Partida Rol por web

-Pues no había desayunado aún señor Belinfante.-la hobbit no puede evitar que se le escape una sonrisita mientras te habla.

-Iba a comprar algo de trigo, al molinero.-de repente se calla en seco y se lleva la mano a la cabeza

-Ah!. Perdoneme usted... no me he presentado, mi nombre es Holly Arenas.-

-Un placer conocerla, señorita Arenas...-dice Rudigar con una imborrable sonrisa en su rostro

-Y hablando de placeres, ¿qué os parecería compartir un panecillo recién hecho de camino hacia el molino? Llevo ya unos días por aquí y la verdad es que no he tenido muchas conversaciones agradables... -añade el fornido hobbit sin poder evitar mirarle a los ojos a la bella tejedora.

-Pues no me importaría, así el camino sería mucho más agradable y ameno.- dice encantada la Hobbit

-Vamos, es por aquí.- dice mientras empieza a caminar

-Detrás de vos -dice con gentileza sonriendo Rudigar. Y acompaña, más que sigue, a la señorita Arenas.

-Este es mi día de suerte -piensa para sí.

Empezais a andar tranquilamente camino abajo. La tierra del camino está húmeda y ligeramente embarrada por algunas zonas. Holly esquiva con saltitos los pequeños charcos

- Bueno señor Belinfante, ¿que asuntos le traen a Bree?.-pregunta timidamente

-Seguro que son cosas de importancia.-continua la joven

- Buscaba establecerme como herrero, pero el tema es complicado. Necesito más capital y ni siquiera parecen querer admitirme como oficial en las herrerías, aunque te aseguro que soy un buen herrero. Así que ahora no estoy pasando el mejor de los momentos. Tengo un dinero ahorrado, pero no durará para siempre y no me gusta gastarlo sin cabeza. He oído que tenéis un festival en poco tiempo y espero poder encontrar entonces alguna oportunidad. -dice pensativo Rudigar.

- ¿Y cómo es el festival? Nadie me lo ha aclarado demasiado.

Parece que la hobbit se apaña bien saltando los charcos, lo hace de una forma que parece de lo más gracioso para quien la mira.

Al poco de caminar colina arriba llegais a la puerta norte de Bree

- Ya queda poco señor, Bill Juncales tiene su molino un poco más al norte. Espero que el paseo no le resulte demasiado largo.-

Holly aviva su paso al pasar por la puerta

-La Feria de Otoño es un festival que se celebra todos los años por estas fechas. Bree se llena de gente de los alrededores y más allá. Es sin duda el acontecimiento más importante de la ciudad.-dice atropelladamente

- No se preocupe, señorita, siempre apetece pasear de buena mañana y más si es bien acompañado. dice Rudigar sonriendo a la bella hobbit.

- Espero poder encontrar alguna oportunidad de trabajo en el festival, aunque no sea de herrero. Trabajaré duro hasta que pueda permitirme abrir mi propia herrería en la ciudad. Es un sitio activo, me gusta...

El camino hasta el molino discurre al lado de un riachuelo que en esat época del año parece llevar bastante agua. por aquí la hierba crece alta y fuerte, el aroma a verdor se cala por la nariz.

-Allí está el molino señor Belinfante, ya ve que no le engañé. jeje. Está realmnete cerca.-

-Por cierto ¿conoce usted al molinero, a Bill Juncales?.-no sabes muy bien por que pero su tono y cara se han vuelto un poco serios

-No, no lo conozco, ¿pasa algo que deba saber? Siempre esto dispuesto a ayudar en lo que pueda, si está en mi mano... Dice Rudigar captando el tono serio en la voz de la bella hobbit.

- Digamos que Bill nunca ha destacado por su simpatia precisamente.- al pronunciar estas palabras la mediana te señala al frente.

El molino es una construcción que a simple vista parece reciente, no es excesivamente grande para lo que cualquiera pudiera pensar para una ciudad como Bree, pero el arroyuelo no lleva demasiada agua incluso en esta época del año, un molino mayor hubiera sido inutil.

En un lado del camino hay un hombretón manejando unos sacos que introduce en una caseta de madera que parece hacer las veces de almacén.

Rudigar continúa acompañando a Holly hacia el molino.

No es muy impresionante el edificio, la verdad, esperaba más de una ciudad como Bree -piensa Rudigar guardando los comentarios despectivos en su mente, como le enseñó su madre.

- Tal vez es un hombre muy atareado y eso le agria el humor. ¿Habéis tenido algún problema con él alguna vez? -Continúa comentando.

-Quizás lleve usted razón señor y sea la razón de su caracter. Personalmente no he tenido problemas con él, no más que el resto de la gente de Bree- el tono de la mediana se va haciendo cada vez más bajo conforme os vais acercando al molino

-Calle, calle usted.- dijo finalmente en un susurro cuando el señor Juncales estaba ya a unos escasos pasos.

-Eh!?.- dijo el molinero al percatarse de la presencia de los medianos justo detrás suya.

- Buenos días señorita Arenas.- dijo soltando un saco de harina y dejarlo apoyado en la pared.

-¿Que tal está su madre?.- dijo finalmente acercandose a la pareja

-Está bien, supongo.- dijo la mediana contestando a Bill

-Bill este es el señor Belinfante de Cavada Grande. Acaba de llegar a Bree ¿sabe?- Holly hace un gesto con la mano para indicar que quien le acompaña es el tal señor belifante, un gesto obvio sí, pero la educación es la educación.

-Buenos días, señor Juncales -dice educadamente Rudigar- Soy nuevo por estos lares, si sabe de algo que pueda hacer, se lo agradecería. Busco hacer un capital para abrir mi propia forja -añade, siempre atento a las oportunidades.

-Me temo señor que poco puedo ayudarle yo en ese extremo, sólo se me ocurre que acuda usted a ver al señor Bernar Musgoso, él es el único herrero en la ciudad. Quizás el pueda aconsejarle mejor que yo.- afirmó Bill despues de saludarte cortesmente mediante un gesto con la mano