Partida Rol por web

Zane suspira - No tengo más opciones, espectro. Te seguiré.

Sales al exterior, corriendo desesperada, seguida a duras penas por el drone de Adina. Buscas un taxi en cuanto ves algún vehículo a tu alrededor, pero no ves ninguno. Tu corazón se acelera mientras miras a tu alrededor, con la urgencia de encontrar a Mark haciéndose aún más acuciante en cada latido.

Cuando por fin encuentras un aerotaxi corres hacia él, empujando a otra asari que estaba a punto de montar. Ni siquiera te da tiempo a disculparte, pero escuchas cómo Nefilim lo hace por ti. La conductora te mira con gesto extrañado y te pregunta la dirección.

Titubeas, incapaz de contestar. ¡Maldita sea! ¡Por qué no fuiste con Adina! Si hubieras hecho más caso a la misión del turiano ya estarías con él. Nuevamente, Nefilim salva el momento y contesta por ti a la taxista, dando una dirección en el distrito industrial de Nos Astra.

El vehículo se eleva pesadamente en el aire y te da la impresión de que se mueve mucho más lento que cualquier otro taxi en el que jamás hayas montado.

Miro por la ventana, buscando en el bolso unos cuantos créditos para pagar la carrera. Los encuentro y los tengo listos para dejarselos al taxista y salir por patas.

- Te quiero, Nefilim -dejo escapar entre dientes mientras emito una risa breve e histérica-. Eres el dron de mi vida.

El tiempo se me hace eterno... y todavía no me atrevo a esperanzarme. Se me va a escapar en las manos, en el último momento. Maldita sea, está con el Espectro... ¿qué coño voy a hacer? Perdone, cinco minutos, sólo tengo que comentarle un detalle y ya se le puede llevar... Mierda. En qué líos me meto.

Reela simplemente escuchaba lo que sucedia, no le gustaba demasiado la forma de actuar del humano, aunque por otro lado su compañero espectro le habia elegido y sin duda era por algun motivo y en cierta forma el humano habia demostrado ser realmente bueno en lo suyo, asi que mejor no decir nada y simplemente permanecer en donde estaba preparada para llevar a todo el mundo de vuelta a la nave

Saria se cruza de brazos, y en un tono tranquilo pero firme, dice:

-Jaëto, mi trabajo aquí ha terminado. Aún me debes la mitad de la paga, y casi parece que ya das por sentado que te voy a seguir otra vez sin saber dónde me meto. Yo he cumplido mi parte, ahora te toca a ti cumplir con la tuya. Haz que merezca la pena, y renovaremos el contrato. Pero esta vez me vas ha decir de antemano a quién vamos a matar. ¿Entendido?

Jaëto asiente y se vuelve hacia el espectro turiano.

- De acuerdo, nos reuniremos en el Eternity. - Mira a la asari y al humano que espera impaciente en la lanzadera. - Vámonos de aquí antes de que lleguen las fuerzas de seguiridad. Señor Clark, - termina mirando al otro humano - entiendo que se alejará con el señor Artrus. Nos veremos más tarde, de cualquier forma.

Se mueve rápidamente hacia la Kodiak que se encuentra al fondo del hangar, seguido por la asari. Kane les espera con la compuerta abierta y evidentes ganas de alejarse del distrito industrial por una buena temporada.

- Bien, hora de irnos de aquí - confirma el turiano volviéndose hacia la lanzadera policial requisada.

Se sube y le hace un gesto al humano para que le acompañe.

- Zane Clark. No le guarde rencor a Jaëto, el salariano no sabía que estábamos buscándole... - dice sin demasiado convencimiento. - De cualquier forma, te estábamos buscando porque tengo un trabajo para ti... Los Geth han atacado Eden Prime y el consejo quiere saber por qué. Conozco tu historial y sé que no te hará gracia trabajar nuevamente en equipo, pero también sé que necesitas salir de este planeta y créditos para recuperar parte de lo que has perdido hoy... Y nosotros necesitamos un experto en armamento...

