Partida Rol por web

Pathfinder Alfa: Hijos del Vacio

[Escena] Sex and the City

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10/09/2016, 16:55
Kelly Pestico

- Un placer señor Seltyiel.- Dijo a su vez la muñeca haciendo la venia con la elegancia de una niña precoz pero por su gesto había algo que le pasaba por la cabeza y....- ¿Son de verdad tus orejas? ¿Puedo tocarlas? ¿Por que los elfos las teneis tan largas y de punta? ¿Donde puedo conseguir unas? ¿Por que las tuyas tienen una forma tan distinta de las de Naewen? ¿Hay más formas? ¿Significan algo?

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10/09/2016, 23:29
Seltyiel

-Puede ser más eficiente, es evidente que un sistema que permite que parásitos que no aportan nada pero se benefician demasiado es un sistema básicamente carcomido que tarde o temprano se derrumbará sobre sí mismo. Pero a la gente no le gusta perder sus privilegios, de ahí el que te blindes la espalda -recomienda Seltyiel-. Gente que normalmente no movería un dedo puede hacer cosas increíbles en defensa de su estilo de vida.

-Oh no es ese tipo de envidia de la que hablo. Si yo quiero algo trabajo para conseguirlo, no me quedo quieto rumiando lo injusto que es el mundo. Simplemente decía que parece un tipo de vida completa y productiva. Una gran familia, acceso a conocimientos fascinantes, trabajo del que deja huella. -Selt le dedica una sonrisa del tipo ¿me equivoco?-. ¿Y qué implican esas ataduras firmes de los magos y aprendices rúnicos?

-¿Sarcasmo? Difícilmente. Tampoco es muy de mi estilo el peloteo. Jaboneo cuando lo considero adecuado, pero diría que aquí está de más, ¿no crees? No, lo decía en serio. Los couatls son criaturas muy difíciles de ver,  más mitológicas que otra cosa. Pensaba que tenía que haber una historia interesante detrás de no solo una, sino dos de estas criaturas viviendo en una casa humana en una ciudad que definitivamente está muy alejada de los gustos de este tipo de criaturas.

-Oh, me gustaría mucho verla -se apunta Selt al instante-. No es que sea un obseso del conocimiento como aquí nuestra elfa pero Thassilon… es como si la historia cobrara vida, qué diablos.

Seltyiel mira a la semiorca. -Diría que no está muy interesada en la visita de todas formas, apenas ha dicho nada a los eurythnios antes.

Se vuelve al atisbar de reojo un movimiento, con el hábito de toda una vida de vigilar su espalda. Selt se queda con la boca abierta al ver una muñeca, y más una muñeca que hablaba y se movía con notable rapidez.

Tras un instante de sorpresa Selt cierra la boca, lamentando no haber podido enmascarar su reacción. Por más que aquello fuera raro de narices. Mira a la muñeca, intentando deducir si era un constructo inteligente o sólo lo parecía.

-¿Una de tus hijas? -preguntó Selt, y lo hizo en tono amistoso e interesado-. Hola, Kelly. ¿Cuántos años tienes?

Una pregunta idiota pero qué diablos, era lo que se preguntaba siempre a los niños y él ni siquiera sabía de tratar niños, como para saber tratar muñecas. Pero mira a aquella criatura con interés, diciéndose que si de verdad era inteligente entonces sí que sería fascinante. -No creas que todos los elfos somos igual de avispados, algunos tenemos mejor ojo que otros, Kelly. Tu "tía Naewen" suele ser bastante despistada. Sí, mis orejas son de verdad y puedes tocarlas si no aprietas. Son puntiagudas porque los elfos las tenemos así, igual que los humanos las tienen redondas. Y son ligeramente distintas por la misma razón que la gente tiene los ojos o el pelo de distinto color: porque las personas no son iguales.

Bueno, si no era inteligente lo disimulaba muy bien. Aunque Selt había visto en Mierani ilusiones con patrones de comportamiento tan complejos que durante un buen rato daban el pego en ese sentido.

-¿Cómo es que vives con Lucien e Illyria, Kelly?

Guiña un ojo a Lucien. -Y ésta sí que tiene que ser una historia fascinante…

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11/09/2016, 15:40
Lukke

- Bueno, la nobleza en general tiene problemas peores que mi persona en concreto.- Replicó Lukke divertido.- Pero si, algunos callos levantarán mis propuestas, pero es tan inevitable como el que sea yo quien las haga.- Dijo sin aclarar para nada si era algo que no importaba o le divertía.

- Como decía detalles, no el conjunto. Estoy seguro de que si no los tienes es por que no quieres, o al menos la mayoría de ellos.- Comentó Lukke con naturalidad como si estuviesen hablando del tiempo o fuesen viejos amigos desde hace mucho.

- En cuanto a que implica, lo implica todo. Muchos definen la magia como el arte de hacer “trampas” a las leyes naturales, bien pues la magia rúnica es la capacidad de hacer “trampas” a las leyes de la magia. Es mucho poder para ser usado irresponsablemente. Y pase lo que pase, tu maestro rúnico sera siempre responsable de lo que tu hagas con lo que enseñó.

- Una cosa que he aprendido es que los thassilonios, aunque parezcan arrogantes (que lo son, y mucho) en parte no es eso. Si no simplemente que asumen su responsabilidad. Incluso cuando cometen una atrocidad (y en mil años les dio tiempo para unas cuantas) lo racionalizan si, pero no lo esconden ni buscan excusas. Esa es precisamente una de las cosas que distinguen al apto del no apto, no solo su capacidad potencial si no su capacidad de responsabilizarse de ella. Aunque parezca increíble por la historia thassilonia.

- Pero bueno, con menos palabrería lo que te puedo decir es que un aprendiz rúnico debe fidelidad a su maestro, igual que cuando eres alumno de otro mago. Pero también se espera del aprendiz, y sobretodo del mago, rúnico que sea responsable y use su capacidad por el bien de su satrapía. Para bien y para mal la runa te ata, no literalmente pero si como un deber. En cualquier caso la magia rúnica no es algo que se pueda probar y después dejar de lado. Es algo tan grande como aprender magia por primera vez, te cambia la vida.

- Ahhh, Naewen.- Dijo Lukke siguiendo la mirada del elfo hacía la elfa con una sonrisa extraña, comprensiva e intuitiva, pero también algo más.- Eso son palabras mayores ¿Ya tienes claros tus objetivos?- Preguntó amablemente al elfo aun con ese “algo más” que no conseguía identificar.

Pero en ese momento salió Kelly a escena y Seltyiel solo pudo concentrarse en aquella curiosidad. Aunque no le se le escapó la expresión de orgullo que dirigía el joven noble a la muñeca cuando confirmó que era una de sus “hijas”.

