Partida Rol por web

Durante la segunda noche desde vuestra llegada(la primera, para Avan), Harnold os hace saber que Encías no quiere esperar mucho mas. Os convoca para la mañana siguiente en su casa. Habrá que ponerse manos a la obra.

Como si tuviese que ser un mal presagio, la mañana amanece mas nublada que los días anteriores. No hay ni el menor movimiento en el aire y eso impide que se despejen las brumas y el aire helado que cubren todo el valle. Cuando salís a la calle, el frío seco se clava a la piel como alfileres helados, y cada respiración se hace visible con una pequeña nube blanca que tarda unos segundos en desaparecer.

Uno a uno vais llegando a la casa de Encías (supongo que Avan y Erdan van juntos) donde os espera con la chimenea encendida para que os podáis recuperar del frio.

Y aquí están nuestros héroes - Os saluda a todos con un efusivo encaje de manos, y sin lugar a dudas, excitado por la perspectiva de que el fin de sus problemas pueda estar cerca. Repite las pertinentes presentaciones para quienes aun no se conocen y os invita a sentaros alrededor de una mesa en la que ha preparado un brebaje se hierbas aun humeante, para recuperar el calor corporal, y varios rollos de pergaminos y papeles garabateados por una caligrafía bastante nefasta.

Por favor, sentaros ...

Como si tuviese que ser un mal presagio, la mañana amanece mas nublada que los días anteriores. No hay ni el menor movimiento en el aire y eso impide que se despejen las brumas y el aire helado que cubren todo el valle. Cuando salís a la calle, el frío seco se clava a la piel como alfileres helados, y cada respiración se hace visible con una pequeña nube blanca que tarda unos segundos en desaparecer.

Cuando consigues llegar a la casa de Encías, percivies que su chimenea esta echando un cálido humo que invita a entrar.

La enana llega, encaja la mano y se sienta enseguida esperando su brebaje.

Mira a los otros dos invitados con cierta curiosidad.

Me dirijo a la puerta y golpeo temblorosamente la.puerta a causa de frío, esperando respuesta, y por los dioses que sea pronto e invite a tomar algo caliente

Erdan toma asiento; durante el día anterior, había podido conocer un poco a más a Avan. Erdan hubiera deseado que fuera un poco más hablador; le gustaba escuchar las historias de los demás...

Pero bueno, acababan de conocerse; quizás más adelante el Caballero se sintiera con ánimos para compartir alguna vieja historia con él.

Buenos días. Me llamo Erdan, y ya me he metido antes dentro de esta mina. La verdad es que creo que Encías está excesivamente preocupado: no creo que sea tan peligroso como lo pinta.

Por fin consigo tomar algo caliente. Hablo un poco con Erdan, y le cuento sólo lo imprescindible de mi pasado. Me interesa conocerle, saber como piensa y actúa. Puede ser muy útil en caso de que tengamos que luchar juntos. Pero no creo que sea necesario que sepa como estuve a punto de perder la fe. Al menos, no de momento. Tras una corta pero interesante charla, me retiro a descansar hasta el día siguiente. El elfo parece más habituado a aquel lugar, pero yo todavía estoy intentando adaptarme. Un sueño reparador me vendrá bien, y más aún si tenemos en cuenta que Encías nos quiere ver a primera hora.

Partimos juntos de casa de Harold, no sin antes agradecerle su hospitalidad. El camastro no era gran cosa, pero al menos pude dormir caliente. Encías nos estaba esperando, y parece entusiasmado. Supongo que para él es emocionante organizar algo así. Sentada a la mesa nos espera la enana que ya nos había comentado el día anterior.

- Yo soy Avan - le digo estrechando su mano tras la presentación de Erdan. Nunca he compartido batalla con una mujer enana. Uno de mis anteriores compañeros era un extraño enano al que le gustaba bromear, alejado de los tópicos de su raza. Era un gran tipo, y llegué a apreciar sinceramente las capacidades de los suyos - Es un placer conocerte

Muestro mi mejor sonrisa pero trato de mantenerme serio. No quiero que piensen que me tomo este asunto como una broma.

- Dejemos que Encías se explique - comento al escuchar la opinión del elfo, mientras me siento a la mesa para disfrutar de la bebida caliente que nos han servido - seguro que tiene algún motivo para habernos convocado

-Que alguien mate a sus amigos y luego se suicide no es para que se tome a la ligera.- Dice la enana enarcando una ceja.

