Partida Rol por web

Caminas entre sectores de casetas de tiro, ya sean con pistolas de agua, aros o bolas de baseball, el polvo lo cubre todo. Te adentras en la oscuridad, dejando atrás la música y el sonido alegre del carrusel. Una gran carpa blanca de material plástico a tu izquierda, llena de hileras de banco y mesas campestres, tiene pinta de ser la zona para comer. No hay luz alguna en su interior, y la iluminación natural sólo te permite ver la entrada.  

Caminas entre sectores de casetas de tiro, ya sean con pistolas de agua, aros o bolas de baseball, el polvo lo cubre todo. Te adentras en la oscuridad, dejando atrás la música y el sonido alegre del carrusel. Tanto a izquierda y derecha el paisaje es similar, diferentes puestos de atracciones con premios casi imposibles de conseguir, con pruebas de habilidad trucadas para que el jugador lo tenga realmente difícil. 
A tu derecha contra el cielo iluminado por estrellas el esqueleto de la montaña rusa que alguna vez estuvo con vida se recorta contra el horizonte.

Decido encaminarme al norte, hacia la montaña rusa, con la esperanza de encontrarme con Lyan. La seguridad prima sobre mi prisa, así que en la medida de lo posible iré usando sigilo.

Pasas al lado de la fachada de la casa de los espejos, dos edificios de una única planta y no muy grandes, vienen indicados como baños. A tu espalda escuchas y ves la luz del tiovivo, parece que Sarabeth ha decidido coger a un nuevo objetivo. A lo lejos hacia tu derecha, ves la entrada al parque de atracciones, un arco desvencijado tiene escrito "¡Welcome to Happy town!" y en letras mas pequeñas debajo "where dreams come true". Una figura pequeña se acerca hacia el arco y se adentra en la niebla más allá del recinto.

Te adentras en la casa de los espejos, la luz de la luna y las estrellas te permite ver los primeros metros de la entrada, donde espejos de diferentes tipos se encuentran en la parte externa, a modo de prueba. Unos engordan la imagen reflejada, otros te adelgazan. Estas muy cerca de la cornucopia, sólo tienes que mirar por encima del hombro para verla, mientras su música sigue sonando en tus oídos. 

Caminas hacia el sur, por la zona asfaltada, mientras metes tus manitas en la mochila y la ajustas. Era horrible que la gente se uniera para matar a otra gente, así que estabas sola. Pero sabes que la muerte alcanza a todo el mundo, lo has visto muchas veces en el hospital y en el asilo. A tu izquierda hay unos baños, y un chico que has visto correr antes en esa dirección, a tu derecha hay algunas casetas y la depuradora a lo lejos, frente a ti, dos casetas que venden tickets y un arco cartel que dice "¡Welcome to Happy town!" y en letras mas pequeñas debajo "where dreams come true".

James miro los dos botes de medigel , triste defensa o ataque contra alguien armado o mas fuerte

-Necesito algo con lo que defenderme...aunque sea un trozo de tuberia

La sombra que se adentraba en el parque no le intresaba a James, él habia planeado todo con su compañera, que era la que tenia las habilidades de combate, ahora que no estaba, James tenia que replantearse muchas cosas...por el momento se quedaria en aquel edificio de los baños por si algun otro de los mas pequeños aparecia alli. Ese habia sido el trato que habian hecho...pero realmente sobreviviria algun otro tributo de los mas pequeños y cumplirian el compromiso de juntarse lo mas al sureste posible? Fuera lo que fuera James no podia quedarse quieto y tampoco deprimirse ante la perdida de Lily, el recuerdo de sus ojos, de su cabello perduraria en su alma por siempre...aunque la muerte le atrajera en sus garras.

Con resolucion, James se guardo los potes en la chaqueta mientras se adentraba en el edificio de los baños elegido.

Sin tiempo para pensar en lo sucedido Elle se interna en el laberinto de espejos, esperando que este lugar le permita escapar de la terrible matanza que se cierne en el tiovivo. La joven tributo del distrito 10, tras hacerse con lo que esperaba que le sirva para sobrevivir durante el mayor tiempo posible, entra en el edificio echándose la mochila en la espalda.

