Partida Rol por web

Beatriz y Antuan regresan al grupo después de haber intercambiado unas pocas palabras. Antuan me ha comunicado que la mina está prácticamente limpia y que dentro de poco entraran los antidisturbios, creo que es el momento de desaparecer. Hay una furgoneta al otro lado del cordón policial, es una furgoneta blanca. Para salir hay un agujero en la valla en la zona norte que da a un pequeño sendero que lleva detrás de las líneas policiales, seguiremos ese camino. ¿Alguna duda?

Escuche a la Ductus dando las explicaciones sobre la ruta a seguir. Ductus me uno a ustedes deje una cosa por hacer. Seguiré la ruta de escape establecida cuando lo consiga. Expuse a Beatriz. Después me desvié con Yuri para esa tarea. Confiaba en la habilidad de mi Yuri, con su ayuda podría seguir a la topo. En cuanto tuviera confirmación avisaría a Beatriz mediante el móvil.

Dejaría que el grupo se separa unos metros para seguirlo y esperar si la sospechosa se separara.

Yo también tengo que volver a recoger mis armas, ahora me reúno con el resto. Dijo la chica también. El resto del grupo estaba de acuerdo con el plan de la ducuts, hasta el otro ducuts.

Sin esperar a la confirmación del resto del grupo Enma desapareció por uno de los túneles de la mina. Beatriz se encogió de hombros, e indico con la mano que se siguiera con el plan de escape. 

Hice un gesto a Yuri para seguir a la chica, al ver que ella tomaba otro túnel. La dimos unos segundos y luego procedimos, no sabía bien donde se dirigía, pero era posible que supiera de otra salida. Al fin y al cabo pertenecía a la manada que vivía en la mina. Mientras la seguíamos, la sensación de rabia y desprecio crecía hacia la chica. Solo esperaba que no fuera una hermana que nos había traicionado, si no, una camarilla infiltrada desde el principio.

Si algo ocurría podría decir que nos aviamos equivocado de camino.

La vampiresa avanzo por el túnel despreocupada hasta llegar a una caja de madera, se agacho y la abrió. De la caja saco un reluciente fusil de asalto modelo alemán, como el que usa el ejército español, comprobó el cargador y quito el seguro. Hasta ese momento Enma no había hecho nada que la inculpara. Pero luego saco de la caja un pesado aparato, un teléfono de campaña, por el que comenzó a hablar. "El lobo sale de la guarida pero no va solo, ha recibido ayuda de la catedral. Van a salir por el norte, hay una valla cortada. Moviliza a todos los efectivos a esa zona, la mina está vacía" 

En un principio me alivio ver que solo tomaba un arma, aunque al ver como tomaba ese teléfono y avisaba por el la rabia, tanto como el desprecio hacia ella creció de manera instantánea. Me controle escuchando lo que decía, oculto como estaba. No me moví del lugar, tome el móvil y probé a mandar un mensaje a la Ductus avisándola, aunque iría a reunirme con ella en cuanto pudiera.

De esa manera me dirigí al lugar por el que habían ido todos, quería avisar rápido de la emboscada y así poder preparar el siguiente movimiento, en mi mente ya tenía una idea, pero era la Ductus quien debería decidir que paso dar.

Avanzas a buen ritmo hasta alcanzar al grupo, todos parecen tranquilos. Incluso Momus y Constanza se han unido al grupo. Esperaremos un poco más a que salga Enma, luego correremos hasta la furgoneta y saldremos de aquí. Grito la Ductus con firmeza. El otro Ductus ni se inmuto en cabio su acompañe, la chica pelirroja, parecía muy alterada.

Beatriz te indico que te separaras un poco para hablar tranquilamente. ¿Qué has averiguado?

Salude a Costanza con un gesto de cabeza, me tranquilizo verla allí. Pero rápidamente me aleje junto a la Ductus. Una vez separados le comente lo que había escuchado.

Mi señora, tengo que informarla que escuche a Emma hablar mediante una especie de teléfono. Sus palabras fueron. El lobo deja la guarida no va solo, recibió ayuda de la catedral. Salen por el norte, hay una valla cortada. Eso y que movilizara a todos que la mina estaba vacía. Le comento para que ella misma haga sus elucubraciones, aunque para mi quedaba bastante claro.

Al salir de la mina atravesáis la explanada con las naves industriales, hasta llegar a la verja donde está el agujero. En la puerta principal se escuchan gritos y órdenes, parece que la policía ha empezado a entrar en la mina para terminar se sofocar la protesta que ha evolucionado a batalla campal.

La ductus avanza detrás, permitiendo que todo el grupo fuera delante. Enma también ha alcanzado el grupo y se coloca rápidamente en cabeza. Enma comienza a hablar animadamente con Dario. Por su parte la chica pelirroja trata de pasar desapercibida, contestando con monosílabos a las preguntas del resto de la manada.

Entonces la ductus grita. ¡Alto Traidor! Sorprendentemente quien se detiene no es Enma, sino Dario, que parece confuso. Los ojos de toda la manada se giran sobre el vampiro. Enma por su parte continua impasible, interpretando perfectamente su papel de espia.

