Partida Rol por web

Cuando llegáis al hangar os sorprende la nave que os está esperando. De diseño parcialmente turiano, sus formas estilizadas y curvilineas recuerdan a las fragatas de la Alianza. Tras lo que los humanos denominaron Guerra del Primer Contacto, el Consejo ordenó a turianos y humanos que colaborasen en un diseño conjunto. Si lo que habéis escuchado es cierto, una nave fue el fruto de aquel trabajo conjunto. La Normandy es hoy uno de los últimos prototipos de naves de la Alianza, pero la que tenéis en frente es su hermana gemela, propiedad de la Jerarquía Turiana.

La Fortuna.

Una compuerta presurizada se abre en la proa de la nave y entráis a una pequeña cámara de descontaminación. Mientras un haz luminoso acaba con las partículas no deseadas en el interior de la fragata, se escucha una voz electrónica en el interior.

El Comandante Artrus toma el mando de la nave.

Una asari os espera al otro lado de la puerta.

- Señor - dice con un saludo militar en dirección al Espectro. - Me alegra ver que la misión ha sido un éxito - añade mirando al mercenario humano.

Su mirada se clava rápidamente en la comando asari.

- Veo que una vez más ha reclutado a alguien a quien no esperábamos - dice con un cierto tono de fastidio. - Esperemos que esta vez no se haga pasar por una secretaria... - añade mirando de reojo a Aornis.

Se acerca a los dos recién llegados y les saluda formalmente.

- Oficial de comunicaciones River Ramcer - dice haciendo un nuevo saludo militar, sin perder ojo de la reacción de Zane Clark. - Vengan conmigo, por favor. Les enseñaré la nave.

La voz de un salariano suena por megafonía.

- Comandante Artrus, L al habla - dice con un timbre ligeramente metálico modulado por el altavoz de la nave. - Pondremos rumbo a Eden Prime tan pronto como dé la orden.

Jareth teclea algo en su omniherramienta.

- Despegue confirmado dentro de cinco minutos. Tiempo estimado de vuelo hasta el relé de masa: dos horas. - Confirma la voz del salariano.

- Tiempo suficiente para tomarme un... - se escucha antes de que se corte la comunicación. Las aletas laterales de la boca del espectro turiano se abren y cierran un par de veces mientras aguanta la respiración con gesto de fastidio.

Un oficial turiano se acerca al espectro.

- Comandante - dice llevándose la mano a la frente. - Tenemos planes que ultimar antes de nuestra llegada a Eden Prime. Si las estimaciones del sargento Mal son correctas, tenemos dos horas para discutirlas - dice rápidamente. Casi podéis escuchar la voz del salariano corrigiendo su nombre al teniente. "L".

- Señores - dice volviéndose a los recién llegados - soy el Teniente Syrus, segundo de a bordo. Cualquier cosa que necesiten, no duden en preguntarla.

Teclea rápidamente en su omniherramienta para comprobar el horario.

- Cuando lleguemos al clúster Exodus nos reuniremos para discutir los pormenores de la misión. El relé de masa está en el propio sistema Utopía, pero tendremos tiempo para la reunión antes de aterrizar en Eden Prime.

Mira a los dos recién llegados. - La oficial Ramcer les enseñará la nave. El resto puede tomarse un tiempo para descansar.

La oficial Ramcer os da un paseo por la nave, enseñándoos todos los lugares de interés.

-Hogar dulce hogar *respiro*- Musita el Volus mientras entra en la nave y se pasea un poco por el puente como comprobando si alguna cosa ha cambiado.

Pat Dur teclea algo en su omniherramienta conectándose a la red de la nave para ver como están las conexiones comerciales y que equipamiento hay disponible.

No puede evitar por un momento a Aornis.

-... *respiro meditativo* ...-

Luego se fija en Saria y Zane. Decide acercarse a ellos, extiende su pequeña manita y se presenta.

