Partida Rol por web

PARECE QUE ESE MALNACIDO HA PAGADO MUY BIEN ESTE AÑO... ¡¡BUENAS PRESAS!! -dijo con voz pausada mientras elevaba su brazo dispuesto a aplastaros-.

Aquel gigante era un golem igante con cabeza, tronco y extremidades formadas por rocas y piedras. Sus movimientos, lejos de parecer pesados y lentos, eran rápidos y potentes, sobre todo sus grandes puños. Parcía como el guardián de aquella caverna...

No podía creer lo que veían los ojos. La pesadilla de la última noche cobraba vida delante de nosotros y con solo verle era evidente que el final iba a ser idéntico al del trágico sueño.

Nuestra única oportunidad pasaba por moverse muy, muy rápido, atacarle sin que nos viera y retroceder para quedar fuera de su alcance pues parecía evidente que podría destrozarnos con uno solo de sus golpes.

Moverme rápido sin que me vieran siempre fue uno de mis puntos fuertes, en mi ciudad de origen solían decir que no necesitaba oscuridad pues las sombras siempre me acompañaban.

En cuanto aparece el golem doy un paso atrás saliendo instintivamente del círculo de luz generado por el bastón de Samen e inmediatamente empuño mis cuchillos y les rodeo pegandome a las paredes más sombrías de la gruta con la intención de colocarme a la espalda del golem.

Los dioses de la noche parece que no me han abandonado y consigo colocarme a la espalda del gigante sin que este se percate de mi presencia, aunque dado mi tamaño lo más probable es que si me viera le entraría un ataque de risa.

Avanzando cubierto por la luz de Samen, me siento extrañamente cómodo dentro de la cueva. Si bien la luz no llega a iluminar las zonas más sombrías, su presencia hace que los demonios que parecen poblar esas zonas, según mi desbordada imaginación, no puedan acercarse a nosotros.

De pronto, un crujir de rocas, un salto rápido y una gran roca que casi nos aplasta. ¿Una trampa? ¿Alguien desde una posición superior? La respuesta llega cuando la "roca" empieza a moverse y a hablar. ¡¡¡Un Golem!!! En situaciones así es en las que vendría bien un Klonendart, igual él podría controlar al enorme ser.

Miro a mis compañeros, miro al ser. No serían nada si se enfrentasen a él. Pero yo no soy así, yo estoy aquí para ayudar, para proteger. Me pongo delante del ser, preparado para la batalla.

Cita:

Quizás estas presas se te indigesten rugo, antes de lanzarme al combate, dispuesto a matar o morir en el intento.

Samen ve a Shawak meter a ocultarse en las sombras de las murallas y, supone, avanzar así por detrás de sus espaldas hacia el golem. Habría deseado que Grim hubiera hecho igual, pero, por supuesto, no puede ser su estilo de combate como guerrero prefiriendo la confrontación directa.

Por consiguiente, como el golem se concentra naturalmente sobre la fuente de luz, Samen hace desplegar esta en forma circular y solidificarse para consolidar el escudo alrededor de él mismo y de Grim para que estén prevenidos contra el primer ataque del Golem – el conjuro, a instancias de Shawak, ya le había ido preparando desde su entrada en la cueva, así que hacerle actuar ahora es solamente el toque final a una preparación debida ya finalizada.  

Mientras Shawak se marchaba tras el golem rápidamente éste la perdía de vista por momentos*. Mientras tanto Samen intentó realizar un conjuro de protección para el soldado y él mismo, pero sin éxito. Grim, por su parte, cargó en ofensiva total contra el enorme ser de piedra, golpeándole con fuerza y haciendo desprender algunas rocas de su cuerpo, aunque sin provocarle heridas.

Aquel Golem se vió empujado hacia atrás por el ataque de Grim. Su eco de quejido resonaba en toda la gruta. Sin dudarlo, su brazo fue descargado sobre Samen, al cual intentó aplastar de un severo manotazo. Sin embargo, justo cuando su mano pesada impactó en el suelo, el sanador dió un salto hacia atrás evitando el embiste.