Hago un gesto a Yuri para que apunte a Enma, la ghoul era una magnifica tiradora por lo que si trataba de hacer algo podría herirla en las piernas para que no se moviera. Me contuve esperando a lo siguiente que dijera la Ductus. Era un momento importante.

Pude percibir como la policía intentaba acceder a la mina, había que darse prisa y reunirnos con quienes faltaban de la manada "Tenemos que reorganizarnos"

Con un rápido movimiento la ducutus saco una estaca de madera del bolsillo y se la clavó en el pecho a Darío. Camino, la chica pelirroja, chillo asustada y cayó al suelo de rodillas. En la confusión todos los presentes empuñar las armas apuntando a Dario y a Camino. Solo Yuri apuntaba a Enma.  

Momus mira confuso a Yuri, y te pregunta directamente. Vas a tener que amaestrar mejor a tu perro, se ha confundido de presa ¡Ese carbón y su putita pelirroja son los enemigos no Enma!

¡Yo no soy su puta! Entre sollozos y con la voz quebrada Camino señala a Darío, que permanece inmóvil con la estaca clavada en el pecho. ¡No le conozco de nada! Lo encontré en la mina y al decir que era un ducutus le seguí. ¡Yo no sabía nada!

Beatriz contempla la situación en silencio, tu sire permanece impasible a su lado con el arma desenfundada y apuntando a Darío. Luego mira a Camino con una mueca de desprecio y asco ¡Ni siquiera un vampiro de la torre de marfil se comportaría de una forma tan humillante! Acto seguido da una bofetada con el dorso de la mano a Camino. La camarilla no es tan estúpida como mandar a alguien tan…. Betariz duda durante unos instantes que palabra usar.

¡Manipulable! Completa la frase Melkart. Seguro que no es capaz de soportar la Vaulderie, sería estúpido desperdiciar un cuerpo como este, podría ser un fantástico cabeza-pala..

Entonces la ducutus vuelve a recuperar la palabra. La pelirroja puede esperar, ahora me interesa más lo que tiene que contar Antuan. Tu sire, que hasta ese momento había permanecido impasible, cambia de postura y una mueca de preocupación asoma en su cara. Seguramente estará pensando que tiene algo que ver con Dario. Antua, ilústranos. Apremia la ducutus. Ilústranos porque Yuri apunta a Enma.

Mire a todos y más a ese tal Momus, ignore sus palabras. Estaba aún impactado por el empalamiento de Dario, aunque no hice ni dije nada, si la Ductus había decidido aquello seria por algo "Aunque no tengo idea aun por qué. Solo se me ocurre que desconfié de él y quiera asegurarse" Pero claro luego las palabras de la tal Enma me hicieron sentir entre lastima y desprecio, ante tal lamentable muestra de cobardía.

Entonces la Ductus me dio pie para hablar. Mi señora, hermanos. Cuando llegue a la mina encontré a un par de frenéticos neonatos, sedientos de sangre, jugaban y torturaban a una vástago. Hice que la dejaran convenciéndoles de ello. Tras ello convencí a la mujer que venía a ayudarla y la sonsaque lo que sabía. Al parecer los Lobos habían sido traicionados desde dentro, alguien informaba a un Arconte. La chivata tiene el pelo negro y un lunar bajo su ojo izquierdo. Comento dando tiempo a asimilar la información.

Tras ello proseguí. Entonces al encontraros me fije en ella. Señale a la chica. Así que nuestra Ductus puso una trampa. Dijo que saldríamos por el norte y cuando nos separamos ella fue a un lugar donde guardaba esto. Muestro el artilugio que uso para avisar a los suyos. Dando los datos del punto de huida. Acabe de hablar para esperar las nuevas órdenes de la Ductus.

Luego mire a Momus. Yuri ha hecho lo que la ordene y te ruego no la vuelvas a llamar perro. Digo con cierto tono de enfado.

La descripción de una seguidora de la torre de marfil no sirve de nada. Comento con arrogancia Enma, sabiendo que era su palabra contra la de Atuan, pero cuando este mostro la prueba tangible de la traición la cara de Emna se transformó en un rictus de terror. ¡Miente! ¡MIENTE! Eso podría ser de cualquiera. Dijo mientras la acusada empezaba a dar pasos hacia atrás.

Me sabe mal disculparme. Comenta con cierta ironía Momus, mientras veía como Emna gritaba y se autodelataba. Cuando use el término “perro” no pretendía ser ofensivo, el termino se usa para referirse a un fiel sirviente, aunque tradicionalmente el término se use como un insulto….

¡Deja tu charla absurda y discúlpate! Grito Melkart cortando la frase de Momus. Ahora tenemos cosas más importantes entre manos.

Eso lo dices porque tu clan desciende de un perro….

Vuelve a repetir eso y te …..