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11/09/2016, 15:51
Kelly Pestico

- Tengo prácticamente ocho, ya que tengo siete, bueno casi pero queda menos para el siete que desde el seis. Vale son seis y medio, pero es prácticamente ocho.- Respondió la “niña” como una metralleta en un tosco pero más que comprensible élfico. Pero ante la confirmación de que podía tocarle las orejas Kelly saltó de los brazos de Lucien como un felino y trepó por la ropa del elfo como uno de los pequeños simios de Mganwi para tocar sus orejas con suavidad y una curiosidad abrumadora.

- La tía Naewen no es despistada.- Respondió ella en taldane con un tono de mujercita indignada.- Solo se lo hace, bueno y a veces tiene muchas cosas en la cabeza ¡Pero eso no cuenta!

- El color de ojos y de pelo se debe a la melama-melanina...- dijo vacilante como si fuese un termino recién aprendido- y tiene un sentido, aunque no se pongan de acuerdo los expertos. Unas orejas tan diversas deben tener algún motivo ¿No lo sabes?- Preguntó curiosa antes de caer en otra posibilidad que hizo que se pusiese en un modo que ya había bautizado como “naewen”.- ¿Es un secreto? ¿Puedo saberlo? Se me da bien guardar secretos.- Finalizó con un tono serio y digno.

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15/09/2016, 01:48
Seltyiel

-¿Problemas en el paraíso? -pregunta Selt con una sonrisa ante lo de que la nobleza tenía peores problemas que él-. ¿Ya están viendo lo que pasará cuando tengan que competir en privilegios con los eurythnios, o es algo diferente?

-Oh, hay cosas que todavía no he podido conseguir o que quizá no consiga nunca. Aun soy muy joven y puede pasar cualquier cosa, pero hay oportunidades que no se presentan en una ciudad como Puerto Enigma. Por eso quise cambiar de aires y ver lo que los pioneros podían ofrecer. Pensé que al menos sería un cambio de perspectiva, sino otra cosa.

Selt escucha aquel alegato a favor de los thassilonianos y su magia rúnica con curiosidad. Lucien no era imparcial, claro, pero resultaba un punto de vista curioso. Aunque una cosa quedaba claro, independientemente de la responsabilidad o falta de responsabilidad de los thassilonianos, y del poder de la magia que manejaban (y buena parte de lo de su poder tenía que ser cierto, juzgando por las obras que habían dejado atrás), te iban a atar si aceptabas que te enseñasen. Selt encuentra curioso que Naewen, que parecía sentir fobia a todo lo que oliera a control, se hubiera dejado poner esa correa. El premio tenía que ser realmente goloso para eso.

-No hay aprendizaje que no te exija obediencia, ¿cierto? Aunque están esas famosas academia de magia que parecen dar más libertad que los maestros típicos, pero son más frecuentes por el sur. Y aquí la Acadameae tiene fama de atar también a sus alumnos un tanto, supongo que no es raro que los thassilonianos quieran que trabajes para la satrapía, y más teniendo en cuenta que están luchando para levantar cabeza ahora. Pero como son esos maestros eurythnios día a día, ¿arrogantes y distantes? ¿Tienen realmente tiempo y ganas para dedicar al aprendiz?

La pregunta sobre Naewen le sobresalta y le obliga a separar los ojos de la pareja que se alejaba.

-¿Objetivos? Quizá sea mucho pedir. Ella me dejó muy claro que no quería nada serio, de modo que esperar otra cosa… eso tendrá que esperar más tiempo. Así que de momento no me planteo nada. Disfrutar de su compañía y hacer que disfrute de la mía. Si algo más cae en el camino, bien, si no estoy acostumbrado a no buscar nada serio y disfrutar de la variedad. Aunque a decir verdad esta es una rara oportunidad. Los elfos son casi inexistentes en Puerto Enigma y escasos en las otras ciudades de Varisia. ¿Y tú sabes lo frustrantes que son las relaciones con las humanas, si buscas algo más serio que los típicos rolletes sin compromisos? No puedes plantearte nada a largo plazo, porque sabes que el largo plazo no existirá. No es que ahora mismo busque algo serio, pero al menos con una elfa es una oportunidad diferente.

Selt toma nota de la extraña sonrisa de su anfitrión. -¿Buscas algo con ella? ¿O ya tenéis algo? Es un poco curioso que se haya mudado a tu casa.

Las respuestas de la muñeca descolocan a Seltyiel. La criatura parecía inteligente sí, como una niña precoz y demasiado lista. Incluso resultaba un poco espeluznante el parecido con Naewen, en cuanto a comportamiento.

-Tal vez las diferencias de forma de las orejas elficas tengan un motivo, pero si es así lo desconozco. ¿Un secreto? No creo, pero quizá. Yo me he criado entre humanos, así que no podría saberlo. A los elfos se les da muy bien guardar secretos. Tendrás que preguntarle a tu tía Naewen -añade Selt con algo de mala uva, a ver qué le contestaba Naewen a aquella curiosa muñeca-. Veo que Lucien te está dando muy buena educación, sabes muchas cosas.

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15/09/2016, 11:19
Lukke

- Nada tan específico.- Negó Lukke con una sonrisa.- La anterior reina, su majestad Ileosa, daño a las familias nobles y sus estructuras, no mucho, pero si algo. Pero además daño, y mucho, la estructura social korva haciendo tambalear sus cimientos, uno de ellos la nobleza privilegiada. Además están los eurythnios, tanto en lo directo como en lo indirecto, después de todo el interés mundial que capta ahora Korvosa va a implicar cambios. También estoy yo, claro. Pero lo más importante de todo es nuestra actual reina, una renovadora. No de las idealistas, si no de las eficientes.

- Los cambios de perspectiva vienen bien cuando has perdido de vista tus objetivos y, sobretodo, cuando dudas sobre la validez de los mismos.- Asintió el joven.

- No es simple obediencia al maestro Seltyiel, la magia rúnica no es una simple tradición arcana, tiene un potencial peligroso no ya para hacerte volar por los aires junto a una ciudad o alzar una legión de muertos, si no para deshacer la creación si das un paso en falso.- Explicó Lukke.- De todos modos eso solo es relativo a la magia rúnica, la magia arcana de Thassilon esta mucho menos controlada, y es de esperar que podamos comenzar a exportarla en breve. Aunque seguro que alguno lo considera una “muestra gratis”.- Dijo haciendo referencia al argot de los traficantes de drogas duras.

- Depende mucho del maestro, pero no hay ninguno distante. La educación de un pupilo capacitado es algo que redunda en beneficio del maestro, no solo de su reputación. Y la misma esencia de aprender magia rúnica descarta el no mantener una supervisión y un nivel de personalización altos.

