Partida Rol por web

Los ecos del mañana

Murmullos en Bajomonte

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07/02/2013, 20:24
Director

    Bajomonte no es un lugar difícil de encontrar. A pesar de su pequeño tamaño, las frecuentes caravanas llevando recursos y volviendo con mineral se han asegurado de dejar un camino cómodo de andar y muy visible en medio de la montaña. Sin embargo, no habéis encontrado nadie en las últimas horas, obligandos a andar en solitario con la única compañía de vuestras propias cavilaciones. ¿ Tanta tranquilidad tendrá algo que ver con el problema que os esta llevando aquí o es algo normal este silencio ? ¿ Será otra vez cosa de estúpidas supersticiones ? o ¿ A quien se le ocurrió venir asta aquí arriba a buscar hierro ?. En fin ...



 

    A pesar de que el sol brilla en lo alto del firmamento y el cielo de un hermoso azul celeste invita a su contemplación, el camino no ha resultado fácil. Este año el invierno ha llegado temprando y desde hace unas semanas el paisaje ya se ha vuelto blanco. La nieve aun reciente cruje silenciosamente a cada paso, interrumpiendo rítmicamente el vaivén de las ramas lejanas agitadas por la brisa. Un suave viento helado que furtivamente levanta a incrusta pequeños copos de nieve sobre vuestra figura, cada vez mas mimetizada con el paisaje.
    Durante el último tramo de camino, el manto de nieve va ganando grosor hasta acabar sobrepasando la altura de las botas. Eso os obliga a levantar vuestros pies fríos mas de lo normal, y ya empiezan a pedir un merecido descanso y una hoguera caliente.
    Por fin, un poco antes de alcanzar a ver Bajomonte, os encontráis con los primeros rastros de actividad humana. Durante los últimos kilometros habéis podido seguir las de pisadas de otras personas que iban en vuestra misma dirección. Marcas que la nieve caída durante la pasada noche no ha conseguido hacer desaparecer por completo.

 

 

    La aldea en si misma, no parece gran cosa. Deben de ser medio centenar de casas apiñadas buscando darse calor unas a las otras y resguardadas junto un saliente de roca que ofrece un buen cobijo cuando el viento y las tormentas acechan. Por encima de las casas de distinguen muy claramente docenas de columnas de humo blanco saliendo de las chimeneas y que se elevan sigilosamente sin llegar a desvanecerse por completo.

Notas de juego

- Vamos a suponer de antemano que todos posees y lleváis gruesas ropas de abrigo. Que aunque no sean muy cómodas, cumplen su función par evitar una muerte mas que segura por congelación. SI alguien no quiere usar y no dispone de ningún otro medio para aguantar temperaturas que no suben de los -5º durante el momento mas cálido del día, tendrá el honor de convertirse en la primera muerte :).

- De momento estáis todos separados y llegáis cada uno por vuestra cuenta, así que hasta que no diga lo contrario, ojo con los destinatarios.

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13/02/2013, 12:16
Norte

Norte había vivido casi toda su vida en cálidas ciudades lejos de esos climas tan agresivos, no se sentía cómoda ante tanto frío si bien su ascendencia enana le otorgaba una resistencia superior a la de los piernas largas.

Llegó sobre un pequeño promontorio con su enorme mochila que tintineaba y repiqueteaba con decenas de instrumentos y utensilios que bailaban con cada paso. Observó la aldea con alivio mientras soplaba algo de aire caliente a sus manos y se las frotaba entre si.

Se puso de nuevo en marcha con fuerzas renovadas, tenia hambre y esperaba que le pudieran servir un buen plato caliente ... si bien sus bolsillos no estaban precisamente llenos, algo común en los enanos expatriados.

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13/02/2013, 15:10
Director

Ya desde una cierta distancia puedes ver un grupo de 5 o 6 hombres discutiendo airadamente a la entrada del pueblo, mientras otros pueblerinos intentan mantenerse al margen con sus quehaceres. Una mujer cruza por delante de ti cargada con un fajo de ropa en sus brazos y seguida de cerca  por 3 cabras lanudas atadas entre si. Un poco mas lejos, ya dentro las calles del pueblo hay tres chicos acurrucados frente el portal de una casa abierta, muy distraídos a algo que uno de ellos esta mostrando a los otros dos.

Sea como sea, no es hasta que prácticamente estas ya en medio de la calle principal que algunas personas de fijan en tu presencia, aunque a parte de detenerse unos segundos para curiosear en "esa extraña", ninguno deja de hacer sus labores.

Oh!, y por cierto, de alguna casa sale una deliciosa aroma a cebollas con algo mas que no consigues identificar.

