Partida Rol por web

Pathfinder Alfa: Hijos del Vacio

[Partida] 1.0: Entrando en el Misterio

Cargando editor
15/11/2015, 18:03
Seltyiel

-Le salió mal un ritual. Parece que se arriesgó demasiado -contestó sencillamente Selt en respuesta a qué había pasado con Nheran.

Pero tuvo que apoyar a Air'his. -Pero ella tiene razón. Será un final más limpio que el que le espera si se queda aquí. Y no, no lucha. Se ha rendido. Debería saber que solo no tiene posibilidades.

Estaba un poco decepcionado por una reacción tan suave. Sí que había viajado, sí.

Cargando editor
15/11/2015, 18:20
Director

Roth Beetle

 - No... no lo entendéis. No son simples criaturzuelas que uno puede despistar o ahuyentar. Torren nos indicó historias de magos que huyeron durante décadas de esas cosas aullantes para acabar cayendo en sus garras. Tan solo la muerte detiene la caza. Y derrotarlas solo parece enfurecerlas ¡Mirad a Geron! Eliminó a una solo para tener que vérselas con una manada, y ni la ayuda de Ferel bastó.

- ¿De verdad queréis descubrir si al matar vosotros al ser la manada me perseguirá a mi o a vosotros por el resto de vuestras vidas? ¿Que podéis hacer contra algo así?- El hombrecillo estaba realmente desesperado, pero según su punto de vista que le protegieseis solo serviría para añadir nombres a la lista de condenados.

 

- Dale la información a Madre Jessica. Ella lo entenderá, ella lo guardará hasta que sea necesario, quiera Pharasma que nunca ocurra.- Respondió el hombrecillo a la pregunta de Seltyiel.- Si creyese que hay algo que podéis hacer... no quiero morir, no así, menos así. Pero cuando un Perro te hecha la mirada estas condenado. Y supongo que el que nos engañó lo sabía bien.- Añadió con una risita nerviosa.- Y lo más gracioso es que cumplió lo que prometió.

Cargando editor
15/11/2015, 18:23
Seltyiel

-¿Que prometió exactamente? -preguntó Selt a Roth.

Pero frunce el ceño dubitativo. -No creo que sea una sentencia tan eterna. No hay nada irrevocable en el universo. Claro que averiguar lo que detenga el interés de esos perros puede ser nada fácil

Cargando editor
15/11/2015, 18:30
Naewen

-Claro que hay algo. Apuesto que los thassilonianos no están preocupados por los perros. Siempre hay alguna defensa -confirmó la maga-. Ahora, saber cuál es… sí que es otra historia. Quien sabe, igual es tan simple como que las manadas tienen un número finito de individuos. Igual es tan complejo como para requerir condiciones muy específicas. Deberías venir con nosotros. Nos limitaremos a espantar a los perros, sin matarlos, hasta que descubramos qué les aleja.

Cargando editor
15/11/2015, 18:32
Seltyiel

-Si lo descubrimos... -puntúa Selt, seco.

Cargando editor
15/11/2015, 18:33
Air'his

-Solo le estoy dando una opción, Naewen, yo preferiría una muerte rápida, sin dolor y con entierro que ser descuartizada por una bestia, todo depende de ti -alega sin dejar de mirar a los ojos al anciano. -Ultima oportunidad, tres opciones, ¿te vienes, te quedas a morir por tu cuenta o te damos una muerte y entierro digno?, no nos hagas perder más el tiempo.

Cargando editor
16/11/2015, 00:29
Naewen

Miró a Seltyiel y a Air'his. Por un segundo, Naewen pareció casi tan cansada como el desesperado Roth. Le hubiera gustado ayudarle. Había pensado en poder protegerle de alguna manera mientras averiguaban algo más de los perros. Pero el escepticismo de Seltyiel la trajo a la realidad.

El mundo es injusto, le había dicho a su hermano Agarel en cierta ocasión no tan lejana. Y era cierto. Algunas situaciones no tenían solución. Al menos, no a corto plazo. No en un plazo razonable.

Cerró los ojos, capitulando. Tampoco podía animar al hombre a suicidarse, y mucho menos ayudarle a hacerlo. Entendía lo que decía Air'his acerca de que sería más rápido y menos doloroso, pero...

Pensó en Delneth, y apretó los dientes. Había hecho cosas peores. Y por peores motivos.

-Es cierto que mi propuesta tal vez no sea una perspectiva razonable -reconoció finalmente, en voz baja-. La decisión debe ser tuya, por supuesto. Air'his ha hablado con sabiduría. Si quieres el final rápido e indoloro.... podemos ayudarte con eso también -las palabras sabían a ceniza en su boca, pero debía ser decisión de Roth, no de ella. No rehuiría aquello si era lo que él prefería.

Cargando editor
19/11/2015, 17:25
Director

14 de Desnus, día del fuego, del 4710 CA

El criptarca pareció dudar tras la insistencia de Naewen pero finalmente rechazó su oferta, y la de Air'his.

- No, gracias. Hasta donde se esto no tiene solución. Y desde luego no quiero morir ni me voy a rendir. Pero tampoco quiero arrastrar a nadie a la perdición conmigo solo por miedo a morir solo. La diosa no me lo perdonaría, ni yo tampoco.- Dijo el señor Beetle que parecía haber recuperado parte de su autodominio.

- De todos modos si os encontráis una solución y sigo vivo os agradecería que os acordaseis de mi.- Dijo el hombrecillo aunque estaba claro que lo decía más por tranquilizaros a vosotros que por que creyese que aquello iba a pasar. Había que reconocer que a su manera tenía valor, cuando lo más fácil habría sido refugiarse tras vosotros. Que era justamente lo que los thassilonios habían hecho con ellos.

Dejasteis al condenado recogiendo sus cosas de los restos de la cabaña de cerdos donde se había escondido los últimos días y volvisteis a Puertoenigma. No os costó mucho localizar la “caja de seguridad” donde el grupo había guardado la información restante. La variante de Kaer-Maga de ese tipo de deposito bancario consistía en una parte de un código que entregado a un tabernero en concreto te proporcionaba una langosta especifica en el interior de la cual se encontraba una dirección, un número y una llave. Entonces tan solo tuvisteis que introduciros en un edificio de apartamentos bastante venido a menos, entrar en el de una familia ulfen que os ignoró por completo y siguió comiendo cuando entrasteis en la habitación de la hija y abristeis una caja de metal empotrada bajo la cama. Un método realmente retorcido, aunque imaginabais que en una ciudad de ladrones, piratas y magos aficionados a los enigmas algo así era necesario.

El contenido eran una docena de legajos de papel repletos de formulas y una caligrafía diminuta aunque elaborada que parecía establecer indicaciones de paralelaje entre cantidades de energías diferentes hasta alcanzar un “equilibrio crítico” (textualmente). En cualquier caso aquello requeriría su tiempo para ser comprendido, llevasteis una copia de los papeles a Madre Jessica, que resultó ser una vieja bruja que vivía en una cala a poca distancia de la ciudad. La mujer aceptó los papeles y el mensaje y os aseguró que solo iba a entregar los papeles si los criptarcas lo necesitaban.