- ¿Sabes que me has dicho lo que ella quería pero no lo que querrías tu?- Indicó el joven de manera divertida aunque obviamente no esperando una respuesta.- Objetivos Seltyiel, fijate uno siempre en todo.- Explicó en un tono didáctico, como si aquello fuese una lección de... algo.

- De todos modos diría que el asunto de la longevidad no debería ser un problema tan grave. Si, para los elfos en su burbuja de cristal, pero para alguien como tu o yo, para los que un día vivido es un día sobrevivido... En fin, cualquier día puede morir un conocido, y verlo envejecer no parece más terrible que perderlo de golpe. Costes y beneficios Seltyiel, no calcules lo que vas a perder, si no lo que te va a costar y lo que vas a ganar. Las perdidas... son parte de sobrevivir, lo importante es acabar toda transacción con balance positivo. En cualquier caso te darás cuenta de que hay humanas por aquí que han vivido más de lo que viven la mayoría de elfos.

- Depende de como definas “tener algo”. Si te refieres a sexualmente no. Puede que algún día, pero de momento Naewen necesita alguien con quien relajarse y hablar sin esa presión (o al menos a sus ojos lo es). Y a pesar de sus múltiples encantos en el sentido físico a mi me interesa más lo que esconde su linda cabecita. Una personalidad única e incisiva la de nuestra de Naewen.

- Si te refieres a algo menos prosaico... Bueno diría que tenemos una incipiente relación con mucho potencial. Naewen posee un intelecto único y apasionante, y como os dije cuando nos conocimos invierto en talento.

- ¿Curioso? Si, sería más que curioso si se hubiese mudado conmigo, pero se ha mudado a la casa familiar Seltyiel. Has conocido a Illyria, pero aun te faltan Areelu, las niñas, los coautls... Esta casa, esta familia, es muy variada y con poco en común, pero cohesionada. Eso quería Naewen, un sitio donde sentirse a salvo, donde no recibir presiones ni constricciones, y al mismo tiempo sentirse querida y socializar.

- Para entender las decisiones imprevistas de las personas no acudas a lo que son y suelen hacer, si no a aquello que les falta y más ansían.- Indicó Lukke de nuevo como si fuese una explicación de algún tipo. Aunque para que no parecía incluido en la lección.

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15/09/2016, 11:33
Kelly Pestico

- Si, eso tiene sentido.- Declaró la muñeca con una expresión seria y pensativa ante lo de que debería preguntar el “secreto” a Naewen.

- Muchas gracias señor Seltyiel. Padre siempre dijo que era la más curiosa y mentalmente activa, y Lukke me dedica parte de su tiempo para enseñarme como aprender por mi misma.- Acepto con modestia y orgullo como toda una damita antes de que su tutor la recuperase salvando las orejas del elfo.

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15/09/2016, 16:12
Seltyiel

-¿La nueva reina tiene intenciones de debilitar los privilegios de la nobleza? Eso sí que será una novedad en Korvosa.

-No perdí de vista mis objetos en ningún momento, pero había llegado el momento de ambicionar una vida diferente -apunta Selt con sencillez.

-¿Es diferente la magia rúnica de la magia usual? Creí que se trataba simplemente de una diferencia en la canalización de energía al crear los conjuros. ¿En qué se diferencian? ¿Y tiene algo de especial la magia no rúnica?

Selt no cree que los thassilonianos vayan a ser muy abiertos en cuanto a cualquiera de las técnicas que manejen, rúnicas o no, pero sí encuentra lógico que en una sociedad como la eurythnia los maestros obtengan prestigio de tener aprendices capaces, lo mismo que estos probablemente lo obtendrían de ser aceptados por los mejores maestros. Era una forma de perpetuar que los arcanos siguieran en el poder. Y después de todo habían puesto en estasis no solo a maestros, sino también a los aprendices más capaces, como Volemak, así que los tenían que valorar. Claro que los aprendices de los maestros más capaces eran todos expertos en el Arte. Mínimo nivel 6 en el Arte… no pedían nada ni nada aquellos eurythnios. Aquellos aprendices debían de ser las personas más importantes de la satrapía, después de sus propios maestros.

-Aunque ahora no deben de tener demasiados aprendices, ¿no? ¿O pusieron a muchos en hibernación? ¿Cómo están haciendo para buscar nuevos aprendices, esperan que les lleguen solicitudes o están buscándolos ellos activamente?

Respecto a lo de Naewen se encoge de hombros. -El problema de fijarme objetivos propios es que esto no se trata de lo que quiera yo, sino de los que queramos ambos. De poco va a servir atosigarla si no quiere mis atenciones, solo servirá para disgustarla y alejarla. Si ella quisiera… sí. Intentaría probar algo más serio, puede que no funcionara, pero puede que sí y no lo sabremos si no lo intentamos. Naewen tiene el potencial de darme un ataque al corazón, con todos esos impulsos a los que la mueve su curiosidad, pero también parece una persona que merece la pena de conocer a fondo.

Selt asiente a la explicación de Lucien. -Como ves, tú también piensas que necesita su espacio. Pero sí que parece una curiosa casa ésta. Tienes suerte de tener una familia semejante.

Encuentra curioso el último consejo que el otro le da. Curioso y enigmático. -Ah, pero no la conozco lo suficiente para saber qué es lo que le falta -reconoce Selt, y se da cuenta de cuan poco tiempo hace que conoce a Naewen. Hasta hoy mismo ni siquiera sabía cómo estaba realmente su situación con su pueblo, por ejemplo-. Pero tomo nota…

Selt se pregunta qué pensará Naewen de él cuando se entere de que le ha echado encima a aquella curiosa muñe… niña. Claro que así tomaba contacto con lo que la gente sentía cuando ella se les echaba encima con su propia curiosidad.

-Sin duda eres muy inteligente -dice Selt a Kelly-. ¿Qué temas estudias? -preguntándose que programa de estudios tendría una niña constructo.

Y a Lucien: -Algún día tienes que contarme esta historia. -Refiriéndose a cómo habían sido creadas Kelly y sus hermanas y cómo habían acabado bajo su tutela.

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15/09/2016, 16:27
Elias

Elias encuentra curioso que su amo deje que una niña que no era una niña se le suba encima y le tire de las orejas. Hubiera sido más típico que la apartase violentamente, Selt miraba mucho por su seguridad.

Pero el amo parecía encontrarla divertida e inofensiva. No lo mismo que aquel Lucien. Elias notaba que Selt estaba intrigado, pero también alerta, ante aquel korvosano. Elias conocía bien el lema de Selt, nunca confíes en nadie aunque te caiga bien. Al menos, no hasta conocerlo bien. Y con más razones si ese otro alguien es poderoso.

Elias aprovecha que nadie le presta atención para saltar desde el hombro de Selt y subirse a la niña-rara, que ahora tiene ese tal Lucien en brazos. El monito alarga su mano y le toca la cara con curiosidad. Pues sí, no era de carne, sus ojos no le engañaban. Era graciosa, además de rara.

