Partida Rol por web

Pathfinder Alfa: Hijos del Vacio

[Escena] Interludio 1: De la Sartén a las Brasas

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11/03/2016, 13:45
Marcus

Cuando escuchó la explicación del origen de la bebida Marcus comprendió. Conocía aquel sitio y al sacerdote, aunque nunca había probado el mejunje. Estaba bueno. Pero prefirió no decir nada, dejó que Seltyiel continuara. El elfo era extrovertido y aquello era de agradecer.

En un momento dado, Marcus no pudo reprimir una leve y franca carcajada. Negó con la mano.

- No, para nada… La magia y yo no somos muy amigos. Aunque estas botas… - dijo mientras se apartaba un poco de la mesa y levantaba el pie hasta el asiento de la silla – sí poseen magia. Me ayudan a no dejar rastro alguno. Por medios naturales nadie sabría que he estado ahí. – Explicó.

- Quitando eso conozco bien los bosques y puedo moverme muy rápido y en absoluto silencio. -

Una vez explicado aquello, Marcus recuperó su posición y dio otro sorbo de su vaso.

Seltyiel se había vuelto más serio con el tema de los prisioneros, y Marcus no se lo reprochaba. Tenía razón, y el humano lo sabía… pero simplemente… si llegaba el caso, sabía que no sería capaz de dejar a alguien atrás.

O a lo mejor sí. El cerebro sorprendía en muchas ocasiones con reacciones automáticas que uno no se podría imaginar. Y Marcus nunca había estado en una situación similar. Peleas sí. Combates también. Alguna que otra escaramuza, cacerías y poco más. Nunca había estado en una batalla real… grande, o superado ampliamente en número. En todas las otras circunstancias había tenido compañeros que habían caído a su lado… y nunca hizo falta huir y dejar a alguien atrás. Si a la mañana siguiente se veía en semejante tesitura no sabría si huiría. O peor aun… le preocupaba hacerlo y que su conciencia le reconcomiera después.

Entonces Seltyiel mencionó el artefacto con las runas.

- Es verdad. Parece que era algo maligno… ¿Podéis contarnos algo más, Naewen? – Preguntó con educación.

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12/03/2016, 17:30
Naewen

-La cerveza es una bebida burda, vulgar. El vino es el néctar de los dioses -replica Aerilaya con una sonrisita burlona ante el comentario de Seltyiel.

La elfa escuchó atentamente los planes de Seltyiel, y aprobó con un movimiento de cabeza sus ideas, aunque tuvo que sacudir la cabeza ante su petición de un vínculo telepático. -No, lo siento, ésa es magia avanzada y no tengo tantos conjuros de ese calibre. Normalmente confío en Aerel para ello. Pero si os vais a separar, Aerel solo podría acompañar a uno...

No se sorprendió cuando le pidieron detalles sobre la leyenda que había recuperado. La maga se reclinó hacia atrás en su asiento con la copa de vino entre las manos.

-Hace once mil años hubo un imperio de magos llamado Thassilon. Crearon muchas cosas grandiosas y una civilización más avanzada que cualquiera de las actuales, pero también se forjaron una leyenda oscura a base de excesos y errores -explicó ella, poniendo en antecedentes a los menos entendidos en historia-. Las satrapías de Thassilon estaban gobernadas por unos archimagos muy poderosos, los señores rúnicos, cada uno de los cuales vinculaba su magia a la práctica de un pecado determinado: ira, envidia, lujuria… Parece que Thassilon desapareció cuando la piedra estelar cayó sobre Golarion y está despertando ahora de nuevo, pero ésa es una historia para otra ocasión. Este artefacto está ligado a su historia antigua, antes de que el meteorito hundiera la mitad de sus tierras bajo el mar.

Aerilaya se centró ya en la información que había obtenido con el conjuro:

-El artefacto está relacionado con una de las antiguas satrapías de Thassilon, Bakrakhan, la tierra de la Ira, la tierra de la Amabilidad. Soñada antaño entre escabrosos riscos, espumeantes acantilados y bosques primigenios. Una tierra de contrastes, tragedias y victorias, una tierra de épica, de héroes y villanos. Y la tierra de Tenm-Xe -citó ella literalmente las palabras que le había sugerido el conjuro-. Bakrakhan forjó a Tenm-Xe con ira y sangre, convirtiendo al pequeño esclavo de una raza desconocida en gladiador, soldado, aprendiz, mago y destructor. Y a cambio Tenm-Xe forjó Bakrakhan con carnicería, horror,  muerte y destrucción. Pero ésa es otra historia.