Así pues y con un par de problemas menos os tocaba encarar vuestro siguiente paso, el Codo del Diablo. Una pequeña isla a tan solo 3 kilómetros de la costa y 27 al sudoeste de Puertoenigma, pero a la que llegar parece que iba a resultar un problema. La isla estaba maldita, o eso aseguraban los marinos (los cuales solían ser un grupo especialmente supersticioso), y ninguno se acercaba a ella a menos que fuese para guarecerse de la peor de las tempestades (que eran relativamente comunes en esa zona del océano). Para empeorar la cosa era un secreto a voces en el puerto que los dos últimos envíos de los criptarcas a la isla no habían vuelto. Y hacía solo unas horas una embarcación pesquera había vuelto con un criptarca calado hasta los huesos rescatado en el mar, sin tierra cerca ni restos de ningún naufragio.

- Un mal momento para visitar el Codo.- Dijo una voz con tono divertido y acento korvo que pertenecía a un jovenzuelo apoyado contra la pared de un almacén que justo se había detenido a mitad en su exploración de Aerilaya de los tobillos a la cabeza.

La edad del joven resultaba especialmente, por no decir frustrantemente, difícil de encajar, tan pronto su sonrisa hacía parecerle un quinceañero, su postura apenas un adulto o una mirada serie que le metía bien entrado en la veintena. También resultaba desconcertante su procedencia social, ya que la manera cómoda en que se desenvolvía (solo y desarmado aparentemente) en uno de los peores barrios de Puertoenigma hablaba de alguien habituado a las calles, pero a pesar de algunas expresiones pintorescas barriobajeras la forma de hablar y de expresarse de aquel hombre parecía hablar de una posición social desenvuelta, por usar un eufemismo. Pero lo más curioso es que aquel hombre, como vieron tanto Naewen como Seltyiel, estaba camuflado con una ilusión bastante chapucera (cualquiera con cierta experiencia en ilusiones se daría cuenta) pero sin embargo las auras arcanas que lo rodeaban resultaban de largo mucho más poderosas que ese torpe artificio.

- Llevo algún tiempo siguiéndoos la pista señorita Mistrivvin. Aunque si llego a saber la “agradable” vista con que me encontraría al hacerlo hubiese puesto más ganas, muchas más.- Dijo cogiendo con lentitud la mano de la elfa y besándola.- Pero permitid que me presente, soy Lucien Henry Blackthorne III, par de Korvosa por la gracia de su majestad Cressida I, y embajador de Eurythnia por la del maestro Kusasfa, primer consorte de Sorshen. Y creo que podremos hacer negocios.- Finalizó con una mirada que resultaba aun más libidinosa que la que puso cuando “repasó” a la capitana-aventurera.

Notas de juego

Como siempre podeis hacerme preguntas o comentarios para que os de la respuesta del PNJ, aunque me reservo el derecho de comenzar una minicharla en el turno según se desarrolle.

Cargando editor
19/11/2015, 18:38
Naewen

-Mucha suerte. Y ojalá sea así y podamos ayudarte -dijo ella sinceramente, y en un impulso besó la mejilla de Roth. Sentía compasión por su situación y admiración por su entereza; estaba siendo más valiente de lo que ella lo había sido en el pasado...

-Eres sabia -le dijo a Air'his, cuando se alejaron de allí y el mago ya no podía oírlos-. Tenías razón; su muerte va a ser espantosa. Era una alternativa mejor, sin duda. Aunque me alegro de que haya decidido luchar. Eso es importante... bajo mi punto de vista. -La elfa dijo esto con un tono extraño de voz; cansado y emocionado a la vez, incluso un poco triste.

Las formas de hacer de Puerto Enigma fueron las más extrañas que ella se había encontrado en tres siglos de vagabundear por el mundo, algunas veces por culturas realmente exóticas. Para que luego dijeran que, llegado un momento, era difícil aprender algo nuevo.

Pero fue ella quien recogió las notas, con una emoción que casi había olvidado en los últimos años. O, para ser sincera, no, olvidado no. Atenuado, tal vez. La maga leyó por encima las notas, casi feliz. Dos misterios arcanos a desentrañar. El libro de Sombra, y ahora esto.

-Lástima que les haya costado tan caro a esos criptarcas -se obligó a recordar el precio que habían tenido esas notas, lo cual empañó parte de su entusiasmo. Pero, aun así… Aerilaya sacó pergamino y una pluma. Trazó un cantrip sobre las notas, acelerando así el proceso de copia-. Será rápido -aseguró a los otros.

Y lo fue. Tras asegurarse de que la copia fuera fidedigna, guardó ambas versiones de las notas cuidadosamente. No le importaba que estuvieran incompletas; ya las completaría ella. Sólo necesitaba tiempo.

-¿Qué sabes de esa isla? -preguntó a Seltyiel una vez que hubieron cumplido con el trato de entregar la copia-, ¿es muy grande? ¿Y deberíamos alquilar una barca, o mejor usamos magia para ir hasta allí?

Aunque lo de la barca parecía estar difícil, como comprobaron tan pronto empezaron a preguntar en el puerto. Al parecer los propietarios temían por sus valiosas embarcaciones. Eso sí, valiosas… Aerilaya hubiera jurado que más de una tenía una vía de agua. Meneó la cabeza, pues no lamentaría no encontrar una barca.

Lo reconocía, el océano no acababa de ser lo suyo, y eso que ante un naufragio ella tenía fácil evacuación. Pero era tan inmenso, tan diferente de la penumbra viva de un bosque… Aerilaya pensó en las notas para alejar aquellos pensamientos inquietantes. Tampoco es que tuviera miedo al océano; sólo un poquito de aprensión, y más viendolo tan agitado como ahora.

La voz la sobresaltó y la apartó de sus reflexiones. Miró al propietario de aquella voz desenvuelta y el peculiar acento, que reconoció de la ciudad-estado de Korvosa por su breve estancia allí cuando llegara a Varisia. Sólo habían sido unos días, pero el acento era característico. Y curiosamente no era una de las cosas que le costaba recordar.

La voz desenvuelta resultó pertenecer a un joven que habría hecho sonrojar a un clérigo de Calistria. Aerilaya primero se encontró incómoda ante aquel repaso visual, luego algo ofendida, aunque su malestar se tornó en diversión ante la forma en que la sonrió tras besarla la mano. Descarado, sí, y absolutamente impúdico, pero también un encantador toque juvenil.

Tuvo que hacer un esfuerzo para mantener su sorpresa a raya tras su presentación. Eurythnia, por Yuelral. Lo que menos se esperaba encontrarse allí.

Y curioso enviado… ocultándose bajo una ilusión. La maga se preguntó cual sería su aspecto bajo ella; ¿qué era lo que quería ocultar? Tanteó la posibilidad de averiguarlo, pero había probabilidades de que él se diera cuenta de que conjuraba una adivinación, a pesar de que ella estaba entrenada para hacerlo disimuladamente. No. Mejor no arriesgarse a una ofensa. Claro que tampoco debía importarle mucho que se supiera, porque era evidente que hubiera podido tejer una mucha mejor él mismo que la que le proporcionaba el objeto mágico que la creaba. Aerilaya no había estudiado en Iadara con la Tejedora de Velos para no saber reconocer cuándo una ilusión era prefabricada, y cuándo era una cuidadosa obra tejida por un mago experto.

