Partida Rol por web

Pathfinder Alfa: Hijos del Vacio

[Escena] La Elfa en el Salón Lavanda

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27/11/2016, 19:13
Volemak

Volemak suspiró como concentrando su voluntad pero finalmente se recupero y esbozó una sonrisa contagiosa.

- ¿Con un rostro como este?- Dijo depositando un par de suaves dedos bajo la barbilla de Naewen.- Antes me meto a clérigo.- Bromeó el mago rúnico, aunque la mirada que clavó en los ojos de Naewen no tenía nada de broma.

- Dudo que nada os pueda dejar en ridículo mi dama.- Dijo Volemak galante mientras ofrecía su brazo a Naewen.- Resplandecéis cual las estrellas, pues vuestro rostro es una constelación de belleza.- Añadió el eurythnio recitando poesía moderna.

- No te preocupes por Olhas Naewen.- Dijo Volemak con la elfa aun cogida del brazo y acercándose, mucho, para hablarle.- Conociéndolo como le conozco antes de que hallamos llegado al baile ya tendrá a un par de korvosanas peleando por su atención ¿O tenias pensado algo que nos implicaba a ambos?

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27/11/2016, 21:21
Naewen

-No entiendo demasiado de economía… -admitió la elfa, que nunca había encontrado importante aquella carencia hasta tiempos muy recientes. Más o menos hasta que Lucien había empezado a presionarla con eso-, pero puedo ver por qué Thassilon puede ser un desestabilizador de las economías actuales. Espero que manejéis eso con cuidado…

Aerilaya se preguntó si no habría metido la pata con aquellos comentarios del Primer Consorte. Para no variar… -Oh, serio sí que es. Mucho -dijo ella, aunque consideraba que también tenía sentido del humor-, rígido no me lo parece tanto. Exigente sí, pero eso es diferente y lógico además. Su tiempo es escaso y muy valioso.

Pero sonrió ante el comentario de Volemak. Pobre Lucien.

-A decir verdad no puedo enseñarte demasiado, Volemak -se excusó ella-. No soy una experta en magia armónica. Yo trabajaba con portales dimensionales antes de partir a mi viaje, y aunque en estos se usa a veces magia armónica en las claves de apertura y a veces en otras funciones, su funcionamiento base va por otros principios. E incluso en esto, cuando lo dejé, era una aprendiz. Conozco más secretos nexitas que élficos, me temo. Manejo la base de la tradición élfica, naturalmente, yo me inicié en el Arte con ella, y los elfos cantamos los conjuros más que declamarlos. Pero lo más intrincado nunca llegué a manejarlo, o sospecho que no me habrían permitido salir tan despreocupadamente al mundo. Conozco mucho imbuido de gemas y un poquito de magia natural, pero viendo lo buena que es la magia rúnica fijando conjuros, no creo que eso os rindiera demasiado.

Tocó comprensiva el brazo de Volemak al ver lo afectado que estaba. Podía entender muy bien lo que era emocionarse ante la perspectiva de aprender algo nuevo.

Aerilaya volvió a reír ante el coqueteo descarado de Volemak. El eurythnio tenía un don para hacerla sentir cómoda a pesar de sus exagerados halagos. Le sonrió y guiñó un ojo a Olhas. -Ya ves que no he saboteado nada.

Pero cuando Volemak invadió su espacio personal la runa volvió a despertar. Aerilaya suspiró interiormente, reconociendo que no podría alargar aquello mucho más tiempo. Cada día que pasaba era más difícil y sentía con más fuerza la tensión generada por el vacío de la runa. La elfa miró al eurythnio a los ojos por un momento, pero luego sonrió y dio un paso atrás, con una sonrisa traviesa, iniciando un viejo juego élfico, teniendo curiosidad por saber si Volemak tendría la paciencia de seguirlo. Aunque a juzgar por sus pasos previos, era probable que sí.

El comentario de Volemak, sin embargo, la sorprendió, pues no lo esperaba, y en su sorpresa casi logró ruborizarla. Pero Aerilaya era demasiado mayorcita para eso y se recuperó rápidamente de la sorpresa. Sonrió.

-No, no tenía pensado en nada en particular. Simplemente disfruto con vuestra compañía y siempre es un placer hablar con vosotros dos. Vayamos a bailar, veamos cuánto me he oxidado después de tanto tiempo. ¿O teníais algún plan en particular antes de que llegase?

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27/11/2016, 23:08
Volemak

- Yo tampoco se mucho.- Reconoció Volemak.- De eso solían ocuparse más en Shalast, aunque los comerciantes eurythnios eran famosos en nuestra época. Y por supuesto la economía es un pilar importante para la disciplina de los arquitectos sociales.

- Y si, me consta que al Primer Consorte le preocupa lo mismo. Ha estado debatiendo del tema con el maestro Elahnar.- Dijo Volemak intercambiando una mirada con Olhas a modo de comunicación silenciosa.

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27/11/2016, 23:10
Olhas

- Tampoco es algo que yo haya usado mucho.- Replicó Olhas con una sonrisa lánguida que Naewen estaba segura volvería locas a todas las jóvenes de Korvosa.- De todos modos si hay algo que quieras saber pregúntale al maestro Olhauran o al Primer Consorte.

