Partida Rol por web

¡MERDE! Uno de los dos avisar al resto. Esta ya no se va a mover más. Dijo mirando a la vampiresa que permanecía de pie paralizada por la estaca.

El otro, que venga con migo. Hay que explorar este túnel. Al abrir la pequeña trampilla de madera se podían ver unas escaleras de metal cuidadosamente colocadas para bajar, parecían bastante nuevas y usadas. Hay que descubrís a quien sirve este enculé¹.

Me quedo en un segundo plano ante los conocimientos de Antuan sobre teología, o por lo menos es lo que me parecé.

Lastima de mis escasos conocimientos si estuviera aquí el inquisidor.

Escuchas pasos y voces al otro lado de la habitación es la habitación donde esperan Velasco y Vicente Daniel, también es la habitación por la que marcharon Scott y Ezequiel, así que supones que también deberían de regresar por esa habitación.

Solo llegas a distinguir la voz de Velasco imponiéndose sobre las otras voces. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el resto? 

Escuchas pasos y voces al otro lado de la habitación es la habitación donde esperan Velasco y Vicente Daniel, también es la habitación por la que marcharon Scott y Ezequiel, así que supones que también deberían de regresar por esa habitación.

Distingues una voz que dice. ¿Dónde está el resto de mi manda? Crees que es la voz de Scott pero no lo puedes asegurar al cien por cien también podría ser Ezequiel, y la vos de Velasco imponiéndose sobre las otras voces. ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el resto? 

Me quito de golpe el disfraz de adolescente inocente mientras le intento lanzar el sudario de la noche a Saúl para que lo envuelva neutralizándolo.

– ¡Traición, al separarnos han atacado a nuestros compañeros! Ayudarme a reducirlo.

¿Pero en que pensaba nuestro ductus? Nos divide pese a que estamos buscando diabolístas.

Eso nos pasa por elegir a un idiota.

Dejo que mi celeridad fluya mientras mi sangre arde de poder. Siento como el tiempo se ralentiza mientras hasta el aire parece ir más lento.

Preparo la carga a sabiendas de que tendré que hacerlo a oscuras y me lanzo a por él a alta velocidad, lanzando ataques al torso (narrativo) con mis piernas y manteniéndome fuera de la tinta para evitar ataques ajenos. Descargo con fuerza y decisión, aprovechando la potencia de mis golpes para generar grandes daños.

Este no era el trato.

Sorprendido por la reacción de sus dos interrogadores, Saul, no es capaz de anticiparse al primer movimiento de la partida. Encaja sin dificultad los puñetazos de Carlos¹; y luego se ve envuelto por la negrura que surge de las diferentes sombras de la habitación, que como petroleo cubre el pecho y las piernas de Saul. Antuan timidamente comienza a sacar una pistola pesada de su chaqueta y apunta hacia Saul.

¡Ingratos! ¡NO QUERÍA MATAROS! Pero no me dejáis otra opción. Grita con la cara desencajada y los ojos llenos de rabia. Con la agitación del momento, el pelo de Saul se a despeinado dejando intuir dos pequeñas protuberancias en la cabeza como pequeños cuernos que aun no han despuntado del todo. ¡SAMAEL! ¡Samel, yo ten entrego el alma y cuerpo de esto infieles! Dos llamas verdes del tamaño de una pelota de tenis empiezan a arder en las manos de Saul, el brillo pútrido de las llamas es tan intenso que parte de las sombras creadas por Helena retroceden.

En la habitación de al lado se siguen escuchando gritos, pero no podéis prestarles atención para saber que dicen. 

No hay tiempo para sutilezas, ni para intentar sacar de su estupor a Antuan.

Saco mis colmillos al mismo tiempo que intento situarme a su espalda para acabar con el pero sin llegar a la diablerie.

Yo mantengo mi asalto para dar margen a mi compañera y de paso seguir con mi intento.

Los puñetazos y patadas de Carlos vuelven a impactar sin resultado contra el cuerpo de Saúl, la ausencia de vida en el cuerpo del vampiro hace que golpes mortales para un humano se conviertan en simples caricias.

Antuan levanta la pistola y apunta, y aunque sus compañeros se encuentran en combate cuerpo a cuerpo con Saúl y había posibilidad de darles, dispara. La deflagración atruena en la habitación y parte del cuero cabelludo de Saúl salpica las paredes.

¡Maldito! ruge Saúl mientras arroja las dos bolas de fuego verde contra Actúan. Las llamas pútridas comienzan a cubrir las ropas de Antuan mientras grita agónicamente dejando caer el arma. ¡Ahora arderas en el infierno!

Finalmente, aprovechando la distracción de Antuan, Helena se lanza sobre el cuello de Saúl arrancándole un trozo de carne.

Con el sonido del disparo las voces de la otra habitación se callan y se empiezan a oír pasaos hacia la puerta. 

– !Antuan! – Grito al ver caer un miembro de la manada.

