Partida Rol por web

Los que se acercaron a los enormes ventanales, tuvieron una vista perfecta del East River. Nada más y nada menos que delante de The Raft, la prisión para supercriminales más peligrosos del mundo.

Una isla rocosa enfrente de New Amsterdam sirvió de prisión para criminales "normales", con un bajo nivel de seguridad, en un primer momento. Después se convirtió en una de alta seguridad para criminales de alto nivel. Años más tarde se desmanteló y cambió a un lugar turístico. Hace diez años el gobierno decidió reconvertirla otra vez en prisión de alta seguridad pero para criminales con habilidades "especiales" con el nombre de "The Raft".

Algo o alguien la había hecho saltar por los aires

- Dios santo, ¿qué ha explotado? - Dijo la rubia acompañante de Toni Stark

- ¿Cómo que debes irte? No irás a dejarme aquí sola - alza la voz Alice para que Tony la oiga por encima del rumor de la gente que se ha aglomerado ante el espectáculo del ventanal.

Cuando Montana y tu llegáis a la habitación veis que la gente que queda en la sala esta asomada a la ventana contemplando alguna cosa, supones que las explosiones que han tenido lugar.

Sokolov sonrió, la fiestecilla del carajo había terminado, tocaba largarse. Lo primero que tocaba era volver a casa para asegurarse que su hija estaba bien. A la mierda con todo lo demás, la reunión se había terminado. Que Stark y los demás héroes hicieran lo que les tocaba. El no era de los gilipollas de las mallas.

Se dirigió a la salida de la sala, se cruzó con Rostov y negó con la cabeza, estaba en deuda con aquella mujer y lo menos que podía hacer era asegurarse que estaba bien. Con largas zancadas que nada tenían que ver con las carreras de la gente asustada por los temblores se acercó a Katia.

-¿Señorita Rostov, se encuentra bien? Yo me largo. Si quiere que la acompañe...

No pudo por menos que asomarse a ver qué había sido la segunda explosión dejándose llevar por su lado más curioso. Sin embargo, en su cabeza seguían resonando las palabras de Montana respecto a su jefe y Kingpin. ¿Acaso no era tan previsor e inteligente como le había dado a entender? ¿O quizás el Gran Jefe de New Amsterdam era demasiado exigente en cuanto a sus subalternos? ¿Qué le pasaría a él si Kingpin decidía borrar del mapa a su fuente de ingresos?

Ante el temblor no pude menos que tener malos recuerdos. Me quedé durante unos instantes parada apoyada en la pared viendo como Tony Stark, su acompañante y toda la gente de alrededor se marchaba. Noté como el corazón se me aceleraba... ¿Me daría el destino una segunda oportunidad?.

Seguí buscando a Seth con la mirada hasta que di con él. Le hice un gesto rápido para indicarle que se marchara, y esperé para ver si me hacía caso. No iba a dejarle aquí... Bajo ningún concepto.

Cooper buscaba con la mirada... atónito. Tenía que localizar a la gente. ¿Dónde demonios se habría metido ese ballenato de Kisk? Con el gentío corriendo de un lado para otro sería mucho más difícil de localizar pero su volumen y su peso le hacían vulnerable a un ataque así. A menos que...

- Mierda, Bennet... ¿qué haces ahí parada como un pasmarote? - gritó el agente a su compañera. - Largo de aquí... yo voy a ver si veo algo. Intenta localizar a Fisk...

Justo antes de que e agente comenzara a correr en dirección al ventanal un minúsculo gesto de complicidad en forma de guiño salió de su ojo derecho hacia su compañera. Ahora sólo debía buscar una ventana abierta y saltar a alguno de los edificios colindantes. Quizá de terraza en terraza pudiese dar con el origen de aquellos ataques.

Dejé las pullas, pese a todo... aún estaba algo afectada por el asalto, aunque mi cara de estúpida desconcertada desapareció en cuanto percibí el primer gesto de complicidad. Sonreí dulcemente, y volví a sentirme segura. Suspiré... Un deje de debilidad... No debería permitirmelos...

Me dirigí a la búsqueda de aquella marmota, tenía que estar por aquí... Si no era así... algo raro pasaba, en lo que era mejor no pensar. Fui fijándome una a una en cada cara, quizá alguno me resultaba conocido, quizá encontrar alguna pista de lo que estaba pasando. No descarté fijarme en las salidas de emergencia, quizá Fisk se hubiera dado a al fuga. 

La segunda explosión estuvo demasiado cerca y Katia vio cómo la gente empezaba a gritar y ponerse histérica. Puso los ojos en blanco y mantuvo la calma. Con un apretón en el brazo y una negativa en la mirada impidió que Bruce, su acompañante, la sacara de allí a rastras y se uniese a la marabunta de gente que corría. Echó un vistazo alrededor y vio a Stark, su acompañante, a Bennet y Cooper, y luego a Sokolov que se acercó a ella. Le saludó con una inclinación de cabeza y le escuchó

Sí, también debería irme, pero prefiero esperar un poco a que se large toda esta gente. Corriendo de esta manera muchos caerán y taponaran las salidas. En unos segundos estará despejado. - miró hacia la ventana, aún incrédula - The Raft destruida. ¿Quién podría hacer semejante ...? - No le salió la palabra - Es imposible. No hay nadie tan poderoso.

Señoras y señores, no hay nada que temer este es un sitio seguro - Dijo hablando como si fuera un político.

Fisk hizo una seña a la orquesta, la cual poco a poco volvió a a sus sitios y se preparaban para volver a tocar

Yo debería acercarme al lugar del impacto, es posible que haya habido heridos y mi ayuda puede ser necesaria- DIjo a los hombres que tenía a su alrededor, aunque su voz sonó lo suficientemente alta como para que la gente pudiera oírle

-Como quiera. Esperaremos entonces. Al fijarse que estaba sola se preocupó por la posibilidad de que el hermano de la señorita Rostov pudiese estar perdido por el edificio.

-¿Ha venido sola? -Preguntó mirando a un lado y a otro. 

No le importaba Fisk ni las gilipolleces propagandísticas de Bullit, solo quería salir de allí y asegurarse de que su hija estuviese bien. Se apartó unos pasos y llamó a su hija para comprobar que estuviese bien mientras esperaba a que Katia le respondiese.

Visiblemente fuera de lugar, un joven vestido con un traje que parecía hecho a medida, observaba por la ventana, sorprendido por los intensos fuegos que se habían originado a causa de las explosiones. En la bahía, lo que había sido la prisión fortaleza, ahora estaba cubierta por las llamas y la humareda, y Donovan se preguntó qué habría originado todo aquello.

El joven iba acompañado de otro tipo, vestido también con elegancia acorde a la fiesta, pero con un característico sombrero de cowboy, que destacaba sobre el atuendo.

- Menudo follón - alcanzó a decir el muchacho.

Si, luego dicen de nosotros, pero mira a ese -Dijo señalando a Bullit - No desaprovecha la ocasión para hacerse publicidad.

Después de algunos toques la voz infantil de Illyana contestó al otro lado de la línea.

Hola Papi. Te quiero - te dijo respondiendo al juego que jugabáis a menudo para ver quien le decía antes al otro que le quería.

En cuanto vi a Fisk, le hice un disimulado gesto a Seth, para señalarle su situación. Mientras mantuve mi vista en los presentes tratando de identificarles. Busqué a Peter Parker con la mirada, ese maldito muchacho debería saber mucho de todo esto, si no  le encontraba bajaría a saludar a Katia Rostov y a recomendarle que estuviera alerta. No estaba convencida de que fuera seguro quedarse aquí.