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13/02/2013, 15:55
Norte

La mujer enana no puede impedir que su estomago ruja con fuerza. Suspira y observa a su alrededor, no parece que hayan muchas posadas ... con lo que finalmente detiene a algún pueblerino.

-¿Disculpa, me podría indicar si hay alguna posada o lugar donde sirvan comida?-

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13/02/2013, 20:24
Director

La reacción de la mujer a la que te acercas es cautelosa en un primer momento, cosa que te da a pensar que no son gente muy acostumbrada a las visitas de forasteros. Claro que ... ¿ quien podría querer venir aquí arriba de visita ?. Pero en cuando le preguntas, parece intentar mostrarse cortes y atender a tus dudas, a pesar de que su inseguridad le obliga a evitar en todo momento el contacto visual directo.

N-no tenemos posada. Es que ... - duda un instante, como buscando la mejor forma de explicarse - ... no viene mucha gente por aquí. Pero si busca un lugar donde pasar la noche, mas de uno tenemos habitaciones vacías que le podríamos alquilar si lo quisiera. ... ¿ Señora ? ... ¿ Señorita ?. - Pregunta finalmente con la duda de quien no esta muy ducho en los temas de cortesía.

De repente y antes de que puedas responder, te asalta con una pregunta - ¿ Viene por lo de las minas ?

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13/02/2013, 23:01
Avan

Bajomonte está frente a mi, a sólo un par de minutos de distancia. Me arrebujo dentro de la capa de pieles que he llevado durante todo el trayecto, y que se ha encargado de mantenerme caliente. Si no llega a ser por ella dudo mucho que hubiese conseguido llegar hasta aquí. El frío en este lugar es insoportable, incluso con la ropa adecuada. Observando las casas desde la distancia, tengo la sensación de que he llegado a un lugar alejado de todo, incluso de la mirada de los dioses. Al menos me reconforta el humo de las chimeneas, y me anima a continuar para llegar cuanto antes. Imagino a las familias junto al fuego y me estremezco, y a pesar de que mi rostro está prácticamente congelado puedo sentir como aparece en él algo parecido a una sonrisa.

Sin perder más tiempo, encamino mis pasos por el casi imperceptible sendero y acelero el ritmo para evitar que mis huesos acaben congelándose. No sé a quién debo dirigirme para ofrecer mi ayuda, pero seguro que tienen algo parecido a una posada en la que tomar algo caliente. Suele ser el lugar perfecto para informarse de todo.

 

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13/02/2013, 23:40
Director

Ya desde cierta distancia puedes ver la actividad de los pueblerinos. Ajetreados en sus quehaceres se mueven de un lado para otro como si para ellos el frío no fuese tan intenso. Poco antes de llegar, te cruzas con un joven que va en dirección contraria, junto un caballo de tiro y un carro aun vacío. Notas como sus ojos te escudriñan de pies a cabeza, sin poder aclarar si lo hace por curiosidad o desconfianza. Antes de poder averiguarlo, finge estar ocupado afianzando el bozal del caballo para evitar el contacto contigo.

Ya en la entrada del pueblo no tardas en notar la presencia de algunos grupos de hombres ociosos que no tienen mucho que hacer a parte de discutir entre ellos. De nuevo notas las miradas de varias personas que no disimulan su curiosidad por "ese desconocido", y como de repente parece que entre murmullos te acabas de convertir en el eje de algunas conversaciones.

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14/02/2013, 09:43
Norte

-Señorita- Afirma la enana.

-Si, estoy aquí por lo de las minas- Afirma de nuevo con una medio sonrisa. -Aunque primero necesito comer algo caliente para sacarme el frío de los huesos.-

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14/02/2013, 09:47
Bastien

La mujer sonríe cundo confirmas el motivo de su presencia y mas aun al confesarle tus deseos de comer - Por supuesto, si me permites un minuto. - Se aleja andando con su cesta de mimbre colgando del hombro, pero a los pocos metros se detiene para mirarte por encima del hombro - Ven, ven. Por aquí.

Siguiendo a la mujer te introduces en el interior del pueblo y sus callejuelas nevadas. No tardas en percatarte de que eres foco de bastantes miradas curiosas y algunos murmullos.

¿ Haciendo nuevos amigos ? - Pregunta una voluptuosa mujer desde una ventana. - Que te den Adalenee! Vuelve a meter tu culo en la cocina - Responde tu guía sin mirar. La mujer de la ventana se echa a reír, delatando que entre ambas mujeres debe de haber una buena relación.

Después de doblar un par de esquinas, tu guía abre un portal. Se sacude los pies un par de veces pateando una piedra junto la entrada, que parece estar ahí precisamente para tal propósito. Acto seguido aguarda desde el interior para que entres.

