Partida Rol por web

El capitán Thoros'Mal os espera el la sala de control. - Pasad, por favor. Contadme todo lo que ha ocurrido - dice.

La quariana se presenta y narra cómo llegó a la estación minera siguiendo el rastro de los Geth y cómo se quedó encerrada tras avistar a uno de ellos, poco antes de que llegase el grupo de Arriake Technologies. El soldado completa la historia con lo que visteis durante vuestra misión.

- Buen trabajo. - Dice el capitán. - Reela'Tuarig, muchas gracias por ayudar a mis hombres. ¿Qué opina de lo que ha ocurrido? ¿Tiene algo que añadir?

Reela se queda unos segundos pensando y añde:

- Sin duda pienso que es algo que no puede quedar aqui, debemos informar a la flota nomada, pero creo que tambien deberiamos de informar al consejo de la ciudadela ya que los geth son algo que afectan a todos y no podemos permitir que sigan extendiendose asi y ya sabemos de lo que son capaces, lo que si que me resulta especialmente extraño es que precisamente ahora se hayan puesto en marcha despues de tanto tiempo

La quariana asiente.

- El Consejo ya lo sabe. El ataque a Eden Prime fue investigado por un espectro y tienen un informe al respecto. Aún así, desconozco si tienen pensado investigarlo más a fondo. - Se encoge de hombros mientras dice la última frase. - De hecho fue en la Ciudadela donde oí hablar de estos cascarones y vine a este sistema a investigar.

Se lleva la mano a un costado, donde guardó parte de las muestras extraídas a los cascarones, y da unas palmadas.

- En cuanto al Almirantazgo, pronto recibirán esa información. Creo que será algo que merezca la pena para mi Peregrinaje. - Dice orgullosa. - Capitán, ¿el Orión se dirige a la Flota Nómada? - pregunta, volviéndose hacia Thoros.

El capitán permanece pensativo un momento.

- No - contesta finalmente. - Vamos de camino a la Ciudadela. Reela tiene una misión que resolver allí. Luego te llevaremos a la Flota Nómada, pues esta información es más importante que el viaje que tenía previsto.

Se vuelve hacia ti.

- Reela, además de lo que quiera que te encargase la almirante Daro'Xen, sería útil que intentases averiguar qué sabe el Consejo de estos seres. Cualquier información que descubramos de esta nueva tecnología Geth nos podrá ser útil.

Reela asiente al capitan y dice:

- Claro, sin duda es algo que no podemos dejar escapar, aunque tambien creo que si me da una copia de todo lo que hemos averiguado aqui me sera mucho mas sencillo poder contactar con el consejo ya que ya saben como son con los de nuestra raza

Se queda unos segundos pensando y entonces dice:

- Aunque ahora que lo pienso tal vez a traves de lo sucedido en Eden Prime

El capitán asiente. Ciertamente, los quarianos nunca han estado muy bien vistos en la ciudadela, donde muchos les consideran poco más que mendigos estelares.

- Por supuesto te daremos toda la información que tengamos sobre esos cascarones, aunque me temo que de momento no es mucha... - Mira a Rahm'Dara y luego a ti. - Si os parece, puedo habilitar uno de los talleres de la Orión para que tratéis de averiguar algo más sobre las muestras que han cogido mis hombres. Así tal vez conseguiríamos algún dato más antes de llegar a la Ciudadela y podríamos confirmar que no es peligroso llevar esas muestras a la flota.

La joven quariana hace un amago de protestar, pero el capitán la interrumpe con un gesto.

- No te ofendas. Sé que has escaneado esas muestras para asegurarte de que no están vivas, yo también lo he hecho. Sin embargo, no habíamos visto nunca nada parecido, así que prefiero estar completamente seguro.

Te mira, buscando tu aprobación. Pese a ser su nave, tu misión está ordenada por el propio Almirantazgo, así que el capitán tiene la deferencia de pedir tu opinión.

- De cualquier forma, pondré rumbo a la Ciudadela. No tardaremos demasiado en llegar, pero si queréis hacer esas pruebas, cualquiera de mis hombres os puede guiar hacia uno de los talleres.

Se da la vuelta y se dirige hacia el cuadro de mandos, llamando al navegante para discutir el rumbo más rápido a seguir.