-Se llama Elias -explica Selt a Kelly-, y es un monito de Mwangi, que compré hace tiempo a un comerciante de mascotas exóticas. Le gusta hacer amiguitos… más de lo que me gusta a mí. Si le hablas te va a entender, pero no puede hablar. Al menos no con la voz. Pero sí con los dedos. ¿Conoces el idioma de signos? A lo mejor tu padre te lo ha enseñado, aunque tampoco estoy seguro de si será igual en Korvosa que en Puerto Enigma.

Elias asiente con la cabeza a lo de hacer amiguitos, y da un tirón flojo a un tirabuzón de la muñeca. Elias gesticula con los dedos, diciendo una frase sencilla: -Ya no soy nunca más un simple monito de Mwangi.

-Es verdad, ya no lo eres -dice Selt.

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17/09/2016, 13:14
Lukke

- Su majestad Cressida I hará lo que sea mejor para Korvosa.- Declaró Lucien con la rotundidad de un auténtico creyente.

- No pretendía indicar que no.- Explicó el joven sobre los objetivos.- Solo que a veces tenemos que replanteárnoslos.

- Posibilidades Seltyiel.- Respondió sobre la magia rúnica.- La gente oye hablar de la magia de Thassilon y se imagina que será más poderosa, y lo es. Pero lo que realmente diferencia la magia arcana y la magia rúnica son las posibilidades. Como dije si la magia arcana se ve como la posibilidad de trampear la realidad entonces la magia rúnica permite trampear la arcana.- Explicó el joven sin mojarse y con una sonrisa.- Por supuesto es una explicación sesgada y que no viene a decir nada pero las normas son las normas.

- Hay muchos menos despertados de lo que quisiéramos. Tanto maestros como aprendices. Para ellos ya fue un shock bastante grande el ver como habían pasado casi once milenios y el mundo que conocían solo era reconocible por sus monumentos. Pero el descubrir que habían sido reducidos a unos cientos… En fin es algo que se puede imaginar pero difícilmente compartir.

- En cuanto al reclutamiento… bueno es un tema complejo. Pero puede resumirse en que, de momento, me ocupo yo de eso. Nuestro primer objetivo ha sido restaurar las bases y a partir de ahí ya consideraremos como crecer. De momento solo nos interesan los mejores de los mejores, y no hablo solo de talento, pero pronto tendremos que comenzar a suplir lo perdido.

- Hay mujeres a las que se deslumbra y otras a las que se conquista pero con Naewen es mucho más complejo ya que hay más factores a considerar además de sus deseos y su carácter. Pero lo primero que Naewen necesita de alguien es saber que estará ahí…- Indicó el korvo dejando morir la frase de forma pensativa, como si hubiese caído en algo.

- Aunque lo cierto es que no hablaba de atenciones, mejor dejemos el tema o corremos el peligro de parecer un par de marujas en una fiesta de finolis.- Añadió cortando sorpresivamente el tema que él mismo había sacado.

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17/09/2016, 13:15
Kelly Pestico

- Aun soy joven para estudiar en profundidad según mi padre, y Lukke dice que es mucho mejor para una mente inquisitiva como la mía “bucear entre los conocimientos que hay a mi alcance en busca de algo que signifique más para mi”. Aunque no estoy muy segura de saber que significa…- Dijo bajando la voz para añadir algo al elfo.- Aunque si juntas muchos libros en el suelo puedes “bucear” entre ellos. Es muy divertido pero a Lukke y a Illy no les gusta que hagas eso con los libros. Areelu es más molona en ese sentido.

Sin embargo Kelly pareció olvidarse de todo en cuanto Elias apareció en escena, aunque hizo un evidente esfuerzo por recobrar la compostura antes de ponerse a hablar.

- Hola señor Elias, es un placer conocerlo.- Dijo totalmente prendada del simio.

- No, no lo conozco pero creo que el señor Elias y yo nos entenderemos bien.- Respondió a Seltyiel antes de cambiar el tono y la entonación de su voz mientras cogía de la manita al monito.

- Señor Seltyiel, señor Lukke ¿Les parecería adecuado si fuese con el señor Elias hasta la cocina para darle una banana y presentárselo a mis hermanas?- Preguntó la niña conjugando perfectamente exquisitos modales y chantaje emocional. Seltyiel sabía cuando estaban intentando manipularlo, pero tenía que reconocer que aquella “niña” tenía talento.

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17/09/2016, 13:17
Lukke

- Oh, no creas que tiene tanto misterio, aunque sin duda es una historia “emotiva”.- Respondió al elfo e indicando de forma no verbal que era decisión de Seltyiel la petición de Kelly. Aunque algo en su mirada pareció “advertirle” del hecho de que Kelly tenía cinco hermanas más.

- En cualquier caso hemos llegado.- Añadió el joven abriendo la puerta que daba al “pequeño” (para los estándares de aquella casa) salón y dándoles paso.

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17/09/2016, 13:18
Director

El nombre del salón verde le iba ni que pintado, con perdón ante el juego de palabras. Era una estancia cómoda y hogareña cuyas paredes habían sido pintadas representando una tupida vegetación con tal talento que si uno mantenía la vista en una de las pareces casi sentía que podía perderse en ella. El mobiliario era mínimo y predominando la madera cruda, como si no quisiera restarle protagonismo a la pintura de la sala (que obviamente había sido ideada para cortas esperas). Pero lo más llamativo en ese momento eran las personas que esperaban tomando un refrigerio ligero y algo de vino.

La primera era una mujer joven, casi una muchacha, chelia aunque con una más que evidente sangre varisia. Había algo magnético en aquella mujer que hablaba de poder y autoridad y que conjugaba bien con la inteligencia que mostraban sus ojos negros.

La segunda era un hombre recio y con la piel curtida por los elementos. Llevaba una poblada barba y a pesar de las ropas exóticas que llevaba tenía ese aire intemporal que siempre han tenido los hombres de frontera.

La tercera era otra mujer, una elfa vestida con un mono de cuero tan ceñido que casi parecía que se hubiese pintado el cuerpo de negro. Pero el potencial erótico de ese ceñimiento o del bello rostro de la elfa quedaban más que atenuados por los pinchos que sobresalían cada poco de la ropa o por la mirada preñada de locura de sus ojos.

- Seltyiel, Airhis- presentó Lucien- estos son Talith Symarast, representante plenipotenciaria de Shalast, el mezlan Azgarnor y la obispo Laori de Zon-Kuthon.

Y justo en ese momento la puerta volvió a abrirse permitiendo la entrada de Marcus y Naewen (la cual parecía curiosamente sonrosada) y Lucien repitió las presentaciones.