>>Tenm-Xe había crecido en poder y habilidad, inigualado en el arte de la espada, con un poder ígneo que superaba a los maestros, temido, odiado y vilipendiado, pero aun así respetado por su utilidad. Tenm-Xe viajó por todo Thassilon y más allá probando su espada y su fuego contra todo aquel que pudiese suponerle un reto, o al menos cierta diversión. Esto fue así hasta que uno de sus enemigos, con sus últimos estertores de vida, hundió el suelo bajo su asesino condenándolo a la oscuridad.

>>Las semanas se convirtieron en meses, y aunque al principio el muchacho buscó la salida de aquel reino de oscuridad que se empeñaba en aprisionarlo, acabó descubriendo sus muchos peligros y depredadores. Y por primera vez en su vida, Tenm-Xe se sintió en casa. Años pasaron hasta que Tenm-Xe se encontró con el espíritu del Devorador. La lucha se dio por supuesta, la destrucción repartida con generosidad y hasta que no llegó el séptimo día no inclinó el muchacho la cabeza para ser bendecido por la gran bestia. Aun pasarían meses hasta que el nuevo Tenm-Xe regresase a la tierra que lo forjó para repartir la bendición de la Bestia, destrucción y olvido. Para anegar los mil ríos de Bakrakhan en sangre, pudrir sus cosechas con cadáveres y hacer arder las mismas montañas. Pero ésta es otra historia.

La elfa se encogió de hombros.

-Básicamente eso es todo lo que he descubierto. Creo que ese objeto es una especie de filacteria, una especie de prisión. Supongo que de Tenme-Xe, ya que el conjuro me ha dado esa leyenda sobre él, aunque no lo certifico al 100%. El artefacto es bastante poderoso, y diría que es peligroso.

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13/03/2016, 14:31
Marcus

Once mil años, un antiguo imperio llamado Thassilon, archimagos poderosos... las palabras de Naewen le sonaban a fantasía pero en un mundo donde la magia existía a Marcus no le extrañaba que todo aquello fuera posible.

- Una prisión... - Dijo guardando en su memoria el nombre de Tenm-Xe. Mientras, sus dedos recorrieron en círculos el borde de su vaso. - Si ahí hay encerrada una criatura de semejante poder... habría que llevarle el artefacto a alguien que domine de esos temas. Pero encerrándolo primero en alguna especie de conjuro de contención o algo así... - Sugirió, aunque no tenía casi ninguna idea de magia.

- Si hay alguna manera de destruir ese objeto o ponerlo a buen recaudo, habría que hacerlo. Dejarlo enterrado ahí abajo no me parece una buena idea. Cualquiera que lo encuentre a saberse lo que podría hacer con él. - Explicó su opinión.

Se encogió de hombros. - Pero dada la naturaleza de nuestra misión y lo que sabemos del enemigo en la isla... Me parece sensato dejar el artefacto escondido temporalmente hasta que acabemos lo que hemos venido a hacer, y recogerlo cuando nos marchemos. Será lo menos peligroso... - Además si Naewen lo había enterrado por algo sería. Y era ella la mayor experta en magia de los presentes. O eso había comprobado Marcus hasta ese momento.

Los drows y akatas eran en aquel instante un peligro mucho mayor y más real que un antiguo artefacto.

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14/03/2016, 12:05
Naewen

-Los artefactos no suelen poder destruirse con facilidad. Por eso son artefactos –explicó ella-, la mayoría sólo pueden destruirse cuando se cumple una o más condiciones extrañas y difíciles de conseguir. En Korvosa ahora hay una reliquia que, según la leyenda, sólo puede ser destruida por una espada forjada por una deidad del Bien. Como puedes imaginarte, las espadas forjadas por los dioses con sus propias manos no abundan precisamente. Hace poco tuve en mis manos un artefacto de Thassilon que sólo podía ser destruido por un rey justo y pío que hubiese ayunado durante un mes, y sólo si el li… el objeto se usaba para avivar la hoguera de un festín que el rey compartiría con otros desfavorecidos tras ese mes de ayuno. Según las leyendas, ese fuego sí destruiría ese objeto, aunque puedo garantizaros, por experiencia propia, que ni el fuego normal ni el mágico le hace nada, y que el aliento de relámpago de un dragón de cobre no le hizo ni una chamuscadura. Y claro, las posibilidades de encontrar un rey auténticamente pío dispuesto a ayunar todo un mes tampoco son muy grandes…

Se encogió de hombros. -Son ese tipo de condiciones, complicadas y difíciles de cumplir, las que hay que cumplir. Algunos artefactos sólo pueden ser destruidos en lugares específicos, a menudo relacionados con su forja o su origen. Otros por personas específicas. Otros en momentos determinados de la historia. Es muy complejo eso, todo un mundo de posibilidades, a cual más bizarra y complicada de conseguir.

