Partida Rol por web

La casa queda situada na Correodoira do Espiño número 3. Es una antigua casa-pazo bastante espectacular, con gárgolas protegiendo los cuatro costados y unos jardines preciosos y muy bien cuidados. A su alrededor posee unas hectáreas de tierra repletas de árboles, entre ellos algunos castaños que datan de la Edad Media. Se dice que la casa tiene 12 habitaciones y varias salas de estar llenas de libros y obras de arte. La familia que la mandó construir era muy rica y sus herederos al parecer parecen seguir siendo muy ricos a pesar de la crisis que acecha al país.

Desde hace años ya no cuidan la casa como antaño, siguen cuidando los jardines aunque las flores ya no salen. En los alrededores de la casa se respire un ambiente extraño como si la vida se fuera al acercarse a sus muros. Las nieblas son frecuentes en la zona, debido a que el río Sarela transcurre por esa zona y sobre todo a última hora del día se levanta una niebla blanquecina y fantasmagórica.

Nada se sabe de la nueva dueña, salvo que casi no sale. Al parecer está enferma o eso dicen pero muchos piensan que es una Meiga y que hace pactos con el Diablo...y si Silvia está ahí dentro retenida en contra de su voluntad...puede que esos rumores sean ciertos.

La seguridad de la casa parece simple, altos muros con cristales rotos en lo alto de ellos. Hay dos puertas, un portón por el que acceden los coches y otra más pequeña para pasar personas. El portón es el que está más alejado de las ventanas. 

Según Diego tienen unos cuantos perros lobos, como los que visteis hace poco en la casa de Xabier. Si ese tipejo está allí puede que os lo encontréis y arregléis cuentas y según Paula es posible que haya otro más. Y teniendo en cuenta lo grande que es la casa...es posible que haya más de dos...

Mira a la casa y siente un escalofrío.

- Esta es la casa...da miedo sólo con mirar para ella... 

Xabier la abraza para darle ánimos.

¿Estará allí Silvia? Se pregunta su tocaya al llegar a las cercanías de la casa y verla a lo lejos. Siempre evita pasar por allí, hay algo que le produce un escalofrío y no sabe bien qué es. Mira a Alvaro y sonrie no nervios, intentando aparentar más ánimos de los que de verdad siente.

- Creo que es una locura, pero tenemos que hacerlo por Silvia... - Comenta mientras observa las ventanas de la casa, esperando ver algún tipo de movimiento o algo que pueda darles una pista. - ¿Miramos a ver si alguna de las puertas está abierta antes de intentar escalar el muro? - Pregunta dirigiendo nuevamente su mirada a sus compañeros.

Xabier se acerca a las puertas y ambas parecen estar bien cerradas.

- Vamos tener que saltar...las puertas están cerradas...toca arriesgarse con el muro...

Estaba de acuerdo con Silvia, aquello era una autentica locura, ¿que hacía el con un fusil de asalto si no había disparado practicamente en su vida? no creía que fuera una buena idea entrar allí pero su juventud y el deseo de acabar por fin con todo hizo que se decidiera finalmente ...

-Vamos allá-

Álvaro se quitó entonces la chaqueta y la echo por encima de la tapia para protegerse de los cristales que había en la parte superior. Después salto el muro con maestría y cayó en la tierra, mirando inmediatamente a la contrucción para comprobar si alguién lo había visto. Había hecho aquello docenas de veces, así que se escondió cerca del punto de acceso y se quedó vigilando mientras sus compañeros accedían al interior.

 Xabier ayuda a Michi a saltar el muro, ya que no tiene la potencia de piernas que tiene su novio. Luego entre los dos ayuda a Silvia a saltar el muro con cuidado ya que la escayola de la muñeca aún no se endureció completamente y tiene que tener cuidado.

Los cuatro ya estáis dentro, la finca se encuentra en casi plena oscuridad. Se ven luces a unos doscientos metros, en un par de ventanas de la casa. No hay luces en el exterior lo que dificulta que os mováis, aunque por suerte lleváis linternas. Os cuidáis de no alumbrar con ellas a lo alto ya que si no seríais perfectamente visibles desde el interior de la casa. Y sinceramente no sabéis que os espera dentro.

Michi y Xabier otean el horizonte a ver si descubren algo que llame su atención o un lugar por el cuál entrar en la casa sin ser muy vistos. 

Alvaro mira también a su alrededor y se mueve ráidamente y en silencio hacía la pared de la casa, quiere ser el primero del grupo para que los demás corran el menor peligro posible. Tenía los nervios a flor de piel.

Veis una ventana que debería dar al sótano que está abierta, no hay barrotes para proteger esa entrada y el resto de ventanas parecen estar demasiado altas para poder escalarlas sin ser vistos ni provocar mucho ruido.

El sótano puede ser donde retengan a Silvia y parece una buena opción para entrar. Tendréis que ir con cuidado para que no os vean pero sólo es una carrera de sesenta metros, algo sencillo. La ventana parece amplia, suficiente para que Xabier y Álvaro pasen ya que son los más grandes.

Durante todo el rato, Silvia ha intentado aparentar calma. Tiene que ir con mucho cuidado ya que depende qué movimientos le repercuten en la muñeca lesionada. Pero con la ayuda de los chicos consigue escalar la muralla sin ningún problema. Una vez al otro lado observan los alrededores. Cuando le señalan la ventana del sótano abierta, Silvia asiente con la cabeza y con el corazón en un puño observa como Alvaro corre hacia la pared de la casa.

Señalándose, indica a Michi y a Xabier que ahora se dirige ella. Una vez Alvaro está a salvo, la muchacha empieza a correr lo más rápido que puede y agachada, intentando no ser un objetivo visible...