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19/09/2016, 09:30
Marcus

Marcus entró en aquel salón y desvió la atención de Naewen en cuanto se percató de toda la gente que estaba ahí. Enseguida distinguió a tres nuevas figuras que no había conocido aun. Lucien, por supuesto, no tardó en realizar las oportunas presentaciones, y Marcus inclinó la cabeza a modo de saludo ante todos ellos.

La representante de Shalast era muy joven, aunque por sus gestos y lenguaje corporal era fácil deducir que estaba acostumbrada a que se la obedeciera y tuviera en cuenta. Desprendía cierta aura de poder… y Marcus dudaba que fuera solamente poder político. Saludó a la joven con toda la elegancia que pudo y no apartó la mirada de sus ojos negros.

Pasó después ante el integrante que más curiosidad le causaba. Aquel hombre no parecía un luchador experto ni tampoco un mago. Pero las apariencias engañaban y el ojo analítico de Marcus no dudó en revisarlo con precisión pero con todo el disimulo posible. Su postura, sus brazos… podía equivocarse pero estaba seguro de que ese tipo escondía algo.

Finalmente, al explorador le sorprendió encontrarse con otra elfa allí. Después de Selt y Naewen sería el tercer elfo que conocía en los últimos tiempos. Tragó saliva cuando se percató de que casi se le había olvidado respirar ante la visión de aquella elfa. Había procurado mantener la mirada con los dos anteriores, pero con ésta a Marcus le costó. Los pinchos que sobresalían de su ropa dejaban claro que no era una persona fácil de tratar, quizá habituada a la violencia.

Que su título fuera de obispo sorprendió aun más al humano, aunque supuso que había muchos dioses a los que se podía relacionar con pinchos. Tortura, sufrimiento, dolor, guerra, lucha… la cantidad era ilimitada. Y aunque Marcus ignoraba las costumbres de Zon-Kuthon, saludó por igual a la obispo elfa.

- Representante Symarast, Azgarnor, obispo Laori. – Saludó a los tres desconocidos para él.

- Soy Marcus Khayne. – Se presentó ofreciendo su mano a los tres.

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19/09/2016, 12:45
Naewen

Aerilaya sonrió a todos los reunidos al entrar en la habitación. Se encogió de hombros en dirección a Seltyiel. "Luego te explico", dijo a través del vínculo telepático que Seltyiel había creado anteriormente.

-Ah, hola Azgarnor. -La elfa se acercó a dar un beso en la mejilla, con su habitual espontaneidad, al hombre de aspecto curtido, que pareció sorprendido e incómodo con aquella familiaridad, aunque sonrió tolerante y con cierto respeto, tan sólo por un segundo-. Me alegro que hayas podido venir. Sé que estás muy ocupado en estos días.

Al ver la mirada de Marcus, la elfa explicó: -Azgarnor es un mezlan de Eurythnia. Mezlan es una de las categorías más altas de la casta marcial de Thassilon, sólo por debajo del Campeón de la Satrapía. Sólo se concedía ese honor a los mejores. El Campeón porta la Alara'hai de la satrapía… un arma de especial poder y relevancia histórica, en defensa del señor rúnico y el reino. Los mezlan forman parte técnicamente del ejército, pero su rango es tal que están aparte y fuera de la jerarquía normal y de hecho suelen operar más bien en misiones especiales o actuar en labores de comandancia. Para llegar a ese rango hace falta mucha experiencia.

Por el tono de Aerilaya era evidente que había bastante más detrás de la dignidad de mezlan, pero la elfa no se extendió en más explicaciones por el momento.

-Laori -Aerilaya sonrió también a la otra elfa, pero se abstuvo de contacto físico, evidentemente deseosa de rehuir los pinchos de la vestimenta de la otra. Las dos elfas no parecían llevarse mal, pero tampoco parecía existir una gran familiaridad entre ambas. Aerilaya parecía un poco incómoda ante la sacerdotisa.

Aunque la mirada que dirigió a su congénere fue interrogativa, y al poco Aerilaya desvió los ojos hacia Seltyiel, como preocupada por algo.

A Talith la dedicó una sonrisa más cálida, aunque no dijo nada hasta que la otra se acercó a ella y le dijo en tono confidencial (y en thassiloniano) que dónde habían escondido tanto tiempo unos ejemplares como aquellos. Aerilaya se rió y miró a la otra como si fuera una hermana menor un poco díscola. Y hermana no era, pero Talith era tan joven que despertaba los instintos protectores de Aerilaya, que no dejaba de maravillarse que hubiera querido echarse a las espaldas una responsabilidad como la que ostentaba. Debería estar disfrutando de su juventud, pero los humanos tenían en muchas ocasiones aquel empuje que la fascinaba, a pesar de pensar que vivían demasiado acelerados, sin llegar aprender a disfrutar de verdad de la vida.

-No seas malvada -le respondió en thassiloniano, y pasando al taldane-: A mí no me mires, Talith, soy una recién llegada a Varisia como quien dice. Les conozco de hace poco también. Aunque ellos parecen moverse sobre todo por la zona de Puerto Enigma y tú eras de Magnimar, ¿no? Marcus dirá si ha ido por la zona de Magnimar con frecuencia.

Y le explicó al explorador: -Talith nació en Cala Arenosa, no sé si habrás pasado por allí, un pueblecito no muy lejos de Magnimar. Aunque parece que tiene su influencia en casi todo el estado. Tiene casa en la ciudad y es conocida por el Consejo, además de título nobiliario y la responsabilidad de un fuerte y sus propiedades. Y una casa solariega… encantada para más señas… en la campiña, en otra comarca de Magnimar. Conoce a bastantes exploradores y guías de la zona, si has pasado por allí seguramente tendréis conocidos comunes.

Y a Lucien: -¿De qué hablais? ¿Nos hemos perdido algo?

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19/09/2016, 14:14
Seltyiel

-Sí, estoy en plena fase de replanteamiento de objetivos -suspira Seltyiel-, ya he tenido algunos cambios drásticos en mi vida anteriormente, pero éste parece ser otro punto de inflexión.

Esperaba que aquel punto de inflexión fuera menos traumático que los anteriores. La muerte de Aroden había sido una época de gran confusión y miedo, el asesinato de sus padres había terminado con su infancia de un plumazo, su ascenso por el entramado de poder de Puerto Enigma había implicado mucha tensión y juego sucio (por no hablar de toda la mierda que había tenido que comer, nadie sube sin pringar antes), y el aprendizaje con Nheran había resultado ser más peligroso y alarmante de lo que habría podido imaginar de antemano. Incluso el abandonar a Nheran, su último gran cambio en su vida, había resultado en una época tensa de narices. Selt no había estado seguro de que su maestro estuviera muerto de verdad, ni de que no le iban a perseguir sus amigotes o las criaturas con las que jugaba, así que durante todo un año había estado vigilando por encima de su hombro y sobresaltándose hasta de las sombras (y especialmente de las sombras), hasta que se convenció de que nadie le había seguido de vuelta a Varisia.