Pero lo importante es salir de aquí el silencio en la otra habitación es señal de que estamos solos. Vuelvo a atacarlo con mis colmillos y esta vez intentaré alimentarme de él necesitaré hasta la última gota de mi sangre para que sobrevivamos y avisar a Moncada. Ademas es el método mas efectivo ahora para acabar con este diabolista no tengo nada a mano para decapitarlo o quemarlo.

Céntrate.

Agarro la pistola de Antuán y se la pongo en la sien, tras lo que descargo 3 balas contra tu cráneo.

Enarco una ceja al ver lo ocurrido, al final era obvio que tenían que ser estos los infernalistas. 

-¡¡¡Fuck off!!!.

Miro a Guy y asiento con la cabeza, tras esto miro a Ezequiel y le hago un gesto para que vaya con los demás. Aquí no tenemos más leña que cortar. 

-Zequi, ve con los otros. Detenedlos como sea, que no escape nadie. Se los llevaremos a Moncada cuando acabemos con esto. Adelante Guy.

Sigo al inquisidor donde quiera que vaya.

Ezequiel sale corriendo para avisar al resto del nuevo descubrimiento. Mientras, Guy baja por las escaleras. Las escaleras desemboca en una habitación de diez metros cuadrados pintada totalmente de blanco, una solitaria bombilla ilumina la sala que carece por completo de mobiliario. Un susurro continuo de gemidos de dolor inunda la sala, los sonidos parecen amortiguados por las paredes.

Inspeccionáis la habitación rápidamente encontrando una pared hueca, Guy derriba el lienzo de ladrillos con una poderosa patada dejando al descubierto otra habitación igual que la anterior pero esta vez pintada totalmente de negro. La cámara es muy fría, llena de humedad, los gemidos de agonía son mucho más fuertes en esta sala pero se sigue sin ver la fuente de estos. En la pared hay pintados varios símbolos en sangre, y un nombre que se repite de forma obsesiva, Samael.

Dolor… dolor… sufrimiento..... agonia

Los gemidos se convierten primero en frases inconexas llenas de palabra de sufrimiento y agonía, y finalmente a una voz fuerte y gutural.

Sígueme, sígueme y te daré poder.....

Juntos restauraremos la grandeza de tu clan. Podrás completar tu venganza. Sígueme. ¡SÍGUEME! Sígueme y gusto acabaremos con tu sire.

¡TÚ VENGANZA SERÁ COMPLETADA!

Guy no parece escuchar los gritos y ofrecimientos que poco a poco van subiendo de volumen hasta convertirse en fuertes gritos que atormentan tu cabeza. Junto a los gritos se empieza a materializar en tu subconsciente una sombra rojo sangre que va tomando la forma de la cabeza de un demonio. 

Ezequiel corre por los pasillos del convento hasta llegar a una habitación donde espera Pablo Velasco y Vicente Daniel. El leguaje barriobajero de Ezequiel no contribuye en nada a explicar la situación. Montague es un infernalizta de ezos. ¡Hay que darle pal pelo! La discusión va en aumento, Velasco no está dispuesto a admitir que uno de sus cofrades es un infernalista y mucho menos a que sea por boca de cani.

Pero entonces se escucha un disparo en la sala del otro lado. Velasco corre hacia la puerta y la abre de golpe. Dentro, en la sala, se encuentra Montague envuelto en sobras negras y con bolas de fuego verde en sus manos. Ya no es necesario que Ezequiel de más argumentos, Velasco se a convencido de que le han traicionado. 

La puerta se abre de golpe y por ella entra Velasco. ¡¿TRAIDOR?! Ruge con rabia. Confiaba en ti como si fueras mi hijo. ¡YO ERA TU SIRE! Sin más contemplaciones Velasco se lanza contra Saúl.

Detrás de Velasco entran Ezequiel y Vicente Daniel.

Si, padre. Únete, únete a mí. El Sabbat esta perdido sus dirigentes adoran a los antiguos, y os usan como ganado. Grita agónicamente. El Sabbat no es mucho mejor que la Camarilla, dos organizaciones con un mismo fin, servir a los Antiguos. ¡TODOS ESTAMOS CONDENADOS A SER EL ALIMENTO DE LOS ANTIGUOS! En ese momento el daño masivo de los puñetazos y los mordisco hace mella en el cuerpo de Saúl, primero se inclina un poco hacia delante como buscando aire pero finalmente cae al suelo. El cuerpo de Saúl comienza a arder con una llama pútrida verde y se convierte en cenizas.

En el suelo el cuerpo de Antuan también ha terminado de arder, ahora es un simple montón de cenizas. 

Me quedo sorprendida al entrar Ezequiel junto a dos de la manada de Saúl.

¿Donde están nuestro ductus, el inquisidor y la monja?

Me aparte un par de pasos colocándome al lado de Carlos mientras miro interrogativamente a Ezequiel para que nos cuente que les ha pasado.