-Me llaman Norte. Templaria de Moradin.-

La enana encajó la mano de Avan, apretando fuerte y evaluando si el humano parecía recio o blandengue. Luego aguardó en silencio por si Encías quería decir alguna cosa.

Después de cinco días la enana se moría de ganas de entrar en las malditas minas de una vez.

Arqueo una ceja al escuchar la primera frase de la enana, y la otra al escuchar la segunda. Ambas cosas consiguen sorprenderme.

- Vaya, así que una templaria de Moradin - asiento con una mueca de satisfacción en el rostro - Yo soy paladín de Bahamut, el dragón de platino. Me complace compartir misión con una servidora del forjador.

Aparto la capa que cubre mi cuerpo casi por completo y dejo a la vista el peto de la armadura, donde una serie de desgastadas filigranas de plata dibujan la silueta de un dragón con las fauces abiertas.

Así es. - Se lamenta Encías negras dando la razón a Norte. - Al principio pensamos que serían tonterías, pero desde lo sucedido con Reno, todo ha cambiado de tono.

Viendo que Avan y Erdan quizás no están al corriente, empieza a explicar brevemente los hechos. - Uno de nuestros hombres enloqueció dentro de la m...

* toc toc *

Alguien interrumpe golpeando la puerta. - Un minuto. - Se excusa Encías ya muy acostumbrado a tener que resolver visitas inesperadas en su casa. Por ello se asoma a una ventana que da a la calle y pregunta - ¿ Quien es ?

¿ Quien es ? - Una voz grave te llama la atención desde una ventana del primer piso. Levantas la vista y ves a un corpulento hombre con la cara marcada por una vieja varicela mal curada.

Inclina el cuerpo para poder divisar bien al hombre. Saludos, buen señor. Mi nombre es Jaesh, Jaesh Albright. Venia a ver y pedir audiencia con Lord Encías. Estoy en el lugar correcto?

Sube las cenas extrañado por la petición - Yo soy Encías, pero "Lord" no hay ninguno. ¿ Vienes por el asunto de las minas ?

Oís que el que esta en la calle pregunta algo, pero no lográis comprender exactamente lo que dice, sin embargo si podéis oír con claridad a EncIas responder - Yo soy Encías, pero "Lord" no hay ninguno. ¿ Vienes por el asunto de las minas ?

Así es lor... Señor! Poseo conocimientos y habilidades que podría serle muy útiles, aunque, claro esta, descarto el ir solo a la mina

Oh, no!, Pasa pasa ... Ahora bajo. - El hombre desaparece de la ventana, y al cabo de medio minuto ya puedes escuchar como se mueve el cerrojo de la puerta para abrirse.

Por favor, pasa - Te invita a pasar un hombre corpulento y de aspecto ligeramente grotesco, aunque con unos modales que contrastan con su imagen. - No esperábamos nadie mas. Sube .. por aquí.

Encías va por delante y sube unas estrechas escaleras que conducen hasta el piso de arriba, donde ya antes de llegar se nota el calor de una hoguera y olor a hierbas.

Oh, no!, Pasa pasa ... Ahora bajo. - Responde de nuevo. Acto seguido se va hacia el piso inferior, anunciando con una sonrisa que - Acaba de llegar alguien mas.

Baja las escaleras con celeridad y la madera cruje por su corpulencia, podéis oír como se abre la puerta e intercambia algunas palabras con el visitante. Poco después vuelve a aparecer donde estáis vosotros, acompañados de un extraño personaje que sin lugar a dudas no es de Bajomonte.

Encías es el primero en romper el hielo. - Cuando vi a Norte ya me sentí afortunado, pero no esperabá que cuatro personas acudieran en nuestra ayuda. El es .. - vacila un instante tratando de recordar el nombre que le has dicho - ... Jash. Y ellos son Erdan, Avan y la mujer se llama Norte.

Por favor, toma asiento - Insiste Encías hacia el recién llegado, mientras se apresura en preparar otra taba de este extraño te caliente.

Disculpad, mi nombre es Jaesh Albright. Encantado de conocer a tal grupo noble y dispar. Cambien tenéis pensamiento de ir a las minas y mirar cual es su mal?