- Y tranquila, no has dicho nada impropio.- Añadió el mago rúnico.

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27/11/2016, 23:11
Volemak

- Bueno, cualquier cosa que puedas contarme sera importante. En este caso me interesan más las bases que la doctrina avanzada ya que lo quiero es usar esas bases en mi proyecto.- Explicó Volemak emocionado como un niño. Como solía hacer cualquier mago con su proyecto preferido.- No busco algo que haga sombra a la magia rúnica si no soluciones de encantado y compatibilización del entramado armónico. A decir verdad ni siquiera había pensado en tirar de la disciplina elfa. Solo con eso ya me has ayudado mucho.

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27/11/2016, 23:12
Olhas

- Tienes razón Naewen, y créeme que estoy impresionado. Es difícil distraerle cuando se pone así.- Respondió Olhas que parecía sinceramente impresionado y que parecía mirar a su compañero como reevaluando la situación.

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27/11/2016, 23:13
Volemak

Volemak miro a Naewen cuando se apartó de una forma intensa, como si fuese a dejarse llevar por la pasión y besarla. Pero el mago se recuperó y con una sonrisa le hizo una reverencia cortesana y la acompañó hacia la pista de baile con las manos a la espalda.

- A decir verdad esperaba que me concedieses la alegría de tu compañía. Y si no, bueno, habría acompañado a Olhas en experimentar una noche korvosana.- Explicó el hombre manteniendo una distancia prudencial con la elfa.- Aunque si te vas a sentir mejor podemos volver con Olhas, o puedo volver yo.

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28/11/2016, 12:22
Naewen

-¿Y esa mirada? ¿Algún plan económico raro? -preguntó ella con su curiosidad habitual. Pero se encogió de hombros-. Creo que le dejaré la economía a Lucien, al menos por un tiempo. No me defiendo bien en ese terreno. A Olaura… al maestro Olauran aun no le conozco apenas.

Además que el anciano le ponía nerviosa. Tenía una capacidad increíble para saber lo que ella estaba pensando o sintiendo. Aerilaya siempre se ponía tensa con personas que amenazasen su intimidad, sobre todo la referente a su pasado. Olauran y Kusasfa eran así, aunque curiosamente con Kusasfa no se sentía tensa.

Claro estaba que a veces los demás eurythnios no eran mejores. Aerilaya no pudo menos que pensar que estar en su compañía a veces era un poco incómodo, con semejante talento para deducir lo que una pensaba.

-¿Tan transparente he sido? Sí, me preocupaba un poco haber dicho algo impropio. Vosotros le dais tanta importancia a la dignidad de los maestros que nunca me queda claro si comentarios como ese van a ser poco apropiados. –Y lo cierto era que Aerilaya respetaba a Kusasfa. De no ser por él y Lucien nunca se habría planteado siquiera dar aquel paso.

Se sintió un poco molesta consigo misma por haber sido tan transparente. Cualquiera diría que a aquellas alturas tendría que haber aprendido a velar mejor sus intenciones. Aerilaya juraría que antes era mejor en eso, pero claro, en la sociedad élfica no se llevaba lo de mostrar nada a las claras, el juego de insinuaciones y velos, en casi todas las facetas de la vida, era mucho más divertido. El mundo exterior no era así, pero después de un siglo reprimiendo todo lo que pensaba y aguantando en silencio cualquiera diría que podría haber mejorado.

Pero se relajó tan pronto Volemak se abstrajo y se emocionó con sus ideas para su proyecto. Sonrió, comprensiva.

-Si quieres otro día me enseñas de qué va ese proyecto e intentaré ayudarte. A ver si mis conocimientos sobre la tradición élfica pueden aportar algo. Si es algo referente al imbuido de gemas casi seguro que algo pueda aportar –dijo Aerilaya, que no veía mal en aquello. No era como si ni siquiera en su antigua patria pudieran reprocharle algo así. A aquellas alturas hubiera sido imposible que las bases no se hubieran filtrado, por mucho que los elfos prefirieran guardarse su magia para ellos. Si los humanos no las usaban más era porque esa tradición se amoldaba mal a la forma de ser de los humanos, no porque fueran completamente desconocidas-. Y así aprendo yo también algo nuevo. Aunque si es algo muy avanzado igual no me entero de nada.

Rió un poco ante las palabras de Olhas. –Es que el momento de pensar en el trabajo no es en una fiesta. Las fiestas son para bailar y pasarlo bien.

Una vez más Aerilaya se sorprendió cuando Volemak le dirigió aquella mirada, no del todo segura de si era espontánea o un gesto calculado de su agenda de seducción. Pero le sorprendió aun más que se apartara del todo, poniéndose las manos a la espalda como indicarla que no la presionaría. Un gesto muy eurythnio, pero creía que había captado las intenciones de ella al iniciar aquel juego. Pero claro, en los tiempos de él los humanos tenían aun menos contacto con los elfos que en la actualidad. Era mucho pedir que lo hubiera captado.

-¿Si preferiría que volvieras tú? -Aerilaya negó con la cabeza-. Claro que no. He venido aquí buscándote a ti, Volemak. Quería pasar al menos un rato contigo.

