Partida Rol por web

Pathfinder Alfa: Hijos del Vacio

[Introducción] 2.5: Tres Caballeros de no tan Brillante Armadura

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04/02/2016, 14:23
Director

Puertoenigma, mañana del 16 de Desnus, día del sol, del 4710 CA

 Parecía un trabajo sencillo y limpio. Hacer de niñera durante un par de semanas de un criptarca que había cabreado a unos forasteros hasta que llegase el barco con el que iba a huir. Eso había sido hacía un mes, y entre medias la ciudad había sufrido una extraña mancha en el cielo, un maremoto y una plaga de desapariciones de criptarcas. Y mientras la ciudad se recuperaba habíais tenido que aguantar tres asaltos, varios intentos de asesinato, el hundimiento del barco que debía recoger al criptarca, el incendio de dos refugios y la perdida de varios compañeros, ya fuese muertos o desertados.

Ahora tan solo quedabais tres de los ocho iniciales. Un grupo de mercenarios, matones y aventureros que ya os había hecho pensar que quien estuviese cabreado con vuestro patrón, Otto Carré, era un cabronazo de mucho cuidado. Y habíais aprendido que también tenía más dinero que Abadar. Así que ahora Carré estaba quemando su última opción acudiendo al León Rapado..

El León Rapado no era el mejor sitio al que ir si uno quería beber un trago tranquilo o pasarlo bien, ni siquiera para los estándares de Puertoenigma. Pero si uno quería un cara a cara (fuese una reunión, una paliza, un polvo, lo que fuese) y se quería absoluta seguridad sobre la confidencialidad de este (aunque no de las entradas y salidas al local) entonces uno iba allí.

El local estaba regentado por un viejecito achaparrado, que respondía al nombre de Maurice, de aspecto y modos siempre amables, pero que por algún motivo todos aquellos que lo habían tratado coincidían en que les provocaba escalofríos. Eso, además el pequeño ejercito de asesinos que trabajaba allí como equipo de seguridad, los sobornos a los señores y la certeza de que todo aquel que había provocado problemas en el León había desaparecido sin dejar rastro, convertían al local en el caldo de cultivo de muchos de los negocios sucios y las negociaciones bajo mano de la ciudad.

Otto Carré había dejado la sala donde estabais para ir al encuentro de su misterioso contacto mientras vosotros cuatro esperabais disfrutando de la comida y bebida con el convencimiento, o la esperanza, de que mientras estuvieseis allí estaríais a salvo.

Notas de juego

Comenzaremos por algo sencillo, describid a vuestros personajes y lo que pueden saber vuestros compañeros tras un mes de convivencia. También podéis comenzar una charla si queréis, claro.

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04/02/2016, 14:31
Breol Harren

 Breol parecía un mercenario curtido, o quizás uno de los hombres de armas de las Nolands. En sus rasgos y equipo se adivinaba su origen ulfen, aunque estaba más que claro que más que un poco de sangre kellid corría por sus venas junto con algo de las razas del sur.

Era grande, de casi metro noventa y unos ciento veinte kilos de músculo aun sin aquella aparatosa armadura suya que dejaba claro que no era un pirata (algo bueno a saber en una ciudad donde era la ocupación mayoritaria). Era calvo, con una barba corta no muy cuidada pero practica y de ojos color acero.

Breol iba a todas partes con una aparatosa armadura completa con motivos ulfen gravados y una capa de piel de oso. El único otro equipo que siempre solía llevar con el era un gran escudo de hierro del que parecía sacar todo tipo de armas, con predilección por las grandes.

No era del tipo simpático, no por que fuese antipático, si no por que se notaba que su vida había transcurrido entre armas y derramamiento de sangre. Tardó diez días y dos combates en aprenderse vuestros nombres, pero cuando lo hizo os sentíais de verdad sus camaradas. Suponíais que no tenía mucho sentido aprender nombres y encariñarse con la gente en un oficio como el suyo en que la mayoría solía morir rápido.

Breol era un hombre sencillo, pero os deparó una sorpresa cuando resultó no ser un mercenario, un bandido o un hombre de armas, si no un heraldo de Gorum el Lord de Hierro, el Señor de las Batallas.

