Partida Rol por web

En cuanto la horrible jeta del turiano desaparece de mi vista, justo el tiempo para que mi cerebro acabe de reiniciarse, me cago en todo.

-¡Serás gilipollas, puto turiano! -exclamo con toda la potencia de mis pulmones-. ¡¡Arrrggg!!

El grito hace que me calme un poco... y evidentemente también saca a Nefilim de modo standby y lo pone a plenamente operativo.

-Coge tus tuercas y termina con tus operaciones, Nefilim -le comento mientras recojo mi kit de herramientas mientras recito para mí misma la "Letanía contra el Odio" que desarrollé tras conocer a Chellick-. Seg-C ha decidido que somos agentes en activo a pesar de no pagarnos un puto chavo y que tenemos que estar disponibles cuando se le antoje al despojo turiano que nos mangonea.

Casi sin esperar al dron, salgo del Flux apartando de malos modos a los robots de limpieza que acondicionan el local para su pronta apertura. Cierro con llave y conecto el campo de seguridad, tras lo que me dirijo a la terminal de RapidTrans más cercana.

-Los perros de Chellick han localizado al ladrón -le explico en voz baja al dron que me sigue, consciente de que me escucha perfectamente-, pero Su Eminencia desea mi presencia allí. ¡Joder, que no me ha dejado ni lavarme! -me quejo al coger el vehículo y dirigirme hacia la localización señalada por Chellick.

El RapidTrans te lleva a la parte de los distritos más alejada del Presidium. Un turiano de Seg-C te está esperando en la estación. Te saluda con una inclinación de cabeza y te acompaña hasta donde está Chellick.

El oficial se encuentra en medio de la calle, frente a un edificio algo más bajo que el resto de los que tiene a su alrededor. Cuando os aproximáis, se vuelve hacia vosotros.

- ¡Ah! Adina. Buen trabajo localizando las direcciones - dice de forma casi automática, en un tono carente de de toda simpatía, por no decir del más mínimo rastro de agradecimiento. - Mis hombres han descartado el resto de las posibilidades y comprobado que el ladrón se encuentra en este edificio. Ahora mismo lo tenemos acorralado, pero aún no he enviado a nadie a su interior.

Teclea algo rápidamente en su omniherramienta y te transfiere los planos del edificio.

- Sabemos que está en la tercera planta - explica. - Y seguramente su IA tenga monitorizado todo el edificio, lista para actuar de alguna manera si alguien no autorizado accede a él... Por eso te necesito. Eres la persona que más sabe de IAs y ya te has encontrado con ésta con anterioridad.

Te tiende una pistola, el mismo modelo con el que habías entrenado la última vez que trabajaste para ello.

- Entraremos tú y yo - dice finalmente. - Prepárate.

Se separa unos pasos para hablar con el guardia que te ha acompañado hasta aquí. Habla con él, aparentemente dándole instrucciones para actuar en su ausencia y dándote tiempo para preparar cualquier cosa que necesites antes de entrar al edificio.

Me quedo flipada, de nuevo, cuando el turiano me dice... me ordena... que vaya con él, armada, a atrapar al ladrón. ¿Pero es que no tiene quien le acompañe?

-Vale, Chellick... -refunfuño mientras acepto la pistola y compruebo con reluctancia el cargador y le quito el seguro antes de enfundarla en su lugar junto a mi cadera. Mi anterior trabajito para el cabronazo del turiano me enseñó más de lo cualquier ser racional querría saber sobre armas-. Está claro que prefieres arriesgarme a mí antes que a uno de tus fieles perros, pero no intentes dorarme la píldora, joder.

Cuando el agente me pasa los planos y se marcha a tocarle los cojones a otro, suspiro y me vuelvo hacia Nefilim.

-Busca un lugar seguro para poder piratear la red del edificio, Nefilim -le pido amablemente a mi dron. Los que me conocen saben que le trato mejor a él, que es una máquina supuestamente insensible, que a los seres vivos-. Vamos a monitorizar la red completa buscando añadidos que no existan en los planos oficiales que nos ha dado Chellick... Espera -añado bruscamente-: asegúrate de que esto que nos ha dado Chellick son de verdad los planos oficiales y que llevan siéndolo desde antes de empezar todo este maldito asunto.