La elfa le coge de la mano y tira de él hacia la Cuadratura del Círculo. –Aquí no. Mejor allí. Los bailes korvosanos son aburridos y los dos vamos a parecer peces fuera del agua con ellos. Aunque si quieres que probemos un par de bailes aquí, por la novedad… la prueba tendrá su gracia también. Pero después quiero que me enseñes a bailar a vuestro estilo. Después de todo ahora soy una de vosotros, así que quiero aprender. Y por lo que Olhas ha mostrado antes creo que podré apañármelas. Parecía divertido.

Dejó de tirar de él y le miró, aun sujetándole la mano.

-Antes tal vez estuve un poco… quizá di una impresión equivocada. Me tensó un poco tu reacción cuando yo comenté lo de mis problemas con la runa. Pero, Volemak, para mí todo esto es nuevo y muy extraño… y la presión de la runa me ha tomado por sorpresa. Mi don para el Arte se manifestó a una edad muy temprana, y por eso desde que era apenas un mico me recalcaban la necesidad de control y dominio. Para mí no estar yo al control de la magia, dejar que ésta me imponga sus necesidades en vez de ser yo quien defina su uso me es… aberrante.

Le soltó la mano e hizo un gesto como deteniendo una réplica de él. –Sí, sí, ya lo sé… Kusasfa… digo el maestro Kusasfa… me lo ha intentado explicar, Olhas lo ha hecho hace un rato… pero la adaptación me es difícil. Dadme un poco de espacio. Necesito hacer la adaptación mental. Sentir que no estoy al control me estresa bastante. Supongo que para vosotros es más fácil, es algo que conocéis desde el principio de vuestro aprendizaje base y a lo que aspiráis durante décadas, es más, según me han dicho, os preparan para recibirla durante años, décadas… pero para mí es tan nuevo como cinco días. Y la impresión ha sido como un mazazo en la cabeza.

Suspiró. -Y además está el hecho de que no la controlo… no la controlo en absoluto. Todavía no. Empiezo a cobrar conciencia de sus posibilidades… algunas al menos, no sé si aun la entiendo en su totalidad… y a visualizar sus límites. –Aerilaya tocó mentalmente el pozo de poder delimitado por su runa, tenía que admitir que le gustaba que estuviera allí. Aunque tocarlo y sentirlo casi vacío le producía también una sensación de vértigo… y ansia.

-En el pasado fui propensa a accidentes mágicos,  algunos de ellos no tan inofensivos. Mi don era fuerte y era fácil que se escapase. Por eso mis maestros de la infancia me insistieron tanto en la necesidad de control, una necesidad mayor que la que todo elfo debía practicar –explicó Aerilaya, dejando claro que aquel aspecto era importante de por sí en la tradición élfica-. Y dado que aun no controlo la runa… una runa que además parece muy sensible a estímulos emocionales… uff. Me asusta un tanto relajarme. No sería la primera vez que hago daño a alguien sin querer.

Aerilaya no pudo menos que estremecerse, recordando lo que le había hecho a Shederel en el pasado, y algunos otros accidentes durante su aprendizaje. Aquello no podía compararse a lo de Shederel, claro estaba, pero aun así…

-Necesito algo de tiempo para aclararme con todo esto y empezar a entender cómo controlar las posibilidades de la runa. –Le tendió la mano otra vez-. ¿Querrás tener paciencia conmigo?

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28/11/2016, 14:23
Volemak

- Bueno... La verdad es que eso de "plan económico raro" lo describe a la perfección.- Bromeó Volemak mirando a Olhas para compartir la broma.- Aunque lo cierto es que yo no debería saberlo...

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28/11/2016, 14:24
Olhas

- Y mucho menos habérmelo dicho a mi.- Se burló Olhas.

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28/11/2016, 14:25
Volemak

- De lo cual ya empiezo a arrepentirme.- Protestó Volemak en broma antes de sonreír radiantemente.- Pero bueno, supongo que no hay nada de malo en cotillear un poco.

- El Primer Consorte fue a ver al maestro Elahnar, por lo visto quiere comenzar a poner a Eurythnia en los mapas económicos de tu mundo, y para eso le va a dar el control de nuestra principal fuente de materias primas mundanas a Lucce.- Comentó en tono de confidencia el aprendiz a la elfa acercándose bastante de una forma... agradable.

- Yo me enteré por que el maestro Elahnar presentó una “oposición resoluta pero respetuosa” al planteamiento del Primer Consorte.

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28/11/2016, 14:26
Olhas

- Lo cual quiere decir que sus gritos se escucharon a través de la piedra.- Puntualizó Volemak sirviéndose una medida más de vino élfico.

- Y bueno... te veías preocupada. Lo has disimulado bien, pero has tardado unos instantes en hacerlo. Algo normal, pero es más difícil disimular una sorpresa cuando te están mirando fijamente.- Explicó Olhas sonriendo de una forma arrebatadora a la elfa.

- No te preocupes.- Añadió el mago rúnico tranquilizándola.- Y si quieres clases extra de kinésica avanzada habla con el Primer Consorte. He oído que entre los nuevos despertados esta Azhar.

