Partida Rol por web

-Buenos días tenga usted.- dice carraspeando con algo de tos

-¿Es usted forastero ¿verdad?.-

- Si señor, acabo de llegar de La Comarca -contesto cortesmente

-Umm. Eso ya lo supuse.- dice secamente

Cora te da un pequeño codazo en el costado de forma disimulada

-Eh.. esto.. sigamos nuestro viaje, no tenemos tiempo que perder.-hace una pausa para estrujarse en la manta que la cubre los hombros

-Hasta la vista Hugo.-

Tras darme el codazo Cora me pongo a pensar.

estos hombres de bree a veces contestan secamente...tendre q intentar ser mas cortes

- Muy bien señora Cora,a donde nos dirijimos ahora...podria explicarme si no le importa como es Bree...me gustaría conocer un poco el pueblo- digo muy cortesmente

-Nos dirijimos al sudeste. A una milla de distancia aproximadamente. A la granja de los Matoso señor. Por esa dirección.-el camino se divide en dos y la posadera te señala el de la derecha.

-Bree es un lugar... ¿como decirlo?. Pintoresco podría ser la palabra. Ja ja.- la mujer empieza a entonar una socarrona risa

- Aquí pasan muchos forasteros, casi todos de paso. Y aunque son bien recibidos es normal que la gente desconfie de ellos.-

Me mantengo callado durante un tiempo observando el entorno.

El manso y tranquilo poney responde bien a tus ordenes y en llegais sin problema a una gran granja acotada por una empalizada de ladrillo que en muchas zonas ha sido invadida por el musgo y las plantas. El muro no es muy alto, apenas un metro.

El camino, algo embarrado, serpentea entre las ligeras colinas verdes. De vez en cuando os cruzais con gente que va y viene, encogidos en sus ropas de abrigo y que os saludan rutinaria y fugazmnete.

- Son empleados de Rory Matoso, algunos son fijos y trabajan aqui todo el año, pero otros lo hacen solo por cierta épocas del año.- te dice Cora entre saludo y saludo.

Atravesais un portón de doble hoja que parece permanecer abierto durante el día, para facilitar el trasiego de personas. El camino se estrecha un poco al atravesar las aparentes fertiles tierras de la granja.

Calculas que debe tener alrededor de los ochocientos acres. A los lados del camino que ahora transitais no tienes dificultad en distinguir cultivos de centeno y más allá puedes ver arboles frutales.

A los pocos instantes, un rebaño de ovejas invade el camino haciendote tirar instintivamente de las riendas para detener el carro.

Me asusto un poco al ver las ovejas pero no sucede nada, logro mantener el carro en el camino.

- Perdone señora Cora...las ovejas han descontrolado un poco al poney...

- Ups.- dice con un sobresalto.

-Vaya susto !.-

- Adios y buen día.- dice el pastor despues de chiflar para que un precioso perro de manchas negras avive el paso de las ovejas

El camino vuelve a estar despejado y arreas al poney, este obedece sin rechistas y os voloveis a poner en camino.

El edificio principal resulta ser un aenornme construccion de piedra de dos pisos y ático construido alrededor de una plaza central

Cora te señala un pequeño camino que se desvía hasta la parte trasera de la casa. Hay mucha actividad y parece que los Matoso contratan a muchisima gente. Todo tipo de personas andurrean ocupados en sus asuntos.

La parte trasera tiene un gran descampado de arena, varios caballos descansan allí bebiendo agua de unos abrebaderos de madera. Siguiendo las indicaciones de Cora detienes el carro la lado del edificio.

-Señor, dele de beber al poney. Pero no le suelte de las riendas, ni lo desenganche, pues no estamos sobrados de tiempo precisamente.- Cora saluda con la mano a un hombre con un gesto antes de continuar

- Dele de beber con ese cubo.- dice justo antes de marcharse

- Muy bien señora, le daré de beber al poney.

Me bajo y sin soltar las riendas doy de beber al poney lo mas rapidamente que me permiten mis pequeñas piernas.

- Bebe bonito, bebe...- le digo al poney mientras le acaricion la crin.

Mientras el animal bebe con tranquilidad, ves como cora charlotea vivazmente con alguien que por su atuendo parece ser el capataz de la finca. En algunos instantes parecen discutir, y en otros reir. Sobre todo Cora hace gestos extraños, llevandose las manos a la cabeza.

Tras unos minutos se acerca donde estás.

- Bien, todo arreglado. Ha sido un mal año para la cosecha y ha habido que discutir un poco acerca de los precios.-Cora parece satisfecha.

- Ya podeis bajar la carga.- da un grito mirando hacia arriba de la casa, hacia el atico. Allí hay un portón de madera abierto. parece que hace las veces de almacén y las mercancias se descuelgan usando una polea.

Al poco rato varias cajas de madera cubiertas de una aspera y dura tela marrón están junto al carro.

- Ya tenemos nuestras cosas preparadas. Ahora hay que subirlas al carro.- dice con un gesto dejando claro que eso es cosa tuya.

- Muy bien señora, ayudaré a cargar las mercancías...

De un salto bajo del carro y me dispongo a ayudar a cargar las mercancías.

No sin esfuerzo vas cargando las cajas, bajo las mantas adivinas hortalizas, manzanas y algo de carne. Parece que en la Posada compran productos de primera calidad.

Mientras trabajas, Cora está hablando con el capataz y le entrega una pequeña bolsa que a buen seguro contiene el pago por toda la mercancia.

- Muy señor Madriguera. Aún nos queda trabajo por hacer.- Cora se sube al carro al verte terminar.

- Salgamos de aqui.-