- Bueno ¿Habéis pensado que vais a hacer cuando vuelva el mago?- Preguntó el hombretón devorando otra pechuga de pollo. Obviamente se refería a la promesa, hecha por Carré hacía una semana, de daros quinientos oros por cabeza adicionales por aguantar hasta el encuentro con ese contacto, y que si os interesaba su contacto podría tener otro trabajo muy bien pagado.

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04/02/2016, 15:22
Marcus

A sus treinta años, Marcus mantenía un tipo y una forma envidiables. Era alto, de alrededor de metro ochenta, pero ni de lejos tanto como Breol. Tenía constitución delgada pero fuerte. De tez morena, pelo castaño y ojos verdes. Una extraña combinación. Su piel bronceada por el sol y la vida al aire libre le daban un aire rudo y curtido, y tenía cierto atractivo peligroso que solía gustar a las mujeres.

Llevaba la armadura ligera puesta casi a todas horas… constantemente. E incluso en las pocas ocasiones en que habían podido permitirse el lujo de dormir un poco decentemente, sus compañeros habrían visto que Marcus se echaba con la armadura también. Sus ropas indicaban sin lugar a dudas que era un hombre de bosque, acostumbrado a los viajes y a estar en la naturaleza. Llevaba un arco y una espada que le acompañaban a todas partes, y, aunque Marcus parecía reticente a empuñar sus armas, las veces que le habían visto utilizarlas lo hacía de forma mortífera y letal. Hoy no era un día fuera de la norma, y a pesar de estar sentados y bebiendo, Marcus no se había separado de su espada ni de su arco. Recordaban que a veces, cuando Marcus practicaba con el arco en los escasos momentos de descanso, solía taparse un ojo con un pañuelo, de forma alternativa. Decía que le ayudaba a apuntar mejor.

La única cosa extraña que sus compañeros habían podido divisar en el guardabosques, era un tatuaje extraño en el brazo derecho. Un tatuaje que llevaba casi siempre tapado por las ropas o las pieles que completaban su atuendo. En alguna ocasión habrían podido ver parte del trazado pero poco más. Y Marcus nunca hablaba de ello.

Últimamente el mundo estaba cada vez más loco. Con la innumerable sucesión de eventos extraños ocurridos en el último mes, Marcus estaba cada vez más convencido de que algo malo pasaba.

Y lo que iba a ser un trabajo sencillo dio paso a un mes interminable de un estado constante de alerta, y escaramuzas varias. Cada día que pasaba tenía más claro que la ciudad no era para él. Debía regresar al bosque, en plena naturaleza… donde no llegaba el hombre y donde podría ser feliz y conseguir algo de paz.

Levantó su vaso de vino y se lo llevó a los labios dando un pequeño sorbo. Ahogó un carraspeo, estaba malo de cojones. Sin suavidad alguna volvió a depositarlo sobre la mesa sin quitar los ojos de los parroquianos y clientes del local. Puede que su patrón, Otto, se sintiera a salvo durante su reunión… pero Marcus siempre estaba ojo avizor. Atento ante los posibles peligros. No en vano aquella costumbre le había mantenido con vida durante tantos años. Quien quiera que fuese el que quería muerto a Otto de seguro que ya sabría que su víctima estaba ahí, en el León Rapado. Y qué mejor que acabar con alguien cuando se sentía sumamente seguro y confiado.

El guerrero dejó de vigilar por unos segundos la sala y se centró en sus compañeros, estudiándolos con la mirada. Se preguntó cómo habrían acabado ahí, trabajando para Otto. Exactamente igual que él.

- Bueno, con un poco de suerte hoy será nuestro último día en este trabajo. – Comentó alzando su vaso en el centro de la mesa y en respuesta a la pregunta de Breol. – Brindo por ello. Y por nuestros futuros trabajos. – Añadió finalmente. No es que tuviera ganas de trabajar, pero sí de acabar el encargo actual.