Mi intención es comparar los esquemas buscando sensores, cámaras, alarmas, trampas, lo que sea que la IA haya dispuesto. Una vez sabiendo qué hay, calcular la ruta óptima  más segura hacia el lugar donde se esconde el ladrón es sencillo, y sabiendo dónde está cada artilugio, piratearlo para saltárnoslo una vez lleguemos a él.

-No debería ser excesivamente difícil, turiano -le digo a Chellick cuando vuelve junto a mí-. Entre mi dron y yo encontraremos cualquier puñetero artilugio sensor que la IA haya colocado. Estableceré una ruta y entraremos. Tratamos con un ladrón, ¿no? No con un jodido soldado -le pregunto al turiano mirándole a los ojos-. No creo que haya... bueno, violencia. Con un poco de suerte, el tipo ni siquiera sabrá que estamos sobre él.

Me aseguro de que he cogido los parches de omnigel y de medigel, así como la recarga de escudos. Si hubiera sabido que habría probabilidad de tiros me habría cogido los parches de emergencia del traje, joder. ¡Maldito Chellick!

Compruebas tu equipo y esperas a que Nefilim te confirme la exactitud de los planos del edificio. Lo hace a los pocos segundos, enviando directamente un mensaje a tu omniherramienta para no delatarse ante Chellick. Luego, flota en silencio hasta una terminal cercana desde la que podrás conectarte al edificio. Sonríes un momento bajo tu casco, consciente de que nadie puede ver tu expresión desde fuera. Sabes que tu drone odia ocultar su identidad casi tanto como tú detestas trabajar para el turiano. Sin embargo ninguno de los dos tiene otra opción.

Te conectas al edificio para monitorizar los sistemas de seguridad del edificio: Cámaras de vigilancia, control de ascensores y puertas de acceso. Nada del otro mundo a simple vista, aunque, como la mayoría de los edificios de la Ciudadela, no resultaría sencillo colarse sin ser visto. Nefilim envía a tu omniherramienta la ruta más sencilla hasta el apartamento en el que se han localizado las comunicaciones y ves cómo empieza a permutarla para minimizar las zonas vigiladas por cámaras de seguridad y evitar el ascensor. Cuando termina, la ruta a seguir se marca en una proyección holográfica que surge de tu omniherramienta, resaltando las zonas en las que podréis ser localizados por los sistemas de vigilancia del edificio.

A unos metros de ti, notas como Chellick se impacienta. Es un hombre de acción, a su modo, y no le gusta estar esperando a que analices el terreno, especialmente cuando él ya ha realizado el reconocimiento táctico necesario. Te tomas tu tiempo, disfrutando haciéndole esperar a modo de pequeña revancha por sus abusos.

Disfruto haciendo esperar el gilipollas ése.

Consigues entrar en el sistema de seguridad del edificio sin demasiada dificultad. Mientras analizas los dispositivos de vigilancia ves cómo salta una alarma cuando una señal parece localizarte. Sobresaltada, empiezas a desconectarte cuando te das cuenta de que quien te ha localizado es uno de los cuidadores de la Ciudadela.

Suspiras bajo tu máscara y continuas con tu trabajo. Has detectado una anomalía en el sistema eléctrico del tercer piso y merece la pena seguir investigando. Analizas la señal, y descubres que algún tipo de hardware está conectado a la cerradura electromagnética de uno de los apartamentos. No estás seguro de qué se puede tratar, pero apostarías tus papeles a que no se trata de unas luces de bienvenida.