Gruño hacia el golem, literalmente. Qué pasa, cobarde. ¿Te da miedo combatir contra mi? Si, yo también me temería.

Sin más, me lanzo nuevamente al combate, intentando colocarme entre el golem y Samen. Si va a atacar a alguien, que me ataque a mi. Aprovechando el movimiento lateral y que al bajar la mano también ha bajado ligeramente el cuerpo, aprovecho para de un salto lanzar un tajo directo hacia su... ¿cuello?

Samen escapa por los pelos a la embestida del troll. Durante la fracción de un instante, se siente desanimado por haber fallado su invocación del conjuro de protección, pero no quiero darse ya por vencido. El soldado necesita un poco de margen en el combate, quiere abrigarlo contra los ataques del monstruo.

Así que alza de nuevo su bastón, la concentración crispando su cara, y murmura las palabras de invocación. 

Samen escapa por los pelos a la embestida del troll. Durante la fracción de un instante, se siente desanimado por haber fallado su invocación del conjuro de protección, pero no quiero darse ya por vencido. El soldado necesita un poco de margen en el combate, quiere abrigarlo contra los ataques del monstruo.

Así que alza de nuevo su bastón, la concentración crispando su cara, y murmura las palabras de invocación.

Un ramillete de haces de luz brota del punto de su bastón y los haces se despliegan en su alrededor y en el de Grim, formando un globo de luz azulado protectora que ellos pueden atravesar, pero que se endurece como una muralla contra los intentos de cualquier enemigo de pasarla.

Mientras rodeo al monstruo veo como Grim le ataca y apenas le hace un rasguño. Si un guerrero como él solo es capaz de hacerle unos arañazos no se qué es lo que voy a conseguir yo con mis cuchillos.

Aún así sigo moviendome entre las sombras decidida a lanzar mi ataque aprovechando que no me ve. Además no puedo perder tiempo, Samen ha conseguido esquivar por poco el enorme manotazo que le ha lanzado el golem. Como nos cace a alguno así ya nos podemos ir despidiendo de todo.

Sin dudarlo salgo de las sombras como un rayo e intento introducir mi cuchillo en las articulaciones posteriores de la rodilla, tal vez ahí se le puede hacer un poco más daño.

Moviéndome sin hacer nada de ruido atravieso los metros que me separan del monstruo sin que este se percate de mi presencia y hundo mi cuchillo en la parte de atrás de una de sus rodillas. Espero que el filo de mi hoja sea algo más doloroso que la picadura de un mosquito pero no me quedo a comprobarlo y trato de volver rápidamente a las sombras desde donde pueda preparar otro ataque.

Shawak lograba incrustar sus cuchillos en las rodillas del golem para intentar desestabilizarlo. La idea era bastante buena y mientras tanto Grim se lanzaría hacia su cuello. Mientras tanto, Samen comenzó a invocar una esfera de brillante color que daría protección a sus compañeros y a él mismo en cuanto estuviera desarrollada del todo. Los impactos de los dos combatientes fueron certeros y directos. Grim consiguió cortarle cerca del cuello, junto a su hombro; por su parte Shawak le desprendió una especie de rótula de piedra que hizo desestabilizarle por momentos...

El conjuro logra su efecto, sin embargo, necesitando cierto desarrollo, no de inmediato ; al momento de crear el globo de protección, aún no está bastante fuerte para resistir contra el ataque del golem, pero sí al consiguiente que Samen siente el golem hará en balde…

El joven monje mantiene su concentración para prevenirse contra este ataque, abrigando así a Grim y a sí mismo bajo el globo.  

Observo como el golem se gira para atacar a mi compañera.

Grave error el tuyo, cosa. ¡Grave error! rujo enfurecido por lo que creo es un menosprecio a mis habilidades como combatiente. Y, diciendo esto, lanzo un nuevo poderoso ataque contra el monstruo, dispuesto a partirlo en dos. Observo como el golpe vuelve nuevamente a impactar en el ser, con un fuerte sonido de metal contra piedra.