Y el resto de los conjuros de aquel joven no eran precisamente de principiante… aunque tampoco parecían ser de la apabullante precisión y potencia que podía imprimir Elastara. Pero mejores que los de ella misma, en todo caso.

-Pues ya me habéis encontrado, señor Blackthorne -dijo ella, con tono cortés, aunque correspondió a la mirada libidinosa del joven con otra cargada de picardía y engañosas insinuaciones. Lo suficiente para indicar que no estaba ofendida, pero que aquellos juegos, con una elfa, requerían de largos coqueteos cargados de veladas invitaciones-. Aunque me asombra que me estéis buscando. ¿Desde cuando soy tan importante como para que un enviado de Thassilon se fije en mí? ¿Cómo es que conocéis mi nombre?

Aerilaya se encontró disfrutando con aquello, aunque estuviera un tanto oxidada. En realidad, era divertido, casi como volver a ser adolescente otra vez en Iadara, cuando aquello formaba parte de la vida normal, y a nadie le importaba si el juego acababa con un final o con otro. Lo divertido era el insinuante intercambio, no el objetivo.

-Veo que los libros de historia no engañan respecto a Eurythnia. Lujuria, ¿no es así? -pregunta ella, risueña- . Curiosamente tenía programado en mi agenda una visita a Korvosa en algún momento que tuviera libre en el futuro próximo. Curioso que Korvosa venga a mí. Por decirlo de alguna manera.

Mira con curiosidad al joven, intentando captar alguna realidad tras el velo de simulaciones en que parecía envuelto. Y no solo por la ilusión, su misma actitud era engañosa, tanto que hacía difícil precisar incluso su edad. Aunque aquello era algo esperable de Eurythnia, claro. Aerilaya recordó que los libros de historia decían que eran encantadores soberbios, pero aun mejores mentirosos y tiranos.

-Me interesa eso de los negocios. ¿Podéis especificar algo más? -preguntó Aerilaya, aunque esta vez intentó escuchar a la vocecilla de la razón que, desde el interior de su cabeza, le prevenía de dejarse arrastrar por la curiosidad. Thassilon. Un misterio perdido, solo recientemente resurgido. Pero ella ya había tropezado una vez… y la caída le había costado cara, muy cara.

La elfa esbozó una sonrisa insinuante, que animaba a su interlocutor a hablar. Pero parte de la diversión del juego se había apagado. Sí. Tropezar dos veces en la misma piedra tendría delito…

Cargando editor
19/11/2015, 19:18
Lukke

- Cualquiera con ojos se fijaría en vos señora mía.- Replicó el korvo con una sonrisa que dejaba claro que para él aquello era en parte actuación y en parte cortejo, aunque resultaba tremendamente difícil decir cual era la predominante.- Aunque vuestro nombre salió a relucir dado que buscábamos el mismo libro y consultamos al mismo chaman orco. Con un día de diferencia.- Añadió el joven como si hablase de una maldad del destino.

- Lujuria, amor, fertilidad...- Dijo el embajador con un brillo divertido en los ojos.- Aunque en mi caso es tan solo afición por la belleza. Que no os ofendan mucho mis maneras, soy inofensivo. A mi manera, claro.

- Buena costumbre.- Dijo el korvo aprobador y poniéndose más serio sin que mediase cambio aparente alguno.- Los negocios antes que el placer. Normalmente me permitiría tentarla con una buena cena, pero eso sería terriblemente poco educado para con sus compañeros y supongo que sentirá cierta... obligación para con su misión para el decumvirato.- Explicó el joven con un curioso énfasis en la última parte de su frase, como si fuese un tema “curioso” para él. Pero una sonrisa radiante, picara, y bastante juvenil pareció transmutarle la cara.- Además seguro que la comida con Brodert les ha dejado ahítos, en más de un sentido.

- Se que a su pueblo le gustan los circunloquios y dejar que las negociaciones progresen a su ritmo, pero me disculpará si decido ir al grano. Me gusta dialogar con una bella dama como al que más, pero ambos somos personas ocupadas y en los negocios me gusta ser claro y directo.

- Tengo curiosidad por lo que sucede en el Codo del Diablo. Por la piedra que ha caído y... por otras cosas. Pero me encuentro en la difícil encrucijada de ser un hombre de negocios y embajador de una de las naciones del Imperio. Y Puertoenigma se alza en territorio de otra de ellas, Shalast. Así que como entenderá puedo... cotillear sin problema en tanto Shalast no reivindique su autoridad sobre la ciudad, pero se vería con malos ojos que me inmiscuyese demasiado.

- Lo que quiero es información. Información sobre lo que ha venido con esa piedra, por que algo ha venido señora mía. Se me da bien inferir información y os aseguro que los criptarcas de la isla no parecen haberse esfumado por la maldición de la isla. Pero como hombre de negocios también me interesa la posibilidad de que ese meteoro contenga metal estelar, algo a lo que Thassilon sabe sacarle partido.

- Por la información estoy dispuesto a conseguirles un medio de transporte hasta la isla. Y le aseguro que la magia le valdrá de poco para eso. Ese criptarca que han pescado había salido volando hacia la isla cuando la “magia le abandonó”.- Dijo el embajador con un brillo en los ojos que podría ser interpretado de divertido pero también como avaricioso.- Después de todo no sería más que una historia lo que me contaría. Estaría dispuesto a añadir una cena al trato, si le place.

- Y sobre la segunda parte, sobre el metal estelar. Le ofrecería (como lo repartan es cosa suya) una participación del 50% en la empresa que se encargaría de... hacerse con él.

- Ah, y por supuesto. Si se encuentran con agentes de Shalast y se aviniese a comentarlo le estaría muy, muy, agradecido.- Dijo el embajador haciendo la palabra final sonase al ronroneo de un felino.

Cargando editor
19/11/2015, 20:50
Seltyiel

Selt se alegró de no tener que ayudar a Roth a tener un final más rápido, pero lo sintió por él. Vaya vida (más corta) le esperaba.

-Suerte, amigo -apretándole el hombro-. Que Nethys te dé fuerzas y potencia tu arte.

"Y si no, que te acoja en su seno", pensó el elfo. Aunque no, aquel hombre parecía ser pharasmita, menudos gustos religiosos. Vaya destino de ultravida más gris. Seltyiel consideraba que la vida tras la muerte en el Cementerio de Huesos podía ser tan aburrida como para desear una segunda muerte. Disolución verdadera o como quiera que se dijera.

-Sí, Air'his ha sido sabia. Aunque me sorprende tu sangre fría, capitana. Los elfos verdaderos no soléis contemplar con esa ecuanimidad la idea del suicidio. Y menos del suicidio asistido.

