Partida Rol por web

- Venga, chico, pensar no es tan dificil - Dice Zane inquietandose y con su habitual falta de tacto - Es que no sabes nada que nos pueda ayudar? O tenemos que esperar que los Geth nos vuelvan a morder el culo para saber de donde vienen?

Venga, Cole. No hay de qué ponerse nervioso, sólo estamos aquí para ayudar.

Enciendo una tagarnina y suelto una espesa nube azulada por la nariz

¿Qué nos puedes contar, Cole?

El humano os mira con seriedad, luego con preocupación. Está claro que no le inspiráis la más mínima confianza, pero que el fusil de asalto de Zane y la escopeta de Saria lo suplen con un cierto grado de respeto.

- Poco sé al respecto... - dice pensando con cuidado sus palabras. - Aunque... Bueno, tenía un conocido que viajaba en esa nave y había quedado en traerme alguna cosilla... - Mira una vez más a los dos mercenarios armados. - Sé que habían pasado por los sistemas Terminus, pero no puedo deciros mucho más.

Pat Dur perdía la paciencia, venia de un combate y no estaba de muy buen humor, por lo que cambia su postura significativamente.

-Cole, cole, cole ...- El Volus hace un profundo respiro como intentando conseguir algo de paciencia.

-¿Recuerdas eso de que venia de la ciudadela? *respiro* ¿Lo de las compensaciones y eso?- Suena un chasquido de lengua a través del interfono de su traje. -Como imaginaras no era del todo cierto.-

-Estamos en una misión ligeramente mas importante que eso *respiro intimidante* es mas, podría ponerte un tiro entre ceja y ceja y ni tan solo tendría que rellenar un papel.- Ladea la cabeza a un lado mientras cruza sus brazos. -No eres nada, ni nadie ... y encima tienes las manos sucias de cosas ilegales.-

-No es solo lo que te pueden hacer mis compañeros ... *respiro* es que no me costaría nada encontrar para quien has trabajado e ... incordarlos ...-

Abre la omniherramienta de su brazo.

-¿Quieres que lo comprobemos? *respiro expectante*-

El hombre palidece y en sus labios se pueden leer las palabras "si ya sabía yo..." sin ninguna dificultad, aunque no llega a pronunciarlas en voz alta.

- ¡No puedo deciros mucho más! - exclama nervioso. - Había un humano, un tal Josh Kane. Trabajaba con el espectro y decidimos sacar ventaja de su puesto haciendo que trajese unas armas de los sistemas Terminus. - Agita las manos, colocándolas entre vosotros y él. - Íbamos a recogerlas al espaciopuerto cuando empezaron a llegar todos esos geth. Nunca supe si Josh había llegado en la nave o si traía la mercancía, pues nos tuvimos que esconder para salvar la vida.

Da un paso atrás, como si inconscientemente quisiera alejarse de vosotros.

- No sé exactamente de dónde venía... De Omega, supongo. O cualquier otro tugurio incivilizado de Terminus. Sólo me importaba el material, sus posibles compradores y los créditos que me proporcionaría, pero nunca me preocupé demasiado de su origen.

Sonrío torcidamente. Para mis adentros pienso que el Volus es una caja de sorpresas.

-Muy bien, Cole. Ya ves que no era tan difícil. Has sido un chico listo.

Pat Dur teclea en su omniherramienta mientras pasa una incidencia a la autoridad del planeta con la confesión grabada de Cole sobre sus actividades ilegales. No es que tuviera nada en particular con el, pero no quería que desapareciera por si se diera el caso que necesitaba mas información de el.

-Josh Kane eh? *respiro distraído* ¿aún está por aquí?- Pregunta de forma casual aún mirando su omniherramienta e intentando buscar información sobre ese nombre y su ubicación actual.

- Parece que no lo vio bajar de la nave - dice Zane a Pat-Dur - Pero desde luego si alguien tiene respuestas es él... ¿tal vez está entre los heridos? - Dirigiéndose otra vez al colono, le lanza una mirada fiera - A ver, tú, ¿No tienes ni idea de dónde venía ese cargo o ese tío?

Pat Dur levantó la mirada un momento hacia Zane y la volvió a bajar a su omniherramienta. El Volus no descartaba que Josh estuviera muerto.

Pero buscaba información sobre el igualmente ... pues quizá en su casa encontraría algún diario, anotaciones, transacciones o pistas sobre donde había estado y de donde procedía la nave.

O quizá algún familiar al que coaccionar.

