Partida Rol por web

- No, me han escrito una amenaza en la puerta... Pero tranquila, la policía esta aquí y van a ponerme seguridad... - tragó saliva, algo hastiada - Es que... Me ha pasado una cosa extraña... Me entran dolores de cabeza y... No sé, creía que estabas en peligro... Lleva cuidado, ¿vale, cielo?

Sigo allí sin entender nada de lo que pasa. Miró la puerta esperando que entre Travis y me salve. Tú, Spellman, con quién está hablando? Entiendes algo? Le digo a Spellman con mirada desafiante. Este cabrón me oculta algo y al final lo acabará soltando

Me quedo mirando al negro con actitud de sorpresa primero y luego de desagrado, Haga el favor de dirigirse a mi con el debido respeto agente, simplemente estoy aquí para ayudar a la señorita Cavaliê, no veo el porque de esa actitud que está tomando contra mí el jodido envidioso negrata, como me sigas jodiendo te juro que te acordarás de mí toda la vida.

Miro serio al policía, cuya actitud poco profesional no ayuda para nada, Creo que habla con su hermana, lo mismo sirve para tranquilizarla le digo con acritud.

Me quedo esperando ver qué pasa. Saco mi cuaderno y hago como que tomo notas. En realidad espero a ver que sigue sucediendo, mientras ninguneo a Spellman y me concentro en la chica. Donde estará Travis? ....

- Pues... No sabría decirte qué ha sido pero... - echó un vistazo al policía y a Spellman de reojo y volvió la vista a un lado - Me dan dolores de cabeza repentinos y me desmayo... Y... No sé, es algo muy raro, ví a alguien haciéndote daño... - ´cogió aire de nuevo - Sé que suena estúpido pero... Tú lleva cuidado, ¿vale?

- No puedo, Marie... Mi marido llega mañana. Ya he hablado con él y también esta algo nervioso... - contestó desanimada - Quizás cuando todo se haya resuelto me paso por allí... ¿Te parece?

- Claro... - sonrió enternecida al otro lado del teléfono - Lleva cuidado, ¿vale? Te quiero un montón... Estaremos en contacto... Au revoir - se despidió, cortando la llamada.

Espero a que la chica termine la conversación, unas cuantas frases, todo muy rápido, pero parece que se serena algo, uff, Travis sin venir, mierda, y el capullo de Spellman aquí en plan el poli negro me esta ofendiendo, que le jodan hombre.

Señorita Cavalie, ¿con quién hablaba?, debe calmarse, no sabemos quien ha escrito todo eso, vayamos de nuevo al salón, ¿de acuerdo? le pregunto fijando mi mirada en ella, y gesto tranquilizador en mi rostro.

Espero poder aclarar algo de todo este sin sentido, sin poder evitarlo vuelvo a mirar la inscripción...Y Hugh va a matarte, ¿qué coño significa eso?.

- Lo siento... Hablaba con mi hermana... - respondió, incorporándose del suelo y acompañando al pelicía de color de nuevo al salón - ¿Dónde esta su compañero? - preguntó mirando a Spellman y a Smith interrogante.

Ahora mismo subirá, pero siéntese - Le indico con la mano el sofá. ¿Qué habrá estado hablando por teléfono?

Al poco de entrar en el salón, llaman a la puerta y aparece el agente Green acompañado de personas más, un hombre y una mujer cuando Spellman les abre la puerta, el hombre rondará los cincuenta, pelo plateado, vestido con unos pantalones arreglados y una chaqueta que pone las iniciales de la policía de Nueva York, tiene el gesto amable y es presentado como el agente Korver, la mujer lleva una chaqueta parecida y unos vaqueros, además de un maletín en su mano derecha, estará en los cuarenta y tantos, el pelo suelto, gafas y cierto atractivo, su nombre es agente McDermott.

Nada más entrar intercambio una mirada con Smith, confirmando que todo este en orden, y luego mira a la chica, que parece que se encuentra algo más calmada, Lo prometido es deuda señora Cavaliê, mis compañeros se encargaran de descubrir si en esta caso ha entrado alguien aparte de usted durante la noche una velada insinuación que esperaba que no pasara inadvertida.