Cortas la conexión cuando tienes todos los datos que necesitas. El oficial Chellick carraspea con un gesto de impaciencia y no te queda más remedio que acudir junto a él. - ¿Has acabado? Pues vamos dentro. Mis hombres vigilarán las salidas, pero en el edificio nos guías tú. Si hay una IA allí, no quiero ninguna sorpresa - dice señalando tu pistola y apretando con fuerza la empuñadura de la suya. - Envía a ese drone tuyo delante. Si lo funden de una descarga no habremos perdido mucho - dice en un intento de ser simpático. Si supiera que Nefilim es una IA entendería que su chiste no te hace ni puta gracia. Claro que si lo supiera tú misma estarías entre rejas en vez de persiguiendo a un ladrón.

Me callo el insulto que se forma en mis labios tras las palabras del turiano. Si fuera él delante y le acribillaran, no sólo nos e habría perdido nada, sino que se habría ganado.

-Mi dron vale más para mí de lo que crees, Chellick -escupo sin mirarle, bastante cabreada, empezando a avanzar y dejando al turiano atrás tras conectar los escudos cinéticos de mi traje ambiental-. Si es por bajas asumibles para mí, tú irías el primero... como le corresponde a un honorable turiano.

Desde mi Omniherramienta despliego un holograma en miniatura de la ruta a seguir. En mi mano derecha llevo la pistola preparada. Voy caminado despacio, apoyando la espalda en la pared del corredor, atenta a cualquier subida de energía en la red que voy monitorizando. Mis reflejos no pueden competir con la velocidad de un circuito eléctrico, pero tal vez un pequeño pico energético sea suficiente para avisarme de cualquier cosa no prevista y que me chamusque en vez de freírme. Le pido a Nefilim que cubra desde la otra pared, pero que no se adelante a mi posición. Tal vez Chellick piense que mi dron es sacrificable, pero yo no sacrifico amigos.

Entráis en el edificio y sigues la ruta calculada por Nephilim. Tu corazón se acelera cuando pasáis por las zonas que te marcó en rojo en el plano y no puedes evitar mirar de reojo a la cámara que sabes te está grabando mientras atraviesas su campo visual. Lo hacéis rápidamente, pero sabes que el haber sido detectados o no depende más de la suerte que de vuestra habilidad, pues si alguien estaba mirando (o monitorizando) esa cámara en el preciso momento en el que os gravaba, sin duda os habrán localizado. Sin embargo eso no significa que os hayan descubierto, pues bien podríais ser dos personas que van a visitar a algún vecino del edificio.

Llegáis al fin frente a la puerta del apartamento sin que ocurra nada. El nivel de señales electromagnéticas no ha sufrido grandes variaciones mientras entrabais, pero en un edificio de viviendas como este, el número de mensajes que se pueden estar mandando constantemente es realmente elevado y sería realmente fácil que una señal cifrada se os hubiera escapado.

Chellick te hace un gesto y despliega su omniherramienta. Teclea rápidamente unos códigos de acceso y, antes de introducirlos finalmente te mira. - Estate preparada. Voy a abrir la puerta con las credenciales de Seg-C, pero si ese ladrón ha previsto nuestra llegada es probable que haya una sorpresa esperándonos.

Las medidas de potencia eléctrica en este apartamento son inusualmente elevadas, aunque no te sorprende demasiado. Si hay una IA instalada ahí dentro, lo más probable es que tenga un HW realmente potente a su disposición. Recuerdas tus primeros ensayos tras crear a Nefilim, cuando tratabas de miniaturizar todos sus circuitos para hacerlo pasar por un drone normal. Tardaste años en conseguir que fuese lo que es ahora y, aún así cada vez que haces un backup de sus datos tienes que utilizar un servidor que podría controlar él solo una fábrica de naves espaciales.

Me maldigo mentalemente por no haber pirateado las señales de las cámaras. Ahora podrían estar transmitiendo un bucle eterno de pasillos tranquilos y sin gente paseando... y mucho menos un gilipollaas de Seg-C y una quariana deslizándose por los corredores de una manera un tanto poco inocente. "Cuando consiga tener un día para mi, me lo pienso pasar durmiendo", me digo. El cansancio me pasa factura, sin duda.

Asiento a la advertencia de Chellick en cuanto llegamos a la puerta.

Si hay algún acceso a la red del edificio en el pasillo en el que nos encontramos, intento conectarme a él para cortar la energía de TODO el edificio. Le informo al turiano de mis intenciones.

