Partida Rol por web

La consejera asari deja que se disipe el campo biótico que había creado a su alrededor y baja el arma del turiano apoyando su mano sobre el cañón del rifle.

- Tranquilo, Sparatus - dice con voz suave. - Son hombres de Jareth. ¿Recuerdas al volus que estaba evaluando? Pat Dur, ¿verdad? - dice volviéndose hacia vosotros. Su tono deja claro que es una pregunta meramente retórica, pues está bastante convencida de que el nombre es correcto.

El salariano interrumpe a la asari, con la voz precipitada típica de su especie.

- Bien, bien. Ya habrá tiempo para las presentaciones. ¿Dónde está Jareth? ¿Tenéis acceso a alguna nave para que todos podamos salir de aquí? - Pregunta directamente. Si no fuera un salariano, sería extraño que un político fuera tan al grano. Sin embargo sus preguntas son acertadas, pues no tenéis mucho tiempo que perder.

-Si.- Asiente a la Asari.

-Me temo que es cierto consejero Valen, rápido vengan con nosotros *respiro* no tenemos nave aún, pero Jareth se está encargando de ello.- Sus dedos empiezan a teclear en su omniherramienta para mandar un mensaje a Reela.

-En marcha. *respiro imperativo*-

La quariana contesta al mensaje de Pat Dur.

- Aquí Reela. Recibido. Voy hacia la Torre. Os recojo en el mirador. Corto.

Volvéis por los pasillos que habéis recorrido sin detectar ninguna presencia Geth. Salís de nuevo a los soportales cuando la omniherramienta del volus, aún en comunicación con la lanzadera, emite un poco de ruido estático. El volus para al grupo y le hace un gesto a Zane.

El mercenario avanza un par de metros y mira a su alrededor. En el soportal donde antes estaban los dos francotiradores, apoyado por el exterior de la barandilla se encuentra un Saltador Geth como los que os emboscaron en Eden Prime. Para su desgracia, su capacidad de interferir las comunicaciones esta vez ha desvelado su presencia antes de lo deseado.

Zane decide dejar toda la conversación a Pat-Dur. El volus necesita destacar ante el consejo si quiere convertirse en espectro, y además, él prefiere que no se le conozca. Camina unos metros delante del grupo, andando con cuidado y mirando a su alrededor. En un momento se para en seco, busca cobertura y levanta el puño cerrado dando la orden de parar. Mira a Pat-Dur un momento y señala al andador Geth.

- ¿Puedes piratearlo? -susurra al volus- ¿Hacer algo para que finiquitárselo sea más fácil? No quiero comenzar una ensalada de tiros con todo el Consejo en la casilla de víctimas colaterales.

Pat Punta al Geth con su omniherramienta mientras con voz tranquila avisa a su compañero.

-Le obligo a quitarse los escudos *respiro* aprovecha ...-

El geth se vuelve hacia vosotros y salta rápidamente al suelo dispuesto a rebotar en un ataque cuerpo a cuerpo, pero sobre aviso de su presencia, el volus trata de piratear sus circuitos. Por la resistencia que ofrece el saltador, Pat Dur podría asegurar que el Centro Neurálgico no está en las proximidades, y el geth se queda parado ante el suspiro de alivio de la Consejera Asari.

Zane apunta con su arma a la cabeza del saltador, justo hacia la luz, y lanza un disparo certero contra el sintético. Tras verlo caer, se pasa la mano por el pelo en un alarde de chulería y dice - Despejado, caballeros. Sigamos.

La cabeza del sintético estalla tras el disparo del rifle de francotirador de Zane casi a quemarropa. Sin sus escudos, el blindaje de esos geth es suficientemente ligero como para no aportar gran protección a las armas pesadas.

Avanzáis hacia el otro lado de la planta de la torre, dejando a la derecha las escaleras que suben a la plataforma donde se realizan las entrevistas con el Consejo. Tal y como Pat Dur había imaginado, el Centro Neurálgico geth no está en esa posición, pero tampoco véis a Jareth.

Corréis hacia una fuente y véis cómo la barandilla desde la que disparaba el geth está destrozada por una explosión. Escucháis una ligera tos en el suelo a unos metros del borde. El turiano está allí tumbado, magullado y con una rodilla destrozada.

- Espero que esas cosas no tengan retroreactores, porque como pueda volar hasta aquí vamos a tener un problema - dice señalando el boquete en la barandilla, en el que algún pequeño escape de algo inflamable hace que esté cubierto de llamas. No sabéis cómo se las ha apañado para hacer caer el Centro Neurálgico por ahí, pero sea como fuere, el coste para el espectro no ha sido despreciable.

Jareth hace un gesto a Zane, que se acerca a levantarle y le ayuda a sostenerse sobre su pierna sana.

- Buen trabajo - reconoce el turiano. - ¿Reela está de camino?

A modo de respuesta la lanzadera de la Fortuna, pilotada por Reela, pasa por encima de vosotros. No llega a aterrizar, pero se queda a medio metro del suelo, muy cerca de la fuente que habéis dejado atrás. La puerta se abre, y la quariana os hace un gesto para que subáis.

El consejero salariano no tarda en correr hacia allí, pero la asari se vuelve hacia el Espectro. - Comandante Artrus, le dije que no me iría de aquí sin la consorte...

El habitual gesto de frustración en las aletas de la boca del turiano deja entrever que se está planteando contestar de forma poco amable. - Tengo un equipo en su busca, Consejera. Pero mi nave ha caído y no podemos llevar a todo el mundo en esta lanzadera. Subamos al Ascensión del Destino y Reela volverá por la Consorte. De momento no puedo hacer mucho más.

El gesto obstinado de la asari hace que Jareth conecte su omniherramienta. - Comandante Artrus a H'Shian. Saria, confirme el avance de su misión. Cambio.

La respuesta de la comando no tarda en llegar.

- Jareth, nos hemos reunido con la Consorte. Estamos saliendo de los Salones dirigiéndonos al punto de reunión frente a Seg-C.

- De acuerdo, prosigan. Reela les esperará allí con la lanzadera dentro de 5 minutos. Corto.

Interrumpe la comunicación y se vuelve hacia Tevos. - Consejera, esto es todo lo que puedo asegurarle dadas las circunstancias. Pero tenemos que evacuar. ¡YA!

El Consejero Sparatus apoya una mano en el hombro de la asari, que finalmente asiente y corre hacia la lanzadera, acompañada por el turiano. Pat Dur sube de un salto y espera arriba para ayudar a Zane a subir a Jareth a bordo. Por último el humano sigue al turiano y Reela hace despegar la nave.

Mientras la puerta se cierra, podéis ver el Presidium prácticamente en llamas, desolado por la batalla.

La partida acaba en la última escena:
[Epílogo] Ascensión del Destino