La escena podría haberse sacado de un culebrón de media tarde, Melkart y Momus se gritaban como una pareja de recién casados mientras su hija pelirroja, Camino, lloraba porque sus padres discutían. Pero algo podía sacarse en claro de la pueril discusión, tanto Melkart como Momus creían en la palabra de Antuan.

La otra mitad de la escena correspondía a una película de gánster. Yuri continuaba encañonado a Enma que daba cortos pasos hacia atrás tratando de alejarse del arma. La ductus con porte magistral comenzó a avanzar hacia Enma.

Contanza se mantuvo quieta, en la misma posición que ocupaba cuando comenzó la discusión, pero veías como sus manos se movían en el interior del largo abrigo negro buscando algo. Como ves mi compagno es un verdadero valor en alza. Comento con orgullo tu sire.

La ductus sonrío ligeramente. Nunca he desconfiado de su valor.

Por fortuna todo parecía encaminarse a mi favor. Pese a las posibles dudas que podría acarrear mi acusación, la prueba y la actitud de Enma hizo que todo quedara claro. La estúpida pretendía huir, pero si lo intentaba Yuri con la escopeta daría caza de ella y más el resto de la manada.

Las palabras de aliento de Constanzza me llenaron de orgullo y fuerza, tanto como la de la Ductus. A ambas las agradecí sus comentarios con un gesto leve de cabeza. Parecía que podría escalar algún puesto en la manada.

Me fije en que mi Sire andaba en sus bolsillos buscando algo. Entonces mire a Enma. Quieta. La ordene.

Enma se gira con gran rapidez y desaparece en la oscuridad, instintivamente Yuri aprieta el gatillo de la escopeta. La deflagración del arma levanta una pequeña nube de polvo donde estaba Enma, a primera vista no se sabe si el arma le ha dado o no. Tus palabras quedan en el aire, no te ha dado tiempo a establecer contacto visual con la vampiresa para poder utilizar tu poder. Constanza saca una pistola del abrigo apresuradamente, mientras que Beatriz permanece quieta.

Melkart, Momus, Constanza. ¡Ir tras esa traidora! Dice con rabia la ductus. Tú, Antuan, quédate. Tenemos algo que solucionar.

Beatriz espera a que la partida de caza se haya alejado para continuar hablando. Eres el más joven en la manada, y tus ojos aun ven cosas que nosotros los viejos ya no vemos. Tu juicio aún no ha sido nublado por la venganza y el odio. ¿Qué crees que deberíamos de hacer? ¿Qué crees que deberíamos de hacer con ella? Dice mientras le propina una patada a Camino.

La pelirroja sigue tumbada en el suelo, pero al notar el golpe se gira y se limpia los ojos. Permanece quieta en el suelo como un conejo deslumbrado por los focos de un coche a punto de ser atropellado. El cuerpo de Dario continua estacado a unos metros de ella. 

Todo fue tan rápido que no pude reaccionar, Enma escapaba a pesar de que Yuri había disparado, contaba con que la vástago estuviera herida, dado que Yuri no solía fallar. Pero me molesto no conseguir hacer que esa perra se hubiera quedado parada.

Mire a Beatriz cuando se dirigió a mí, me sentía en algo alagado pese a que mencionara mi juventud. Pero ella la mencionaba como algo positivo. Tras ello mire a Camino quien estaba asustada y no era para menos, Daria aún estaba estacado y ella se veía sin nada en medio de una manada.

Entrecerré los ojos pensativo. Mi señora, a pesar de su aspecto creo que podría sernos útil. Pese a todo mostro obediencia y lealtad a su amo. A lo mejor podría, si me lo permitís, atarla a mí, hacerla mi esclava. Creo que daría buen uso de ella. Pero obviamente es solo una proposición, detesto perder posibles valores y estamos en una situación donde cualquier ayuda podría ser de importancia. Comento a la Ductus.

Luego mire a Darío ¿Y él? Pregunte, viendolo en aquel sitio y en esa situación, se me ocurría algo que podía hacer con el, pero claro era algo que sería mejor en privado.

Muy buena respuesta, seguro que cualquiera de los más viejos de la manada habría apostado por diavolizarla.  Contesto la Ductus.

Se acercó a la chica pelirroja y le propino una patada, la chica se quejó pero no intento devolver el golpe. Pero necesitara algo de disciplina, algo que la endurezca. La agarro por el pelo y la levanto en vilo, dejando la cara de Camino a su altura. ¿Dime chiquilla que podemos hacer para endurecerte y librarnos además de este estorbo? Arrojo a Camino sobre el cuerpo inerte de Dario. La vampiresa cayo con un golpe seco y empezó a gimotear como una niña.

Ahora compórtate como una verdadero Sabbat y termina con esa escoria, sino nunca pertenecerás a mi manada. La ductus dio la espalda a camino y empezó a alegarse un poco.

Camino empezó a incorporase tras el topetazo contra el suelo, parecía confundía. Miro el cuerpo de Dario y luego te miro a ti, eras el único que seguía prestándole algo de atención la ductus ya se había alegado varios metros. ¿Qué.. qué hago? Pregunto desesperada en voz baja. ¿Lo diavolizo? ¿Cómo?