Reela escucha lo que dice el capitan y asiente, para a continuacion decir:

- Si, creo que toda precaucion es poca cuando hablamos de los Geth y mas de estos que son tan extraños y no conocemos

Espera a que le indiquen a donde dirigirse para seguidamente ir alli. En el taller comienza escaneando con su omniherramienta todas las muestras que se han obtenido, para seguir con pruebas mas especificas, incluso usando herramientas mas propias de los medicos que de los mecanicos, aunque tambien algunas como estas, su intencion es primero la de buscar algun indice de actividad en las muestras, para seguidamente tratar de determinar los componentes de las muestras

Analizas con cuidado las muestras hasta que estás convencida de que ninguna de las partes podrá reactivarse ni por si misma ni en contacto con las demás. Algo más tranquila, continuas con tus pruebas para determinar la naturaleza del cuerpo al que os enfrentasteis anteriormente.

Tu nerviosismo aumenta según trabajas y, al cabo de un rato, la otra quariana pone voz a tus propios pensamientos.

- Este ser es... tiene... ¡Está basado en un organismo vivo! - dice sin saber muy bien cómo expresarlo. - Aún contiene células humanas, y tienen un ADN diferente al de las otras muestras que tomaron los soldados. De alguna forma metamorfosearon los cuerpos para convertirlos en... ¡ESO!

Camina nerviosa de un lado a otro mirando con desconfianza las muestras, como si fuesen la cosa más horrible que haya visto jamás. Aunque, ahora que lo piensas, probablemente lo sean.

- Pero, ¡los geth no tienen la tecnología para hacer eso! Es decir, el resultado es casi uno de ellos, mantiene procesos comunes y funciona igualmente como una colmena, potenciándose cuando están en grandes números, aunque a un nivel más limitado que otros geth más desarrollados. Pero... ¡No se puede transformar un ser vivo en geth!

La joven parece nerviosa, casi histérica y no deja de caminar de un lado a otro.

Reela no podia creerse lo que pasaba ahi, sin duda era algo horrible y con unas consecuencias demasiado peligrosas no solo apra ellos, sino para todas las razas de la galaxia, la joven quariana estaba muy nerviosa, Reela haciendo acopio de toda la sangre fria de la que era capaz dice:

- Tranquila, si pierdes el control no podremos detenerles, parece que han conseguido de alguna forma convertir a los seres organicos en algo similar a ellos, recuerda que son sinteticos, asi que deben de haber hecho algo para que introduciendo algo termine por convertirles en esto

Reela cruza los brazos pensativa y añade:

- Sin duda es un proceso, por lo que tiene que llevar un tiempo y a lo mejor es reversible, por eso, debes investigarlo en la flota nomada, lleva esto como regalo de tu perigrinaje, toda la informacion, yo informare al consejo de la ciudadela, no podemos permitir que esto quede asi

Rahm'Dara parece tranquilizarse ligeramente con tus palabras y su gesto de asentimiento transmite una determinación que antes no tenía. Sin embargo, antes de que pueda decir nada, se escucha la voz del capitán por un altavoz del taller.

- Reela'Tuarig, por favor, acuda al centro de mando.

La quariana se despide con un gesto y vuelve a ponerse a analizar las muestras de los cascarones mientras tú sales del taller acudiendo a la llamada del capitán. Cuando llegas allí ves por la ventana cómo el Orión se aproxima a uno de los puertos de los distritos de la Ciudadela.

- Estamos llegando a nuestro destino, Reela'Tuarig. Ha sido un placer tenerla a bordo - dice con una leve inclinación de cabeza. - Atracaremos en los Distritos en breves momentos.

Comprueba rápidamente en un panel la trayectoria del carguero para asegurarse de la correcta aproximación de la nave.

- Dadas las circunstancias, no podemos quedarnos aquí durante más tiempo, así que partiremos de vuelta a la Flota Nómada una vez desembarques. Si no me equivoco ya conoces la Ciudadela, así que no tengo ninguna información más que darte. - Te da un pad digital. - Aquí tienes los datos que pediste sobre los cascarones. Rahm'Dara acaba de transferirme los resultados de vuestra investigación para que los incluya. Aunque aún no he tenido tiempo de analizarlos en detalle, parecía preocupada.