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28/11/2016, 14:27
Volemak

- Me parece que tenemos otra cita entonces.- Respondió Volemak radiante como un niño sobre lo de quedar para enseñarle el proyecto.- La verdad es que de momento es algo puramente teórico, pero el potencial que hay para reforzar aun más nuestros artificios es muy alto.

- Naewen, sería capaz de jurar que contigo lo pasaría bien hasta en una de las charlas de entomología de Olhas.- Respondió asomándose a los ojos de la elfa.- Pero si, vayamos a por ese baile.

Pero cuando la elfa dio sus explicaciones Volemak escuchó atentamente, intentando usar un lenguaje no verbal tranquilizador, y dándole espacio y seguridad a la elfa sin que diese la impresión que se apartaba de ella. Pero cuando ella acabó el le cogió la mano y le sonrió con franqueza y confianza. Sin esconder que la consideraba atractiva pero de una manera no agresiva, casi cómoda.

- Por supuesto que si Naewen, tomate el tiempo que necesites, de veras. Como dices todos nos entrenamos durante años antes de recibir nuestra primera runa, pero tu no tuviste esa oportunidad. Y si, tu magia es fuerte, como tu runa, y eso debe de crearte problemas añadidos, suele hacerlo. Aun así ¿Me permites un consejo más?

- El control esta bien. El control es lo que realmente nos separa de los salvajes, y es algo imprescindible para un mago, tanto más para un mago rúnico. Pero hay cosas en la vida y en la existencia que no deben controlarse por que pierden su sentido. Esto es lo mismo, contrólate, pero eso incluye también cuando soltarte. Toma la magia de ejemplo. Nosotros la controlamos y la moldeamos, la convertimos en algo distinto de lo que es originalmente, pero la magia pura, el momento en que la canalizamos, eso es incontrolable y solo decidimos cuanto tomamos. Esos momentos de gloria pura elegidos selectamente son lo mismo que la situación en que te ves.

- Y no, no me contestes. No es un consejo que espere que pongas en practica ya, ahora a bailar.- Dijo él tirando con impulsividad de ella casi como un niño.

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29/11/2016, 12:38
Naewen

Aerilaya se rió ante el diálogo de esos dos. Y sí, podía imaginarse la clase de oposición que habría puesto un maestro tan arisco y malhumorado como Elahnar. No es que lo conociera demasiado, pero el ingeniero rúnico imponía. Debía ser difícil para Volemak ser su aprendiz. A su mal humor se le unía una total carencia para reconocer que el tiempo pasaba una vez que se enfrascaba en su trabajo. Claro estaba que aquel tipo de académicos malhumorados tenían su punto entrañable también cuando sabías manejarlos.

-El maestro confía mucho en Lucien. Y hay que reconocer que sabe mucho de economía.

¿Kinésica avanzada? ¿Qué demonios era eso?

-¿Azhar? ¿Quién es? Creo que no me suena… -Aerilaya repasó en su memoria todos los eurythnios a los que conocía. Demasiadas caras y nombres nuevos para sólo cinco días… y ése no le sonaba-. Y… ¿kinésica avanzada? Qué estudios más extraños tenéis vosotros…

Sonrió ante el entusiasmo de Volemak de una posible colaboración. –Suena interesante. Siempre me ha interesado mucho la fijación de la magia en objetos. Aunque las técnicas actuales dejan bastante que desear. Lo mejorcito sigue siendo la magia de gemas élfica.

Y no puede menos que reírse ante el comentario sobre las conferencias de entomología de Olhas. –Los insectos son más interesantes de lo que crees. Son muy variados, todo un mundo fascinante.

Escuchó el consejo de Volemak seriamente, pero con preocupación que no se molestó en ocultar.

-Pero no la controlo nada todavía y es muy sensible a estímulos. ¿Y si provocase un accidente y dañase a otro? –preguntó no del todo convencida, pero suspiró y se mostró de acuerdo-. Sí. Una fiesta no es lugar para hablar de cosas serias. Vamos a ver esos bailes eurythnios.

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29/11/2016, 18:59
Volemak

- Oh si, sin duda lo es. Y nuestros ojos y manos en el mundo moderno. Pero el maestro Elahnar es de los tradicionales. No cree que ese sea un puesto para un aprendiz, y menos para uno que no lleva ni un año en Thassilon y se empeña en “manipular a los maestros cuando no logra lo que quiere con el simple acoso.”- Repitió Volemak extremadamente divertido.

- No has podido conocerle, no pudimos despertarle en la primera tanda, pero esas formulas que el Primer Consorte se saco de la manga nos han permitido recuperarle intacto. Era el principal experto de Eurythnia en kinésica y lenguaje no verbal.

- La kinésica avanzada es simplemente el estudio profundo de las pautas kinésicas. Tanto reconocerlas en otros como modificar las propias.- Explicó Volemak.- Yo no puedo decir que sea un experto pero antaño nadie se convertía en aprendiz rúnico en Eurythnia sin aprender algo del tema. Ya sabes, una de las principales características de un mago rúnico es saber ocultar sus secretos. Y más en esta satrapía.