- Mucha gente necesita un experto en armamento en esta ciudad. Y todos están dispuestos a pagarme con una buena cantidad de créditos y una lanzadera fuera de este jodido planeta. - Zane habla mientras acompaña al Espectro, parándose y girándose hacia él cuando se ve lo suficientemente lejos de los demás. - Pero no, te equivocas, no es eso lo que necesito.

Zane se queda un momento mirando a los que parece que van a componer su nuevo "equipo", observándoles fijamente uno a uno hasta que se vuelve al Espectro, mirándole fijamente a los ojos - Lo que necesito es una amnistía de la Alianza. Consígueme eso - dice señalándole - y mataré para ti cualquier cosa que tenga cables. Pero si no puedes que le den a tu Eden Prime. Este planeta está lo suficientemente lleno de mierda para que jamás me encuentres si me hundo en ella.

El espectro miró fijamente al humano, escuchando su petición.

- Amnistía... - repite pensativo. - Eso es algo que no puedo prometerte sin consultarlo, pero hay una cosa que sí te puedo proporcionar. Una cancelación permanente de tus órdenes de arresto en espacio de la Ciudadela. No te permitirá volver a la Tierra ni pasear alegremente por territorio de la Alianza, pero al menos no se molestarán en perseguirte. Cuando acabemos toda esta misión, veré qué se puede hacer con respecto a esa amnistía.

Te tiende la mano mientras mira al cielo, en el que aparecen a lo lejos varias lanzaderas de la policía de Illium.

- Trato hecho, supongo... Aunque me temo que no tenemos mucho tiempo para ultimar los detalles. - Se vuelve hacia la lanzadera, acercándose nuevamente al grupo.

El humano que acabais de recoger se aleja unos pasos con Jareth y mantienen una corta conversación mientras subís en la Kodiak de la policía.

- ¡Nos vamos! - dice el turiano subiendo de un salto seguido de cerca por Zane Clark. - Reela, sácanos de aquí antes de que se acerquen más esos policías.

La quariana pone en marcha los motores de la lanzadera y sale a toda velocidad en dirección al puerto de Nos Astra, siguiendo una ruta diferente de la que tomó el salariano unos minutos antes. Al cabo de un rato aterrizáis en un pequeño despacho policial, no muy lejos del Eternity.

- Id para el punto de encuentro - dice Jareth parándose a unos metros de una oficial asari. - No tardaré mucho en arreglar el papeleo.

Se separa del grupo mientras os indica como llegar al bar en el que habéis quedado.

El salariano conduce alejándose de la zona industrial a toda velocidad.

- Ya ha recibido la segunda parte de su pago, señorita H'Shian - dice tan rápidamente como es habitual en él. Compruebas rápidamente con tu omniherramienta que efectivamente has recibido otros mil créditos en tu casi vacía cuenta bancaria.

- Sin embargo, es posible que tenga otro trabajo que pueda interesaros. Habeis conocido al espectro Artrus. Por lo que sé, está reclutando gente para una misión importante... Y seguro que paga bien.

Los edificios pasan a toda velocidad bajo la lanzadera mientras el sol se va poniendo en el horizonte de Illium.

El humano se mueve nervioso a vuestro lado.

- Señor Jaëto, agradezco su preocupación, pero yo ya tengo lo que vine a buscar. Si es tan amable de parar en algún lugar próximo, podré apañármelas solo para salir de este planeta.

El salariano sonríe y asiente mirando hacia el humano.

- Muchas gracias por su ayuda, señorita - dice Mark volviéndose hacia ti. Sin embargo, su mirada parece tremendamente triste por algún motivo. - Sin usted tal vez no habríamos salido vivos de ese hangar.

