El agente sonríe al ver entrar a los tres agentes, quizás por el cambio de interrogadores quizás por ver caras conocidas. Se encoge de hombros antes al pregunta de la agente White y levanta un poco las mano atadas a la mesa por las esposas con cadenas que las retienen.

La pregunta de la agente Harper si le hace hablar: Ja, ja, ja ¡N'gghai vug'r b'hthu ygolonac!

Estaba claro que no iban a sacar nada en claro de Sax pues seguía hablando en ese extraño lenguaje que nadie había conseguido entender. Pero sí había un pequeño detalle que a Julia le hizo pensar que su idea de ir tras Carcosa no era del todo mala. Sax no se había vuelto loco al oír hablar del hombre como sí había ocurrido cuando se nombró aquella palabra de la cual ya no se acordaba, al contrario, se había echado a reír.

—Bueno, parece que no tienes ganas de mantener ninguna charla con nosotros —dijo al comprobar el lenguaje que el agente empleaba. Se giró a sus dos compañeros—. Creo que esto es una pérdida de tiempo. Lizzy, si tu quieres intentar hacerte entender con él es todo tuyo, o quizás tú Dawler tengas alguna pregunta, aunque visto lo visto dudo mucho que obtengamos alguna información de él. Yo por mi parte sigo en mis trece de que deberíamos ir a buscar a Carcosa, él sabe más de lo que nos ha dicho. —Se giró de nuevo para centrar toda su atención en Sax—. ¿A qué sí?

Resoplo al oír la respuesta de Sax, Julia tenía razón, por lo que parecía no estaba muy dispuesto a cooperar y a mi no se me ocurría mucho más, aunque...

- Sax, ¿te dice algo el nombre de Randolph Carter?

Digo sin dejar de observarlo para ver como reacciona, seguramente no consiguiese nada nuevo pero no perdía nada por intentarlo. Sino ir tras la pista de Carcosa podía ser un buen hilo del que tirar.

- FHTAGEN RHAN-TEGATH IA MUGG'RH H - responde desdeñando con la mano la pregunta de White.

Julia apretó los puños. Empezaba a cansarse de aquella superioridad que mostraba Sax, de sus ininteligibles palabras, de la burla hacia ellos que parecía impregnar su mirada. En aquellos instantes de buena gana le hubiera sacado la información a golpes, tal era la frustración de la agente ante aquel caso que parecía darse una y otra vez contra un muro.

—Esto es una pérdida de tiempo —repitió mientras se levantaba con exasperación dispuesta a largarse—. Le daré recuerdos a Carcosa de tu parte cuando lo vea —miró directamente a Sax antes de dar media vuelta dispuesta a irse.

Salió de la sala de interrogatorios y se apoyó en la puerta a esperar a sus compañeros. No sabía si ellos querían continuar con aquel interrogatorio que no conducía a ninguna parte o, por el contrario, preferirían acompañarla a buscar a Carcosa. Respiró hondo pensando en lo bien que le vendría en esos momentos un cigarro, a pesar de que hacía años que no pensaba en el tabaco.

Sax se tensa y frunce el ceño con la referencia nuevamente a Carcosa, se cruza de brazos y mira hacia la pared de su izquierda evitando a los invetigadores.

Nada, Julia tenía razón, Sax era un caso perdido, no podíamos sacar más, y si se podía no tenía ni idea de como hacerlo, asi que frustrada resoplo y salgo tras mi compañera, no sin antes mirar a Dawler.

- Todo tuyo.

Una vez fuera me quedo junto a Julia.

- Esto es de locos, nose que demonios le harían pero está claro que ese no es el Aldo que conocíamos. Como bien has dicho deberíamos volver a hablar con Carcossa, estoy segura de que cuando hable, encajaran muchas piezas, solo tenemos que sacarle la información sea como sea.