- En cuanto Carré nos pague… - comentó pensativo. – Me gustaría salir de la ciudad… Si el mago tiene algún encargo que implique viajar quizás lo acepte. – Dijo siendo sincero. – Si no me convence me buscaré algo tranquilo. Alguna caravana de mercaderes que viaje a algún pueblo cercano. – Pensándolo bien, con las 500 piezas de oro tendría para una larga temporada.

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05/02/2016, 16:20
Gelbin Cobblepot

Tenía claro que este sitio apestaba, pero cuando le sirvieron ese plato de estofado esperaba que tuviera algo solido, evidentemente no fue así. Intente comentarle a tabernero que eso podía considerarse caldo más que un estofado pero por las miradas que recibió no parecían aceptar una crítica constructiva de manera razonable así que deicidio callarse, no entendía a los humanos eran demasiado irascibles sobre todo en esta ciudad.

Acaba de cumplir hace 3 días su treinta y cuatro cumpleaños el cual había celebrado con un pequeño pastel para sus compañeros. Era alto para la media de los gnomos, llegaba orgullosamente al metro de altura. Su constitución era delgada y débil pero curtida a lo largo de los viajes. Tenía el pelo blanco nieve permanentemente de punta ni si quiera el agua parecía hacerlo bajar nunca había tenido muy claro el porqué. Sus pequeños ojos violetas contrastaban con su boca grande con una sonrisa para casi cualquier situación. Llevaba una túnica azul oscuro, resistente pero un poco ajada, ajustada con un par de cinturones y una bandolera. Llevaba siempre sus pociones y experimentos en su bandolera así como varios artilugios en su cinturón, junto con su preciada bolsa que contenía desde objetos mágicos hasta sus maravillosos ingredientes de todas las partes del mundo donde había estado. También siempre llevaba en su mano o cruzado en la espalda una cuchara de una madera oscura con unos tallados bastante elaborados de un lenguaje desconocido.

También era cierto que aunque el sitio en si no le terminaba de gustar, reconocía que había sido muy animado y le había dado mucho trabajo. Inundaciones, misterios y desapariciones  que investigar, aunque finalmente no había sacado mucha información.

Echo un par de miradas alrededor suspicazmente, después saco de la bolsa un par de trozos de carne seca y un par de especias, rápidamente los mezclo con el estofado, después de remover y un par de sorbos al menos esto tenía algo de sabor y consistencia.

Miro a sus compañeros que le habían acompañado estos días, se llevaba bien con ellos eran bastante majos, si no tenemos en cuenta los primeros días cuando casi lo matan por hacerles probar una sopa un poco mas especiada de lo normal. Le habían protegido de varios golpes que sin duda le hubiesen dejado bastante mal, a cambio el había tratado sus heridas con eficiencia y rapidez.

Después de mirar otra vez alrededor, dio un pellizco al pan y se lo echo en uno de sus bolsillos donde aguardaba su ardilla que le estaba suplicando por algo de comer.

- Bueno por mi parte cualquier lugar es mejor que este, aunque reconozco que estos días han sido divertidos. (Mientras balanceo mis pies en el taburete animadamente)

 

- No es muy complicado si me prometen un viaje a nuevos lugares o una buena paga, o aun mejor, ¡Ambas!

Notas de juego

Si cometo algún error sois libres de corregirme no llevo muchas partidas por foro xD

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06/02/2016, 15:15
Director

Puertoenigma, mañana del 16 de Desnus, día del sol, del 4710 CA

 Estuvisteis menos de veinte minutos comiendo y bebiendo hasta que apareció alguien. Una negociación muy corta para este tipo de asuntos, a menos que se usase la solución universal rápida (que en estos lares solía incluir un tajo de oreja a oreja), pero dado que volvía Carré acompañado suponíais que simplemente lo que el primero había dado al segundo era lo suficientemente valioso como para ahorrarse los regateos.

Carré era un tipo curtido y envejecido prematuramente, de mirada perdida y sonrisa amable se notaba que el criptarca era una rata de biblioteca pero con más experiencia que muchos mercenarios. Sin embargo su acompañante se notaba que era de una especie muy distinta. A primera vista parecía un joven (quizás demasiado) bien vestido y elegante, pero la forma de moverse y de mirar todo a su alrededor no os engañaba. La vaina podía ser fina y elegante, pero el cuchillo estaba bien afilado.