-Pero el futuro promete -añade Selt con más animación y optimismo.

-Como puedes imaginarte te estoy haciendo todas estas preguntas sobre el aprendizaje en Thassilon por algo más que curiosidad ociosa -explica Selt-. Para serte sincero no sé si querría ligarme hasta ese punto aun en el caso de que diera la talla como aprendiz, que por lo que habéis dicho, no la doy. Mi vida me ha conducido a ser más un diletante que un experto en el Arte, como lo es Naewen. Pero conocer nunca está de más y no niego que tengo curiosidad… mucha curiosidad por la magia de Thassilon.

Selt parece pensativo por un momento. -Y admito que tengo curiosidad por tu propia persona también, Lucien, o Lukke, o como quieras que te llame. Pareces haber tenido un pasado… no del todo diferente al mío, salvando las distancias, claro, pero la calle es la calle, y tiene cierta dinámica que resulta universal en todos lados.

Sí, o sobrevivías o te comían vivo, esas eran las reglas de la calle en todas partes, y eran verdad para un korvosano o para un enigmariense, para un tiefling o para un elfo, y para cualquiera de los diferentes orígenes que hubieran tenido ambos.

-El caso es que la gente como nosotros no confiamos con facilidad, ni nos gusta perder nuestra independencia. Me llama la atención que hayas querido atarte hasta ese punto. Aunque más me llama la atención que lo haya hecho Naewen, eso también es verdad. Pero ya hemos hablado todo lo que se puede hablar de este asunto, creo yo.

Ante los consejos sobre Naewen, Selt mira a Lucien atentamente. Parecía haber caído en algo sobre ella que Selt no acertaba a adivinar. Y a Selt tampoco le quedó claro si Lucien quería empujarle hacia Naewen o si deseaba ir él mismo tras ella, parecía una mezcla de ambas cosas. A Selt se le ocurre que la vida de aquel Lucien tenía que ser un poco confusa. Tan joven, apenas un adolescente, y ya metido en jaleos amorosos por múltiples vías y pensando en matrimonios (encima eso, en plural, como si uno no fuera alarmante ya de por sí) Ganas de complicarse la vida a sus escasos años, coñe. A su edad relativa Selt había tenido el único desengaño amoroso de su vida, que le había convencido de que su madre y sus amigos calistrianos habían tenido razón y era mejor no encapricharse de forma permanente con nadie, y más si eran de una raza de vida corta y perspectivas limitadas. Una sola mujer ya había sembrado caos suficiente en su vida por entonces, no quería ni imaginar lo que era jugar a múltiples bandas a la edad de Lucien.

-Sí, parece ser compleja -coincide Selt, pero se muestra de acuerdo en que lo mejor es dejar el marujeo. Además la muñeca supuso una distracción importante.

-Está bien, Elias puedes ir con ella. Pero, Kelly, sé buena y cuídale, ¿vale? No dejes que tus hermanitas lo asusten, o volverá y no querrá jugar nunca más con vosotras. Elias es sociable pero un poco picajoso.

Selt no estaba preocupado porque las niñas pudieran hacer daño a su familiar. Constructos o de carne, no creía que sus juegos pudieran hacérselo, no solo porque Elias era mucho más que un simple mono y era único escurriéndose y escondiéndose, también era que era un trasto que podía desafiar incluso la hiperactividad de un niño que no se cansaba. Claro que ésas eran un rebaño de niñas incansables… bueno, un reto para Elias, je.

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19/09/2016, 14:27
Elias

Elias aferra la mano de la muñeca sin dudarlo, curioso por aquella niña que no era de carne y por los juegos que pudiera proporcionarle.

Él no podía hablar, su boca no podía reproducir los sonidos que hacían los humanos, aunque conocía todos los idiomas que hablaba su amo. Y de normal a Selt le gustaba que no llamara la atención, pocos en Puerto Enigma sabían que era algo más que una mascota estúpida. Pero había gente que sí sabía, gente en la que Selt confiaba (hasta donde era sensato confiar) o que sabía porque le había tratado más (resultaba difícil ocultar algunas cosas a su tocayo, por ejemplo, después de todo era mago también, y solo ahora Selt estaba empezando a llegar a su altura) Y para comunicarse con esos que sí sabían Elias había desarrollado una gran habilidad en la mímica. El monito había descubierto muy pronto que los humanos reaccionaban de forma más universal a la mímica que al lenguaje.

-Tengo ganas de jugar, ¿y tú? -dice Elias, sin el lenguaje de signos, solo con su actitud juguetona y el tirón del pelo que le da a la niña de porcelana.

Pero luego se suelta y trepa al hombro de la muñeca.

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19/09/2016, 16:13
Marcus

Así que un guerrero. Eso explicaba muchas cosas. Marcus observó con renovado interés a Azgarnor tras haberse presentado previamente y tras la explicación de Naewen.

Asintió de nuevo en dirección al Mezlan. Así que se encontraba frente a casi el máximo exponente en el manejo de armas de Thassilon. Marcus no era orgulloso, ni tenía un ego desmedido. No le hacía falta probar su valía frente a aquel hombre, pero le intrigaba de qué era capaz.

El mismo Marcus era bueno manejando las armas, pero aquel era un mundo en el que siempre había alguien mejor que tú. Y el explorador lo sabía. Pese a ello no había cesado de entrenar durante toda su vida. Había sobrevivido, que no era poco, y continuaba en un aprendizaje infinito. De hecho, hasta el mejor del mundo en algo, incluido el manejo de armas, podía caer derrotado.

- Suena interesante. – Comentó Marcus tras la descripción del cargo y habilidades de Azgarnor. – Si no le importa me encantaría conversar un rato si tenemos tiempo sobre sus… habilidades. – Indicó al maestro de armas. Por sus palabras quedaba claro que no le interesaba mucho el cargo en cuanto a política o a la hora de dar órdenes. Más bien le interesaba solamente la experiencia marcial de la que había hablado Naewen.

A Marcus tampoco le pasó desapercibida la mirada entre Naewen y la otra elfa. La tal Laori. Parecía como si hubieran tenido ya alguna especie de roce en el pasado… pero fuera lo que fuera quedaba entre ellas dos. A pesar de la curiosidad Marcus se abstuvo de preguntar nada ahí, en público.

