Partida Rol por web

La ventaja del vampirismo es que uno podía sentir aburrimiento, pero no se dormía por su causa. La desventaja es que no podías dormirte y pasar el rato hasta que terminara la clase. El asunto parecía interesante, invadir una ciudad, pero se estaban describiendo pocas explosiones de gasolinera para mantener su atención.

Intentó que no se le notara el aburrimiento, le caía bien Carlos y estaban aquí para una misión.

Los viejos entraron al trapo de la charla estratégica como moscas atraídas a la miel o niños a la bandeja de bocatas de nocilla. Se resigno a que aquello iba para largo…

-¿Pero qué carajo es un “canineo”?- Pensó para si en un momento que asomo su mente al aquí y ahora cual submarino que eleva el periscopio. “Solo hielo y pingüinos, señor.” “¡Inmersión! Digo… ¡evasión!” “Auu Auu Auu”  

El puerto, lo había pensado pero cortando el pensamiento nada mas aparecer no pudieran leerlo de mi mente.

Pero no puedo bloquear mi sorpresa ante la mención a tal barrera y me muestro mas expectante de lo que dicen, nunca he descartado volver a Barcelona como simple visitante para volver a pasear por sus calles pero por lo que dicen me sería imposible.

Hablo con el tono de una alumna a respetados maestros. – Disculparme, puede que lo que diga no se aplique a la Estirpe pero siempre he oído decir que Barcelona siempre fue el refugio de lujo en las dos Guerras Mundiales de este siglo. Si tenías bastante dinero gente de los países en guerra compartían sesiones del Liceo o bailes de la alta sociedad. Si también se refugiaron vástagos, muchas ciudades ardieron hasta los cimientos. La barrera debe poder activarse y desactivarse. 

Paparruchas. Comento con desagrado Leandro. Eso son cuentos inventados para justificar que el Sabbat no haya conseguido tomar la ciudad. ¡No hay nada que demuestres que existe esa barrera! Como bien ha comentado Helena, la idea hace agua por todas partes. Solo un niño se creía esos cuentos de cuna.

Lean no se amilano ante el comentario mordaces y ofensivos de Leandro, se giró y fijo su mirada en él. Sabes igual que todos que hay muchas cosas que aún no comprendemos. Nuestros poderes y la magia de sangre que conocemos solo es la punta del iceberg hay mucho conocimiento que desconocemos, mucho más del que puedes imaginar. 

Estaba claro que estos personajes tenían ganas de hablar y no había una forma de escape rápida, al final acabaríamos merced de una conversación sin final, y al parecer en bucle. Aun así no podía demostrar mi aburrimiento ante ellos, estaba claro qie esta charla les estaba devolviendo algo de la vida que perdieron y se lo podían tomar como una falta de respeto. Como estábamos en su casa teníamos que respetarles, era lo mínimo, pero teníamos que enfocar la conversación hacia donde queríamos o nos marcharíamos el siglo que viene sin ninguna respuesta.

-Estoy de acuerdo con esa observación, Lean. Hace falta conocer el alcance del poder de la sangre, pues el conocimiento nos abrirá las puertas y nos hará qganar la Yihad. -Evidentemente había que hacer mención a la guerra. -La barrera caerá, no existe poder o maldición lo suficientemente fuerte como para ser irrompible. Sólo hace falta saber cómo o conocer a quien sepa o tenga ma capacidad de saber investigar, conocer los mecanismos místicos de dicha barrera nos dará la llave para entrar y reconquistar Barcelona. Por estas razones sabemos que nadie está excluído de poder ayudar. Cualquiera piede ayudar, con su sabiduría o con su músculo. Sea como fuere, Barcelá acabará siendo, de nuevo, del Sabbat.

Esta declaración de intenciones debería bastar para que nos ofrecieran participar de los rituales demoniacos si es que de verdad los llevasen a cabo, pues hacer un pacto con un demonio, según la creencia popular, nos podrían dar las respuestas que necesitamos. Creo que podría funcionar.

Esa barrera no existe. Volvió a repetir mientras se mesaba la barba con cierto aire intelectual. Es solo una leyenda difundida por el Sabbat de Madrid para impedir que caiga la moral. Es una estrategia básica utilizada por muchos generales durante largas campañas militares…. Lenadro continúo argumentando su discurso con una serie de ejemplos de grandes generales de la antigüedad. 

Hay poderes que no comprendemos, por ello debemos de seguir investigando. Comento entusiasmado Lean al ver que alguien comprendía su discurso. Hay montón de fuentes nuevas de poder que no se han descubierto y esperar a ser descubiertas. Como la taumaturgia descubierta por los Tremere, seguro que la sangre tiene muchas más utilidades, mucho más potencial. Un potencial que no hemos ni siquiera comenzado a comprender. 

Por ellos estudiamos las escrituras. Comento con calma Roel cortando el encendido discurso de su compañero de cofradía. Todo está en las escrituras y en ellas encontraremos la llave al poder de la sangre, y poder derribar esa barrera.

Muchos buscan el poder en la lucha, en los músculos, en la sangre de los antiguos, o incluso en los poderes oscuros y prohibidos del infierno, nosotros buscamos ese poder en los libros. 

Supongo que habrá que mirar a los siguientes, aunque estos son prometedores.

Decido hacer un intento de sacar un poco de información. Que no sean nuestro objetivo no significa que no puedan ser útiles.