- El señor Carré me ha contado lo que han hecho por él y no puedo menos que estarles agradecidos.- Dijo el joven con una dicción perfecta y totalmente neutra mientras dejaba unos papeles sellados frente a vosotros.

Tras mirarlos con curiosidad comprobasteis que eran y Breol hasta se permitió un silbido impresionado. Cartas de pago del banco de Abadar, tan buenas como el oro pero sin los inconvenientes. Y todas por el doble del valor acordado.

 

- Esto deja saldadas todas su deudas y acaba con toda obligación contractual o de otro tipo que hubiese entre Carré y ustedes.- Siguió diciendo el muchacho como si fuese el dueño de la casa, aunque dado que Carré asintió cuando le mirasteis sin abrir la boca suponíais que era parte de su trato. En cualquier caso no parecía cosa vuestra.

- Entiendo que después de lo que han pasado desearan un descanso pero podría... tentarles para que aceptasen otro trabajo. Uno peligroso, aunque a la altura de sus habilidades, pero al menos rápido (unos tres días, cinco a lo sumo) y muy bien pagado. Tres lo que han recibido en total por este mes con el señor Carré.- Explicó el hombre dejándoos hacer los cálculos, aunque no hacía falta mucho cuando se trataba de dinero, eran seis mil oros.

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07/02/2016, 02:32
Marcus

¿Tres o cinco días? Y por ese escaso tiempo... ¿Seis mil oros? Allí había gato encerrado. Seguro.

Marcus observó al recién llegado que acompañaba a su ex-patrón con renovada curiosidad. De hecho no hizo el menor amago de mover sus manos para recoger las cartas de pago del banco de Abadar. Dejó la suya sobre la mesa, sin tocarla, y miró con interés a aquel hombre. No tenía pinta de mago, como Carré. Pero claro, con los magos las apariencias engañaban.

Carré no había abierto la boca, quizá porque estaba de acuerdo con todo, quizá porque estaba influenciado de una u otra forma. Marcus ya había tratado con coacciones similares en el pasado.

- La verdad es que la oferta suena cuando menos... tentadora. - Replicó. Miró a Breol y a Glien y devolvió luego la mirada al recién llegado. - Pero me gustaría que explicara un poco más en detalle a qué se refiere con algo a la altura de nuestras capacidades. - Pidió. - Es mucho dinero por poco tiempo... y un trabajo así no suele ser simple. -

Con una mano enguantada, Marcus sujetó un instante la carta correspondiente a su parte del pago. - ¿Y el extra? - preguntó. No es que desconfiara, que también, pero realmente procuraba no cobrar de más a sus clientes. O de lo contrario pronto se quedaría sin clientela.

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07/02/2016, 13:43
Korvo

- Puede coger la carta, Marcus.- Dijo el hombre son una sonrisilla divertida.- Como le he dicho acaba con cualquier responsabilidad que pudiese haber entre ustedes. Puede llamarlo una bonificación por su fidelidad al contrato si lo prefiere.

- ¿Mucho? Lo de mucho siempre es relativo. Pero digamos que para mi resulta rentable, y que conozco poca... gente de confianza en esta ciudad y quiero asegurar que tres operativos que han demostrado honrar su palabra lo acepten, a pesar de estar, con toda la razón, cansados.

- La misión es bastante sencilla, subir a un barco, viajar unas pocas millas hasta una isla y apoyar a un grupo que ya esta allí en lo que necesite. Aunque desconozco los particulares.- Explicó el hombre con tranquilidad, una sonrisa educada y unos ojos negros como pozos sin fondo.- Es todo lo que puedo decirles antes de que acepten.

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07/02/2016, 14:47
Marcus

Marcus recogió la carta y la guardó en uno de los bolsillos laterales de la mochila que había llevado con él hasta allí. La mochila seguía en el suelo, a sus pies, bajo la mesa. Y nadie había osado acercarse, además de que Marcus no le quitaba un ojo de encima.

Sopesó las palabras de aquel hombre y miró a Breol y a Gelbin como si tratara de adivinar sus pensamientos.