- Tiradas (1)
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14/02/2013, 10:13
Norte

Norte se sacude toda ella haciendo que su equipo repiquetee con fuerza y luego sacude sus pies como ha visto hacer.

-Hace tantos días que llevo esta mochila que debo haber empequeñecido un palmo mas.- Acostumbrada en vivir en una ciudad humana estaba acostumbrada a los chistes sobre su estatura.

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14/02/2013, 10:42
Avan
Sólo para el director

No me resulta extraño provocar algún comentario entre los aldeanos. Las condiciones climáticas de este lugar lo convierten en un destino poco deseable, por lo que dudo que tengan demasiadas visitas. Aún así, seguro que mi presencia es un poco más esperada de lo normal. Han pedido ayuda para solucionar un problema, por lo que no seré el único en presentarse para echarles una mano.

Con una ligera sonrisa, me acerco hasta el grupo de gente más cercano. Advierto como dejan de cuchichear mientras me acerco, pero continúo caminando hasta colocarme junto a ellos. Tal vez sea mi único punto fuerte, pero se me dan bien las relaciones con los demás. Suelo causar una buena primera impresión. Alyssa también lo pensaba, a pesar de mi deteriorado aspecto y mi insoportable hedor a alcohol.

- Buenos días - miro a todos a la cara, examinando sus ojos un instante - Mi nombre es Avan, paladín del dragón de platino, y he viajado hasta aquí para echaros una mano con el problema que os acucia y preocupa - Generalmente, nombrar a Bahamut reconforta a aquellos que necesitan ayuda, pero por si acaso echo la capa a un lado para que vean los pedazos de armadura que no están cubiertos por la ropa y el cinto con la espada. Tal vez eso les de algo más de ánimo - Os ruego que me indiquéis donde debo dirigirme para presentarme y poner mis servicios a disposición de las buenas gentes de Bajomonte

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14/02/2013, 18:47
Bastien

JaHA ! - Se le escapa casi sin poder evitarlo una carcajada breve pero potente.

La mujer se acerca hacia un pequeño establo que hay dentro la casa y que parece vació hasta que no empieza a echar algo de restos de comida y huesos de pollo un cajón de madera mohoso. Es justo en ese momento una enorme cerda que yacía acurrucada entre un montón de paja se mueve de un brinco y lanzando un enfurecido gruñido se lanza contra la verja y el cajón como si hiciera meses que no come.

En cuando subís al piso de arriba por unas estrechas escaleras, aun podéis oír claramente a la cerda engullendo como si no hubiese un mañana.

La mujer abre la puerta y suelta un grito al aire - ¿ Pal ? ... Estoy de vuelta, y con visita. - La mujer se va andando por un pasilllo, dejando atrás un par de puertas entreabiertas a la derecha, hasta llegar a lo que debe de ser la estancia principal de la casa. Una especie de sala de estar, cocina o seguramente ambas cosas. - Es una mujer que ha venido por lo de las m... ¿ Otra vez comiendo ?

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14/02/2013, 18:57
Pal

Un hombre delgaducho y con la piel curtida por años de duro trabajo levanta la vista de la mesa hasta su mujer, molesto por el comentario. Luego te mira con la desconfianza de quien no le gustan los extranjeros. - ¿ Y va a venir a robarnos nuestra comida ?

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14/02/2013, 18:59
Bastien

No seas así ... ha venido a ayudarnos. - Le espeta como un reproche carente de agallas. Acto seguido se dirige a la parte de la habitación que hace de cocina y te invita que la sigas con un gesto de cabeza. Aprovechando algún momento que estas cerca se excusa en voz baja por su marido. - Tienes que perdonarle. Los hombres hace semanas que no trabajan una jornada entera y tanto tiempo libre les esta volviendo un poco idiotas.

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14/02/2013, 20:14
Director

Cuando ni siquiera has acabado de presentarte uno de los hombres da un paso al frente mientras se agarra en gesto desafiando sus partes nobles - Yo yo me llamo Jonás y puedes comerm...

¡CALLATE! - Espeta de repente otro, apresurándose a interrumpir las palabras antes de que pudiera acabar. Al primero, esto no le agrada mucho y se larga. Se da la vuelta levantando el brazo con el puño cerrado soltando algunas maldiciones gratuitas al aire - ¡ Os dije que vendrían mas !. Son como ratas en la carroña. No les necesitamos !.
De las 7 u 8 personas que había en este grupo, un par se largan silenciosamente para intentar calmar los aires del tal Jonás, mientras el resto se queda con cara de no saber muy bien que hacer, provocando unos instantes de incómodo silencio.

