Partida Rol por web

Loren escuchó sobre ese "otro trabajo" y se puso muy nervioso. Golpear a alguien? Digo, el siempre quiso, pero no sabía si eran buenas personas o no... Quizás tienen un buen motivo para robarles las maderas... No! Sin duda eran unos malos! Pero estaría bien usar la fuerza contra ellos? No sería mejor llamar a los marines?

Se imaginó al amigable Popeye y sus amigos siendo asaltados.- Lo haremos.

El aura alrededor suyo cambió. Los músculos debajo del pelaje naranja se tensaron, sus ojos se oscurecieron y afilaron como los de un depredador. En ese estado, escuchó la propuesta de Kamuz y analizó al recién llegado. "ENEMIGO? NO. BANDIDO? PRRRP RRRP RPRPRR, NO. PIRATA. PUEDE SER. CARPINTERO? SI, ENTONCES NO ENEMIGO." como si fuera un manojo de instintos salvajes, analizó al pelinegro y al comprobar que era alguien de confianza, volvió a su estado habitual y amigable.

- Nada me honraría más que aquello...- respondió, y al no saber como llamarlo, le inventó un apodo.- Tatuado.- sin saber si le había gustado o no, continuó hablando.- Disfrutemos la cacería, y tomémosla con calma y buena letra.- se acercó hacia Kamuz, ambos brazos extendidos, y le dió un achuchable abrazo.- No puedo dejar de disfrutar esta suavidad, por qué ustedes no tienen pelo?- le preguntó mientras rozaba su pelaje mink en el humano.- Sin duda la distribución equitativa de la recompensa es el modus operandi a seguir, al menos para gente justa y honrada como nosotros.- finalizó el abrazo y retrocedió unos pasos.

Estaba listo para comenzar a andar en cualquier momento. Aunque no tenía ni idea de en que dirección ir.

"¿Tatuado?" 
Kamuz muestra una cara de desconcierto cuando Loren se acerca a abrazarlo. -¿¿Uh?? Diria desencajado pues no estaba acostumbrado a recibir abrazos.

-Bien, que asi sea!! Diria entusiasmado mientras se aleja un poco del mink y luego dirigirse a Popeye.
-Entonces... donde fue que perdio el contacto con sus recolectores? Preguntaria tratando de averiguar en que direccion empezar a buscar a los bandidos.   

-Perfecto!! Diría Popeye emocionado tras escuchar a Kamuz y a Loren aceptar su trabajo. De hecho estaba muy feliz porque habían aceptado dos de sus trabajos en un instante.

-Bueno, el camino a las montañas gemelas comienza en el punto 10 del mapa de Konoha. Este los observaba fijamente intentando ver su reacción. –A partir de ahí, están por su cuenta. Ya que esta fuera del pueblo, las autoridades no tienen poder en esa zona, y los bandidos tienen la libertad que desean. Sin embargo uno de mis contactos me ha dicho que la base de los bandidos está en la base de las montañas. Es lo único que puedo decirles por el momento.

-Ahora si no tienen otra pregunta, los dejo que tengo que seguir trabajando. diría antes de darse media vuelta y caminar a uno de los barcos con los cuales trabajaba en el astillero.

Bien!, no se hable mas!.   Diria Kamuz mientras da media vuelta y avanza unos pasos, para luego levantar un brazo sin voltear.

-Hey! Peludo! ya vamonos.   Diria Kamuz poniendole un improvisado apodo puesto que ambos aun ni se an presentado.

Al terminar de recibir la valiosa información de Popeye, ya se sintió listo para continuar.- La próxima vez que nos veamos, te traeremos las cabezas de unos bandidos, y tendrás que invitarme a unas cervezas para festejar.- se despidió del forajido carpintero y siguió a Kamuz rumbo a... algún lugar.

Peludo

 Al escuchar su nuevo apodo, sacó la lengua y se relamió el ocico antes de volverla a guardar. Sucedió en un instante, pero ningún mink se lo habría perdido. Entre los de su raza aquel gesto era bien conocido, pero seguramente para un humano no sería más que la necesidad de lamerse los mocos de una bestia.

- Qué estilo de lucha tienes?- le preguntó, igual de cordial que siempre.- Yo soy el bastardo más fuerte de mi isla, no hubo nadie que me ganara en una pulseada.- le comentó mientras caminaban, y omitió el hecho de que nunca había estado en una pelea real en su corta vida.