- Pues si te interesa el tema tienes que buscar tiempo, y paciencia, para pasar por las dependencias del maestro Elahnar. Es un genio en la materia, a decir verdad diría que entre los despertados solo el Primer Consorte esta a su nivel. Y desde luego las largas horas de laboratorio mejorarían mucho con tu compañía.- Añadió Volemak galantemente.

- Se lo complejo y variado que es el mundo de los insectos Naewen, creeme. Desde que conozco a Olhas debo de haber pasado más de mil horas escuchando de ellos. Son impresionantes y todo eso, pero aburren. Mucho.- Explicó Volemak en un tono trágico que resultaba realmente cómodo.

- Naewen no vas a dañar a nadie con tu runa. Como mucho podría darse un caso de retroalimentación positiva, pero es muy difícil que ocurra y cualquiera con una runa propia puede equilibrarlo de forma inherente.- Explicó el hombre con calma.

- Te preocupa mucho no hacer daño ¿No?- Preguntó de forma agradable y con el adecuado toque de curiosidad.

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01/12/2016, 12:40
Naewen

-Eso de manipular a los maestros parece muy propio de Lucien –dijo ella, sonriendo-. No creo que pueda evitar hacerlo, es tan hiperactivo que presiona casi sin darse cuenta.

Aerilaya asintió. –Hay mucha gente que aun no conozco, incluso de la primera tanda de despertados. Lucien me ha presentado a los más jóvenes y el maestro Kusasfa a algunos de los maestros, pero parecen estar dosificando las presentaciones y esperando a que me vaya adaptando. Supongo que ya le conoceré… ¿cómo es Azhar? ¿Accesible? Algunos de los maestros son un tanto… distantes. –Aerilaya se preguntó cómo sería una clase de kinésica avanzada. Lo más que había tenido al respecto eran las prácticas de motricidad y coordinación en su época de aprendiz, cuando aun era una aprendiz en Kyonin, para desarrollar la flexibilidad y rapidez necesaria para trazar los componente somáticos incluso en momentos de apuro o tensión-: ¿Necesitáis ayuda para orientar a los que estáis despertando ahora? Podría echaros una mano, y contestar a sus preguntas sobre esta nueva era y eso…

Se sintió intrigada por la sugerencia de Volemak. –Claro que me interesa el tema. Es algo que he ido investigando a lo largo de todos los países que he visitado. Tengo un registro muy extenso de cómo se hace en diferentes tradiciones. Es curioso cómo, a pesar de que casi todas usan unas bases muy parecidas, difieren tremendamente en el procedimiento y el acabado. En cuanto al maestro Elahnar… bueno. Ya me las he visto antes con investigadores gruñones. Por mi persistencia yo suelo desarrollar también cierta fama… -Aerilaya sonrió-. En Absalom me temen en ciertos sitios. Pero míralo por el lado bueno. Elahnar puede ser gruñón, pero si quieres te presento a un erudito miope que es gruñón, pelma y soporífero. Te aseguro que después de conocer a Quink tu maestro te parecerá la persona más tratable del mundo.

Aerilaya casi se rió ante la idea de presentar a Volemak a Quink. Se preguntó si el viejo erudito reconocería a Volemak como un tesoro en potencia para sus estudios, o lo desecharía por estar vivito y coleando. Con Quink no se podía predecir de antemano. Claro estaba que si era la primero, Volemak ya podría armarse de paciencia…

-O no, mejor no. Después de presentarte a Quink no volverías a hablarme en tu larga vida –sonrió Aerilaya. Pero desechó con un movimiento de la mano la objeción de Volemak hacia la entomología-. Eso es por la forma tan árida en que encaráis ese tema los humanos. Además, seguro que a Olhas le gusta chincharte intentando exasperarte un poco. ¿Os conocéis desde hace mucho? ¿Coincidisteis en parte de vuestro aprendizaje?

La elfa miró a Volemak muy seria cuando él le comentó que le preocupaba mucho hacer daño.

-Sí, me preocupa. Y es que ya me ha ocurrido otras veces, y algunos de esos infortunados incidentes fueron bastante graves. O muy graves. No me ha vuelto a pasar desde que adquirí práctica y destreza en el Arte, por eso el control es muy importante para mí. Ya fueron malos aquellos casos, pero entonces yo era joven e inexperta. Que volviera a suceder algo así a estas alturas de mi vida sería… -Aerilaya buscó la palabra justa, para finalmente conformarse con un-: Sería muy irresponsable.

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02/12/2016, 17:56
Volemak

- Azhar es... bueno es Azhar. Cuesta saber si va o viene ¿Sabes? A decir verdad yo aun no se ni si es hombre o mujer. Incluso conozco a gente que se ha acostado con él y sigue sin saberlo.- Explicó Volemak con ese tono entre confidente y divertido que usaban los eurythnios para cotillear y que les hacía parecer unos chiquillos pillos.- Aun así siempre estaba disponible para una consulta, una lección o un consejo. No tenía aprendices fijos, los más viejos dicen que hacía casi dos siglos que no los tenía, pero todos lo eramos en cierta parte. Nadie se licenciaba, por muy bien que hablase de él su maestro, sin que Azhar le diese su visto bueno.