-Me llamo Pat Dur *respiro solemne* estoy en evaluación del comandante para pertenecer a los SPECTRE-

Me gustaría darle una explicación a Pat Dur, pero no la tengo. Veo que me mira interrogativamente y suspiro, sin saber qué decir... entiendo lo que es estar en su posición, pero ni siquiera yo sé lo que ha pasado. Tendré que intentar hablar con el Espectro... Jaeto ha debido ser muy persuasivo. 

Espero que al menos, no haya metido al volus en un lío.

El comentario afilado de Ramcer me sienta mal, pero no lo exteriorizo. Además, L me ha arrancado una sonrisa... qué salariano más encantador.

He sido maleducada con las nuevas adquisiciones del Espectro, sin presentarme ni nada. Ahora que la adrenalina ha vuelto a sus niveles normales, me doy cuenta de ello, y acompaño en su gesto a Pat Dur.

- Perdonen mis modales - me disculpo-. Normalmente no soy así. Me llamo Aornis. Un placer conocerles, señorita H'Shian y señor Clark. 

Después me aparto para que Ramcer se les lleve a ver la nave. Evito mirarla. Me irrita, lo sabe y le gusta. Qué desagradable.

Estrecho la mano de Pat Dur y saludo educadamente a la señorita Aornis con un movimiento de cabeza.

Encantado de conocerles. Una misión de espectro, ¿eh? Parece que he aterrizado en el sitio correcto. 

Aunque mis modales son secos, trato de ser lo más correcta posible.

He oído que para poder entrar en el cuerpo tienes que ser un tipo fuera de lo común. No soy de las que juzgan por las apariencias, así que asumiré que sabes lo que haces.

Me giro hacia Aornis con una sonrisa lo más amigable posible.

Aornis, eres un misterio más en este viaje. Apuesto a que eres más que una simple secretaria, ¿me equivoco? Me alegro de tener una compatriota a bordo. Espero que tengamos tiempo de conocernos.

Me dirijo a Zane Clark, y le ofrezco la mano.

Clark, admito que sabes cómo disparar. Pero tú no estás aquí sólo por eso, ¿verdad? No me gusta meterme donde no me llaman, pero si vamos a cubrirnos las espaldas, me gustaría saber dónde me meto, y parece que tú eres la clave de todo esto. ¿Podrías explicarme por qué eres tan valioso para la misión?

Cita:

-Suele ser un error común .. *respiro* ... lo que me da cierta ventaja- Reconoce Pat Dur.

-Pero si, si me presento como Spectre será por que algo se hacer *respiro orgulloso*-

Aornis, eres un misterio más en este viaje. Apuesto a que eres más que una simple secretaria, ¿me equivoco? Me alegro de tener una compatriota a bordo. Espero que tengamos tiempo de conocernos.

Sonrío trémulamente. No quiero tocar más ese tema, pero la verdad es que, actualmente, soy una simple camarera. Y bien a gusto que estaba en La Gata Sobre el Tejado de Zinc, sirviendo martinis  y preparando cócteles a clientes educados y tranquilos.

La nueva asari me recuerda vagamente a Candy y no puedo evitar esbozar una sonrisa. ¿Qué tal estará? ¿Los habituales de mis mesas se habrán acostumbrado a sus maneras contundentes y sus comentarios chabacanos?

- De hecho, actualmente estoy aquí -creo que estoy aquí, dilo todo, Aornis- en calidad de biomédica. Pese a que mis últimos trabajos han sido más  de cara al público,  he pasado un par de lustros previos especializándome en fisiología interespecífica. Así que si necesita alguien que le ponga una tirita o le sirva un daikiri, yo soy su asari -sonrío de nuevo, nerviosamente. Soy la única de la nave que no sabe disparar un arma.  Relájate, niña, que se nota que tienes 4 décadas. Compórtate como una adulta. 

Tengo la sensación de que cualquiera de los aquí presentes podría matarme con una palmada  en la espalda. ¿Sabes quién necesita un daikiri? Yo.