Selt se divirtió viendo las caras de aquellos extranjeros al ver el peculiar sistema de seguridad de la ciudad. -Os dije que Puerto Enigma era diferente -señaló divertido, aunque dejó de divertirse en cuanto tuvieron las notas y vio la emoción de Naewen. No es que a él mismo no le picase la curiosidad, pero no hasta el punto de que se le notara tan claramente. Se acercó y curioseó las notas por encima del hombro de ella.

-Quiero una copia también -se apresuró a decir Selt. Quizá no las entendiera, tenían pinta de ser tremendamente complejas, pero no había pasado años estudiando la maldita Puerta como para dejar pasar aquella oportunidad. No era el mejor de los criptomagos ni el más dedicado, y sus estudios habían estado por detrás de los negocios, pero caramba. Aquellas oportunidades se presentaban una vez en la vida-. ¿Quién podría haber imaginado que la Puerta era un artefacto para viajar en el tiempo? Tremendo. Pobres criptarcas, se van a tirar de los pelos cuando se enteren. Muchas de sus hipótesis apuntaban en otras direcciones. ¿Crees que servirá para algo más, Naewen?

Y de allí a por la isla. Selt se encogió de hombros ante las preguntas de la capitana. -Mejor barca, creo yo. Reservemos fuerzas, que no sabemos lo que nos deparará el día. Creo que sí, bastante grande, pero nunca he estado allí, así que tampoco sé decirte. Buscaremos que nos vendan un mapa antes de ir. Algo ayudará por impreciso que sea.

Entonces les salió al encuentro un desconocido, que se puso a flirtear de forma descarada con Naewen. Selt le mira burlón, aunque sopesando lo que veía. Era un joven muy raro y ya estaba pensando que tenia ante él a un extraño colega, otro superviviente de las calles que había tenido la suerte de aprender algo del Arte, cuando se presentó. Un noble y un thassiloniano. Genial. Adiós a sus teorías. Claro que los nobles eran los mejores ladrones, eh. No había nada como poder hacerlo por la vía legal. Claro que Puerto Enigma lo hacía aun mejor. Todos sus dirigentes eran ladrones y encima no tenían que disimularlo.

-¿Sois uno de los retornados? -a Selt se le hizo difícil hablar de forma tan encopetada. Naewen parecía llevarlo bien, como si estuviera acostumbrada, pero él rara vez había necesitado aquello. En Puerto Enigma no se llevaba tanta pijería, ni siquiera entre los grandes. Lo que contaba era el poder, no la etiqueta-. Aunque pareces… mierd… aj, parecéis… muy de esta época -decidió Selt, pensando que si aquel tipo hubiera venido del pasado se le tendría que notar en un montón de detalles. Tampoco tenía acento raro, como el que describiera Roth. Roth no era tan pardillo como para no reconocer un acento de aquella región de Varisia. Los korvosanos se lo tenían creído, pero anda que no enviaban barcos, el dinero siempre cuenta más que el pijismo.

¿Buscaba un libro? ¿Y de un chaman orco? Eso sí que era inesperado. No es que los magos se soliesen interesar por los chamanes orcos y era de suponer que menos los que procedían de magocracias con fama de ser absurdamente poderosas en el Arte.

-¿Qué libro? -mirando a la capitana, pero decidió no dejarse desviar. Después de todo eso parecía ser una cosa de ellos dos-. ¿Lujuria, amor, fertilidad? Empieza a caerme simpática Eurythnia -dice con ironía, aunque en parte también en serio. Al menos parecía que sabían divertirse. Imagínate sacar tu magia de la envidia o de la ira, vaya peñazo. Soberbia no estaría mal, podrías chulear a la gente-. Nunca he entendido lo de los pecados. Me suena tan raro. ¿De verdad las naciones de Thassilon están entregadas a eso? ¿Cómo se vive… con esa entrega a la lujuria? Aunque podría acostumbrarme, conste, peores cosas hay. ¿Es verdad que eso potencia vuestra magia? ¿Y como? En serio que no puedo imaginarme cómo. No te digo que me reveles el proceso en sí mismo, cada detallito arcano, imagino que eso será ultrasecreto y toda la pesca. ¿Pero una ayudita para entender cómo puede ser eso?

Selt pensó que la mitad de los criptomagos darían una mano y venderían a su madre por hablar con aquel Lucien. Pobres tipos, pasarse toda la vida estudiando la Puerta para que ahora vinieran los creadores, con planos y todo, y dejasen obsoleto su trabajo. Seguro que Roth no había pensado en eso, o igual se le habrían quitado las ganas de seguir huyendo de los perros.

¿Y si les mentía y no era de Thassilon? ¿Qué pruebas tenían de ello? Miró a la capitana, ella parecía convencida. ¿Por qué? Selt mira a su familiar, a ver si le chivaba alguna pista.

-Veo que también conoces a Brodert Quink. Es un hombre entrañable que deja huella -dice con cierta guasa-. Aunque él no parecía haber hablado con nadie de Thassilon, creo que habría salido en la conversación. Ese hombre no deja de hablar. Ni de quejarse. Hombre, si quieres hacemos una cena para todo el grupo. Aunque algo me dice que prefieres menos comensales.

Genial, parecía que en Thassilon eran tan territoriales como en Puerto enigma. Lo que Lucien decía de respetar el territorio de Shalast no era tan distinto a como se portaban los grupos de poder de Puerto Enigma. Y puñalada en cuanto alguien mostraba debilidad, claro estaba. Así que Selt asiente con aire entendido.

-Algo me dice que la información es más valiosa que un simple transporte -dice Selt con una sonrisita-, aunque no me parece mal el trato, dejando claro que nos reservamos el derecho a aumentar el precio si las condiciones luego parecen hacerlo oportuno. -Sí, si la cosa resultaba un paseo, genial, pero si luego tenían que sudar sangre, narices le iba a salir tan barato al tipo el trato.

¿Metal estelar? Cielos. A Nheran le hubiera dado un infarto, cuánto le hubiera gustado echar las zarpas a aquello.

-¿Qué metal estelar, lo sabéis? Espera, ¿un mago se cayó al agua mientras volaba? ¿Qué metal era el que anulaba la magia?

Pero al grano, Selt, los negocios son los negocios.

-¿50% para vos y 50% para todos nosotros? Un trato un tanto desigual -regateó Selt inmediatamente, antes que la capitana o cualquiera de los otros hiciera el pardillo-. Lo lógico sería un reparto a partes iguales entre cinco. En el supuesto que vos os ocupaseis de la infraestructura, por supuesto, yo podría encargarme del personal necesario para la explotación. Creo que seré el que conoce mejor a la mano de obra local. Por otra parte, sigo insistiendo en que un simple transporte no parece del mismo valor que la información que queréis. Así que lo más razonable sería que nosotros nos llevásemos una cuota mayor. Hacemos más esfuerzo, despues de todo. Eso de que la magia te abandone, seguro que no os gusta. Pero por otro lado como sois alguien especial podríamos hacer concesiones y pactar ese reparto equitativo. Que no se diga que no sabemos valorar los contactos con Thassilon.

Selt mira divertido al tipo, a ver qué decía.