Regresas al astillero donde podrás finalmente cumplir con tu tarea. A o lejos logras observar a Popeye quien está trabajando con un encargo que le habían dejado.

Que decides hacer?

Corro hacia Popeye mientras grito su nombre.

¡Señor Popeye, ya di el mensaje, ya lo di!-exclamo emocionado.

Tanta era mi emoción que cuando iba hacia él me tropecé con mi propio pie y terminé rodando cerca de él.

Desde el suelo lo veo y le digo con una sonrisa:

Lo hice.

Al observar tu penosa caída, Popeye no dudo un segundo en levantarte de donde te encontraste y escuchaba lo que decías con una sonrisa en el rostro. –Que bien, y cuál fue su respuesta? Diría esperando algo bueno!

Me acerco al oído de Popeye y le susurro:

Dijo que sus espinacas están a la vuelta de la esquina. ¡Que no dilatará mucho en dárselas a usted!

Mi aliento golpeaba su oído y al terminar de hablarle me separé y me hice hacia atrás mientras le miraba. En mi mente aparecía la idea del tipo de recompensa que podría obtener.

Ojalá sea algo genial, ojalá...

Me mantengo inmóvil viéndolo a los ojos, aún así, transmito una inquietud enorme.

-PERFECTO!! Gritaría Popeye feliz de la vida mientras te abrazaba fuertemente, tal vez demasiado, y te levantaba por los aires. –Es muy bueno escuchar esto!! Diría sonriendo.

-Entonces esto es lo que te había prometido! Te pediría que lo siguieras a cierta área del Astillero y te mostraría un barco de tamaño mediano, no tan elegante pero que parecía ser bastante resistente. –Me han dejado este barco como paga, y como a mí no me hace falta te lo regalo! Que dices?

¡Wow, señor Popeye!, ¡ojalá le hubiera encontrado espinacas antes!

Demonios, creo que eso sonó mal. Mejor lo enmiendo.

Me acerco un poco y contemplo el barco, es un gran barco para mí. O eso creo.

Lo llamaré "Nemo", ¿qué le parece, señor Popeye?

Mis ojos están inyectados de determinación y emiten fuego al pensar en que ahora partiré en búsqueda de tesoros, de verdaderos tesoros.

-JAJAJA me alegro que estés así de feliz pequeño, yo igual fui igual de feliz al obtener mi primera barca. Diría mientras observaba tu rostro lleno de emoción. –Nemo es un grandioso nombre, no se me hubiera ocurrido uno mejor. Bueno chico, regresare a mi trabajo, si necesitas algo más házmelo saber. Popeye dio media vuelta y regreso a su trabajo.

Con ayuda de las indicaciones de Krilin, llegaron rápidamente al astillero donde podrían observar a un sinfín de carpinteros trabajando a pesar de la hora del día en la cual se encontraban.

Había músculos y maderas por doquier, de hecho era muy difícil de distinguir entre una persona y otra. Sin embargo entre tanta gente había un par que se dejaban notar:

Que hacen ahora?

Llegar al astillero, otro logro para Hiedra. Ya empezaba a estar cansada del laberinto interno de la isla, pero por fin había llegado al lugar qué necesitaba. Todavía llevaba una sonrisa consigo, pero más cansada, tanta lucha, caminatas e interacciones con desconocidos de amabilidad aleatoria empezaban a hacer mella en su humor. Pero bueno, admiró el nuevo lugar en el que se encontraba, sus retinas absorbieron cuanto pudieron. Tenía que recordar bien los lugares, si algún día quería mandar una carta. Después de examinar el lugar, entre tanto músculo marcado por el esfuerzo, un pensamiento vino a su cabeza: qué alegría, cuanto hombre.

Se acercó hasta los dos que parecían mandar o algo, y empezaron los negocios. Buenos días. Perdonen que molestemos... es que tenems un vale para un barco, y queremos saber qué podemos hacer con él. 

-Buenas tardes querida. Diría mientras observaba el vale que llevabas contigo. –Claro que si querida, aquí conmigo puedes cambiar este vale por un barco. Recién entregamos un barco de tamaño medio a este joven. Diría apuntando al otro chico que estaba junto a él. -Ahora si me esperas un par de minutos en lo que vuelvo con tu respectivo barco de tamaño medio. Diría con una sonrisa en el rostro mientras se aljaba para traerte tu barco.

