Creo que lo prioritario seria asignar las "parejas". Pasadme vuestros números de teléfono así podemos estar en contacto en cualquier momento. Creo que lo mejor sería que primero fueran a la escena un grupo y mientras el resto aprovechar para merodear por la ciudad.
Peter, en tu condición de detective privado puedes ir por libre, pero mantenos al tanto de todos tus movimientos.
Am, y aprovechad el viajecito en coche para entablar una relación con vuestro compañero. Típicos detalles tontos, pero que pueden hacer sospechar a la gente si ambos tienen respuestas distintas.
Pido un taxi por teléfono a alguna de las centrales de la capital y marcho al hotel; allí doy uno de 20 al conductor para que me espere diez minutos, tiempo que empleo en pagar mi factura y recojer traje, bolsa de aseo y mochila de viaje. Luego regreso al centro hasta la biblioteca.
Una vez allí, pagado el taxi, me limito a esperar encendiendo cigarrillo tras cigarrillo.
Le doy mi teléfono a Ben y dejo que asignen las parejas como les gusten-
Voy a mi motel en el coche de empresa, me cambio de ropa a mis vaqueros y ropa habitual, recojo todo llevándolo al coche para ir después al punto de encuentro y esperar.
-Quizá sea mejor esperar a que nos comuniquen si hay o no nuevas credenciales antes de distribuirnos nosotros mismos por parejas -dice William levantándose-. Una vez sepamos oficialmente qué papel debe jugar cada uno, ya habrá tiempo para hablar.
El ex policía se dirige a la puerta, levantando una mano a modo de saludo sin volverse.
-Mi número está en la tarjeta. Nos vemos en media hora.
Llego a mi apartamento, ducha, me visto "de detective", cojo mi batería extra para el smartphone (por aquello de las fotos) un paquete de tabaco y mi viejo bloc de notas y salgo para el cementerio
Hillary cogió sus cosas, se despidió de los demás y salió del local y encendió un cigarro al que le dio una gran calada. La operación estaba en marcha al fin. La idea de ir por separado le gustaba, aunque ahora quedaba por decidir como se organizarían entre ellos. Miró el reloj, tiró el cigarrillo al suelo y llamó a un taxi.
¿A donde? preguntó un paquistaní con acento
A la biblioteca del congreso.
Bien. asintió con la cabeza
Bueno, mejor a cualquier bar que esté cerca.
Bien.
Dese prisa
Bien
De acuerdo muchachos, nos vemos en el punto de encuentro pues.
Salgo del bar y me dirijo al hotel donde había dejado mis cosas. No tengo ningún traje a mano, pero la gabardina es una prenda también frecuente en investigadores o detectives. Servirá.
Cojo mis pocas posesiones que llevo detrás. Una maleta con mis papeles, un bloc de notas, móvil y cámara de fotos. Dejo la habitación, aviso de que no volveré y me dirijo a la biblioteca.
Biblioteca del Congreso, Avenida de la Independencia 101
Washington DC
01:37 a.m.
Os encontráis según vais llegando a las escalinatas de la biblioteca del congreso. Desde las nueve de la noche que no hay nadie dentro de la biblioteca por lo que a estas horas de la noche de un martes no se ve demasiada gente por la calle, un transeúnte o dos, nada más. A pesar de que hace una hora se estaba bien se está levantando un viento fresco. Todos estáis pertrechados con lo que habéis considerado conveniente cargar con vosotros y, esperáis a vuestro contacto... Pero no llega...
Entonces, una figura muy alta (pasa el 1,90m) embozada en una oscura gabardina baja por las escaleras a toda prisa (parece que viene de la biblioteca) y se tropieza contra Bennedict, tirándolo al duro y frío suelo. - Le ruego me disculpe, caballero. - Es un hombre de acento inglés, aunque no podéis verle bien el rostro entre las sombras. - Me siento abochornado, deje que le ayude a levantarse. - Antes de que Bennedict haga nada, éste le agarra del brazo y estira para levantarlo casi en volandas. Es muy fuerte. - Tome, se le ha caído esto. Ta-ta.- Le entrega un sobre y se va sin decir nada más.
Ultra-original forma de entregar el sobre.
Una vez el tipo con acento inglés se marcha me acerco a Bennedict.
-¿Y bien? -digo sonriendo-. ¿Vas a abrirlo o mejor esperamos a Navidad?
No se preocupe, cualquiera puede tener un descuido. -Le dice Bennedict al hombre.
Acto seguido comprueba que todo sigue en su sitio. Los carteristas cada vez se ingenian nuevas formas de birlar carteras. Luego abro el sobre. Si tras un primer vistazo parece dirigido al grupo lo leo en voz alta.
En el sobre hay dos placas de la ATF: una con el nombre de Quentin Lance y otra con el nombre de Lucius McCoy.
Están... mal. No tienen el mismo "acabado" que las del FBI, se nota que están hechas con prisas. Alguien sin preparación en el "arte" de la falsificación podría tragarse la mentira sin problemas pero alguien que supiera las descubriría al instante. No es que estén mal hechas, pero se nota en los detalles que es una falsificación. En el sobre también hay una pequeña nota manuscrita:
Lamento el pobre resultado. No hemos tenido tiempo a preparar nada mejor.
Suerte.
¿Y bien?
Digo mirando impaciente a Bennedict
Se que dije que iba para el cementerio, me equivoqué, quería decir punto de encuentro, aunque si no os parece bien no tengais en cuenta este comentario y me salgo de escena.
Aquí hay dos placas de la ATF a nombre de Quentin Lance y Lucius McCoy. Acompañados por una carta que dice:
"Lamento el pobre resultado. No hemos tenido tiempo a preparar nada mejor. Suerte."
Son un poco chapuza, aunque con el poco tiempo del que disponemos tampoco es que podamos sacar nada mejor. Nos podría suponer un problema si nos encontramos con algún otro tipo de autoridad y tenemos que identificarnos, pero siempre pueden dar fe de nosotros nuestros amigos del FBI. -Dice mirando a William.
Otra opción es dejarlas de lado y usar las de FBI pero como ya sabéis puede ser sospechoso.
Igual no son perfectas pero prefiero las de la ATF, nos permite acceder a un ámbito que las del F.B.I. imponen demasiado respeto... de todas formas yo tengo una placa del HHS y otra del F.B.I. obtenidas por mi..... en caso de emergencia.
-Tendrán que servir... -murmura William-. Y ahora, ¿nos vamos?
Cuanto antes mejor respondió Hillary tras observar las placas de al ATF. No eran gran cosa pero servirían.
-¿Algún conductor? -William levanta las manos-. Yo puedo llevarnos hasta allí, ya me entienden, pero creo que deberíamos designar un conductor cuanto antes. Y cuando digo conductor, me refiero a uno de verdad. ¿Tenemos alguno en el equipo?
Yo estoy acostumbrado a viajar en coche y conducir grandes distancias, si no hay un conductor especialista yo seré conductor entonces si no os importa.
Me gusta pasar ratos libres en mi garaje palpando válvulas y pistones para desestresar un poco. No soy un Fitipaldi precisamente pero se me da bien tanto conducir como cuidar de un coche.