- Entonces me alegrare de no conocerle.- Respondió Volemak con una sonrisa que le hacía parecer tan bello que casi dolía.- Y me alegró aun más de que pretendas que sigamos hablando.- Añadió en un tono insinuante pero que sonaba familiar, más amigable que provocativo.

- Ambos estudiamos en la misma escuela superior los últimos años de nuestro aprendizaje regular y entramos casi al mismo tiempo como aprendices rúnicos.- Explicó Volemak encogiéndose de hombros.- Nuestras familias estaban muy relacionadas comercialmente y pasamos buena parte de las siguientes décadas siendo los únicos de edad cercana con que nos relacionábamos. Así que después de casi un siglo siendo uña y carne decidimos formalizar nuestra situación. Menos de un año después llegó la llamada de la Señora para que entrásemos en letargo y... En fin, despertamos al día siguiente diez milenios después.

- El control es importante Naewen, pero no hay que obsesionarse con él. En los casos que dices parece que fue en tus primeros tiempos de estudio, eso es culpa de aquellos responsables de ti. No se puede pedir a un joven aprendiz que entienda lo bastante para prevenir los accidentes.

- Pero no veo como la runa va a provocar un accidente mágico Naewen. Lo máximo que podría llegar a pasar es que descargases accidentalmente una gran cantidad de energía en tu pareja durante el orgasmo. Pero por eso se suele recomendar solo practicarlo con otros portadores de runa. Ellos equilibrarían esa sobrecarga automáticamente.- Explicó el mago.

- Eso quiere decir que si quieres puedo ofrecerte “sexo seguro”.- Bromeó el joven aunque dejando entrever parte del “hambre” que sentía por ella. Aunque a Naewen no se le paso que “sexo seguro” lo dijo en taldane haciendo referencia a una frase que se estaba popularizando entre los korvos con los colgantes de Lukke.

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03/12/2016, 02:40
Naewen

-¿Cómo pueden haberse acostado con Azhar y seguir sin saber si es hombre o mujer? -preguntó con diversión y curiosidad-. Pero me gustará conocerle. Y aprender lo que quiera enseñarme –añadió, con un punto de emoción ante la perspectiva de aprender algo nuevo.

Le intrigó el comentario sobre formalizar la relación entre Olhas y Volemak. -¿Formalizar la relación? –preguntó con curiosidad-. ¿Quieres decir, como un consortado? ¿Y pudisteis formalizarla, o seguís pensando en hacerlo?

Naewen se encogió de hombros. –No fue culpa de nadie, en realidad. No se les puede achacar tampoco a mis tutores y maestros. No fueron negligentes, y tengo talento para provocar aquello que suele definirse como improbable, e incluso muy improbable. Pero si entonces eran ellos quienes tenían que estar vigilantes para que no ocurriera un accidente, ahora esa responsabilidad recae íntegramente sobre mí.

La elfa miró a Volemak pensativa tras la explicación de él y la proposición que le hizo. Pero meneó la cabeza ante el juego de palabras.

-Sí, tú ríete, pero la mayor parte de las humanas de las culturas actuales no tienen ni idea de cómo controlar su natalidad. Algo tremendamente bárbaro, no me extraña que el colgante de Lucien esté teniendo tanta aceptación. Aunque me alegro de saber que no habría peligro contigo –comentó la elfa, si bien un pelin escéptica, como si hubiera visto ya suficientes imposibles convertirse en realidad que no pudiera fiarse de ese tipo de afirmaciones confiadas.

Pero suspiró levemente.

-La presión de la runa es muy molesta y me hago cargo de que no podré seguir soportándola indefinidamente. No negaré que he estado pensando en… un amante regular. No es mi estilo cambiar de día a día. De vez en cuando busco un desahogo o ocasional o una experiencia puntual, pero no es lo habitual. Lo segundo que peor llevo de la presión de la runa es que parece que va a obligarme a romper con mis costumbres y formas de hacer. Sé que eso te puede sonar extraño, ya que vosotros estáis muy acostumbrados a la variedad, pero tampoco me encontraría cómoda cambiando todas mis costumbres de un día para otro. Todo esto habría resultado más fácil hace unos años, cuando tenía compañero estable. Ahora… ya ves. En estos momentos no tengo a nadie, y me parece dudoso que eso cambie en un futuro cercano.

La elfa pareció tener un pensamiento interno acerca de esto, porque curvó los labios en un mohín levemente irónico.

-A veces pienso que Desna se ríe de nosotros con más frecuencia del que nos prodiga su sonrisa –dijo misteriosamente.

Calló un momento mientras llegaban a la Cuadratura del Círculo. –También me hago cargo de lo extraño que es decirte esto a ti, cuando nos conocemos tan poco –añadió con humor finalmente-. No es que te esté proponiendo nada a largo plazo. Pero… dame ese tiempo que te pedía antes, Volemak. Me pareces atractivo e interesante, pero necesito reorganizar mis ideas antes de plantearme nada.

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07/12/2016, 10:23
Volemak

- No tengo ni la menor idea Naewen.- Respondió Volemak con esa sonrisa encantadora suya.- Hay muchas teorías sobre Azhar y muy pocas respuestas concretas.