Reela asiente y dice al capitan:

- Muchas gracias por el viaje, ha sido agradeble pese a todo y muchas gracias por permitirme usar sus instalaciones de investigacion.

Coge el pad y añade:

- Ha sido un placer hablar viajar con usted

Tras esto se dirige a su camarote para coger sus cosas, para cuando atraquen dirigirse hacia la embajada de los humanos, esperando que no tenga demasiados problemas

Escuchas el ligero impacto que produce el Orión al atracar en la Ciudadela. Te diriges a la cámara de descontaminación del carguero y esperas unos breves momentos hasta que se abre la compuerta. Sales a un pequeño pasillo que lleva a la aduana e inspiras fuertemente. Pese a estar filtrado por tu máscara, te gusta imaginar el olor de la Ciudadela, seguramente distinto al ambiente esterilizado de las naves de la flota quariana.

Caminas por el pasillo hasta la sala de aduanas. Es una habitación grande, con varios terminales de noticias y publicidad que se activan automáticamente cuando pasas a su lado. Gente de todas las especies charlan en la sala mientras algunos esperan en una cola para hablar con el oficial de aduanas para solicitar el acceso a los distritos. La mujer discute con voz aburrida con un alterado turiano.

- Lo lamento, pero esa mejora está prohibida en la Ciudadela. Si no la desinstala, tendrá que dejar su arma bajo el recaudo de Seg-C durante su visita. Si es tan amable, hay más gente esperando - se despide finalmente mientras el turiano protesta a su lado. - Siguiente. ¿Algo que declarar? - pregunta finalmente dirigiéndose a ti.

Te acercas a ella, recordando que es el último control antes de la estación de Seg-C que da paso a los distritos.

Al ver a la mujer de Seg-C Reela iba a negar con la cabeza, sin embargo, se queda unos instantes parada pensando:

- Tal vez deberia decirlo aqui, no, mejor no.

Entonces asiente y dice:

- Supongo que no habra demasiados problemas, ya que no es la primera vez que vengo aqui, puede comprobarlo, mi nombre es Reela´Tuarig vas Nissa

La humana teclea algo en su terminal y lee la información que aparece. Con un gesto interrogativo, te mira.

- ¿Ha dicho vas Nissa? - pregunta. - En nuestro registro aparece con otro apellido... - De repente parece recordar algo. - ¡Ah! Claro. Los quarianos cambian el nombre tras el Peregrinaje, ¿no? - Pregunta dudando ligeramente en la palabra. Sonríe antes de hablar nuevamente. - Pase por esa puerta, por favor - te dice señalando una puerta tras un scanner.

Atraviesas el arco y la puerta se abre automáticamente. Vuelves a escuchar las protestas del turiano, imaginando que alguna alarma saltó impidiéndole salir de la sala en la que te encontrabas hace un momento.

Avanzas por un pasillo y llegas a una pequeña estación de Seg-C. Un guardia turiano te saluda sin prestarte demasiada atención y sales a los distritos. Desde un mirador puedes observar cómo los distritos se extienden desde el Presidium, donde se alza la Torre de la Ciudadela. Cuando te acercas a los RapidTrans, escuchas como un panel publicitario se dirige a ti con tu nombre, instándote a comprar equipo de Ariake Technologies.

Reela observa la ciudadela, no era la primera vez que iba, pero siempre le sorprendia, los anuncios llamandole por su propio nombre, la gran variedad de razas que hay en la estacion y en realidad toda la propia estacion era impresionante. La mujer suspira para a continuacion hacer algo de memoria y tratar de recordar donde estaba el lugar o mejor dicho el negocio del Volus que tenia que encontrar.

Reela lo recuerda y decide ponerse en marcha, pero siempre prestando atencion a las pantallas con noticias, siempre le gustaba enterarse un poco de lo que sucedia por ahi y esa era la mejor forma de enterarse mirando las pantallas mientras se va a algun lado

Llegas a la estación de RapidTrans, pero te lo piensas mejor y vas caminando hacia las escaleras que cruzan los distritos. Caminas por la Ciudadela, mirando a tu alrededor y disfrutando de la multiculturalidad de la estación, punto de reunión de las especies de toda la galaxia.