- Viajar en barco y apoyar a un grupo en una isla... - Repitió como si lo meditara. Alzó su copa en dirección a aquel hombre y sonrió. - Mientras no implique matar niños o inocentes, puede contar conmigo. Me encargaré de que ese grupo consiga lo que usted quiere y vuelvan sanos y salvos. - Dijo finalmente aceptando el encargo, pero con sus condiciones. Claro que él no conocía a ese hombre, y lo mismo el grupo que había mandado en una misión a una isla se tenía que encargar de exterminar a una tribu de indígenas... Marcus esperaba que no fuera así y que sólo se tratara de recuperar algún objeto, o quizá una misión de rescate, o algo simple. No le gustaba complicarse la vida.

Si para aquel hombre pagar seis mil oros por algo así le resultaba rentable, entonces no lo discutiría. Con ese dinero podría vivir tranquilo una buena y larga temporada.

- Gelbin... Breol... ¿Os apuntáis? - Preguntó mirando a sus compañeros del último mes. - Puede resultar divertido. - Además de que la paga no estaba nada mal.

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07/02/2016, 22:37
Gelbin Cobblepot

En un rápido vistazo al nuevo conocido, me di cuenta que era alguien que no terminaba de gustarme… era una sensación sutil pero estaba ahí. Mirando su sobre era un buen pago no se iba a quejar a fin de cuentas habíamos pasado por bastante más de lo previsto en un inicio.

Sin embargo el viaje a la isla sí que le tenía intrigado, si alguien necesitaba ayuda posiblemente es que era un lugar interesante y peligroso, o bueno simplemente interesante en Varisia tampoco hacía falta ir se muy lejos para encontrar problemas.

Mientras recogía el sobre y lo guardaba en su bolsa.

 

- Por supuesto puedes confiar en nosotros y por supuesto me apunto. (Devolviendo la mirada a Breol y a Marcus)

Acto seguido me fijo en Otto intentado evaluar porque se le ve tan diferente, le recordaba más hablador

 -De todas maneras porque esta tan… desanimado Otto, igual el señor… ¿cuál era su nombre? (señalándole con el tenedor) puede encargarse de esos forasteros no le molesten.

En otro momento habría bromeado algo más con su nuevo patrón pero… no se animaba a hacerlo, no podía apartar la mirada de la daga y su actitud… tranquila pese a estar en un lugar así.  

-Eso sí quiero detalles, los detalles son importantes. (Poniendo otra vez una gran sonrisa)
-Por ejemplo con quienes nos vamos a encontrar, una gnoma (guiñándole un ojo al futuro patrón). Eso me encantaría, hace mucho que no comparto aventuras con una.

Mentalmente me puse a pensar que tendría que hacer de comida y que necesitaba comprar para el viaje. Mientras dejaba que los demás respondieran me puse a jugar con la ardilla, intentando meter una bola de pan entre dos jarras mientras ella lo evitaba.

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08/02/2016, 18:34
Breol Harren

- Me parece adecuado, pero espero que entienda que no realizaré nada que perjudique a mi fe o a esta ciudad.- Dijo Breol con tono calmo mientras miraba con agudeza al joven. Aunque por si o por no la carta de crédito había desaparecido de la mesa como por arte de magia.

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08/02/2016, 18:35
Korvo

Cuando fue a hablar Otto vuestro nuevo patrón le interrumpió con un gesto, amable pero firme.

- El objetivo del señor Carré era evitar caer en manos de cierto grupo muy persistente. Yo me voy a ocupar de eso pero desde ya estoy al mando. Podrán hablar todo lo que quieran con él de camino hacía la isla. A partir de aquí doy por hecho de que aceptan mis términos y que mantendrán la discreción sobre el trabajo.

- No le he dicho mi nombre, señor Cobblepot.- Dijo el joven formal pero directo, sin circunloquios, aunque dejando claro que había hecho los deberes.- ¿Le importa realmente mi nombre y para quien trabajan?