Ejem ... Todo eso es idea de Encías - dice por fin otro hombre - Quizás lo encuentras en su casa ... - Tu nuevo interlocutor señala calle arriba con un desinteresado gesto de barbilla. - Sigue por allí, y ¿ ves donde esta Irida ?. ¿ Esa morena culona de ahí ?. Pues allí giras a la derecha y luego todo recto. Verás una casa con unas ventanas que parecen una cárcel. Pues es esa.

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14/02/2013, 20:53
Norte

Norte mira con curiosidad a la casa y sus habitantes, luego pasa al lado del hombre y afirma ...

-Me llaman Norte, vengo por el tema de las minas.- Continua siguiendo a la mujer entrando en la cocina.

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15/02/2013, 01:02
Jaesh Albright

Después del duro caminar bajo este frió que se mete entre los huesos, solo desea un plato caliente y el calor de un buen fuego, y quien sabe, dependiendo lo que halla, el de una buena mujer, aunque con el tiempo que ha pasado caminando, tampoco es que le vaya a poner mucho requisito a ese ultimo menester. Así que cuando llega al pueblo, pregunta con voz temblorosa por una buena posada a uno de los aldeanos.

Notas de juego

Si tengo ropa de abrigo.

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15/02/2013, 06:57
Erdan

Erdan sonrió, aliviado, al ver los primeros hilos de humo que salen de las chimeneas de las casas de Bajomonte. Las gruesas pieles que siempre llevaba encima durante aquella época del año estaban medio heladas; su peso se había multiplicado por dos, y las últimas millas habían sido una agonía para el elfo.

Viendo su destino tan cerca, pensó que podía permitirse el lujo de descansar un momento. Dejó a un lado la tienda de campaña que le había protegido los últimos días y se sentó en una piedra para recobrar el aliento.

Dos minutos, no más; o voy a quedarme helado y mañana me encontrarán aquí, hecho un carámbano.

El guía aprovechó para lanzar un taciturno vistazo a su bolsa.

Déjalo estar, Erdan... por más que mires las monedas no se van a multiplicar.

Aquella era la peor época del año para Erdan; pocos viajeros cruzaban el Paso de las Montañas, la caza se escondía, hibernaba o buscaba pastos más verdes, y él se quedaba sin oficio ni beneficio. No tenía sentido esperar al otro lado de las montañas a que mágicamente apareciera una caravana en busca de un guía experimentado; lo único que iba a conseguir era que se le helaran hasta los calzoncillos.

No, tenía muchas más posibilidades de encontrar trabajo en Bajomonte.

Erdan se levantó de nuevo, cargó con su tienda y emprendió de nuevo la marcha, en dirección al pueblo, la posada y tan cerca de la hoguera como le fuera posible.

Notas de juego

¿Cuál es el sistema de medidas de D&D 4a? ¿Está bien si usamos "kilómetros"? Prefieres milla

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15/02/2013, 08:29
Avan

Escucho la desagradable contestación de Jonás e instintivamente llevo la mano a la empuñadura de la espada. No pienso sacarla, pero viendo que la gente de este pueblo parece especialmente hostil prefiero estar preparado. Lo cierto es que me ha cogido desprevenido. Esperaba un recibimiento algo más cálido pero parece que a la gente de Bajomonte no le gustan los forasteros. En el fondo puedo comprenderlo. Es una aldea aislada del mundo, y no están acostumbrados a las visitas. Además, parece que no he sido el único en llegar en los últimos días. La diferencia es que a mi no me motiva el dinero. Mi motivación es un poco más profunda.

- Bien, muchas gracias - asiento a las indicaciones mientras observo como se aleja el hombre que me ha increpado acompañado de un par de aldeanos - Y díganle a Jonás que como vuelva a insinuar que soy una rata carroñera me encargaré personalmente de cortar lo que pretendía que le comiese

Asiento a modo de despedida y encamino mis pasos calle arriba. Cuando llego a la altura de la mujer de culo prominente, le hago un saludo con la cabeza y giro a la derecha tal y como me han indicado. La casa que busco no tiene pérdida, y enseguida veo las peculiares ventanas. Sin perder tiempo, acelero el paso hasta llegar a la puerta y golpeo un par de veces con los nudillos.

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15/02/2013, 08:43
Director

Aunque los aldeanos se urgen a intentar calmar los ánimos y evitar si las cosas se salgan de su cauce, percibes como tu gesto agarrando la empuñadura del arma no a gustado mucho. Algunos fruncen el ceño y de repente tu presencia les resulta menos grata.

...

Golpeas la puerta y esta se abre ligeramente. Una rendija de luz entra por la casa y puedes oír claramente, al otro lado, el aleteo de algunas aves de corral que se ponen nerviosas.

- Tiradas (1)