Y asintió con la cabeza. –Sí, tengo intención de volver a por él cuando acabemos con esto. Aun tengo que pensarme qué precauciones serán convenientes… o qué lugar podría ser seguro para guardarlo. La verdad es que con estas cosas hay pocos lugares auténticamente seguros.

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15/03/2016, 19:14
Air'his

Con su amiga un poco mejor y guardada en su mochila de viaje, la druida se ocupo de vigilar el perímetro ya que, de nuevo, la capitana estaba haciendo de las suyas -Bueno, tampoco puedo negarselo- piensa para si mientras se acaricia la tripa y recuerda su experimento con el hongo rojo.

A no mucha tardar aparecen un par de akatas que acaban muertos por la defensa férrea del grupo, pero este hecho supuso el objeto necesario para su nuevo experimento. Air'his se acercó a una de las criaturas muertas y ató sus extremidades a su lanza para poder trasportarlo, en el barco podría estudiarlo.

Cuando la capitana acabo de revisar ese extraño artilugio que apestaba a magia arcana y comenzó a enterrarla torpemente, Air'his se río y se aproximo al agujero -Aceros a un lado capitana- le dijo mientras se transformaba en un topo del tamaño de un perro y comenzó a cavar en la tierra, después de unos minutos apareció ante el grupo y de una patadita empujo el artilugio a las profundidades de la tierra.

El camino de regreso al cascaron de madera muerto paso deprisa y sin incidentes y de nuevo se encontraron en la mesa de reuniones para meditar que hacer a continuación. 

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15/03/2016, 19:36
Air'his

De nuevo estaban de chachara pasar medir el siguiente paso, la batalla en el faro la había dejado un mal sabor de boca y tenia ganas de volver y seguir investigando.

Los planes se sucedían contemplando las posibilidades de cada uno de ellos, Seltyiel proponia que volase, me encanta volar, pero pensar en acabar estrellada contra el suelo... era algo que no me suscita muchas ganas.

-No volare cerca del crater hasta asegurarnos que no hay distorsión con la magia- Le dice seria a su compañero recordando todavía el resultado del ultimo vuelo que emprendió su amiga.

-En cuanto a la colonia, hay poco que ver- alega mirando a Marcus en el que veía una fuerte unión con la naturaleza. -Los akatas mataron a todos, solo encontramos muerte y el hongo rojo, por lo que insisto en quemar la isla para asegurarnos que no se reproduzca fuera de la misma- dice seria mientras posa sus ojos en los de Naewen. Ya sabia la cara que iba a poner la capitana mientras lo decía, y también lo que contestaría, pero esa plaga era algo que se tenia que erradicar. 

Después hablo largo rato Naewen contando una historia de hace once mil años sobre un ser diabólico encerrado en esa extraño artilugio del faro, -Seria lo que buscan sus primos oscuros- pensaba para si mientras se rascaba el mentón.

-¿Y si se destruye el artefacto que lo encierra, también se destruiría a ese tal Tenm-Xe?- Poca idea tenia sobre este tipo de cosas y sus soluciones, pero solo preguntando se aprende y se consigue así mayor sabiduría. 

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16/03/2016, 20:43
Naewen

-No vas a volar donde el cráter. Eso lo hará Seltyiel -matizó la elfa-. Él te decía de hacerlo donde la colonia, de la que no podemos asegurar que hemos visto todo lo que hay. Nuestro paso por ella fue muy rápido y superficial. De todas formas eso era una solo sugerencia. No tienes por qué hacerlo, puedes quedarte conmigo.

Ante lo de destruir la isla meneó la cabeza y se quedó mirando a la semiorca, incrédula. Hacía no tanto Air'his la había regañado por hablar de necromancia, tratando a toda la disciplina como una aberración contra natura, ¿y ahora hablaba de destruir todo un ecosistema? Sabía que algunos druidas orcos veneraban las fuerzas de la destrucción en vez de las fuerzas de la vida, pero si era el caso, ¿a qué tantos escrúpulos morales con los aspectos más suaves y benignos de la nigromancia?