- En cuanto a la misión es sencilla, partirán en una pequeña embarcación del puerto que les dejara en otra mayor que ya esta atracada cerca de su objetivo. Llegado un momento los marinos, con los que es mejor que no comenten su parte del plan, recibirán una señal e irán a buscar a ciertos individuos. Es bastante probable que parte de ellos, miembros de la Sociedad de Pioneros, decidan quedarse para “documentar” las peculiaridades de la isla.

- Se harán pasar ustedes por antiguos compañeros del señor Carré y apoyaran a este grupo en estas actuaciones ¿Alguna duda?

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08/02/2016, 23:07
Marcus

- Ha dicho que no debía llevarnos mucho tiempo... Tres... quizá cindo días a lo sumo. - Respondió Marcus. - ¿Qué ocurre si esos miembros de la Sociedad de Pioneros deciden quedarse más tiempo? ¿Dos o tres semanas por ejemplo? O quizá más... ¿Nos quedamos y les apoyamos? - Preguntó con interés. - Así sin más... Si yo fuera miembro de ese grupo que va a quedarse a documentar las peculiaridades de la isla... lo primero de lo que sospecharía es de un grupo de asociados que vienen a darme su apoyo gratis. No van a confiar en nosotros. - Explicó su punto de vista.

Se encogió de hombros. - Por mi parte está bien. Iré. Pero si no quieren mi ayuda no puedo forzarles a tomarla. Aunque haré todo cuanto esté en mi mano, se lo aseguro. - Levantó la jarra para simular un brindis con sus compañeros y luego la alzó ante su nuevo patrón. Sonrió amablemente a todos.

Siempre que alguien le decía que una misión era sencilla, la cosa acababa complicándose de mala manera. Marcus tenía esa sensación... pero decidió callar y aguantar. Ya vería lo que le tocaba. El destino solía jugarle malas pasadas pero no había sido nunca demasiado cabrón.

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10/02/2016, 13:07
Gelbin Cobblepot

Haciendo un gesto de ofendido (claramente exagerado).

- Lo decía porque igual se había olvidado la presentación, viendo que no es así, simplemente te llamare… (lo medito un poco mirándole de arriba a bajo) Cuervo, fácil de recordar y así tengo una manera de llamarte. Si no le incomoda por supuesto.

Acto seguido vuelvo a mirar a mis compañeros

- Yo por mi parte me parece bien, no parece un trabajo complicado.

Seguramente haya alguna trampa en alguna parte del contrato pero bueno era un pensamiento fugaz que se le pasaba de vez en cuando. Tampoco es que el dinero en si le importara en exceso, con tener para pagarse su modo de vida.

-Si tenemos que quedarnos algo mas… pues bueno está bien pagado el trabajo tampoco me quejare mucho, solo un poco (mientras sonrio).

-Y por supuesto discreción (mientras me paso la mano por la boca cerrándola)

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11/02/2016, 17:00
Korvo

- Sus objetivos les impedirán quedarse demasiado tiempo, y si se hacen los remolones el señor Carré se ocupará. En cualquier caso si la misión se alarga más de lo previsto son totalmente libres de elegir si seguir acompañando a los Pioneros o no.

- Claro que van a confiar en ustedes, después de todo los Pioneros son famosos por cosas así, y el señor Carré militó en sus filas.- Explicó el joven.

- Nunca olvido nada señor Cobblepot. Pero Cuervo estará bien.- Dijo el hombre divertido.- Y, por supuesto, agradezco tanto como confío en su discreción y la de sus compañeros.

El joven extendió tres cartas de crédito más que se sacó de la manga como si fuesen cartas marcadas y dejo frente a cada uno de vosotros.

- La Zorra de los Vientos les está esperando en el puerto ¿Alguna pregunta más? Si no es así les pongo en manos del señor Carré y les deseo la mayor de las suertes.

Notas de juego

Pues eso, cada uno tenéis dos cartas de crédito a vuestro nombre por valor de siete mil oros. Ahora es el momento en que podéis (y debéis) preguntar las dudas que tengáis y decidir si os falta algo de equipo que comprar camino a la Zorra de los Vientos (el siguiente turno ya será en el barco camino hacía los problemas).