Vosotros sois eruditos- añado para alagarles un poco- ¿Tanto es el potencial de un pacto así para un vampiro como para que un vampiro se arriesgue con los poderes oscuros?

Por ahora hasta ahí quiero llegar con la pregunta realizada.

Estaba pensando en una excusa para marcharnos al oír como su sacerdote prácticamente reconocía practicar como diabolista cuando lo interrumpe uno de sus compañeros para intentar dar la impresión que sólo lo decía teóricamente por lo leído en algún libro.

Esta vez no intento para nada intentar no aparentar sorpresa y me quedo mirando a Antuan como si no me creyera lo que esta diciendo.

Leandro seguía con su postura escéptica. El infernalismo es un simple cuento utilizado para desestabilizar al Sabbat. Creo que hay problemas mucho más reales y mucho más peligrosos como para estar perdiendo el tiempo buscando a adoradores de demonios.

Leandro sabes que esos infernalistas existen y son un cáncer dentro del Sabbat. Dijo en tono conciliador. Vender el alma a un demonio es igual de blasfemo que servir a un antiguo, incluso puede que más blasfemo.

Después volvió a la pregunta de Antuan que seguía sin haber respondido nadie. Hay vampiros que se dejan arrastrar por dicha tentación, muchos diría yo, más de los que nos imaginamos. Es una forma fácil y rápida de conseguir poder, y muchos de los que se dejan tentar no piensan en las consecuencias. ¡La pérdida de la libertad, del libre albedrío! ¡No luchamos contra los antiguos para caer después en el yugo de los demonios!

Lean aporto una respuesta más mundana. Algo fácil y rápido como dice el dicho “dos veces bueno”, eso es lo que piensan muchos de los que se dejan arrastras por los poderes oscuros. Muchos de ellos son jóvenes que buscan ascender rápidamente en la estructura de poder, jóvenes que buscan la gloria y no piensan en las consecuencias, que piensan que pueden controlar la situación pero que al igual que todos terminan cayendo en la espiral de favores con el ente infernal hasta que han perdido completamente su libertad.

Tras tu pregunta y estudias loas diferentes respuestas a la esta y los rostros de todos los presentes buscando algún gesto que delate la mentira, y por ende, al infernalista.  Buscas una sonrisa de superioridad, una mirada esquiva o un gesto de sorpresa por la pregunta. Pero ninguno de los presentes parece reaccionar de forma extraña tomando la pregunta como parte de la conversación. Puede que ninguno mienta, o puede que mineta muy bien.

Tras la pregunta de Antuan y las diferentes respuestas a la pregunta estudias los rostros de todos los presentes buscando algún gesto que delate la mentira, y por ende, al infernalista.  Buscas una sonrisa de superioridad, una mirada esquiva o un gesto de sorpresa por la pregunta. Pero ninguno de los presentes parece reaccionar de forma extraña tomando la pregunta como parte de la conversación. Puede que ninguno mienta, o puede que mienta muy bien.

Tras la pregunta de Antuan y las diferentes respuestas a la pregunta estudias los rostros de todos los presentes buscando algún gesto que delate la mentira, y por ende, al infernalista.  Buscas una sonrisa de superioridad, una mirada esquiva o un gesto de sorpresa por la pregunta. Pero ninguno de los presentes parece reaccionar de forma extraña tomando la pregunta como parte de la conversación. Puede que ninguno mienta, o puede que mienta muy bien.

Tras la pregunta de Antuan y las diferentes respuestas a la pregunta estudias los rostros de todos los presentes buscando algún gesto que delate la mentira, y por ende, al infernalista.  Buscas una sonrisa de superioridad, una mirada esquiva o un gesto de sorpresa por la pregunta. Pero ninguno de los presentes parece reaccionar de forma extraña tomando la pregunta como parte de la conversación. Puede que ninguno mienta, o puede que mienta muy bien.

Tras la pregunta de Antuan y las diferentes respuestas a la pregunta estudias los rostros de todos los presentes buscando algún gesto que delate la mentira, y por ende, al infernalista.  Buscas una sonrisa de superioridad, una mirada esquiva o un gesto de sorpresa por la pregunta. Pero ninguno de los presentes parece reaccionar de forma extraña tomando la pregunta como parte de la conversación. Puede que ninguno mienta, o puede que mienta muy bien.

Guy había permanecido en un segundo plano concentrado hasta que la pregunta de Antuan le hace reaccionar y volver a la realidad. Mira fijamente a cada uno de los presentes buscando una respuesta en sus gestos, algo que le confirme sus hipótesis. Finalizado la valoración, Guy parece abatido y cansado. ¿Habrá descubierto algo que no esperaba o simplemente no ha encontrado nada?

Esta conversación está siendo muy productiva y enriquecedora pero deberíamos de seguir. Antes de acostarme me apeteciera tomar un refrigerio. Con esas palabras Guy daba a entender que por su parte ya había terminado el interrogatorio.

Bueno, supongo que estos no son.

Sonrío a nuestro compañero de viaje y vigilante.

Por supuesto- coincido-. Nadie quiere tener que acudir a presas poco deseables por falta de tiempo.

Me giro hacia nuestros anfitriones.

Si no os importa volveré en unas semanas a haceros una visita- añado-. Me interesan esas leyendas sobre el muro y nadie mejor que unos eruditos, fuente de sabiduría, para poder hablar sobre algo así.