Si no, a través de mi Omniherramienta le transmito a Nefilim la petición de disparar a cualquier sensor que detecte para inutilizarlo mientras me informa de lo que ve él, ya que voy a quedarme tras apoyada en la pared. Voy a utilizar mis habilidades para intentar Piratear o Sobrecargar cualquier cosa amenazante.

Nefilim te envía los planos del edificio. La puerta abre directamente a un salón, que tiene una barra americana en la pared a la izquierda de la entrada. Al fondo de la sala hay una puerta a cada lado desde la que se accede a sendos dormitorios. Uno de ellos (el de la izquierda) tiene un pequeño aseo propio, mientras que al otro cuarto de baño se accede por una puerta del salón, justo a la derecha de la entrada principal.

Chellick espera a que te prepares antes de ejecutar la secuencia de apertura de emergencia del apartamento. En el momento en que lo hace, se disparan todas las alarmas en tu omniherramienta. Lo que sea que os tenga preparado no estaba relacionado con las cámaras del edificio, sino con la propia cerradura del apartamento.

La puerta se termina de abrir cuando veis dos LOKI mech esperando a cubierto tras las puertas de las dos habitaciones del fondo del salón. Una pequeña torreta de seguridad se gira hacia vosotros amenazadoramente antes de empezar a disparar.

Maldices a Chellick mientras te echas a un lado, tratando de decidir tu curso de acción.

Me aparto protegiéndome con la pared y comienzo a teclear como una posesa en mi Omniherramienta.

-¡Mierda, turiano! -grito- ¡Se os han pasado por alto un par de tostadoras ilegales!

Busco la frecuencia de control de la torreta para piratearla.

-Voy a intentar tomar el control de la torreta, encárgate tú de las cafeteras.

Parece que estás a punto de romper el código de la torreta cuando alguien más parece retomar su control. Un firewall se activa en el último momento, cerrando súbitamente tu conexión con la ametralladora. Maldices al mismo tiempo que Chellick abre fuego sobre uno de los mechs. El disparo del Seg-C impacta al LOKI, pero sus barreras cinéticas disipan todo el daño.

Nefilim se introduce en la habitación y trata de seguir dañando al mech tocado, pero hace tiempo que no utiliza su pequeño láser para nada más que soldar algunas piezas, así que aún tiene que recalibrar su sistema de puntería.

La torreta se gira y abre fuego contra el blanco que parece el enemigo potencialmente más peligroso. Sin embargo, pese a que un turiano armado tenga mayor capacidad de hacer daño, tú acabas de tratar de piratearla. El sistema de detección de blanco tarda una fracción de segundo más de lo habitual en decidir, por lo que sus disparos se cuelan entre los dos sin causar ningún daño.

Los dos droides apuntan hacia vosotros y abren fuego con sus subfusiles. Ésta vez Chellick tiene menos suerte, así que es alcanzado por uno de los disparos, que no llega a atravesar sus escudos. Tú eres más afortunada, por romper la costumbre y las balas del LOKI se estrellan inofensivas contra la pared.

Maldiciendo, el Seg-C abre fuego una vez más, pero parece que se ha precipitado en su disparo y no llega a alcanzar al mech.

-¡Mierdamierdamierda!

Maldigo en voz alta, pero mi queja pasa desapercibida entre el estruendo de las armas y las explosiones. Mi imprudencia al sacar la cabeza por el hueco de la puerta está a punto de costarme un impacto directo. Por suerte para mí, mi insidioso ataque enlentece los servomecanismos de la máquina lo suficiente como para que no me impacte.

"Esa maldita IA es lista y rápida, joder", pienso mientras continúo tecleando, de nuevo resguardándome tras la pared.

Al comprobar que el turiano y Nefilim se están encargando con mayor o menor suerte de las cafeteras, sigo intentando tomar el control de la torreta. Con un poco de suerte seguirá estando un tanto lenta en reaccionar y me buscará a mí en vez de a mis compañeros.