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12/02/2016, 09:10
Marcus

Los Pioneros. Interesante nombre para un grupo de arqueólogos o saqueadores o lo que sea que fueran esos tipos. ¿Y eran famosos por confiar en la gente así como así? Marcus no sabía en qué tipo de mundo habrían vivido esos "aventureros" pero desde luego en el mundo real no se podía ir tan confiado por la vida. Quizá después de todo no les vendría mal la compañía de gente como Gelbin, Breol o el propio Marcus.

- Está bien. Por mi parte no hay más preguntas. – Dijo Marcus aceptando y recogiendo su carta de crédito sin detenerse a comprobar la cantidad. Una muestra de que se fiaba de su interlocutor, al menos en cuanto a tratos y transacciones económicas se refería.

- De camino al puerto pararé a hacer una compra rápida. – Dijo mirando a Breol y Gelbin. - Me llevará como mucho un minuto. – Dejó su jarra vacía sobre la mesa y esperó a ver si el resto estaban listos ya. No estaba muy seguro de si Breol iría con ellos o no, se había mantenido extrañamente callado durante aquella conversación.

- A la Zorra de los Vientos pues… - dijo repitiendo el nombre del navío. – Parece el nombre de un barco pirata… - Miró un momento a Cuervo con una sonrisa. – Mejor no haré preguntas. – Estando en la ciudad en que estaban… Marcus no podía esperar otra cosa.

Notas de juego

Compro raciones de viaje para 15 días (por si acaso). Si te parece bien me restaré el dinero en mi ficha y las incluyo.

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13/02/2016, 12:47
Gelbin Cobblepot

Era hora de irse de ese sitio, empezaba a aburrirle.

-Adiós, señor Cuervo.

Saliendo por la puerta escuche a Marcus hablar de comida seca, por dios la gente no valora nada sus estómagos.

-Yo también iré a comprar un par de cosas al mercado y viendo que iremos a una isla igual compro unas cosas de mas.

Mientras apresuro el paso para que me de tiempo.

-Nos vemos en el barco supongo.

Notas de juego

Ahora apunto en la ficha lo que compre y lo que tengo ya de por si, que estos dias estoy liado xD

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13/02/2016, 17:16
Director

Cercanías del Codo del Diablo, mañana del 16 de Desnus, día del sol, del 4710 CA

 Tras unas rápidas compras os dirigisteis hacía el muelle camuflados vosotros tres y Carré con una ilusión y acompañados por media docena de matones a sueldo que no parecían pertenecer a ninguno de los grupos de poder conocidos de la ciudad. Parecía que el amigo Cuervo estaba acumulando mucha “mano de obra” lo que os llevó a preguntaros si sería un nuevo actor de la peculiar “política” de la ciudad u otra cosa.

En cualquier caso llegasteis sin problema a la Zorra de los Vientos. Un barco pequeño y rápido, una balandra os diría Carré, del mismo tipo que usaban los corsarios chelios. La Zorra parecía un barco bastante nuevo y con una tripulación profesional y entrenada. Si aquellos tipos eran piratas vosotros erais goblins, y a Carré (gran aficionado de lo naval) no le sonaba haberlo visto antes en el puerto.

El viaje fue rápido y en poco más de dos horas habíais cubierto el trayecto que una embarcación normal habría recorrido en cuatro. Y exactamente donde os había dicho Cuervo estaba esperándoos el Oso Empapado. Un barco mucho mayor y viejo, un bergantín de contrabandistas, os apuntó vuestro antiguo patrón.

Estabais realizando el traspaso a la embarcación mayor mediante unas escalerillas de cuerda cuando una agitación alteró a ambos barcos. Los dos vigías habían visto movimiento en tierra, una extrañas criaturas azules del tamaño de leopardos forma de mastín y tentáculos surgiéndoles de la cabeza.

Notas de juego

Si queréis hacerle alguna pregunta a Carré, preparar algo o lo que sea este es el momento, seguramente en el siguiente turno entréis al tema.

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15/02/2016, 09:16
Marcus

- ¿Conoces a esos Pioneros a los que vamos a ayudar? – Preguntó Marcus a Carré al poco de iniciar la travesía. –¿Tienes idea de qué han ido a buscar? – Desde luego Carré parecía más confiado y propenso a hablar ahora que Cuervo no estaba presente. Quizá temía a aquel hombre, lo que hizo a Marcus preguntarse acerca del propósito real de su misión… y para quien trabajaban en realidad.