Disfrutando del paseo pero sin olvidar el propósito de tu viaje, desciendes desde el puerto hasta el nivel 26 del distrito Zakera de la ciudadela. Antes de entrar en el nivel principal, ves a tu derecha la tienda de naves en la que trabajaste. Cuando te aproximas, escuchas la voz entrecortada de un volus, modulada por el pesado traje.

- ¡Ah! ¡Reela *respiro* Tuarig! - exclama, con toda la emoción difuminada por el pesado respirador de la máscara. - ¿Qué te trae por aquí? *respiro*.

Te das la vuelta y te encuentras al rechoncho hombrecillo acercándose a ti con pasos cortos pero alegres, animado al parecer por encontrar un rostro conocido. Tras haber trabajado con él, no te sorprende demasiado su estado de ánimo, dado todo el trabajo que sacaste adelante por la casi simbólica paga que cobrabas.

Reela observa al Volus y agachadno un poco la cabeza dice mientras si no llevase el casco podria verse una sonrisa:

- Vaya me alegro verla, de hecho venia buscandole.

Observa un poco la zona y dice:

- Podriamos hablar en una zona un poco mas tranquila? sin duda tengo que cometnarle algo que le resultara cuanot menos curioso.

Cuando esten en una zona mas tranquila la mujer cambia a un tono algo mas molesto y dice:

- Recuerda los planos que me dio de una nave? puedo preguntarle de donde los ha sacado?

El volus te acompaña a una pequeña trastienda con su paso pesado, sorprendido porque quieras hablar con él en privado cuando tan a menudo habéis hablado delante de todo el mundo.

- ¿Los planos? *respiro pensativo* - pregunta con voz pesada. - Creo recordar que me los pasó un humano... *respiro*. - Se acerca a un pequeño termo y se sirve una taza de un denso líquido. No te ofrece, pero sabes que no lo hace por descortesía. Las cadenas de aminoácidos de los quarianos son dextrógiras, al contrario que las del resto de las especies galácticas excepto los turianos, y eso hace que seáis incapaces de digerir esos alimentos.

- Una transacción habitual... Tenía que revenderlos a otro comprador. - Te mira con sus pequeños ojillos avariciosos. - ¿Por qué lo preguntas? *respiro intrigado* ¿Encontraste algo de interés en ello? - Da un sorbo a su bebida a través del casco de su traje ambiental y no puedes evitar fijarte en que sus mirada se desvía por un momento hacia los libros de cuentas.

Reela suspira y dice:

- Realmente importante no son, pero si que son robados, asi que, porque no miras en esos libros de cuentas que has mirado de reojo y me dices quien es el que te los dio?

Seguidamente apunta con su dedo acusadoramente al Volus y dice:

- Creeme que no te conviene que no encuentre a ese humano porque si no descubro el origen de ese robo puede haber consecuancias demasiado grandes para todos los implicados, supongo que sabes a que me refiero

*respiro*

*respiro avaricioso*

*respiro dubitativo*

El volus se queda un rato callado, pensativo.

- El libro de cuentas no tiene referencias al cliente - explica. - Pagó en efectivo y un extra por la confidencialidad de la transacción. *respiro intranquilo* ¡No sabía que fueran robados! - Su tono neutro enmascarado por su traje no te permite leer entre lineas. No sabrías si quiere decir "de otra forma hubiera pedido más créditos" o "no lo hubiera hecho". - Tal vez debería avisar a Seg-C... - añade tamborileando en la mesa.

Te mira por un momento, preocupado.

- ¿Cómo has descubierto eso, Reela? - pregunta finalmente. - ¿Estás segura de tus fuentes? - Termina la bebida que se ha servido y se levanta, nervioso. Tras caminar pesadamente de un lado a otro durante unos segundos, se vuelve a quedar quieto, mirándote. - ¿Tienes aún esos planos?

Estás segura de que desconocía el valor que podrían haber tenido los planos que te dio. Es incluso probable que te los pasase por error, mezclándolos con otros de naves más habituales. No conoces al volus tan bien como para saber qué habría hecho de saber que son planos robados o de gran importancia, pero desde luego no te los habría dejado nunca.