-Mis porcentajes parecen más razonables, ¿no creéis? -presiona un poco, aun con el mismo tono distendido y amistoso. Estaba dispuesto a ofrecerle alguna mejor participación si la infraestructura suponía pasta gansa. Pero ¿50% él solito? Igual el Lucien aquel se las estaba metiendo doblada y era de Shalast y no de Eurythnia. Avaricia parecía pegarle más (aunque no le tiraba nada mal los tejos a la capitana, había que reconocerlo)

Qué curioso, hablar de dinero le ayudaba a recordar mejor aquella ridícula forma de hablar.

Cargando editor
20/11/2015, 11:47
Lukke

 - No, no lo soy.- Respondió el embajador que parecía divertido.- A decir verdad soy el primero aprendiz del nuevo mundo de Eurythnia. Y háblame como coño te salga de los cojones hombre.- Añadió con un uso muy fluido de la jerga callejera.- Ahora puedo ser un finolis pero soy un hijo de la calle.

- Oh, Eurythnia es muy simpática. Incluso en los viejos tiempos era más de manipular que de destruir o dominar. No es que resulte del todo agradable pero si es mejor que las alternativas.- Comentaba el joven korvo de forma abierta, como lo haría un estudiante de una universidad con otros compañeros.

- Lo de los pecados es... complicado. A decir verdad no acabo de entender la Doctrina de Mando y otras sutilezas que parecen más sociales que técnicas. Pero si, sin duda hay magia en ello, aunque tiene que ver menos con el pecado en si, o la virtud, que con lo que representa este. No es difícil de entender realmente, mira los clérigos que obtienen poder de sus dioses si, pero también de su fe, esto es algo parecido, el pecado es un método de “comunión” con verdades fundamentales de la creación. Pero como a los simples mortales las verdades fundamentales se nos escapan un polvo por vicio de vez en cuando ya nos vale.

 

- Conocí a Brodert antes del Despertar, y no le he vuelto a ver desde entonces. El trabajo no perdona, y a Brodert las noticias de actualidad no podrían importarle menos. Me temo que será la última persona de Varisia en darse por enterado de que Thassilon ha vuelto. Y aun entonces es posible que lo niegue si les considera “arribistas” que pretenden contaminar sus excavaciones.

- Tampoco es que pida ninguna información concreta, solo un relato de lo acontecido, algo que no es tan raro para unos aventureros, y menos aun para unos Pioneros.- Dijo Lucien echando a la elfa la misma mirada que cuando hablaba del decemvirato.- Y si, el transporte puede parecer una nadería, pero los rumores vuelan y esa isla nunca ha tenido buena reputación. No estoy seguro de que les resulte tan fácil.

- Noqual.- Respondió el korvo.- Un metal interesante, pero que encontraran difícil de vender en grandes cantidades. Fuera de Numeria apenas lo usan algunos eruditos para experimentos. Los únicos que podrían comprárselo a buen precio y en grandes cantidades son aquellos que conocen sus secretos. Y dudo que Shalast les pagase por algo que consideraran suyo.

- Pero creo que esta enfocando mal lo de los porcentajes.- Siguió diciendo el embajador con una sonrisa más amplia y unas formas que delataba que se lo estaba pasando bien con aquel regateo tan de los bajos fondos.- Para explotar el mineral hacen falta tres cosas: derechos, infraestructura y mercado. Yo tengo, o puedo conseguir las tres cosas, a ustedes les resultaría difícil si no imposible conseguir cualquiera de ellas. Además ¿Que cree que aportan realmente a lo que es esa empresa? ¿Que se ocuparan del problema que sea que este aconteciendo en el Codo? ¿Y no cree que eso ya lo solucionaba ayudándoles a llegar a la isla?

- No se engañe, realmente no les necesito para nada en esa empresa. El 50% no es por su contribución a ella si no una... inversión. No necesito ese dinero, desde luego todo dinero viene bien, pero no me resulta tan útil como establecer una relación de negocios con gente prometedora.- Explicó echándole una mirada a la elfa, pero también a su compañero de raza.- Además mi prioridad para con Eurythnia es controlar a que se dedica ese suministro de noqual, y eso lo consigo cobren ustedes o cobre yo.

Notas de juego

Las respuestas están en el orden en que se hicieron las preguntas, si hay cualquier duda decídmelo :p

Cargando editor
20/11/2015, 20:00
Naewen

Antes de encontrarnos con Lucien

-¿Sobre el suicidio asistido? Si, el modo de pensar elfo tiende a desaprobarlo, incluso a convertirlo en un anatema. Habitualmente hay mejores medios de resolver una situación. Incluso la resistencia desesperada, como la de Roth, es mejor que una rendición completa. Porque por excruciante que vaya a ser tu muerte, si te rindes no tienes ninguna posibilidad. Si no te rindes, quien sabe lo que traerá el mañana -replicó la elfa, pero suspira-. Aunque le veo pocas posibilidades a Roth. E incluso el modo de pensar elfico reconoce que algunas situaciones no tienen otra salida. Hay una tragedia muy famosa… en Kyonin, desde luego, no es que nuestra literatura sea conocida fuera del reino… sobre un general que tuvo que llegar a ese punto para no proporcionar información al Enemigo. Es desgarradora precisamente por lo mucho que valoramos la vida y lo que detestamos segarla antes de tiempo. Quizá en otras culturas no se vería tan emotiva.

Y tras una pausa: -Aunque me temo que ya no soy una elfa típica, de todos modos -dijo esto con voz inexpresiva y mirando al frente, sin volverse hacia sus compañeros.

-Por supuesto, haré otra copia esta noche cuando paremos a descansar -le dijo ella al elfo en respuesta su petición sobre las notas.

Después de encontrarnos con Lucien

Aerilaya quedó sorprendida ante aquella mención de un libro que prácticamente había olvidado. Vale, no, olvidado no. Una no olvida una cosa así tan fácilmente. Pero había tenido otras cosas en que pensar en el entretiempo.

-No, el libro no era del chaman orco. Era una obra thassiloniana… es complicado -explicó la maga a Seltyiel-. Es de un trabajo anterior, que hice para una empresa constructora de objetos mágicos, en Kaer-Maga. Son un grupo famoso en esta parte del mundo; claro que en esta parte del mundo hay pocas ciudades y cuántos negocios de venta de magia especializada van a haber. Así se puede ser los primeros, con tan poca competencia. ¿Conocéis a Taja Corael, Lucien?

Miró fijamente al joven. -Era un libro de necromancia. ¿Eurythnia tiene interés en algo de Gastash? -sonrió de pronto-. Aunque esto igual está fuera de lugar aquí; mis compañeros pueden sentirse comprensiblemente aburridos ante mis negocios anteriores. Podríamos hablar de ello en esa cena, señor Lucien, si no os echáis atrás con esa invitación. Aunque después de terminar con este trabajo, desde luego. Y no deja de sorprenderme lo bien informado que estáis sobre mi vida. Sí, pertenezco a la Sociedad de Pioneros. Pero no os preocupéis, me parece bien ir al grano. Llevo viviendo mucho tiempo entre humanos.