Dios mío, como pueden hacer lo que hacen ... Espero que esto tenga otra salida ... sino ...

No pudo evitar sonreír al ver el contenido de la mochila. Hizo bien al salir de allí corriendo al ver que el mar de sangre había comenzado ya. Y lo único que le hubiera gustado coger ya lo contenía la mochila, así que durante un par de segundos pudo respirar aliviada. Casi contenta.

Pero no podía seguir aislada de todo aquello; algún día tendría que levantar la mirada del interior de la mochila y afrontar lo que se le mostraba delante.

Pestañeó un par de veces, recordando la pequeña habitación que tenía en el hospital donde había estado sirviendo con su hermano mayor.
Fuera de ella todo se resumía en un mar de locos, enfermos y gente con necesidades especiales, así que no pudo evitar vincular desde muy pequeña (más) a ese lugar el concepto de seguridad.
Eso pensó mientras miraba el interior de la mochila; un lugar pequeño donde reposaban aquellos objetos. Tranquilos, sin que nadie les molestara. 
Deseó poder meterse allí dentro y no salir hasta que todo acabara, pero antes de que pudieran siquiera humedecérsele los ojos a causa de la desesperación se obligó a levantar la mirada.

El estrés sufrido allí dentro, en el carrusel, la había aislado momentáneamente de la realidad, y ahora había chocado contra ella; tendría que tomar su primera decisión "con cabeza".

Tras unos minutos mientras seguía caminando tranquilamente hacia las casetas de venta de tickets, con la seguridad de que pasaría desapercibida por el momento, empezó a pensar sobre cómo afrontaría aquello.

No era tan tonta como los demás; no lucharía. Dejaría que se mataran y se escondería por el momento. Tenía agua y comida, ¿qué más quería?
Sólo tenía que seguir sobreviviendo con las necesidades básicas hasta que todo terminara. Como si pasaban años. ¡O décadas!
Seguro que sería la última en morir de vieja.

Rió para sus adentros antes de continuar, apresurando el paso, hacia donde ya no viera construcciones de aquel apestoso parque de atracciones; quería salir de allí.

¿Qué mente enfermiza pensaría en mandar a gente a matarse a un parque de atracciones?, ¡esos sitios eran para pasarlo bien!
Aquel loco debería estar encerrado en su distrito.

Caminas hacia el norte, dejando un sector de barracas a tu derecha. La estructura desvencijada de la montaña rusa se alza frente a ti, a tu izquierda esta la entrada, una escalera serpenteante que sube hasta la plataforma de salida. 

A tu derecha e izquierda hay camino, hacia la derecha se encuentra la cornucopia.

Donde te paras, ves en el suelo un cacho de tela, no más grande que la palma de tu mano, del mismo material que la ropa que te han dado en el capitolio.

Paso de largo de las galerias de tiro.

Y busco una parte de la carpa que pueda estar parapetada por algo, unas cajas, una mesa, un algo que me tape un poco.
Si lo encuentro con la espada corta corto lo mas leeentamente y silenciosamente que pueda la carpa, de tal manera que pueda entrar agachado.

Me asomo a urtadillas al oscuro comedor, hasta que los ojos se me hagan a la oscuridad, preparado para esconderme si algo me sorprende, Espada en mano.

Si puedo llegar a ver algo cuando se me hagan los ojos, busco algun sitio para estar a cubierto en el interior y que tenga a la vista la salida/entrada que me he improvisado.
Miro tambien si hay algo de comida y bebida.

Entras en un baño que tiene un cartel azul, descolorido por el tiempo, que pone, "Lores Samedis". 

Al entrar ves una fila de cuatro lavamanos, dos de ellos desencajados. Uno pierde agua constantemente y el último parece funcional. Arrancas una tubería de los que están desencajados y tienen la instalación al aire, accesible. 