Durante horas investigáis el Diente de Dragón todo lo a fondo que sois capaces. Las primeras medidas de seguridad de Aornis confirman que el artefacto es ahora mismo inerte, probablemente gracias a la pérdida del asta del mástil que se despliega de la zona central. Los siguientes análisis le prueban que el artefacto permite alterar los cuerpos, rompiendo las células y redisponiendo la materia a nivel molecular para convertir el cuerpo en un híbrido mecánico. En el interior del mástil hay restos orgánicos que van a parar a un depósito en la base, probablemente materia "sobrante" que ha sido sustituída en el proceso por varias aleaciones de metales pesados y elemento zero que debía contener inicialmente ese depósito. Tran un estudio un poco más detallado, Aornis descubre que el artefacto está de alguna forma programado para afectar al ADN humano, así que, al menos esta versión, es completamente inocua para el resto de las especies, salvo por el hecho de que ser atravesado por una lanza del tamaño de ese diente de dragón acabaría incluso con la vida de un krogan.

No tardáis en daros cuenta que ese trozo que falta de la punta es la clave para la transformación que genera el artefacto, así que os falta información para entender completamente cómo funciona. Sin duda, tal y como Adina había supuesto, está basado en algún tipo de nanotecnología que altera el organismo biológico de los infectados. Sin embargo, no hay ningún tipo de información sobre la programación que puedan tener esos nano-bots ni nada en toda la estructura que se asemeje a un centro de control que permita controlarlos una vez liberados en el cuerpo de la víctima. La única forma posible que se le ocurre a Adina y Nefilim es que los propios nano-bots que libera el diente de dragón tengan su programación imbuída, pero en ese tamaño es completamente imposible implantar una IV con la capacidad de llevar a cabo la función biológica que Aornis le describe sobre la transformación. Al menos, es algo completamente imposible con la tecnología conocida hasta el momento, pero Nefilim confirma que ni siquiera los artefactos estudiados de los proteanos podrían miniaturizar hasta tal punto una IV.

No tenéis ni idea de quién en toda la galaxia puede tener recursos y conocimientos para fabricar un artefacto semejante al que estáis viendo. De hecho, incluso con todas las partes frente a vosotros, sabéis que seríais incapaces de detallar su funcionamiento, por mucho que cada uno sea una eminencia en su campo.

Sin embargo, recordando que Jareth necesita saber de dónde ha venido este objeto, Nefilim os confirma un pequeño detalle. Los metales pesados que se han intercambiado por material biológico son ilegales en el espacio del Consejo.

Cole asiente nervioso a la apreciación de Zane.

- Efectivamente... Nos fuimos en cuanto empezaron a aparecer todos esos Geth. Si había un humano en esa nave, probablemente lo habrían transformado en una de esas cosas.

La búsqueda de Pat Dur sobre la nave no tiene mucho éxito. A pesar de sus contactos, sus conocimientos sobre naves espaciales son bastante limitados. Con suerte, entre Ramcer, L y Reela puedan econtrar algo más de información con los datos que os ha proporcionado Cole.

Sin embargo, al buscar información sobre Josh Kane consigue una ficha básica de la alianza, con sus datos personales. No hace falta leer sobre su familia para que reconozcáis a la viva imagen de Mark Kane, el centinela con quien trabajásteis en Illium.

La tecnología que tengo ante mí me horroriza y fascina a un tiempo. Que haga falta ser humano para que el Diente te mute no es tranquilizador.  

Con cuidado, extraigo el "sobrante" que hay en la base. Quizá pueda tratar de analizarlo, ver qué tejido y de quién es, y tratar de ver cómo ha sido alterado. Eso quizá aclare algo sobre el proceso. Teniendo las identidades de los soldados desaparecidos en aquella cueva, debería ser razonablemente fácil solicitar a la Alianza un perfil de DNA.El trozo que falta en la punta... ¿Qué habrá sido de él? Seguramente haya sido asimilado por los organismos al ser mutados.

Lo que tengo ante mí es... lovecraftiano. Un horror de proporciones cataclísmicas, que se escapa a todo lo conocido, que anticipa la catástrofe. Me tiemblan las piernas y me dejo caer en uno de los taburetes.  

- "¿Es una daga lo que tengo ante mí, con el puño hacia mis manos?" -cito la conocida obra de teatro pretérita, sintiéndome invadir por el mismo horror que MacBeth-. Por la diosa, Adina´Feru... ¿qué es esta monstruosidad? ¿Qué mentes enfermas han diseñado estos mecanismos, qué voluntades perversas han creado esta tecnología?

Me siento ahogarme de puro espanto.

- Tenemos que hablar con el Espectro. Yo sólo... sólo soy una camarera. No estoy preparada para comprender quién o porqué puede haber deseado fabricar... eso -termino, señalando el Diente con asco.