Nefilim dispara al LOKI y acaba con sus escudos, pero el impacto de su ataque a penas produce un arañazo en la carcasa metálica del mech. Los dos androides siguen disparando hacia vosotros, ignorando al pequeño drone, sin embargo sus disparos se estrellan en la pared, incapaces de alcanzaros.

La torreta, sin embargo, apunta directamente al turiano. Su disparo destroza las barreras cinéticas del turiano y atraviesa el blindaje de la armadura con un impacto que tumbaría a un Krogan. Sin embargo, Chellick es más duro de lo que aparenta y a penas se tambalea.

- ¡Joder! - protesta. Pero se recompone para preparar su siguiente disparo. El proyectil impacta en la cabeza del LOKI, pero el blindaje del drone impide que alcance ningún centro importante.

- Veo que has mejorado a tu drone - comenta Chellick al ver el efecto del disparo. - Espero que sea suficiente para salir de ésta...

Rápidamente se echa a un lado y empieza a pedir refuerzos con su intercomunicador. - Échate a un lado, Adina - Sugiere el Seg-C.

Tecleo una serie de comandos en mi Omniherramienta que hacen que Nefilim se refugie en el pasillo, fuera del alcance de los disparos de las cafeteras.

-¿Pero a quién cojones estamos arrestando? ¿Al jodido Ejecutor Pallin? -grito, mientras me armo de valor para asomarme brevemente por el hueco de la puerta e intentar cubrir la huida del dron con algo de fuego.

Disparo al LOKI tocado, a ver si consigo desmontarlo de un tiro. Tras el disparo no me quedo ni a mirar el resultado. No tengo ganas de que me descojoncien, que los parches para trajes quarianos son caros.

El chisporroteo del mech cuando recibe tu disparo evidencia que le has causado daños severos. El LOKI se tambalea un momento y Nefilim aprovecha para tratar de rematarlo. El ataque de tu drone hace que el mech caiga al suelo. Las luces frontales de su cabeza parpadean un par de veces antes de empezar a perder intensidad y apagarse completamente.

El otro mech sigue disparándote, con más fortuna que las veces anteriores. Notas cómo tus escudos disipan el impacto sin llegar a dañarte.

- ¡Échate a un lado! - dice Chellick. - ¡No dejes que la torreta te dispare!

El turiano se separa de la puerta moviéndose un par de metros para salir del rango de disparo de la ametralladora pesada.

"Hice bien en gastarme los ahorros en una mejora de escudos", pienso cuando compruebo que la andanada del segundo LOKI ha sido efectivamente detenida por las barreras de mi traje. Me aparto, me tiro al suelo y me pongo detrás del turiano, fuera del alcance de la torreta. Si van a dar a alguien más, que sea al agente de Seg-C. Reitero los comandos de órdenes a Nefilim. El dron ha querido hacerse el héroe y rematar a la cafetera herida. Esta vez le ha salido bien, pero no quiero que se arriesgue.

-Pues tú dirás. ¿Vienen tus perros o qué? -le grito a Chellick. Desde detrás del turiano apunto hacia la puerta por si al segundo LOKI le da por aparecer.

Espero con ansia a que mi Omniherramienta reinicialice los programas de pirateo. No me siento segura sin todas mis opciones a punto.

Ante la ausencia de ningún otro blanco, la torreta se vuelve hacia tu drone para dispararle. El pequeño tamaño de Nefilim le salva de ser alcanzado, elevándose ágilmente sobre la linea de tiro de la ametralladora.

- ¡El LOKI viene hacia aquí! - avisa Nefilim mientras sale por la puerta, colocándose detrás de ti.

Chellick te hace un gesto como diciendo "todo tuyo" mientras saca una batería de escudos de repuesto y comienza a cargarla en su armadura para sustituir las barreras cinéticas agotadas por los disparos que ha recibido.

Escuchas unos pesados pasos metálicos cuando ves aparecer la pierna del mech por la puerta del pasillo. A lo lejos, en el piso de abajo, te parece escuchar al resto de los guardias de Seg-C respondiendo a la petición de refuerzos de Chellick.