Señalo a los dos recién llegados la puerta, Entrégales la bala, Antoine, la pondremos como una prueba más luego vuelvo a centrar mi atención en los que estaban en el apartamento, ¿alguna novedad durante mi ausencia?, ¿ha recordado algo? pregunto a la atractiva y algo desquiciada joven.

Justo cuando iba a explicarse al simpático policía, volvió su compañero...

- Buenos días... - saludó a la policía científica, un tanto azorada - Muchas gracias - agradeció a Green - Pues... Si me acompaña a la habitación verá... Otra inscripción - tragó saliva. No tuvo valor para mirar a Spellman, pero acompañó al resto de vuelta a la habitación.

Me levanto y voy a verlo, esperando que Travis haga lo mismo. Al final va a tener que darme la razón Travis. Hay caso!!!

Asiento a la propuesta de la joven y marcho tras ella, parecía algo más entera, y sin embargo esa mirada a Spellman me desconcierta, durante unos instantes claro, hasta que veo la nueva inscripción.

Así que alguien andaba cabreado con aquel tipo, ¿qué le habría hecho?, todo esto es un poco raro, quizás sea conveniente dar a Spellman la oportunidad de largarse, ¿Podemos hablar en privado señorita Cavaliê?, hablaba a ella pero miraba al otro hombre, la insté en regresar al salón, no me gustaba hablar en el dormitorio, no en este caso.

Hugh asiento de mala gana a las palabras de Travis y sale por la puerta esquivando a los otros agentes, Quizás sea mejor en la cocina, ¿le parece bien? digo con condescendencia.

- Claro, me parece bien... - asintió, confundida con respecto al compañero de su marido. Lo acompañó entonces a la cocina, invitándole a tomar asiento en la mesa del comedor que había en el cuarto...

- Y bien... ¿Qué quiere comentarme?

Tomo asiento con calma, esperando a que tanto ella como Antoine se sienten también, cuando ambos lo hacen extraigo del bolsillo una pequeña libreta un bolígrafo, nunca lo uso, pero seguro infunde más tranquilidad a la persona a la que vas a preguntar pensar que sus respuestas no dependerán de la memoria de un viejo policía.

Bueno, es evidente que después de esa inscripción, me gustaría preguntarle acerca de su relación con el señor Spellman, levanto la mirada que tenía perdida en el cuaderno hacia los ojos de la chica, todo lo que diga no saldrá de esta habitación, eso délo por hecho miro a mi compañero para que confirme estos términos.

Y otra cosa, ¿a quién cree que puede molestar tanto el señor Spellman como para escribir eso tan…ofensivo?, ¿Podrías ser otro Hugh?

Asintió, dispuesta a colaborar... - Spellman es amigo íntimo de mi marido. Se conocen de hace mucho... Pero él y yo nos conocemos de fiestas y poco más. No tengo confianza como para saber si tiene algún enemigo... Y tampoco conozco a otro Hugh... - tragó saliva, cruzada de brazos sobre la mesa - De todas formas, no sé si la inscripción puede referirse a otra persona, sería demasiada coincidencia... Él fué el primero en acudir en mi ayuda... - frunció el ceño. Se sentía confundida, y al mismo tiempo le preocupaba que esto pudiera perjudicar a su relación con él y su marido...

Asiento y apunto un par de cosas, luego vuelvo a mirarla despacio, ¿Por qué cree que su marido envió precisamente a Hugh?, ¿no sería más lógico que hubiera llamado a algún familiar, o a alguien con quién usted tuviera más relación?

Hay algo en este asunto que empieza a escaparse, me están mintiendo, lo cual no es nuevo, sólo tengo que averiguar quien, y la señorita de momento tiene todos los números, bueno, más bien la parejita.

- No somos de aquí... Somos franceses. No tenemos ningún familiar en Nueva York... Supongo que lo mandó porque son amigos. Tienen muchísima confianza el uno en el otro... Como ya le he comentado... - respondió, cariacontecidas. No iba viéndole solución al asunto...

La verdad es que la situación es un tanto extraña y a Travis... esa cara le delata. Algo no le está cuadrando. Miro a mi alrededor buscando la reacción de Hugh a las preguntas y respuestas de la señora de la casa.