Maldita sea, esta cosa sí que es dura. Esperemos que no dure mucho más, o podría costarnos caro.

Grim se lanzó contra aquel monstruo de piedra, otorgándole un mandoblazo final que se consideró como golpe de gracia. El ser pétreo cayó hacia atrás, y su cuerpo chocó con las paredes de la cueva, haciendo que se desprendieran algunas rocas por el impacto, y acto seguido cayó desplomado delante de vosotros. La enorme mole de piedra, la cual agonizaba ahora, aún tuvo que dedicaros unas últimas palabras:

Brandilor no me... habló... de vosotros... Poderosas criat... ¡Ughhh! -y entonces su hálito se apagó, y sus ojos brillantes cesaron de iluminar tenuemente sus cuencas-. El Golem había perecido y aquella proeza fue para vosotros un hito de gran importancia.

Cuando me preparaba para intentar clavarle mis cuchillos en la otra rodilla, contemplé como Grim, poseído por una furia incontrolable asestaba una precisa estocada que terminaba por rematar al monstruo. Ante nuestros ojos, el golem se derrumbó con gran estrépito, levantando una enorme polvareda del suelo y entonces pronunció.esas enigmáticas palabras, el gigante que pretendía acabar con nosotros había dicho Brandilor.

• ¿Cómo es posible que este monstruo conozca el nombre de Brandilor? ¿Esta trampa la ha urdido el concejal del pueblo?

Me apoyo en mi espada y me seco el sudor de la frente con el dorso de la mano. El combate ha sido duro, muy duro. Éste era un oponente temible. Miro a mis compañeros y hago un gesto con la cabeza, reconociendo los méritos de ambos en está victoria.

Me enderezo y miro a Shawak. Está claro que el señor concejal va a tener que responder a unas cuantas preguntas. Hecho un vistazo al fondo de la cueva. ¿Creeis que debemos ver si hay algo más aquí o vamos ya a pedir explicaciones? Mi vista repasa a ambos, esperando su respuesta.

Parecía claro que nos había engañado para enviarnos a una muerte casi segura, pero ¿por qué?, ¿qué es lo que pretendía?, ¿tal vez era un agente de los magos y lo que quería era quitar de en medio a cualquiera que pudiera crear algún problema a sus amos? ¿o quizás no tenía nada que ver con esos hechiceros y tenía algún oscuro acuerdo con el golem o con su creador?

• Tal vez podriamos aprovechar para echar un rápido vistazo por si encontramos restos de otras víctimas que nos aporten algo. Y sí, con vistazo o sin él hay que volver al pueblo para tener una amigable charla con nuestro "amigo" Mor Brandilor .-digo acariciando el filo de mi cuchillo.- Probablemente no se espere nuestra vuelta, por lo que si le sorprendemos podriamos hacerle cantar antes de hacer que su cuello baile sobre la hoja de nuestras armas.

Cuando el golem se desplomó, su pesado cuerpo cayó contra la pared, y había abierto una pequeña gruta en la roca. Tras asomaros en ella olísteis un hediondo aroma a humedad y mortalidad. Una pequeña cueva se alzaba tras el muro, al que seguramente podría accederse desde algún otro sitio que no alcanzábais a ver con la iluminación de la antorcha. Contemplásteis algunos huesos desperdigados y vuestro corazón os decía que aquello no eran sino víctimas de antaño que el golem habría devorado de alguna manera. ¿Serían caballeros de Idhún derribados y comidos? No supísteis afirmarlo. Nada de valor había mirando tras aquella abertura.

“Habéis luchado valientemente”, dice Samen reconociendo plenamente las aptitudes de sus compañeros. El golem, rematado, ahora nada más que un montón de piedra, yacía en el suelo.

Su cara se ensombrece. “Ojalá que las palabras del golem puedan interpretarse de otra forma, pero por lo que acaba de decir no cabe duda que haya un acuerdo entre él y el concejal.”