- ¿Como un consortado?- Repitió divertido Volemak.- Disculpa, no me reía de ti es solo que te pones tan mona cuando te sorprendes. Pero si, esa era nuestra idea, aunque no todos somos tan rápidos como Lucce. Así que para cuando la evacuación alteró nuestras vidas no llevábamos más que un año viviendo juntos. En el imperio lo tradicional era vivir juntos una temporada antes de oficializar el consortado, y además esta el hecho de que yo sigo siendo aprendiz y el graduado. No es que suponga ningún problema, claro, pero podíamos esperar hasta que yo me graduase.

- O eso creíamos claro. Pero resulta que el mundo se acabó antes de que el maestro Elahnar me diese su visto bueno.- Bromeó el joven esgrimiendo otra vez con esa sonrisa suya.

- No digo que fuesen negligentes, solo que eran los responsables. Y aun así ¿Te has dado cuenta de que los exculpas mientras te sientes culpable por ello? Deja ir algunas culpas Naewen.

Volemak negó entre incrédulo y divertido por aquella confirmación de lo que mucho que había retrocedido el mundo respecto a la época de Thassilon.

- No me extraña que la gente de Korvosa parezca tan desequilibrada con esto del sexo. Lo aman y lo odian a la vez, pero claro sin ser capaces ni de prevenir un simple embarazo para algo de sexo recreativo… Es un mundo extraño Naewen, a veces me da miedo.- Confesó sin embargo el mago de repente con una apariencia algo vulnerable de la que se recompuso casi enseguida.

- Pero bueno, al menos ese problema en concreto parece que se solucionó rápido.- Dijo el muchacho con un brillo perspicaz en los ojos.- Y con una buena solución. A veces aun me sorprendo de lo retorcido que puede ser Lucce. En lugar de tratar de venderles nuestra visión del sexo o de hacerles ver que no somos unos depravados él simplemente eliminó el principal origen de la postura moderna sobre el sexo. Buen movimiento, en la arena de las creencias nadie suele ganar, no hay mucho lugar para la razón y demasiado para el rencor.- Dijo como si citase algo.

- ¿Nosotros?- Pregunto divertido.- Había de todo en los viejos tiempos Naewen. Había gente que tenía una pareja fija con la que practicaba casi todo su sexo, y en no pocas ocasiones no era ni consorte. Aunque la mayoría alternábamos etapas de experimentación con romances centrados. Pero si, aventuraría que incluso para los elfos nosotros nos creamos pocos vínculos en ese tema. O quizás sea que lo parece por la cantidad. Que se yo, solo soy un aprendiz que apenas vio mundo, y eso antes de que se acabase.

- Pero algo si te puedo decir Naewen, y es que aferrarse a unas costumbres que ya no tienen razón de ser no hace bien a nadie ¿Que te gustan las relaciones calmadas y centradas en lugar de picotear o ir de orgías? Pues perfecto, pero eso no significa que para llegar a ellas no tengas que ir probando antes.

- De todos modos, y como imagino que tus creencias te harán desechar un harem ¿Que tal si acudes a algún terapeuta sexual? O a amigos, para eso están ¿No?

- ¿No tienes a nadie? Yo creo que tienes a mucha gente Naewen. Te he visto interactuar y haces amigos con facilidad, y son de los que mantienen esa amistad con más que palabras. Busca si quieres a esa pareja estable, o no lo hagas si no quieres, pero no te agobies por una simple costumbre.

- Se que no era una proposición querida.- Tranquilizó Volemak con una sonrisa amistosa y un leve apretón en el brazo.- Aunque yo no soy tampoco de los que prefieren ir saltando de experiencia en experiencia. Aunque claro, supongo que ya te habrás dado cuenta.

- Tienes todo el tiempo que necesites Naewen. No hay ninguna prisa entre nosotros, ni en ese sentido ni en otros, aunque claro del mundo ya no respondo.- Bromeó Volemak.- Eso si tendrás que tener paciencia con mis bromas malas y con algo de coqueteo.- Dijo Volemak antes de coger a Naewen en brazos de repente, y resultó que el mago era más fuerte de lo que parecía, para echar a volar con ella hacía la zona de baile-vuelo de la Cuadratura.

Volemak realizó entonces un rápido giro sobre si mismo que impulso a Naewen, por la fuerza centrifuga, separándola de él. Pero Volemak había puesto ya una mano en la cintura de ella y la guió en una serie de trazos y movimientos que más que de baile parecían de vuelo, como si en realidad fuesen dos pájaros o dos hojas al viento, siguiendo un patrón, pero aun así libres.

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07/12/2016, 17:52
Naewen

-Has logrado despertar mi curiosidad con respecto Azhar -dijo Aerilaya riendo, y un poco en tono gamberro-. Sabes que ahora es algo que le preguntaré cuando le conozca, ¿verdad?

Sacudió la cabeza, con una sonrisa. -Oh, no me sorprendo de eso. No creo en una familia tan rígida como la korvosana. La familia es aquellos que desean mejor para ti y están obligados a recibirte cuando más lo necesitas. Solemos construir eso en torno a aquellos con los que mantenemos relaciones sanguíneas o de procreación, pero no es el único modelo de familia posible.

Y añadió, en tono pensativo. -La verdad es que siempre he pensado que os llevabais muy bien, tú y Olhas. Incluso he llegado a sentir un poco de envidia ante una relación de compañerismo tan evidente.

