan, esperando con ansia el festival.

Las luces de los farolillos, alejan la oscuridad de las calles, pero proyectan inquietantes sombras.

Los nuevos sonidos que toman la ciudad alcanzan tus oidos. Los turistas han ido tomado la ciudad durante estos dias, como una marea bulliciosa, implacable.

Cuando consigues levantarte puedes encontrar un pequeño sobre cerrado, lo han deslizado bajo la puerta. La misiva reza lo siguiente:

 

Matsushima-san, es preciso que nos encontremos esta noche

                                                                   Asano Yamashita

Por la forma de los caracteres, resulta obvio que lo han escrito apresuradamente.

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09/09/2012, 09:22
Yui Matsushima

Y cuando creo que mi caída me va a estrellar contra el suelo…
despierto.

 

Sí, una noche más abro los ojos. Hoy al igual que ayer, posiblemente también mañana, abro los ojos y veo mis puños cerrados, preparados para atacar. El aliento saldría por mi boca despavorido y asustado si es que lo tuviera. Mi frente sería una pequeña fuente de verano si todavía conservara el sudor. Los recuerdos se difuminan en mi mente y las pesadillas son sólo el símbolo del camino sin retorno en que me hallo. No, nunca volveré a saber qué son todas esas cosas. El amor tal y como lo conocí, la felicidad tal y como la conocí, la cotidianidad, las sonrisas, el éxito… poco a poco se difuminan en mi mente como si todo fuera parte de una pesadilla de la que despierto cada noche, algo que ya no es real. Pero entonces, ¿por qué puedo seguir sintiendo miedo? ¿Por qué todavía siento este vacío, esta llamada hambrienta…? Soy un demonio y eso nunca me dejará volver a dormir tranquila.

Levanto el tapete que cubre mi nicho. Salgo a la estancia donde ya tengo preparadas las ramas de incienso. Tomo tres y las enciendo con cuidado. La pequeña lengua de fuego quiere hipnotizarme, o quizás consumirme, pero no será en este momento. El humo limpia de malos espíritus mi hogar mientras medito, mientras pienso en mis sueños. Hago una reverencia a los Kami, a los espíritus del Yang, el alma que vive en las 10.000 cosas.

 

NOTA: Activo Chi'Yu Mu, si no lo ves apropiado por la historia, no importa, es sólo la costumbre de Yui el meditar, así que ya aprovechando... :P

 

Una vez concluido mi ritual vespertino, me preocupo de lo demás. El silencio se ha escabullido lejos de la noche, como una temporada de recolecta de fruta, en los últimos tiempos una extraña marea banalidad se apodera de la ciudad, de mi ciudad, como un invasor irrespetuoso. Me acerco a la puerta donde me espera un mensaje. Un mensaje que sólo leo una vez, pues sólo una necesito. Me preparo… y salgo en búsqueda del sacerdote, evitando las mareas, por calles solitarias, en silencio, el laberinto oscuro del submundo japonés. En el camino, coloco mi máscara cuidadosamente. Blanca, impávida, mostrando la faceta más sobria de una dulce concubina, una geisha. Mi tocado y mi vestimenta me ayudan a camuflarme en la naturaleza de una urbe como Kyoto. Soy una simple dama tradicional, aunque más de un Gaijin en los últimos años, y por estas fechas, ha intentado robar mi imagen en una fotografía como si no respetaran el alma de cada uno. 

No hay mucha gente por la calle cuando salgo. Las gentes del barrio saben que no han de molestar a la Dama de Rostro Impertérrito. Noto alguna mirada desde las ventanas, noto alguna voz de Benjamín preguntar a sus padres y el inicio de un cuento como respuesta.

Sí, cuando la Dama pasea por las calles...

me alejo de mis pesadillas...

 

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09/09/2012, 15:48
Director

Puedes notar el flujo de chi sobre tu frente.

Los recuerdos de tu vida mortal, antes difusos aparecen ahora nitidos, claros como una noche de luna llena. Reconoces que el amor, la felicidad, los exitos y los fracasos que viviste no eran mas que una ilusion...como la muda de una cigarra, aquella vida era una cascara vacia, y ahora alejado, arrancado del ciclo, te das cuenta de que esta vida que llevas, no es menos ilusoria que la otra, que la unica realidad que has conocido, ha sido el Yomi Wan.

Puedes sentir el abrazo de Mikaboshi, sus fauces abiertas a tus pies, dispuestas a engullirte de nuevo, y esta vez, tienes la certeza de que no te soltara.

La Sexta Edad se alza ante ti, poderosa, inexorable...y tu alma dual, la ansia y la teme al mismo tiempo.

Al salir a la calle, la gente se aparta de tu camino del mismo modo que el agua de un rio bordea una roca.

Apenas has caminado unos minutos cuando comienza a llover y las calles comienzan a quedarse desiertas, refugiandose las personas en soportales, en los locales que aun permanecen abiertos. La lluvia es fina y suave, casi agradable.

El templo no queda muy lejos, puedes llegar caminando, pero llegaras algo mojada.

Notas de juego

Ya sabes que a lvl 1 y 2, el Chi'Yu Mu, se refleja como una gema en la frente, si quieres elegir el color de la misma, no tengo ningun problema. No se si querras que el color de la misma este determinado por tu dharma, tu direccion, o tu equilibrio...No hay nada al respecto en el reglamento, es por darle mas color a todo.

Si prefieres pillar un taxi, o esperar a que amaine, no tienes mas que decirlo. Sea como sea seguiremos en el Templo Shinto.

 

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09/09/2012, 17:07
Yui Matsushima

Miro a la lluvia que me mira de vuelta. El cielo tiene una extraña combinación de colores apagados, entre verdes, azules, marrones y naranjas. Las luces de la gran ciudad de Kyoto se reflejan en el cielo como si en el techo del mundo hubiera un extraño y esperpéntico espejo.

Siento la Sexta Edad caer sobre mí. Pero no siento tristeza... o no lo sé, no sé si ya sé qué es eso. Quizás algo de hastío. Siempre es demasiado tarde. Tarde para cambiar, tarde para dar la vuelta a la Rueda, tarde para volver al Ciclo. Siempre es... demasiado tarde. Sé que estoy destinada a un claroscuro. A ser parte del engranaje que cambie el curso del destino, devolviendo la vida a la Edad tras el Final... o a morir en el fuego de la Tristeza. 

Pero lo acepto. Creo que lo acepto. Sea cual sea mi final, sólo mi segunda vida tiene sentido por el camino bajo mis pies. Mi Dharma. Busco deshojar las Ocho flores, los ocho pétalos de los Lotos.

Miro al cielo y el cielo moja mi máscara...

Siempre fue demasiado tarde.

Cuando llego al templo estoy algo mojada. Quizás me importa mi apariencia, pero las palabras del monje denotaban prisa. Lo importante va primero...

Notas de juego

El color tampoco es algo que me moleste mucho. En principio pensé en el blanco o el turquesa pálido como representación del Dharma, dejando el color escarlata para cuando me enfado o tengo un desequilibrio Yang y el negro cuando estoy en Naturaleza Sombra, dominado por el Po.

Pero vamos, lo que mejor te venga a ti :)