Partida Rol por web

NEGNAR FEGNUSSON

BREE Y ALREDEDORES

NINGUNO

HAM Y CORA TORRENTE
Los amables posaderos de la Posada El Descanso real en la ciudad de Bree

ROSA ARENAS
Se trata de una alegre hobbit que vive en Bree, en la parte de la colina, es una experta tejedora y se dice que es la mejor en muchas millas a la redonda. Ella te encargó la misión UN PASEO A ENTIBO (resuelta con éxito)

GOREX
Fornido beornida que conociste haciendo un recado para Rosa Arenas, hicisteis cierta amistad y ahora te acompaña en una nueva mision EL GALLO DE LOS MATOSO

KAIRI
Extrovertida mujer que te acompaña en la mision EL GALLO DE LOS MATOSO

NINGUNO

-camisa de cuero
-capa de viaje
-pantalones de cuero curtido
-botas

ENTIBO
Entibo es un lugar pequeño y carece de la muralla protectora de Bree. Se encuentra a escasos dos kilometros de allí y el camino está en buenas condiciones. El pueblo no tiene más de veinte casas y a estas horas, en mitad de la noche, casi todo el mundo está descansando en sus casas apaciblemente. Casi no se escucha ruido alguno, salvo alguna lechuza lejana.

Martillo +10

Yelmo metálico rúnico +15 (MM)

- No tienes ropas de invierno suficientes

Amigo máster, la forma de rolear en esta escenar, ¿sería asi?:

- Tras haber estado escasos momentos ojeando las pedidos de gentes para hacer variadas tareas por los alrededores, mis perspicaces ojos detectaron rápidamente una tarea que me haría conocer los linderos que conducen a la cercana villa de Entibo, cosa que me interesaba en gran manera. Sin otra pista que me indicara donde encontrar a la tal Rosa Arenas, opté por ir a preguntarle al posadero.

- Al avanzar por el local, me acerqué a la barra y, sin demoras de ninguna clase, indagué en el asunto por el cual venía a preguntar: Buenas tardes tenga usted, señor posadero, me estaba preguntando donde vive la señora Arenas, la misma que ha dejado esa nota que cuelga del tablón que teneis vos ahí colocado...

-Buenas tardes viajero.-dice el tabernero entre estornudos. Parece que el reciente cambio de tiempo le ha castigado con un resfriado.

El otoño ha llegado de imprevisto y el frío ha hecho acto de presencia.

-Rosa Arenas, vive dos calles arriba de la Posada. Es un smail, que se adentra en la colina, no tiene perdida.-te dice mientras limpia unas jarras de cerveza

Recapacitando sobre toda la breve charla a la que me ha sometido el posadero, sólo termino por agregar a final - Humm... Ajá! Gracias por la información, amable hostelero, espero que esos estornudos no sean nada serio y que le vaya bien el negocio en esta temporada entrante.

Tras haber acabado de hablar, me calzo en casco, dejo a un distancia prudente y cómoda en martillo y el escudo y salgo a la calle por la puerta principal. Una vez que estoy en el exterior, me oriento por las explicaciones del posadero y me dirijo hacia el smial el Rosa Arenas.

Fuera de la posada y lejos del fuego el frio se hace notar en los huesos. El sol se había escondido practicamente tras la colina y la luz declinaba ya.

La casa de Rosa Arenas estaba escavada en la montaña, era un de esos smial que tanto gustan a los Hobitts. Justo a la entrada de la casa había una cerca de mediana altura, o por lo menos de mediana altura para un hobbit. Un jardín coqueto crecía bien cuidado a ambos lados del caminito enlosado que llevaba a la puerta. La puerta estaba abierta y dos perros grandes roían huesos en el rellano sin hacer demaiado caso a nadie.

Antes de dar tiempo a nadie a llamar, una hobbit de mediana edad salió a la entrada. En su mano derecha llevaba un candil, cuya luz iluminada calidamente un rostro suave. Era imposible permanecer ajeno al olor a tocino y setas que salía de algun fogón de aquella casa.

-Buenas noches señor.- dijo.