Aquellas miradas al hablar del decemvirato… -¿Tenéis alguna cuestión pendiente o relación con el decemvirato o la propia Sociedad, señor Blackthorne? -quiso saber. Aerilaya no quiso hablar de forma informal, no tan pronto, no sin antes ver a dónde conducía todo aquello. Sus planes para visitar Korvosa aun seguían en pie y no quería que un paso a destiempo lo estropeara. Ya había cometido unos cuantos traspiés sociales últimamente.

Y por eso mismo se reservó su opinión sobre el comentario de Lucien sobre la relativa suavidad de Eurythnia. Dudaba que fuera así. No eran sólo los libros de historia elfos los que tildaban al viejo imperio con tintes casi demoníacos.

Sin embargo, la pregunta de Seltyiel sobre el funcionamiento de la magia de Thassilon hizo que mirase con atención casi estática a su interlocutor. ¡Sí! Aquella era una pregunta que ella se moría por hacer. Nunca había entendido aquel concepto, que le parecía ridículo y más cosa de superchería que de magia. Y ni un solo libro, al menos uno que hubiera caído en sus manos, se acercaba ni remotamente a dar una explicación coherente.

Pero ante la explicación de Lucien, la elfa abre mucho los ojos almendrados. -Oh. Un modo simbólico de acceder a las constantes universales. O no, simbólico no es del todo exacto. Metafísico más bien. Es… interesante. He tenido la oportunidad de ver en acción, y a veces aprender a usar, otras formas de acceder a las constantes fundamentales. Lo entiendo, aunque… sigue pareciéndome pintoresco. Pero puedo hacerme una idea sobre su utilidad, porque apelar al prana para tocar la energía primaria tiene…sentido. Sería el mismo uso del akasha que ya… he contemplado otras veces. Más extremo, quizá.

Miró a Lucien, y de pronto se sonrojó un poco turbada. Casi nunca hablaba de aquellos conceptos de la metafísica vudrana. Los occidentales tendían a no tener ni idea de la filosofía ni de la magia vudrana, y mucho menos de la terminología o el idioma empleado en aquel lejano continente.

-Lo siento. Son ideas vudranas… -se disculpó ante aquel thassiloniano injertado. Sí, no le sorprendía que fuera un korvosano que se hubiera unido a aquella caravana. Seguro que aquellos recién llegados iban a recibir un influjo de muchos jóvenes ambiciosos de la era actual-. Pero os agradezco la explicación. Nunca había entendido ese punto. Es más, había llegado a pensar que era algún tipo de distorsión o mitología.

Aerilaya sopesó la propuesta del hombre. La verdad es que no tenía ánimos para meterse en negocios (aunque Seltyiel pareciera estar deseándolo), por lo que una participación en el negocio de otro sin tener que colaborar activamente en nada le parecía una buena propuesta. Es más, le resultaba un tanto sorprendente que Lucien quisiese convertirlos en socios solo porque estaba interesado en ellos. ¿En serio? ¿Estaba Thassilon captando talentos agresivamente? ¿O había ahí alguna otra razón?

-Bueno, mi compañero tiene razón en que el transporte sigue siendo una cuestión más sencilla que la propia isla -dice risueña-. Vamos a añadir una cosita sin importancia que no os va costar nada. Yo os cuento un relato acerca de lo que pasa en la isla, si en esa cena de la que hemos hablado vos me contáis otro acerca de lo que está pasando con Korvosa y con Thassilon. Hemos escuchado muchos rumores de segunda mano, pero ninguno de primera mano. Resultaría interesante recoger unos cuantos de alguien más cerca de la… fuente. No sé si tenéis idea de lo muy desbocada que corre la imaginación y lo pintorescos de algunos rumores que hay sobre ese asunto. Por supuesto, si a algunos de mis compañeros les interesara el tema, podría ser una entretenida velada en grupo.

La maga no pareció nada entusiasmada al escuchar lo de noqual. -Siete posibilidades y tenía que ser noqual, claro -musitó, torciendo el gesto-. A ver cuánto interfiere con nuestro arte.

Pero sonrió a Lucien. -Sobre vuestra propuesta sobre la explotación del noqual, no me parece mal, pero dejaré que sea mi compañero quien se ocupe de los detalles finos. Me temo que nunca me he interesado por los negocios, sobre todo por empresas de cierto calibre. Alguna vez he elaborado algún objeto mágico a encargo; en otros tiempos se me consideraba buena en ese arte. Pero incluso eso nunca me ha entusiasmado. Roba mucho tiempo de los estudios. Así que mi experiencia en el mundo empresarial se acerca mucho a cero.

Sí, además tenía la impresión de que a Seltyiel le daría un ataque si aceptaban la propuesta sin regatear. Pero si era así, mejor que lo hiciera él.

Hizo una pausa. -Me siento halagada de vuestro interés hacia mi humilde persona. Aunque no acabo de entenderlo… ¿buscáis algunos contactos capaces de realizar trabajos de campo, algunos conocidos para intercambiar impresiones sobre el Arte… o algo más serio? -tanteó, a ver si obtenía algo más de información.

Cargando editor
21/11/2015, 00:52
Seltyiel

Se encoge de hombros ante lo del libro. Asunto de ellos dos, definitivamente. De todas formas escuchó porque nunca se sabía cuando algo podía ser útil y aunque un libro de necromancia no le interesaba gran cosa, eso de que fuera de Thassilon era prometedor. Sería interesante poder echarle un ojo (y sin hablar de lo que valdría el muy maldito en un mercado especializado)

 -Gracias sean dadas a Cayden Cailean -ríe Selt ante la invitación barriobajera de Lucien a expresarse como quisiese-. Esa forma pomposa de hablar no me hace demasiada gracia. Aunque si es necesario se hace y punto -dice en tono práctico, indicando que uno tenía que adaptarse a las circunstancias.

Selt sonríe de oreja a oreja ante la descripción de Eurythnia y no puede resistir la tentación de hacer una broma. -Sí que parece simpática, sí. Si aquí los de las bandas tuvieran como lema echar un polvo en vez de partirse la crisma unos a otros seguro que Puerto Enigma sería un lugar mucho más entretenido. Y yo estaría mucho más entregado a mi trabajo.

Escucha lo de los pecados con atención. Interesante. -La de Thassilon es magia inductiva y proactiva, no reactiva -resumió, usando la descripción que Nheran dedicaba a su propia disciplina, diferenciándola del resto de las tradiciones mágicas. Era llamativo que la magia de aquellos thassilonianos se comportase igual-. Verdaderamente fascinante. Y creo que mi compañera se muere por preguntar si esa forma de canalizar la energía primigenia produce efectos cualitativamente diferentes a formas más tradicionales de conjurar.

Dedica una sonrisita irónica a la capitana, seguro de que está deseando sentar a Lucien en una silla y someterle al tercer grado acerca de lo que ha aprendido de los thassilonianos.

-Oh yo mismo estaría interesado en esa conversación, aunque si lo que queréis es una cena íntima, siempre podremos quedar en grupo antes o después de eso -asegura, mirando un poco burlón a Lucien-. Y lo de Brodert es muy cierto -se ríe-. Qué triste que los hombres puedan ser tan cegatos. Y no hablo de razas al referirme a hombres.