¡Qué bien! ¡Muchas gracias! 

Hiedra se iluminó de repente, dio un salto de alegría y sus comisuras saltaron con ella para formar una sonrisa llena de satisfacción. Le esperaré aquí tranquila, no sabe cuanto le agradezco. Ella decía que tranquila, pero estaba claramente excitada, impaciente, moviendo los brazos arriba y abajo, en un momento dado apuntó toda su euforia hacia Kira para ¡en uno mediano seguro que cabemos todos! Dame al bebé, Conociendo lo inmensa que podía ser la sonrisa del retoño de Allen, Hiedra se lo quitó de los brazos a Kira, lo levantó en el aire, y dio vueltas imitando el ruido de un barco surcando el mar, esperando que el bebé riera con ella. Luego lo bajó de golpe, y simuló las mismas olas con los brazos para la diversión del niño.

Frenó sus juegos de golpe, a medio camino hacia la cima de una ola imaginaria, y como un zorro observando a una gacela se fijó en el tipo al que Popeye se había referido como "este joven". Hola.

Mi asombro era enorme y era tan incontrolable que me quedé callado un buen rato. Por mi mente pasaban muchas ideas hasta que una me detuvo en seco. ¿y la tripulación? Eso, sumado a una voz de la que recién notaba su presencia me sacaron de mi trance. La voz me saludaba y mi mente me regañaba. No supe organizarme y volteé la cara hacia el origen del saludo para decir: ¡Demonios!..., digo, perdón, no te lo tomes a mal, pensaba en otra cosa. Eh, voy de nuevo. Hola, mi nombre es Ruff Niccals, un gusto conocerte.-digo en una variedad de tonos. Espero que ella no se moleste...-pienso en mi son de "no te enojes, por favor".

-Bueno! Diría Popeye mientras se acercaba hacia donde ustedes se encontraban, mientras el solo arrastraba por el mar un barco de tamaño medio.

-En hora buena, aquí está tu barco, listo para zarpar en cuanto desees.

Hiedra sonrió pacíficamente a Ruff, y observó su verborrea errante como quien mira una serie en la tele. De repente se le subieron las cejas de sorpresa, algo de lo que Ruff había dicho le provocó confusión mental. ¡Tiene apellido! Yo no tengo de esos, ¿ahora como me presento igual que él? Ten el bebé. Y le pasó el engendro de Allen a Kira otra vez, como si fuera una carrera de relevos.

Encantada Ruff Niccals! Le alargó una mano para saludarse estrechando palmas debidamente. Yo soy... Piensa algo bueno Hiedra... necesito tiempo! Metió otra mano en el el bolso que llevaba, y de ahí sacó un bate metálico. Lo agarraba más tierna y cuidadosamente que al bebé. Este es mi bate, es mi amigo. Yo soy Hiedra... rápido, piensa un apellido! Se rascó la cabeza con el bate, miró a los lados...Hiedra Hija de Todos. ¿Sonó legítimo? La niña de la hiedra se quedó inspeccionando la reacción de Ruff Niccals con la mirada.

Y entonces se apareció Popeye arrastrando semejante pedazo de madera, a lo que la Hija de Todos reaccionó animándolo enfurecidamente con golpes de bate en su propia mano. ¡Yuhuu! ¡Señor, usted es un señor increíble! ¡Gracias! Todavía faltaban los otros para poder zarpar, que a saber como les iba en ese momento. Oye Kira, ¿donde nos encontraremos con los otros?

Cada vez que tomaba a la criatura era como si le hubieran pasado una bolsa de patatas con mal aroma o algo por el estilo, tenía que dejar de lado su trago y tener que ponerle atención mientras le miraba directamente notando que aún no estaba desarrollado del todo como ser humano, era una pequeña criatura indefensa. 

El ya tener un barco hacia que las cosas fueran mucho más sencillas para salir de allí, ahora debían ir con su capitán y ver cuantas personas podían caer allí, si iban unirse o no a Shun era algo completamente secundaria una vez partieran del lugar, sabía que eso no era lo que le importaba a su capitan, más bien era la seguridad de sus tripulantes. Camino hacia Hiedra y con voz tambaleante aunque algo tranquila respondió. -Asumo...Que debería de estar en el Rabbit Hole, intentando conseguir el antidoto para kabuto.