Entonces continuó la ronda de saludos de Naewen y mencionó a la humana, la tal Talith, haciendo referencia a Cala Arenosa. Marcus recordaba el lugar. Sonrió a la mujer y asintió en taldane:

- Efectivamente he frecuentado Magnimar y sus alrededores. – Admitió. De hecho la mayor parte de caravanas de mercaderes que viajaban por la costa desde Puerto Enigma tenían como destino la ciudad de Magnimar, rival en cuanto a poder e influencia respecto a Korvosa. – He estado alguna vez en Cala Arenosa. – Continuó. De hecho había estado junto a otros mercenarios investigando ruinas thassilonicas pero quizá eso fuera mejor que se lo callara. Todo había sido antes del resurgimiento de los antiguos imperios.

- Conocí a varios exploradores allí, y de pasada a una elfa… Shalelu Andosana, si no recuerdo mal. – Comentó haciendo memoria. Si bien había hablado con Naewen y le había dicho que ella y Selt eran los primeros elfos con los que intercambiaba más de un par de frases, aquello era totalmente cierto. En el caso de Shalelu se había reunido con Marcus y otros exploradores sólo para dar caza a unos goblinoides de la región. Quitando algunas señas, y gritos, casi no habían intercambiado palabras. Pero el ímpetu y la furia de la elfa habían sorprendido a Marcus, y su habilidad con el arco no era algo a desestimar.

Se alegró de poder hablar de algo que no fuera el nuevo Thassilon por unos minutos. Si Talith lo deseaba podía conversar con ella sobre su ciudad natal… Cala Arenosa le había parecido a Marcus un pueblecito bastante tranquilo.

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19/09/2016, 17:29
Seltyiel

Selt saluda con la cabeza a los tres individuos que Lucien les presentaba. A cual más exótico… y la kutohonita le puso en un aprieto en cuanto a cortesía. Su costumbre era saludar siempre a la damas primero, pero a ver quien entraba en galanterías, sobre todo galanterías que implicasen contacto físico, con esos pinchos de por medio. Malditos masoquistas… con lo agradable que era Calistria. Y ¿por qué diablos habían invitado Lucien y Naewen a una kuthonita? Lo de la representante de Shalast era lógico, y el hombre parecía pertenecer a Thassilon, pero la kuthonita…

Confía en que Lucien no fuera de los del tipo sadomaso, y que aquella no fuera una de sus amantes. Más que nada por los vicios que pudiera pegarle a Naewen, je.

-Es una grata oportunidad -se limita a decir con formalidad, en vez de el tipo de saludo más personalizado que hubiera dado normalmente-. Perdón, ¿mezlan? ¿Qué tipo de título es ese?   

Y a las damas: -Ah, la representante de Shalast. Sois mucho más joven de lo que esperaba. Y más hermosa. -Selt sonríe, pero luego se pone serio-. Vimos una obra de tu jefe hace poco… espero que no le dé por repetir cosas como esas. Si vuelves a hacer algo así avisa antes, se podrían mirar alternativas. ¿Puedo preguntar qué pretendíais exactamente activando la Puerta Críptica?

Selt dirige una mirada curiosa a la obispo, todavía preguntándose qué pintaba en aquella reunión. Pero en ese momento regresaron Naewen y Marcus, y Selt no pudo menos que preguntarse a qué venía el sonrojo de ella. Miró a Marcus con curiosidad, preguntándose si había espabilado de golpe y demasiado.

Naewen parecía conocer a todos, aunque muestra la incomodidad esperable ante la sacerdotisa. Normal. Los kuthonitas siempre eran como mínimo enervantes.

Al menos la explicación de Naewen le aclara sus dudas respecto a los mezlanes. Un luchador… interesante por la persona, seguía siendo alguien que había vivido hace once mil años, pero a Selt le interesaban más las habilidades de los magos.

-Fascinante, creí que sólo habían puesto en hibernación a magos y a algún clérigo -le dice con una sonrisa-, esperemos que tengáis que tener mucho trabajo en esta nueva era, señor Azgarnor, ya que eso implicaría que las relaciones entre nuestras culturas no van bien -añade con humor-. ¿Debería llamaros mezlan Azganor?

Selt no puede menos que mirar a la kuthonita. -¿Tiene vuestra fe mucha influencia en Korvosa, señora? -pregunta Selt, aunque sabe que de ser así, tiene que ser reciente el cambio-. No sabía que había templo de vuestro dios en la ciudad.

Pero responde a Naewen. -En realidad no nos había dado tiempo a hablar de nada. Justo nos estaba presentando Lucien cuando habéis vuelto. Le preguntaba a la señorita Symarast sobre sus actividades en Puerto Enigma.

"Y creo que soy quien debería preguntar a donde habéis ido", dice Selt a través del vínculo telepático, un poco divertido, pero también con curiosidad. Mira a Marcus pensativo.

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19/09/2016, 17:59
Talith Symarast

La joven sonrió, aunque era obvio que estaba evaluando a Marcus y a Selt. Talith llevaba una túnica que poco tenía que ver con las descocadas vestimentas de los eurythnios. Le dejaba los hombros al descubierto, dejando ver la llamativa runa inscrita en uno de sus hombros, una runa diferente de la de los eurythnios, pero caía en metros de cascada hasta los pies, en varias capas, mostrando el sorprendente esplendor de la tela, que tenía aspecto de ser pesada y de calidad extraordinaria. La túnica interior parecía ser blanca y sin adornos, sólo con un lustre perlado que denotaba lo exquisito de la tela, pero la sobrefalda, de un intenso color azul, estaba adornada con múltiples motivos rúnicos.

Talith lucía también joyería de modo discreto, sin abusar en cuanto a cantidad, pero cada pieza parecía ser de gran valor, algunas de ellas con piedras preciosas realmente grandes. Los objetos mágicos que portaba eran todos muy evidentes y se podía palpar su poder sin necesidad de conjuros. Prácticamente toda la joyería que llevaba estaba encantada, por no hablar de las varitas y el cetro que portaba, así como varias pociones y elixires y un llamativo reloj de arena que llevaba sujeto a la cintura por una cadena de un metal con un brillo extraño. El reloj de arena parecía iluminado desde el interior por un fulgor verdoso intermitente que matizaba la extraña niebla que se arremolinaba en giros y vórtices para ir descendiendo hacia la parte inferior del reloj, donde parecía más espesa. Aunque lo más llamativo era el bastón que portaba, un bastón forjado en adamantina y otro metal del mismo tipo que la cadena del reloj, y rematado por un cristal rojizo enorme, también iluminado desde el interior. Hacía falta muy buena vista para atisbar las espirales de runas que se movían en el interior de aquel cristal, runas que, al parecer, eran las que originaban aquel brillo.

No era preciso ser un experto para saber que entre la vestimenta que portaba, sus joyas y sus objetos mágicos, Talith llevaba encima riquezas que superaban el valor de todo Varisia.

-Es un placer -dijo con una voz alegre y enérgica que tenía un leve acento típico de la zona magnimariana-. Así que vosotros sois los que estáis operando en Puerto Enigma. Supongo que eso me convierte de modo indirecto en vuestra jefa -añadió con humor.