Lee esperó pacientemente a que las detectives terminaran de hablar con Sax con la expresión neutra, a un lado de ellas. No hacía nada. Su cara de póquer era absoluta mientras analizaba todos los gestos del sujeto.

Las chicas se frustraron rápidamente y Lizzy le dejó cancha abierta a Dawler para hablar con Sax.

— Ya se fueron las chicas —le dijo apenas Lizzy cerró la puerta de la sala de interrogatorios—. Tampoco pienso decirte que soy el policía malo. Pero vamos, puedes dejar de fingir que no puedes hablar en inglés —Dawler esperó viendo a Sax a los ojos, mientras ocupaba la silla al otro lado de la pequeña mesa.

— Esto se está poniendo jodido. Ayúdame un poco y te conseguiré un poco de esa mierda blanca cuando capturemos al distribuidor más tarde.

Sax sonríe cuando le comentas que puede hablar inglés, está claro que te entiende pero por algún motivo no lo habla.

- YHUNNUC LLOIGOR CH'H'K B'NUGH R'LYEH...

Las dos investigadoras salen al pasillo dejando dentro a Sax con Dawler.

Shen sonrió como coyote de nuevo al tiempo que se levantaba de la silla.

— La tuya, por si acaso —respondió y luego salió de la sala de interrogatorios, para unirse a las chicas.

Asintió a las palabras de Lizzy, esperando que Dawler consiguiera algo de información de Sax aunque dudaba que le fuera a hablar en algún idioma comprensible.

—Es todo demasiado extraño, nunca he visto una droga que consiga hacer... —dijo, moviendo la cabeza y señalando hacia el interior de la sala de interrogatorios— eso. Esperemos a ver si el nuevo tiene más suerte que nosotras.

Se quedó esperando a que saliera el agente Dawler y esperaba que con buenas noticias.

Dawler sale de la sala de interrogatorios y por su cara no parece que haya conseguido mucho.

Dawler no trae muy buena cara, me da que no ha podido sacarle nada más a Sax, aunque no me sorprendía, el tío se había cerrado completamente en banda.

-¿Y bien? -digo mirándole.

Shen se encogió de hombros e hizo una mueca.

— Me pidió traerle un emparedado de Subway, de los caros —dijo, con seriedad—. Creo que si se lo damos, hablará. Pero deberíamos ir por Carcossa. Intenté perseguirlo ayer en el tugurio ese, pero se esfumó. ¿Ustedes qué creen que es más fácil, traerle un sandwich o ir a perseguir al dealer fantasma?

Julia enarcó una ceja al escuchar al nuevo, sin saber muy bien si les estaba tomando el pelo o si en verdad Sax había hablado en un idioma entendible. Fuera lo que fuera no había conseguido ninguna información que fuera relevante y todos parecían estar de acuerdo en que el siguiente paso era investigar a Carcosa, era la única pista que les quedaba y tenían que seguirla para saber si se encontraban frente a otro muro infranqueable o, por el contrario, conseguían un avance.

—Ya sabéis lo que yo quiero. Investigar a Carcosa es lo mejor que podemos hacer ahora pero, ¿será prudente volver al club después de lo sucedido? —Esa era una duda que carcomía a la agente Harper ya que, después de lo sucedido la noche anterior no creía que fueran a ser recibidos de nuevo allí—. Yo puedo intentar buscar en los archivos o preguntar a algún contacto si hay alguna información sobre él, por lo menos si podemos disponer de su dirección.

El nuevo estaba de coña ¿no?

Escucho a Julia y me giro un poco hacia ella para dar mi opinión sobre el tema.

- Sí, la verdad que volver al club no creo que sea lo mejor. Te ayudo con eso, puede que demos con algo con lo que le podamos presionar, o simplemente con su dirección, además dos cabezas siempre son mejor que una. Y más tratándose de este caso en el que parece que nunca nada es suficiente.

Fuese en broma o no, Dawler no dejaba ver la respuesta. Se encogió de hombros.