-¿En serio? ¿Por qué orcos y humanos solo pensáis en destruir? ¿Esa es toda vuestra solución, destrucción? Supongo que creerás que una solución constructiva es mucho trabajo y requiere mucho tiempo. Pero te diré una cosa, las cosas que valen la pena siempre cuestan esfuerzo y tiempo. Me opongo rotundamente a destruir nada. Mientras estén los drows aquí una cosa así no funcionaría, y después sería todavía poco productivo y un desperdicio hacerlo. Un fuego natural no se va a extender mucho en un clima tan húmedo y con tan poca materia inflamable. Y el noqual impedirá incendios mágicos.

Aerilaya parpadeó, sintiendo que estaba siendo demasiado enfática, pero es que realmente odiaba la idea de destruir de aquella forma tan pródiga. Eso, y que había sido un día cansado. Y dos días con continuos piques. Y lo de los drows... La elfa suspiró, sintiéndose cansada y frustrada.

Cuando continuó, lo hizo con su voz suave de costumbre en vez del énfasis anterior, e intentó darle una idea constructiva: -Si tanto te preocupa el musgo rojo, ¿por qué no traes aquí algunos druidas cuando se marchen los drows y Lucien se haya llevado el noqual? Trabajad para integrar el musgo en el ecosistema o para destruirlo sin afectar al resto de la vegetación de la zona. En serio, si los elfos hubiéramos tomado esa forma de pensar, ¡ahora no tendríamos bosque! Hemos tenido contaminaciones un millón de veces peores en Fierani, y nunca hemos recurrido a algo tan burdo como la destrucción. Lentamente, con esfuerzo, puedes recuperar las regiones más corruptas. Y esto ni siquiera es corrupción, es una mera infestación por parte de unas especies que no tienen depredadores naturales en la isla.

Ante la pregunta sobre el artefacto, se encogió de hombros.

-Aun no lo sé, pero si es realmente una filacteria, tiene sentido que sea así. Aunque primero está el problema de destruir el artefacto... como he dicho antes, eso puede no ser tan fácil. Cuando acabemos con eso me ocuparé de estudiarlo y de ver qué se puede hacer con él. Intentaré recopilar información de los propios thassilonianos... algo tienen que saber del tema.

Notas de juego

Nota- Fierani es el bosque donde viven los elfos de Kyonin.

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17/03/2016, 19:21
Air'his

El comentario de la capitana no sorprendió a la druida que sonrió ante el mismo, -¿De verdad crees que no puedo hacer arder toda la isla si me place, de verdad crees que no puedo volver a sembrarlo todo?- Le dice riendo. -No hay tiempo para investigar, no sabemos si puede propagarse a través del mar o el aire y si puede y llegar al continente... solo la diosa sabrá lo horrible que seria.

-¿Piensas de verdad que soy un estúpido humano o un descerebrado orco que solo piensa en destruir? -Exclama enojada. -No, he consagrado mi vida a la madre tierra y la protegeré de todo mal, las plagas se solucionan así, cortándolas de raíz antes de que se enraícen en la madre. Puede que me lleve una muestra en un tarro y la estudia en un ambiente controlado pero no pienso dejar las cosas al azar y que se extienda.

De nuevo, vuelve a sonreír ante la idea de Naewen. -Si.... puede que llame a unos amigos míos, pero te garantizo que no te gustará lo que harán cuando vean como esta la isla

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17/03/2016, 23:14
Marcus

- Un momento... - Intervino Marcus. - Ni todos los orcos son descerebrados, ni todos los humanos estúpidos. - Procuró mediar y calmar los ánimos. Aquella afirmación de Naewen, aunque era una obviamente una generalización... podía llevar a malas interpretaciones.

Sonrió. - Aunque debo admitir que eso de prender fuego a la isla no me parece la idea más sensata del mundo. - Dijo a la druida. - No creo que a la diosa le agradase la idea de que prendieras fuego a todo el territorio y luego lo repoblaras con tu magia... - Explicó. Aunque a lo mejor se equivocaba. - Piensa una cosa Air'his... No sabemos cuánta cantidad de noqual hay ahí... ¿Y si tu magia no funciona para repoblar la isla? Sería peor el remedio que la plaga en sí. ¿No sería más sensato buscar un término medio? No sé... estudiar un poco ese hongo... ver si es posible ralentizar su avance, o encontrar algo que podamos incluir en el ecosistema que haga que ese hongo desaparezca... y no pensar en tomar medidas de destrucción masiva... Digo yo. - Añadió comentando lo primero que se le pasaba por la cabeza.

Al menos le parecía sensato. - Desde luego no me gustaría que se propagara por encima del océano hasta tierra firme... pero me parece algo poco probable... ¿No crees? -