Un umbral sin puerta, te permite llegar a una zona con urinarios y una linea de váteres cada uno en su respectivo cubículo. La zona parece en buen estado, ya que no está encharcada como la entrada. Aunque polvorienta, está seca. Entre los azulejos de la esquina del fondo, desde donde podrías vigilar la zona, encuentras restos de sangre seca, en el suelo hay un par de esquirlas de metal.

El techo se encuentra en buen estado, no parece que puedas subir.

Acostumbrada a las ilusiones desde el entrenamiento ofrecido en el Capitolio, te mueves con soltura y determinación entre los espejos, aún a oscuras, identificando cuales están más cerca y cuales más lejos. Alcanzas el otro extremo de la atracción sin mayores problemas, guiada solamente por la luz de la entrada y la salida.

Entras en el oscuro comedor, parece que no hay nada que vaya a reaccionar a tu presencia. Caminas hasta el fondo, por el centro de la carpa, te da la sensación de que a ambos lados hay mesas alargadas. Te detienes cuando te topas con el fondo de la carpa y de un tajo,  abres otra "Salida". Con la exigua luz que entra desde ambos extremos,  buscas algo de comida.

Cuando te giras para ver el interior de nuevo, ves cuerpos, caídos sobre las mesas. Dada la iluminación no son más que bultos, te acercas en tu búsqueda de alimento. Encuentras un pack de tres pequeños tetrabricks de zumo y un Tupperware de envasado al vacío con empanadillas. 

Debajo de una de las mesas, de lado, hay un bote de Medigel, vacío, y manchas de sangre.

Busco a ver si hay algun mantel en alguna de las mesas, en caso afirmativo lo cojo cuidando de no tirar nada (si hay algo encima del mantel).
Si no, intento cortar un cuadrado de lona lo suficientemente grande para hacerme un saco con el, y, cortando otra tira de lona, un lazo para atarlo y que no se me caiga (de momento lo tendre que llevar en la mano si lo consigo).

Una vez terminado, meto los zumos y el tupper.
El bote de de sangre, lo limpio con l oque pueda, y lo meto al saco tambien (si hace falta escupo para limpiar la sangre).
Me intento no acercar demasiado a los cuerpos y me mantengo alerta ante algun posible ruido.
 

Caminas casi con paso alegre, y pasas por debajo del arco, hacia la niebla. Bajo tus botas la calzada parece firme y bien asentada, es de asfalto. La niebla espesa te envuelve en un frío y húmedo abrazo. No consigues ver mucho más allá que la distancia a la que alcanza tu brazo, pero ves lineas blancas por el suelo, y unas estructuras metálicas con ruedas, parecidas a los coches que utilizan en el Capitolio.

Uno de ellos tiene un juego de llaves encajado en la cerradura. Aunque la parte delantera, ha sido abierta y saqueada por lo que parece.

Si la sangre estaba seca era porque se habian ido hacia un tiempo, podia ser 1h, podia ser menos. La cuestion es que no era probable que siguiera alli, ademas quien seria, no habian pasado ni 5 minutos desde el inicio de los juegos, esa sangre no era de ningun tributo, era imposible. Pero James no terminaba de fiarse, por lo que decidio recorrer el edificio completamente antes de nada. Sabia que no tenia ninguna posibilidad en combate cerrado, quizas haciendo alguna trampa pudiera sobrevivir un poco mas.

-Tengo que sobrevivir, tengo que ser fuerte, ahora estoy solo...

Agachandose al suelo cogio aquellas dos esquirlas de metal que estaban cerca de la mancha de sangre
 

Suspirando brevemente por el éxito conseguido, Elle sale del laberinto de espejos y con una breve miranda a ambos lados de la salida e intenta ganar el principio de la oscuridad lo más pronto posible.

Si tengo que volver este parece un buen sitio … cerca del tiovivo y con algo de ventaja para mí.

Elle sale del recinto en dirección a lo desconocido, con su corazón escapandole del pecho por la impresión de lo hasta ahora vivido.

Decido seguir hacia el norte sin abandonar mi sigilo.