Selt siente la tentación de preguntarle por la ilusión, pero pasa. Demasiado indiscreto a aquellas alturas. Tal vez en la cena…

Aprobó que la capitana regateara lo del transporte, aunque sí que era cierto que tenía poco ojo empresarial. Uno regateaba lo que produjera más pasta, no las menudencias. Es más, las menudencias se ponen a engrosar tus argumentos en el regateo importante. Ay, estos eruditos. Aunque cabía esperar más perspicacia de una aventurera. Su puesto en la Sociedad y todas aquellas joyas que ella llevaba hablaban de una vida aventurera, los eruditos siempre eran muertos de hambre.

-Parece que lo tienes ya muy atado. Aunque no del todo, y por eso decía de colaborar yo trayendo mano de obra, y en cuanto a los permisos de excavación, no olvides que soy de aquí y conozco a mucha gente. Igual me hubiera resultado más fácil a mí que a ti -dijo Selt a Lucien directamente, en un tono tan relajado como el del otro-, por lo que hablaba de una participación activa, no pasiva en el negocio. Mis compañeros son más del tipo de acción, y nuestra encantadora capitana es sin duda también una teórica notable, pero yo estoy acostumbrado a negocios más pragmáticos.

Sintió la tentación de seguir regateando pero Naewen parecía notablemente poco entusiasmada y tampoco era cuestión de alargar las negociaciones ad infinitum. Lástima, pero de todas formas pasta gansa gratis por no hacer nada seguía siendo buen negocio. Claro que lo de no hacer nada, eh. Nadie da algo por nada, eso lo sabía hasta un crío humano de dos años. Qué diablos, era posible que lo supiera un crío elfo de dos años.

No se le había escapado la mirada que les había dirigido a la capitana y a él. ¿Interesado en establecer relación de negocios con gente prometedora? No es que eso fuera nuevo para él. Después de todo era por lo que el mandamás de los criptomagos le había fichado, no era porque tuviera gran necesidad de él, sino porque prefería tener controlado a alguien con la suficiente capacidad para causar problemas en filas rivales. Todos los grupos de poder se apresuraban a cortejar a la gente con cierto nivel de talento en un área u otra. A veces para usarlos activamente, a veces para tenerlos de reserva, y otras veces simplemente para que otros no los tuvieran.

Pero con Thassilon ¿quién sabía? Parecían tener mucho talento propio. Y solo había que ver cómo habían usado a Roth y sus amigos. Habría que andarse con pies de plomo, eh.

Selt escucha con atención, manteniendo una expresión de cortés interés y nada más. Incluso Elias, encaramado a su hombro, mira al korvosano con disimulada curiosidad.

Cargando editor
21/11/2015, 01:17
Naewen

La elfa miró aprobadora a Seltyiel ante una descripcion tan precisa y directa al grano de la tradición thassiloniana. Sin duda Seltyiel engañaba; bajo aquella fachada de hombre de negocios pragmático desinteresado por los estudios había otra persona, más culta y leída de lo que quería mostrar de ordinario. Recordó la punzada de irritación que él había mostrado cuando ella cuestionó una lectura tan extraña como el Serpientes, cenizas y semillas. Sombras de lo que fueron y serán. Y enseguida había vuelto a mostrarse jovial y desenfadado, como si aquello hubiera sido un desliz. Curioso. ¿Por qué ocultar su cultura? ¿Qué tenía de malo aquello?

Un misterio interesante para analizar en el futuro. De momento parecía que tendría que cuidarse no solo de sus coqueteos e insinuaciones, sino también de sus bromitas. Aerilaya pareció turbada por un momento ante la pulla de Seltyiel, pero enseguida rompió en una risa franca. -Seltyiel me ha cazado de lleno. Sí, naturalmente que quería hacer esa pregunta. Y otras, aunque… tampoco podemos permitirnos perder el día aquí -suspiró con auténtica lástima.

Dedicó una sonrisa entre tímida y pícara a Lucien, la sonrisa de una niña a la que han sorprendido realizando una trastada. Fue solo un momento; enseguida la expresión de la maga se tornó seria y formal.

-Tomamos nota de vuestro interés por los agentes de Shalast -dijo formalmente ella-. Aunque diría que tienen poco interés en mostrarse tan abiertos como vos mismo. ¿Habéis sabido algo de su actuación y movimientos por esta zona?

No pensaba mencionar lo de la Puerta Críptica, al menos no de entrada, pero a ver si él les podia contar algo de ellos. Claro estaba que el mago que habia preparado aquello y sus siete retornados podían estar a estas alturas a medio mundo de distancia. Pero no... seguro que no. Lucien tenía razón, aquel había sido su territorio. Lo que quiera que planearan sería para aquellas tierras.

¿Sería aquel mago realmente un agente legal de Shalast? ¿O era algún disidente o cosa rara? Pero no, aquello último era improbable. Se preguntó qué clase de relación buscaba forjar Eurythnia con Shalast... o que ya había forjado. No se podía dar nada por sentado.

-¿Conocéis a los agentes de Shalast por su aspecto? -pensando que si fuera así, podría pasarle la descripción que les había dado Roth y a ver qué decía él-. ¿O al menos sus nombres?

Cargando editor
21/11/2015, 02:13
Aerel

Aerel, sentado sobre el hombro de su maga y con la cola balanceándose a su espalda, escuchó toda aquella conversación con cierta preocupación. No le gustaba que su maga tuviese tanta curiosidad como para mostrarse turbada, ¿es que no había aprendido nada a aquellas alturas? Aunque al menos parecía un poco desconfiada. La duda era cuanto tiempo duraría la desconfianza ante su curiosidad insaciable...

El dragoncito mordió la oreja de su maga para mantenerla atada a la realidad. Era su deber vigilar para que ella no volviese a caer presa de sus impulsos y su ingenuidad. Pero qué difícil era, caramba. Ella nunca lo escuchaba lo suficiente.

Aerel posó la cabeza sobre la melena oscura de Aerilaya, y vigiló al desconocido. Si alguien tenía que darse cuenta de algo raro estaba claro que tendría que ser él. Su maga, tan rápida para darse cuenta de cómo funcionaban las cosas o para desentrañar el tejido de un conjuro, era notablemente cegata a la hora de calar a las personas.

Cargando editor
21/11/2015, 20:51
Lukke

A SELTYIEL 

El embajador sonrió como si estuviese practicando un deporte querido largo tiempo aparcado, alternando entre un lenguaje que aunque correcto se notaba impregnado de las formas callejeras y otro educado, el que podría haber usado un erudito para tratar con otro.

- Suelo cenar todos los días Seltyiel.- Indicó animado el joven que .- Y créeme, mi...afición por las formas femeninas nunca ha menguado un ápice la que siento por la buena conversación. Ambos sois bienvenido a mi casa de Korvosa cuando lo desee. Seguro que mi consorte y mi prometida estarán encantadas de... conoceros.- Siguió diciendo el embajador que, aunque había lanzado un par de miradas curiosas a los semiorcos como preguntándose si querían participar , parecía haberse olvidado de que erais cuatro en el grupo.