Talith miró más atentamente a Seltyiel, que se dio cuenta que estaba sopesando la intensidad y tipo de sus auras mágicas.

-Tenéis que informarme de lo que estáis haciendo exactamente allí. Debería saberlo. Ninguno de los aquí presentes queremos una sorpresa que sobresaltaría a mi señor, después de todo.

Un pequeño duendecillo no mucho más alto que tamaño tenía la mano de Talith apareció de pronto volando como un pajarillo hiperactivo, saliendo de debajo de un mueble donde al parecer había estado investigando. Era un hombrecito de pelo esmeralda y ojos alegres, con una lira diminuta atada a la espalda, que se posó sobre el hombro de la maga y se quedó mirando al humano y al elfo desde aquella atalaya.

-No hagáis demasiadas tonterías. Mi señor tiene muy poca paciencia, y aunque de momento le he convencido de dejar las cosas en mis manos, como algo no le guste, lo primero que era será tomar la ciudad bajo su control directo, y lo siguiente exigirnos responsabilidades a todos -siguió diciendo Talith, sin inmutarse ante la aparición de la pequeña criatura.

La joven desvió su atención hacia Marcus. Una sonrisa amigable iluminó su expresión, aunque había cierta reserva tras ella.

-Marcus Khayne, es un placer -respondiendo a la presentación de él-. Mmm, ¿dónde te has metido todo este tiempo que no he oído hablar de ti? -le dirigió una sonrisa amigable.

Talith se acercó a Naewen y le dijo algo en tono confidencial, pero en un fluido thassiloniano con un acento ligeramente diferente del que Elphren había denotado un rato antes. Fue algo muy corto, apenas una frase de unas cuantas palabras, pero que hizo reír a la elfa. Talith sonrió pícara, una picardía no exenta de cierta inocencia y propia de una adolescente, y que contrataba fuertemente con su aspecto, que era el de una persona con autoridad y conocimiento del mundo, y sus modales, que demostraban experiencia y una gran seguridad en sí misma.

-Bueno, querida, no es exactamente título nobiliario, pero hice unos cuantos favores al estado en el pasado. Favores de los que implican arriesgar el pellejo, a pesar de lo cual a veces ahora les cuesta recordar. Pero como dirías tú la memoria humana es así de volátil, ¿no es así? Pero sí. Soy magnimariana de nacimiento, y pueblerina para más señas. -Talith se echó a reír-. Aunque ahora soy la gerente en jefe de todo un estado y su principal embajadora, antes de cumplir los diecinueve años. Las vueltas que da el mundo.

Y a Marcus, con una sonrisa: -Conozco a Shalelu, sí. Fue compañera de andanzas suicidas durante un tiempo, cuando... antes de unirme a Thassilon. -Talith hizo una pequeña pausa antes de continuar hablando-: Incluso salvó el trasero a mi grupo una vez, cuando estuvimos luchando contra una tribu de goblins que estaba causando muchos problemas a mi pequeña aldea. La elfa es una raza esquiva, pero Shalelu es de los habitantes de Mierani que más trato tiene con humanos, quizá incluso la que más trato tiene de todos ellos. Debiste pasar por Cala Arenosa cuando yo estaba estudiando interna en Galduria. Durante años sólo volví a casa en vacaciones, aunque cuando volvía siempre me encontraba con el pueblo exactamente igual que cuando lo había dejado… menos la última vez, ejem. En fin, si algún día vuelves a pasar por Cala Arenosa o Magnimar dame un toque y miraré de coincidir en la visita, si mis obligaciones me lo permiten.

Se encogió de hombros ante la mención de sus propiedades en el estado de Magnimar.

-Para ser sincera ahora parecen poca cosa, pero le tengo especial cariño a mi casa de la campiña. Aun a pesar de los fantasmas y fenómenos sobrenaturales, es un lugar entrañable. Además, le he cogido afecto a los fantasmas, en el fondo son buenos chicos y la casa no sería lo misma sin ellos. Al fuerte no voy demasiado, tengo un administrador que se ocupa de él, y en teoría me fue entregado para un gobierno conjunto con mis antiguos compañeros de aventuras y andanzas suicidas… de los que quedan más bien pocos.

Por un momento Talith pareció triste y molesta al mismo tiempo, como recordando un hecho amargo.

-Pero ya veremos. Tengo la impresión de que la señora Alaznist me va a poner de patitas en la calle en cuanto abra un ojo, así que ya se verá cuanto tiempo retengo todas mis propiedades en Magnimar. Si eso sucede supongo que tendré que adquirir unas cuantas en Puerto Enigma. Bien mirado, las adquiriré igualmente. Los bienes raíces se amortizan bien… Seltyiel, tal vez quieras echarme una mano al respecto.

Talith suspiró, como si la posible pérdida de sus propiedades en Magnimar le doliese en el alma.

-Aunque a mi pobre padre no le va a hacer ni pizca de gracia mudarse… sí sí, Sylash, no seas pesado, ya te tengo en cuenta -se quejó la muchacha. Aquello último iba en dirección al duendecillo que le tiraba de la oreja sin ningún recato-. Os presento también a Sylash, mi familiar, un lyrakien de Desna.

El duendecillo plegó sus alas, que recordaban las de una mariposa. -Ja. Si no te lo recuerdo seguro que te olvidas de mí. Aunque no es que yo no tenga boca para remedar tu olvido, claro está -le regañó el duendecillo, guiñando un ojo a Marcus con aire cómplice-. Los magos son muy despistados, créeme -le comentó. Hablaba el taldane con un acento musical y exótico. Marcus tuvo la impresión de que en realidad no estaba hablando en esa lengua, pero que él la entendía de todas formas como si fuera su idioma natal.

-Bah, llama a un familiar y te dará la tabarra toda la vida -suspiró Talith.

-No me llamaste, yo vine a ti -matizó inmediatamente el duendecillo-. Y te estás desviando del tema, como siempre…

-Por tu culpa, como siempre -señaló Talith en lo que parecía un reflejo automático, aunque sonreía.

Se volvió hacia Marcus y Seltyiel de nuevo.

-Pero oh, me estoy saltando las formalidades, ¿no es así? -Talith asumió una expresión pícara y algo traviesa, como una niña sorprendida en una falta, antes de adoptar una pose grave y formal-. Os doy la bienvenida y apruebo vuestras actividades en nuestro territorio, y os transmito este beneplácito en nombre del señor Karzoug el Reclamante, Sátrapa de Xin-Shalast, Señor Feudal de Shalast, Protector de Thassilon, Campeón de la Runa Ley.

Talith recitó aquellos títulos de corrido y con solemnidad antes de añadir con un tono menos formal: -Mi señor, y por defecto, ahora también el vuestro.