Y ese hombre que nos ha contratado… ¿De qué le conocías? – preguntó algo más serio.

Tras las escasas dos horas de travesía Marcus se sorprendió a sí mismo satisfecho al comprobar que su nuevo patrón no era ningún aficionado. Les pagaba bien, tenía a profesionales a su servicio y al parecer contrataba gente más que decente. Pero todo ello no hizo más que preocupar a Marcus.

De ser así, aquella misión no les iba a resultar tan sencilla como ayudar a unos Pioneros a cumplir algunos objetivos… fueran los que fueran. Iba a conllevar algún tipo de esfuerzo o peligro, eso seguro. Y sus temores quedaron confirmados cuando el grito de los vigías le alertó.

El, en esta ocasión, mercenario corrió a situarse junto a la barandilla del barco más cercana a la costa. Aguzó la vista y trató de divisar a esas criaturas de las que les habían alertado. Juraría que jamás había visto algo así. No perdió ni un segundo en empuñar su arco y colocar la primera flecha en él.

Fueran lo que fueran esas criaturas no parecían amistosas, y sería mejor enfrentarse a ellas primero en la distancia por si podían ahuyentarlas. Suponía que el barco no se acercaría a la costa hasta que aquellas criaturas no estuvieran bien lejos… o muertas. Marcus inspiró hondo y se preparó para disparar una primera andanada de flechas en cuanto la primera de esas criaturas estuviera al alcance de su arco. Era rápido disparando y bastante preciso… Pero ignoraba qué clase de seres eran aquellos.

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15/02/2016, 23:05
Gelbin Cobblepot

-¿Qué se dedicaba a investigar? ¿Y porque molesto a tanta gente? -dirigiendome al señor Carré

Tenía curiosidad como alguien aparentemente ajeno a la vida de la ciudad podía cabrear a alguien tanto como para ir tras él.

El viaje se lo hizo aburrido para lo que esperaba no hubo nada que le llamara la atención, hasta que vio emerger a esos seres. No tenían pinta de venir a saludar, así que s preparo para el combate

No tenía muy claro a esta distancia que eran, pero prefería prepararse por si acaso, no había llegado hasta aquí por no ser precavido. Me posicione cerca de Marcus y Breol a sabiendas de que sabrían que hacer. Saco su cetro con la mano izquierda y le dio un par de giros a su anillo creando un escudo de energía en su brazo.

-No creo que eso sepa muy bien (mientras sonrio)

Notas de juego

(La tirada de saber ya me dirás donde la hago)

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18/02/2016, 18:09
Otto Carré

- No, no creo que les conozca. No queda mucha gente activa de mi época en la Sociedad, y ninguno que se dedique a los trabajos de campo.- Respondió Carré a Marcus.- Y si, tengo una idea bastante clara de que buscan. A mi.

Carré no parecía querer ser criptico, pero os dabais cuenta de que el hombre estaba agotado emocionalmente, y no era para menos. Por lo que os había explicado en el trayecto, el hombre prometió algo, información de algo que había encontrado y que según él pertenecía a la Sociedad. Lo había hecho sin intención de entregarlo a ese grupo, unos hombres adinerados y peligrosos, pero sin ver otra salida ya que necesitaba el dinero para sanar a hija adoptiva que se moría de una grave enfermedad. Por supuesto ya había considerado la reacción de los prestamistas, y tenía una salida preparada. Con lo que no había contado era con que su hijastra le vendiese a esos mismos hombres dejándole sin huida posible. Y el resto de su historia hasta allí la conocíais tan bien como él. Excepto un último detalle.

- No lo conozco.- Añadió Carré con una pequeña sonrisa triste.- Se coló anoche en la casa segura sin que nadie lo viese y me propuso una reunión en el León Rapado. Supuse que si no me había matado ni entregado era por que realmente quería hablar. No os ofendais pero prefiero no deciros quien es. Ya habéis soportado un montón de problemas por mi causa y no quisiera involucraros más de lo necesario en este.