A los escasos momentos de haber llegado a mi destino, y sin echar demasiada cuenta a mi estómago, el cual reclama comida, veo salir a una hobbit del smial. Decidido a enterarme de toda la información posible sobre la tarea a desarrollar, respondo al saludo Buenas noches tengais, hermosa dama, vuestro humilde servidor venía a informarse sobre cierto asunto que ha podido observar colgado en el tablón de la posada del "Descanso Real" ¿Podríais decirle a la señora Arenas que me ofrezco a hacer dicha tarea? Mientras pronuncio las últimas palabras, hago una media reverencia.

-Ah! Je je.- sonrie sinceramente

-Sí si, soy yo. Rosa Arenas. Soy yo misma quien dejó aquella nota en la posada. Verá, necesitaría que alguien me llevara a Entibo un paquete.- se da la vuelta y señala un bulto no muy grande envuelto en una manta y enrollado en una cuerda ligera de caña.

-Son unas ropas. Es un encargo ¿sabe?. Pero lo tiene que llevar antes de mañana. Tengo prisa y es un buen cliente.-

Mirando y sopesando en bulto de ropas durante unos momentos. Al acabar de evaluar la carga ¿Sabría decirme, amable señorita, si hay alguien más interesado en este encargo? Ese bulto no tiene aspecto de pesar demasiado, pero creo que podría haber alguien más queriendo hacer el recado, cuando vos habéis dejado la nota en el tablón de la posada....

Interrumpe vuestra conversacion la voz de un fornido hombre.

- Disculpen, no quiero importunar, estoy buscando a la señora rosa por el anuncio que dejó en la posada, sabeis donde puedo encontrarla...

Sorprendido por el entrar de una voz en medio de la conversación, debo reprimir mi primera intención, la cual no ha sido otra que "desenvainar" el martillo de guerra de mi cinturón Tranquilo Negnar, chaval, que dentro de este poblado todos son aliados o gente inocente. Humm... o al menos en un principio

Para disimular ese feo gesto, la mano que en un principio iba hacia el cinturón se desvía a tiempo y acaba llegando a mis espesas y bien cuidadas barbas, las cuales me meso a la vez que comento Vaya! Buen susto me habeis dado, buen hombre... no esperaba que nadie apareciera de esa manera, y menos alguien tan fornido como vos. Respecto a vuestra pregunta, la dama que teneis ante vos es a quien estais buscando. Mientras termino de hablar me aparto un poco para poder establecer una conversación a "3 bandas" de foma más cómoda y placentera.

-En efecto yo soy Rosa Arenas, a quien parece estais buscando.- y sonrie de nuevo, esta vez escondiendo su dentadura tras su mano.

-ji ji ji.-

- De nuevo os pido disculpas por tan inesperada intromisión en vuestros quehaceres, pero mi duda será rápidamente deslumbrada, vengo a decirle a la señora Rosa...
En esto que miro a la mediana y le hago un gesto en plan saludo a la mediana..

- Que me dirijo a Entibo, y me puedo hacer cargo de su encargo allí pendiente...De repente me doy cuenta que no me e presentado, hago unos cabeceos con la cabeza..

- Je, je, je, pero que modales los míos, perdonad de nuevo, me llamo Gorex y estoy a vuestros servicios...

Acabo la frase ofreciendo la mano y brazo al enano para saludarle...

Aceptando y devolviéndole el saludo al Humano con fuerza Encantado de conocerle, caballero. Mi nombre es Negnar, hijo de Grimnar, del clan Fegnusson, originarios de Khazad-dûm, servidor de usted y los vuestros.

Una vez acabado el saludo, sonrío a media y comento Por lo visto, maese Gorex, vos también venís a informaros sobre el asunto del recado. Si a la dama no le causa molestias al repetirlo, os podrá informar sobre rodo el asunto en muy poco tiempo.

- No, no me importa repetirme. Señores mios necesitaría llevaran con urgencia esas ropas a Entibo. Es un encargo para un cliente, un buen cliente. je je.- vueleve a reir graciosamente

-Pero lo tienen que llevar antes de mañana.- dice mirando al cielo cada vez más oscuro.

- Bien señora a mi no me importará viajar esta noche para llevar este encargo, y supongo que Negnar no se opondrá a ser mi compañero de viaje, que me dice...

Y miro directamente al enano con simpatía...