Jaëto aterriza finalmente. - En fin, supongo que esto es todo - mientras se despide, el humano abre la puerta de la lanzadera. - Ha sido un placer trabajar con ustedes...

El salariano sujeta del brazo al hombre.

- Antes de que te vayas, recibí un mensaje para tí, Mark. No podía dejar que te distrajera de la misión, así que no te lo dí antes. Era de una tal Aornis.

La expresión de pena del humano se acrecienta al escuchar el nombre, como si hubiera recibido un bofetón en la cara.

- Como bien dices, Jaëto, no puedo permitirme distraerme en mi misión. - Dice negando con la cabeza mientras una lágrima le resbala por el rostro. Sin decir nada más, se aleja de la lanzadera, proyectando una alargada sombra sobre las calles de Nos Astra.

El salariano niega con la cabeza y se vuelve hacia ti.

- Dada la velocidad a la que vuela tu linea de crédito, imagino que tú sí estarás interesada en el trabajo, ¿no es cierto? De cualquier forma, ven conmigo al Eternity y allí podrás decidirlo.

Sin esperar tu respuesta, hace despegar la lanzadera una vez más en dirección al puerto principal de Nos Astra.

El aerotaxi se aproxima al lugar que le has indicado y ves que está acordonado por la policía.

[Aornis. Adina me indica que están volviendo hacia el centro de la ciudad. Al parecer han quedado en el Eternity con un salariano y el humano llamado Mark Kane, pero se han ido en otra lanzadera.]

La conductora asari se gira y te señala el cordón policial.

- Lo siento, señorita, pero no me van a permitir dejarla aquí. ¿Le vale un poco más allá o quiere ir a algún otro sitio? - pregunta con voz forzadamente amable.

Histérica, no se me ocurre otra cosa que echarme a reír.  ¡De vuelta al Eternity!

- ¿Vuelven? Entonces volvemos -digo entre risas que no tienen nada de felices-. Ridículo. Por favor, Nefilim, dile a la señorita Adina'Feru que le diga a Mark Kane que espere en el Eternity. Pero que no le diga que es por mí.

No quiero que hable de más. No quiero que diga mi nombre... no quiero que se haga ideas, que piense, que se ilusione o que se asuste. Tengo que ir, darle un mensaje y hablar con él.

- Mantenme informada de cualquier irregularidad en su rumbo, sobre todo si alguna otra Asari se acerca directamente a hablar con Mark Kane. Particularmente si se parece a mí. No quiero que mi hermana se le acerque antes de que yo le diga... -suspiro, nerviosa- lo que le he venido a decir.

Le indico al taxista nuestro nuevo destino. Me mira como si fuera gilipollas. Razón no le falta. Le pido disculpas... tendré que dejarle una buena propina.

- ¿Qué es este cordón policial, Nefilim? ¿Sabes algo más?

Zane entra en el transporte y se sienta con su arma en la mano. Observa al resto de los presentes uno a uno con cuidado, hasta que deja entrever una media sonrisa - Je, por lo menos vamos a un bar...

Pat Dur no dice mucho, se limita a subir al transporte con prisas y luego en ruta hacia el bar.

No se muestra muy hablado con nadie mientras chequea en su omniherramienta si los medios de comunicación se han enterado ya del incidente y que están diciendo.

Mientras dura el viaje Reela no dice nada, prefiere mantenerse ocupada pilotando la lanzadera y esquivando el trafico bastante movidito por la ruta como era de esperarse por otra parte. Cuando llegan y aparca y comenta:

- Bueno, parece que la cosa ha sido algo mas rapida de lo esperado, por cierto creo que no me he presentado correctamente mi nombre es Reela´Tuarig vas Nissa

Y extiende la mano al humano sabedora que es el saludo habitual de su raza

Zane mira la mano un momento, y luego a la quariana. Finalmente se la estrecha - Zane Clark. Encantado. - Acto seguido suelta su mano y sale de la lanzadera.