Álvaro corrió hasta la ventana y después espero la llegada de los demás, poniendo especial atención a las evoluciones de Silvia. Estaba preocupado por ella, quiza no debería estar allí pero él no era quién para decirselo, nadie debería estar allí. una vez estuvieron todos juntos pidió una de las linternas y se dispuso a entrar.

-Silvia, ponte tú detrás de mi abriendo camino ... Xabier cubre tú la parte de atras y cuida de Mixi, esto no es ningún juego ...-

 Xabier se coloca el último cerrando el grupo y prestando más atención a Michi. Álvaro va delante y le sigue Silvia a muy corta distancia, ella no parece sentirse incómoda corriendo así que no se queda en ningún momento atrás. Luego llega Michi y por último Xabier que asiente ante las órdenes de Álvaro. Parece asumir que el aragonés es el líder del equipo.

Álvaro echa un vistazo dentro y parece un sitio seguro, ve algunas cajas amontonadas que ayudarán a descender por ella. Al iluminar con la linterna ve que es una especie de sótano con multitud de cajas amontonadas, hay una puerta al fondo a unos tres metros de la ventana. No parece haber nadie ni nada dentro.

Descendéis sin problemas, inspeccionáis la habitación y solamente hay cacharros y cajas. Muchas de ellas son antiguas y llenas de una gruesa capa de polvo. Realmente hace muchos años que no se limpia. El sótano huele a humedad, por eso está la ventana abierta ya que el olor es bastante fuerte.

Os acercáis a la puerta y está abierta. Al otro lado no hay nadie y las luces están apagadas, es un pasillo bastante largo. Hay varias puertas a los lados, dos a la izquierda y tres a la derecha (vuestro lado). Escucháis sollozos lastimeros a lo lejos...no podéis ubicar el lugar exacto debido al eco que producen...

Tras revisar el sótano por el que han entrado, los jóvenes llegan a un largo pasillo. Silvia se mantiene detrás de Alvaro, muy cerca pero no tanto como para estorbar al muchacho. Siente la necesidad de abrazarle, de que la consuele y le diga que todo está bien. Pero se mantiene fuerte, y aunque una palidez mortal cubre su rostro, tan sólo asiente con la cabeza cuando le dice algo, y apretando los dientes continúa tras él.

De repente se pueden escuchar unos sollozos a lo lejos. Silvia ahoga una exclamación y lleva su mano al brazo de Alvaro apretándolo con suavidad para que escuche... Sus ojos no se apartan del fondo del pasillo... ¿Será Silvia? Se pregunta entre esperanzada y temerosa de lo que puedan encontrar... - Seguro que es Silvia, vamos... - Susurra tras unas décimas de segundo de estupor...

- ¿Pero dónde está? Hay varias puertas... - dice Xabier - ...tenemos que actuar rápido que no quisiera que nos cojan aquí... 

Examina el pasillo asomando la cabeza un poco y dice:

- Yo apostaría por la del final...creo que tras esa puerta hay más escaleras...si suena tan apagado es que puede estar más abajo...

Xabier sale un momento y abre la puerta que indicaba. Está abierta pero no hay escaleras. Prueba la adyacente y ¡premio! hay unas escaleras que descienden. Los sollozos son ahora más audibles, si Silvia está en algún sitio es ahí.

El corazón de Silvia se contrae al escuchar los sollozos más claros. Mira a sus compañeros, su rostros se encuentra pálido y ojeroso. ¿Qué será lo que encontrarán allí abajo?

Todo el rato detrás de Alvaro, le sigue apretando con fuerza los labios y atenta a cualquier ruido que pueda indicar que se encuentran en peligro...

Mientras desciendes por las escaleras, escuchas claramente el sollozo de una chica. te fijas en la puerta y durante un parpadeo logras percibir lo que parece un cable de nylon. Es muy fino y está a la altura de las rodillas, perfectamente colocado para tropezar con el al salir por la puerta. Miras a los lados a ver a donde va conectado y encima de la puerta ves lo que parece ser una caja con una luz roja. Debe ser una alarma pero tampoco lo sabes, de esta caja salen un par de cables que se meten a través de la pared. Seguramente estén conectados a un timbre o a una alarma que suene en toda la casa.

Otro de los cables parece entrar en la habitación, es más grueso...has visto algunos en las tiendas de electrónica y electrodomésticos...es un cable de vídeo. Hay una cámara dentro seguramente. 

Los jóvenes bajan por las escaleras con sumo cuidado. Silvia se encuentra detrás de Álvaro, mirando a todas partes y con la mano sobre el hombro del muchacho.

De repente algo llama su atención y aprieta la mano con suavidad haciendo que el chico se detenga. - Cuidado, mira allí - . Susurra en su oído mientras le señala con la otra mano el cable con el que han estado a punto de tropezar. Señalando con el dedo sigue el recorrido hasta la pared y le muestra los otros cables más gruesos que entran en la habitación a la que se dirigen. - Mira, allí dentro tienen que haber cámaras - . Termina de decirle, todavía susurrándole. Siente como a sus espaldas Xabier y Michi también se han detenido, pero no puede hablar más fuerte, todavía no saben si dentro hay alguien más. Los sollozos que salen de dentro le provocan escalofríos, pero no pueden arriesgarse a ir a lo loco...

- Es necesario saltar ese cable - digo mientras paso con cuidado y salto el cable -  Xabier ten cuidado también...

Miro el cable que según Silvia procede de una cámara. Si entramos nos verán, deberíamos cortarlo y entrar después.

- Tenemos que cortarlo y entrar después...cogemos a Silvia y salimos cagando leches de aquí...