Según va pasando el tiempo y vamos desentrañando las capas superficiales de este misterio, me doy cuenta de que lo que yace debajo es aún más misterioso. Más improbable cuanto más avanzamos.

Y un par de horas después se convierte en cada vez más imposible.

-Niña, esto es imposible -acabo declarando tras la declamación abatida de Aornis-. Tú eres una camarera... pero yo llevo trabajando con consciencias virtuales desde que era un moco y tampoco entiendo esto -suspiro-. ¿Nanobots con programación imbuida? No, eso es imposible.

Enarco una ceja y miro a la asari. Dejo escapar el aliento reverentemente.

-Al menos no con nuestra tecnología. Y tampoco con la de los geth -sentencio. Después de todo, si los geth tuvieran acceso a los secretos de estos logros no andarían por ahí dentro de esas plataformas móviles que son básicamente iguales a las que les dimos hace siglos.

Intento pensar de dónde ha podido salir esto. Le doy vueltas y vueltas a las ideas en mi cabeza...

- ¿Quiere usted decir con la tecnología que tenían los geth cuando los crearon ustedes, o con la que calcula que tendrán actualmente? No sé si me explico bien, pero... veamos, este tipo de creaciones han sido compuestas por alguien con una inmisericordia monstruosa. No tanto maldad como falta de empatía. Pragmatismo llevado al extremo. El pensamiento de una máquina, tal vez, una inteligencia artificial carente de los lazos emocionales que una criatura orgánica desarrolla inevitablemente por sí misma o por otras especies.  

Continúo examinando el aparato, con fascinado horror.

-Tal vez haya geth que se hayan... dirigido hacia la creación bélica. En todas las sociedades acaba desarrollándose un sistema de castas, y la sociedad geth es una comunidad nacida en una guerra, causante de tal, cuya misma esencia es... bueno, podríamos decir que la sociedad geth es una sociedad modelada por el conflicto entre ellos y sus creadores. ¿No sería posible que si una rama completa de geth hubieran polarizado su programación hacia lo que tal vez para ellos no es más que la resolución de un conflicto, hubieran tenido la capacidad para crear o desarrollar algo así? ¿Sometidos a presión selectiva, por decirlo de algún modo?

La puerta se abre y aparece en el laboratorio la oficial Ramcer, interrumpiendo vuestra conversación.

- Buenas tardes - saluda. - Espero que el laboratorio haya quedado a su gusto, señorita Aornis. Aún falta parte del material que solicitó, pero lamentablemente en Eden Prime están bastante escasos de equipo médico, dadas las necesidades que han tenido en las últimas semanas.

Mira al diente de dragón, sin ocultar cierto recelo. Luego se vuelve una vez más hacia su congénere asari.

- Hemos recibido una llamada de Jaëto. Pide hablar directamente con usted, así que le he transferido a la sala de comunicaciones... Dese prisa, por favor - le dice a Aornis mientras la chica sale casi corriendo hacia el ascensor.

- No, espere un momento - añade cortándole el camino a Adina que iba a seguir a la asari. - Me gustaría hablar un momento con usted.

La joven asari se aleja mientras la oficial Ramcer espera en silencio, observando a Adina y a Nefilim.

- ¿Qué pasó ahí abajo con las comunicaciones? - pregunta la asari. - ¿Sabe cómo los Geth consiguieron crear un campo de interferencias de ese tamaño? - aclara, dando a entender que ya conoce los pormenores de la misión en la mina.

- Al fin y al cabo, le pregunto a usted porque es una experta en comunicaciones, ¿no es así? Su propuesta para buscar señales por todo el planeta lo desvela... Así como el hecho de que su propio drone tenga un sistema de comuncación cuántica con el ordenador que ha instalado en nuestra nave... - añade sonriendo, como si el comentario hubiera estado hecho por casualidad.

Corres hacia la sala de comunicaciones. Nerviosa, esperas a que el ascensor suba mientras maldices la eterna musiquilla que te recuerda a la pantalla de carga de un maldito videojuego. Las puertas finalmente se abren y te precipitas al interior de la sala vacía.

La imagen holográfica de Jaëto se proyecta en el interior y puedes ver cómo el activo salariano mira hacia otro lado, seguramente tecleando algo en una terminal, mientras espera a que llegues para hablar contigo.

- ¡Ah! Aornis - saluda cuando tu imagen es capturada y enviada al otro lado de la galaxia por le sistema de comunicaciones de la Fortuna. - Tengo noticias para ti, como habíamos acordado. He conseguido localizar a Mark Kane, o al menos, su rastro.