Naewen calló ante el consejo de él de que dejara escapar algunas culpas. Creía firmemente en que uno debía asumir las responsabilidades de sus acciones, voluntarias o involuntarias, pero tanta gente le estaba diciendo aquello últimamente que se preguntó si no tendrían razón.

Dio un beso comprensivo en la mejilla a Volemak ante su momento de vulnerabilidad. -Como me dijo Olhas antes, es terrible sentir que tu mundo ha cambiado. Sé lo que es eso, porque aunque nunca he sufrido lo que vosotros habéis pasado, mi mundo también ha cambiado bruscamente y se ha visto roto de una forma en que no veo claro cómo podría recomponerlo ahora. No os puedo dar ningún consuelo, pero sé que encontrareis un nuevo lugar en este mundo. Y al menos tú y Olhas habéis podido sobrevivir. Eso es positivo.

Aerilaya sabía que todos los despertados habían dejado a familia y amigos detrás. Los elegidos habían sido los mejores de los mejores, y mucha otra gente sido descartada para la hibernación. Y luego estaban aquellos que habían muerto durante el estasis. No estaba segura de cuantos habían sido, pero sabía que no todos habían logrado sobrevivir. Once mil años eran muchos, y en algunos casos la magia había fallado.

Le cogió la mano y se la apretó a modo de apoyo amistoso.

Asintió a las palabras de él. -Tienes razón, estoy generalizando mucho cuando hablo de vosotros. Sois tan variados como los elfos, aunque supongo que es inevitable hablar de tendencias cuando nos referimos a una sociedad o grupo especifico. Tienes razón en que no debería agobiarme por una costumbre. Antaño, cuando viajaba, estaba acostumbrada a los cambios en mi vida e incluso me gustaban; formaba parte del deleite de viajar el abrirme a nuevas experiencias y nuevas costumbres. Al menos a algunas costumbres… tendrías que ver qué horror tradiciones tienen en algunos países. Si lo de Korvosa te horroriza, un día te puedo contar de sitios muchos peores -se rió-. Aunque también mejores, claro.

Pero se puso seria casi al instante. -Es solo que he pasado un siglo un malo y la costumbre me da seguridad. Cuando no has podido elegir lo que quieres hacer durante tanto tiempo, los cambios son… -se encogió de hombros-. Y sobre todo la gente. No me gustaría recurrir a un terapeuta sexual, y amigos es lo que necesito, aunque tengo que reconocer que me he dado cuenta de algo últimamente. Y es que en estos últimos tiempos me alejo de la gente con la que adquiero un poco de intimidad. Lucien me lo ha hecho ver, pero es algo que no parezco poder evitar. No lo sé. Sé que tengo que hacer algunos cambios con mi vida, pero es difícil y la runa me complica una transición ya de por sí complicada.

Suspiró. -Tal vez debería ir a ver a un terapeuta, aunque no sexual -dijo bajito, aunque sabía que no lo haría. Solo de pensar en hablar de su siglo perdido le entraban sudores fríos. Desechó aquello y reconoció con un asentimiento de cabeza la verdad en las palabras de Volemak-. Sí, es cierto, no hay otra manera de llegar a una relación estable sin probar primero. Soy muy tonta, Volemak. Pero si me hubieras conocido hace tres años, verías cuánto he mejorado desde entonces.

Aerilaya estaba decidida a no hablar más de ello. No en una fiesta. No con Volemak, quien le caía bien pero seguía siendo un relativo desconocido para confiarle intimidades que la producían un dolor notable. Y no quería siquiera pensar en ello. Últimamente parecía que le tocaban aquel punto sensible demasiado a menudo. Ella estaba mejor, mucho mejor, cuando enterraba todo aquello en un rincón de su mente y no se permitía pensar en ello. Prefería centrarse en el presente y en el futuro.

Lanzó una exclamación sorprendida cuando él la cogió en brazos y la llevó volando hacia la cuadratura del círculo. Estaba bastante segura de que hacía trampa con magia de fuerza, pero pasada la sorpresa se aferró a él, divertida.

-Tal vez podamos probar cuando me aclare con la runa -dijo finalmente. Después de todo, ¿por qué no? Su último amante regular había sido Silveth, y Aerilaya nunca había permitido que se volviera algo serio, además de haber cortado eso hacía varios años ya. Volemak era inteligente y divertido, y tenía una paciencia que, tenía que reconocerlo, iba a necesitar con ella. A pesar de lo que había dicho Volemak no veía muchas otras posibilidades. La mayor parte de los eurythnios le parecían demasiado frívolos en ese sentido. ¿Ruaven? No, claro que no. ¿Marcus o Seltyiel? Lo veía bien poco probable. Pero apenas había llegado a aquella conclusión, le entraron dudas-. Ya veremos.

Pero se animó cuando llegaron a la pista de baile de vuelo y Volemak se lanzó a la acción enseguida. Aerilaya sonrió, de nuevo contenta. Para eso era una fiesta, sí. Para bailar y hablar de cosas frívolas. Las conversaciones serias o deprimentes debían quedar relegadas para momentos más apropiados.