Antes de meterme en el núcleo de computación de la nave, me quedo con el resto del equipo especial que ha recolectado el Señor Espectro. Tras las presentaciones de los demás, alzo una mano en plan saludo.

-Yo soy Adina'Feru -digo, sin añadir ninguna pertenencia a ninguna nave. Algo que notarán quienes estén familiarizados con la etiqueta quariana-. Lo mío son los ordenadores, las IVs, los bits y en suma cualquier cosa que no piense gracias a una masa encefálica húmeda y carnosa... -explico, intentando evitar tacos "innecesarios". Parece que a la gente educada le molestan. Aunque añado, en plan guasa-: Bienvenidos al "Circo de los Horrores del Señor Espectro", un jodido espectáculo de tres pistas, apto para niños y niñas de cualquier edad y tamaño.

Sacudo la cabeza, y bajo el visor sonrío.

-Ah, y éste es Nefilim. Y es un peñazo -anuncio, señalando a mi dron.

El dron zumba mientras flota, haciendo titilar algunas de las luces de su superficie. Gira sobre sí mismo enfocando a los presentes uno a uno, sosteniendo sobre su campo repulsor a escasa distancia de cada uno de ellos mientras los "capta". Finalmente vuelve a su lugar habitual: unos centímetros sobre el hombro de Adina.

[saludos cordiales a todos. mi nombre es nefilim 4.1 y estoy aquí para servirles en todo aquello que necesiten. por favor, si desean cualquier cosa no duden en acudir a mí. si el ama adina me da permiso, puedo poner a su disposición mi núcleo de memoria, la cuál abarca varios petabytes de información altamente interesante y siempre puesta al día. disfruten del día]

-¡Joder, Nefilim, ya te he dicho que dejes de ser tan jodidamente servicial! -exclamo, dándole un suave golpe con la mano-. Ahora mismo nadie necesita conocer "el increíblemente complejo cortejo del jalamuske macho" o "las 150 maneras de preparar un gayubian salariano bien fresquito y estimulante".

"Lo cierto es que a veces se pasa", pienso para mí. No puedo dejar de sonreír, a pesar de la irritación.

Yo también me giro hacia el único humano de entre los presentes. Vamos a un mundo humano, pero la asari de pinta chunga tiene toda la razón. Parece muy sospechoso que haya habido que correr tantos riesgos sólo para incluir a alguien en esta troupe del demonio. ¡Coño, si en mi caso sólo pasaron a recogerme al despacho del jodido Ejecutor!

De todas maneras... lo cierto es que me hubiera gustado saber en qué acababa la historia de la pequeña Sial'ia y su humano llamado Mark Kane. Parecía un tipo que sabía dónde se metía. La pedazo de armadura que llevaba hacía que me salieran chiribitas en los ojos...

La quariana permanecio casi todo el tiempo en la lanzadera, queria terminar de ajustar un par de cosas, tras esto simplemente se fue a la cabina a ayudar como copiloto a L como era su puesto y aunque sabia que no le dejaria hacer mucho sabia cual era su funcion y que tenia que estar alli, ya que a fin de cuentas se habia presentado ya a los nuevos y no seria por tanto una falta de respeto hacia ellos o al menos eso pensaba ella

Zane asiente con media sonrisa a la presentación de Aornis - Genial, una chica para todo. Me encantan las asaris, cientos de años para especializarse en cientos de cosas. Y estoy seguro de que vamos a necesitar un médico. 

Cuando Saria le tiende la mano, él se la estrecha, con una sonrisa que se va perdiendo a medida que ella pregunta - ¿Por qué soy tan valioso? Bueno, - dice con una sonrisa mientras clava sus ojos en ella - ya lo sabes: porque se disparar muy bien. 