— Iré a buscarle el sandwich a este cabrón a ver si suelta algo —dijo, señalando con la cabeza a la entrada de la sala de interrogatorios—. Suerte, nos vemos al rato.
 

Dawler dio media vuelta y salió por la puerta.

Harper y White vieron como Dawler se marchaba sin hacerles mucho caso en dirección del despacho de Pearlman. Ellas fueron a sus mesas y comenzaron a indagar en las bases de datos de criminales conocidos, pervertidos, terroristas, ....pero tras un buen rato no habían encontrado nada relacionado con Carcosa.

Sin embargo, una consulta desesperada en internet le trae algunas referencias como las que Lissman y White encontraron el día anterior en la biblioteca de la universidad.

Carcosa

 

Carcosa es un lugar asociado a los Mitos de Cthulhu pero, curiosamente, su origen no se remonta al Círculo de Lovecraft, pese a que sus miembros contribuyeron a popularizarlo.

Etimología

Mucha es la gente que sostiene que es posible que el nombre de Carcosa está inspirado en el de la comunidad francesa de Carcassonne, llamada en latín Carcaso.

Trasfondo

La ciudad de Carcosa tiene su origen en la historia "Un habitante de Carcosa" de Ambrose Bierce, publicada el 25 de diciembre de 1886 en el periódico San Francisco Newsletter. A su vez, el escritor Robert William Chambers tomó el nombre de Carcosa para su recopilación de historias cortas "El Rey de Amarillo". En algunas de las cuales se habla de una obra de teatro que lleva el mismo nombre. En esta obra de teatro se ven más préstamos de "Un habitante de Carcosa" y otras obras de Ambrose Bierce, como "Haîta el pastor", nombrando a Hali y a Hastur (más como un lugar que como una entidad). Así fue el modo en el que llegó a Lovecraft, usando estos conceptos en su obra El que susurra en la oscuridad.

Características

Carcosa es una ciudad extraterrestre situada junto al neblinoso lago Hali y a la ciudad de Alar. A su vez, estos lugares se ubican en un planeta de las Híades, cerca de Aldebarán. En su firmamento se alzan estrellas negras en lo que parece ser un sistema solar binario.

Se cree que el Signo Amarillo fue creado en Carcosa en las obras de August Derleth, al ser la morada de Hastur, y frecuentemente confunde dimensiones con la Tierra, arrastrando a humanos en este acto. Según el escritor James Blish, esto es así porque Hastur creó Carcosa como un lugar para su exilio, al no poder reinar en Aldebarán.

El Canto de Cassilda, en la ficticia obra teatral "El Rey de Amarillo", la describe así:

"Rompen las olas neblinosas a lo largo de la costa,

Los soles gemelos se hunden tras el lago,

Se prolongan las sombras

En Carcosa.

Extraña es la noche en que surgen estrellas negras,

Y extrañas lunas giran por los cielos,

Pero más extraña todavía es la

Perdida Carcosa.

Los cantos que cantarán las Híades

Donde flamean los andrajos del Rey,

Deben morir inaudibles en la

Penumbrosa Carcosa.

Canto de mi alma, se me ha muerto la voz,

Muere, sin ser cantada, como las lágrimas no derramadas

Se secan y mueren en la

Perdida Carcosa."

La ruina de Carcosa

En el relato Un habitante de Carcosa se nos presenta una Carcosa en ruinas, poblada únicamente por fantasmas que han perdido su identidad. Mucho se puede especular sobre cuál fue la causa de la destrucción de Carcosa, pero ciertamente nada se aclara en dicha narración.

 

Llegados a este punto, Harper recurre nuevamente a agentes Donovan y Miller que aunque inicialmente no recuerdan el nombre si recuerdan haber escuchado hablar sobre él a su confidente, Joey Face. Acuerdan que van a intentar localizarle y preguntarle qué sabe.