Viendo a Shawak ya con ganas de hacerle probar a Brandilor el toque de su cuchillo, hace, sin embargo, un comentario por precaución, aunque parezca algo ingenuo: “De antemano no quiero descartar la posibilidad que el golem, servidor de los magos, haya intentado hasta el final sembrar la discordia entre los enemigos de los magos, tal como nosotros lo somos, y como Brandilor lo es según lo que ha dicho. Entonces, hay que escucharlo antes de… tomar medidas.”

Tras mirar con los demás por la abertura dentro de la gruta, comenta: “Parece que no hay nada aquí. Aún así, ¿es posible ganarnos acceso desde otro punto?” pregunta volviéndose a Grim. “Podríamos comprobar si los cadáveres visten armadura, si hay espadas, armas corriéndose… para saber si son los restos de los caballeros – si jamás estaban aquí – o de otras víctimas del golem.”

Al derribar el golem la pared no resisto la tentación de.mirar. Sin embargo la decepción pronto me embarga, tan solo se distingue una colección bastante completa de huesos, sin duda deben ser los trofeos del gigante de piedra, sin embargo no se ven restos suficientemente grandes de tela o de armaduras que nos permitan determinar el origen de las víctimas. Desgraciadamente tampoco veo ninguna bolsa de dinero ni joyas, muy poco provechosa está resultando esta misión.

- No hay nada que podamos hacer aquí. -y volviendome a Grim le digo.- Tu llegaste hasta aquí por otro camino distinto al que seguimos nosotros, creo que debes ser tú quien nos guíe en el camino de vuelta. Y Samen, no te preocupes, escucharemos atentamente lo que Brandilor tenga a bien decirnos, pero o resulta muy convincente en sus explicaciones o le auguro un futuro bastantd sangriento.

Como mis compañeros, yo también observo el hueco abierto por el golem en la pared. No crei que haya nada, pero podemos mirar a ver.

Bordeando la pared rocosa, caminando despacio, llegamos a la entrada de la otra cueva. Nada más entrar, el pestilente olor de putrefacción, ya casi desaparecido pero aún persistente, llena mis fosas nasales. Demasiadas veces lo he respirado oara poder distinguirlo.

Miro a nuestro alrededor, pero es tal cual pensaba: si existían restos de armas o armaduras, hace mucho que desaparecieron. Sin embargi, al ver todos esos cuerpos, una idea se quiere abrir paso en mi mente. Miro a mis compañeros.

Escuchadme. Ya os he contado que yo fui oficial del ejército, y demasiado bien sé lo que la gente llega a hacer para aferrarse al poder, como un perro se aferra a un hueso, pensando solo en él y en su hueso.

Supongamos que los caballeros de Idhún fueron expulsados del pueblo, que no quedó ninguno. ¿Qué haría Brandilor? La gente que no tiene miedo pide cosas, comodudades. Podría perder su poder. ¿Y si mantuvo la historia de los caballeros solo para perpetuarse en el poder y acordó con el golem que le mandaría víctimas a cambio de que no crease problemas? Le bastaría buscar grupos de aventureros que enciar a ésta cueva. ¿Qué opina tu dios de los aseainos, Samen? digo, mirando al medio elfo.

En cualquier caso, aquí no hay nada de valor. Dejemos a los muertos descansar. Con éstas palabras, inicio el camino de regreso.

El camini hasta el puente es algo más lento, ya qué el pastor fue quien nos condujo del puente a está cueva. Pero, una vez pasado el puente, caminamos mucho más apeisa, hasta que unos tres días después de dejar la cueva, llegamos a la aldea.

Ya en la puerta, me paro y miro a la ciudad, y luego a mis compañeros. Doy un suspiro. No me gustan las aglomeraciones de gente. Lo sabéis. Si por mí fuera, ni pondría un pie ahí.

Me giro al pueblo nuevamente. Pero yo también quiero respuesras de ese malnacido. Así pues, os acompañaré a este pozo infecto llleno de carroñeros.