- Ehm... en realidad, señor Clark, tengo más o menos cuatro décadas. No puedo decir que esté especializada en cientos de cosas, me temo. No obstante, creo que lo poco que sé hacer lo hago con bastante eficiencia. Nadie se ha quejado jamás de que le haya tirado la copa encima. Por otra parte, me temo que, a diferencia de usted, yo no sé disparar.

Dirijo la mirada hacia Nefilim. Es adorable...

- ¡Oh, señorita Adina'Feru! No le riña. Es una IV encantadora y eficiente. No es un peñazo para nada.

Pienso, repentinamente, que tanto la nueva asari como Clark han sido recogidos en el mismo lugar que estaba Mark Kane... quizá, más tarde, pueda preguntarles algo.

Sonrío tras mi visor ante la declaración de la Sial'ia.

-Supongo que las asari disfrutáis de tanto tiempo que los jodidos caudales de información que manejan las IVs os parecen entretenidos -niego con la cabeza-. A mí me sigue pareciendo un peñazo cuando se pone en modo pedante, con ese retintín educado y tal. Vamos, es decir, siempre.

Paseo mi mirada sobre todos los integrantes del circo. Los que ya conozco de la Ciudadela han demostrado sus habilidades. Incluso el volus, contra todo pronóstico, se ha hecho valer con creces. Me sigue cayendo gordo -je, je-, pero sin duda es eficiente, y eso se gana mi respeto. Los nuevos... bueno, una asari busca-broncas se puede etiquetar de "pintoresco", y un humano vacilón sí que no es nada raro. No obstante, las comandos asari tienen una reputación de letalidad más que certificada, y los humanos se han hecho un hueco en la sociedad galáctica con una celeridad pasmosa.

Lo cierto es que el asunto se pone cada vez más divertido.

- Si me disculpan...  -hago una leve inclinación de cabeza como saludo y abandono el grupo en dirección a la enfermería. Tengo cosas que hacer allí y me gustaría echarle un ojo.

Por lo poco que vi en mi anterior paso por la Fortuna, hay mucho que organizar, mucho que comprar y mucho que especificar. Dada la heterogeneidad del grupo, es bastante dudoso que una enfermería turiana pueda cubrir todas las necesidades plausibles del equipo que ha reunido el espectro.

Pasáis un rato visitando la nave y charlando con los demás cuando una llamada del Espectro por la megafonía de la nave os convoca en su camarote.

- Señores - saluda mientras os señala las sillas dispuestas alrededor de una mesa para que toméis asiento. - Me alegra saber que finalmente todos han decidido continuar con la misión.

Con un gesto al teniente Syrus, activa una proyección holográfica de Eden Prime.

- El ataque principal de los Geth se produjo en una explotación minera, conectada al espacio-puerto por un sistema ferroviario. - Imágenes de los distintos lugares van apareciendo en la proyección realizada por el teniente. - Al parecer el objetivo principal de los Geth se trataba de una baliza proteana localizada en el sistema.

La imagen se aleja, mostrando un mapa de la superficie del planeta. Poco a poco algunos puntos rojos van apareciendo en los alrededores del puerto.

- Sin embargo, no fue el único. Pese a que el desembarco se produjo en este lugar, algunas patrullas geth se fueron alejando paulatinamente del puerto. La Alianza lleva semanas peinando la zona en busca de cualquier sintético rezagado que se halla podido quedar en el planeta, aunque en los últimos días no se ha reportado ningún encuentro.

Deja de señalar el mapa y os mira.

- ¿Alguna pregunta?

Bueno, yo no sé a qué vamos a Eden Prime. Pero no obstante, no pienso preguntar nada ahora... quedaría fatal. Además, quiero hablar con el Espectro a solas, así que cuando despida al grupo me acercaré a él para... bueno, tengo muchas cosas que hacer. Disculparme por haberme colado en su nave como secretaria, para empezar. Intentar comprender porqué me ha dejado quedarme. 

Y, por supuesto, la enfermería.

Entrecierro los ojos. ¿Una baliza proteana?