- Y créeme que aprecio tu oferta. Pero casi todo el mineral estelar es tan valioso como escaso. No hay necesidad de un gran trabajo mecánico, todo lo contrario, hará falta personal con experiencia para eliminar las impurezas de gran parte del material. Pero si quiere convertirse en un inversor por mi encantado, siempre que acordemos que mantendré el control sobre el destino final del mineral. Y si, te entiendo, gran parte de los eruditos y aventureros suelen a despreciar el apasionante baile que supone una buena negociación. Pero si, parece que tu capitana tiene prisa. Podemos hablarlo cuando vengáis a verme, considéralo un seguro. Así se que no tardareis.- Añadió el embajador de buen humor.

*****************************************************************************

A NAEWEN

- ¡Ah! La deliciosa y profunda señorita Corael. Si señora, nos conocemos, aunque temo que no pude empezar a gozar de su compañía hasta después de mi adherencia a Eurythnia. Así que más bien diría que estamos en proceso de conocernos.

- No es ningún secreto el honor de los decemviros os han otorgado señora, más bien lo contrario.- Indicó el embajador como refutando que supiese mucho de ella.- Y no, ningún asunto o relación siquiera con la Sociedad. Me temo que son demasiado nuevos en Varisia, y estaban en el lado equivocado (para mi) del continente. Aunque no puedo evitar preguntarme como lleva eso de ser la “chica del mes” de los decemviros tal como esta de alterada la política de la Sociedad actualmente. Aunque quizás eso sería más un cotilleo para algo de vino y queso.

- Hay muchas cosas en Vudra fascinantes.- Comentó el embajador en vudrano sin titubeos aunque con un acento que hacía pensar que tenía pocas oportunidades de practicarlo.

- Hay mucha distorsión y mitología con Thassilon señora mía.- Continuó de nuevo en el idioma común.- Tanto por exageraciones, deformaciones ocurridas con el tiempo, como por no tener en cuenta que aquel era un mundo muy distinto de este.

- Por supuesto. Después de todo hablar de Eurythnia es mi trabajo y de Korvosa mi deber. Como le he dicho a vuestro compañero sois bienvenidos en mi casa, no os costará encontrarla. Y no señora, no busco contactos, si no conocer gente. Eurythnia esta tan ávida de nuevos talentos como de relacionarse con aquellos aptos en este nuevo mundo (al menos para ellos).

- Si me permitís, creo que puedo haceros una pequeñísima demostración.- Indicó Lucien alargando su mano como pidiéndole a la elfa la suya, la cual tras un momento de duda la depositó sobre la del embajador.

El korvo tan solo volvió a repetir el beso en la mano de la capitana-aventurera, aunque esta vez manteniendo su vista prendada de la de ella de una forma... inapropiada, o intima, según mirases. La reacción fue rápida cuando la elfa se sonrojó visiblemente, acalorada de una forma curiosa. Pero el embajador se apresuró a dar un par de pasos atrás para evitar malentendidos y para dar tiempo a la elfa a recuperar el aliento respondió a sus otras preguntas.

- No, me temo que los movimientos de Shalast más allá de las Kodar- dijo el joven que consiguió sin embargo que sonase a advertencia- son rápidos y sigilosos.

- Conozco a alguno si, pero dudo que vayan a venir aquí, me interesan más bien aquellos que no conozco. Y estoy seguro que que personas con su inteligencia sabrán detectarlos, los shalastinos no suelen ser muy... sutiles.

 

********************************************************************************

GENERAL

- Les deseo suerte en su empeño.- Se despidió el joven Lucien.- Si van al final del tercer muelle encontraran un bergantín, el Oso Empapado. El capitán Gallowglass les esta esperando. Y no dejen que les time, si no les deja satisfechos no recibirá su recompensa. Así que no permitan que les deje a dos millas de la isla antes de largarse.

- Por cierto, yo llevaría ropa impermeable.- Comentó como si se le acabase de ocurrir.- A juzgar por lo ocurrido a ese criptarca diría que la lluvia de hoy viene aderezada con noqual. Una lluvia bien cara.- Dijo aunque parecía más divertido que apenado, otra señal de que no seguía la runa de la avaricia de Shalast.

Tras la despedida el joven volvió a apoyarse en la pared mientras miraba como os alejabais con una sonrisa... cargada de posibilidades.

Cargando editor
23/11/2015, 19:15
Naewen

-Veo que tenemos mucho de qué hablar -sonrió la maga al oír lo de Corael-, me gustará compartir esa cena.

Aunque parpadea cuando él dice lo de su nuevo cargo. -Estáis muy bien informado sobre la política interna Sociedad. -Se encoge hombros-. Lo de chica del mes quizá sea demasiado exagerado.  Nunca he sido una opción demasiado popular y hay quien sigue pensando igual. De todas formas, sí… mejor en otro momento.

Y asiente con la cabeza apreciativa al oírle hablar en correcto vudrano, aunque sin la soltura de quien lo ha practicado con nativos. -Poca gente habla tan bien el idioma en esta región del mundo. Vudra está muy lejos. Y sí, es una tierra llena de una sabiduría y tradiciones fascinantes. Tiene mucho que enseñarnos. Aunque también nosotros a ellos, claro -dice en común para que todos la entiendan.

Aerilaya asintió por pura cortesía ante las afirmaciones de él sobre Thassilon. Tal vez sí, o tal vez no. La historia tendía a mitificar e incluso demonizar ciertos tipos de culturas, eso era verdad. Pero no hay humo sin fuego, y ella ya había oído antes aquel tipo de justificaciones. Tendría que verlo para creerlo.

-Si me permitís, creo que puedo haceros una pequeñísima demostración -indicó Lucien alargando su mano. Aerilaya dudó un momento, insegura, pero tanto la curiosidad como la cortesía la llevaron a alargar su propia mano y depositarla sobre la del joven humano.

La demostración de él… La elfa se sonrojó, turbada, y se alegró de que él interrumpiera el contacto casi enseguida. Un poco sofocada, apartó los ojos de él para aspirar hondo y recuperarse.

-Ya… ya veo. Magia de lujuria, sin duda. Aunque no lo volváis a hacer, por favor. Los elfos odiamos que nos sometan a encantamientos contra nuestra voluntad. -De nuevo con el control de sí misma, le volvió a mirar-. Aunque no diré que no tenga curiosidad acerca de vuestra tradición.

Y se despidió. -Nos veremos más adelante, entonces. Y… oh -dijo casi como casualmente-, ya hemos visto que no son nada sutiles. Hemos tenido la oportunidad de ver… el rastro que han dejado con sus acciones. Si logramos averiguar algo más en el futuro ya os lo diremos, señor Blackthorne. Lluvia de noqual… genial.

Aerilaya tomó la decisión inmediata de taparse de los pies a la cabeza, no quería un polvo que anulara la magia sobre su cuerpo…

Cargando editor
23/11/2015, 22:53
Air'his

Habían dejado al anciano a su suerte, fue su decisión y no iba a cuestionarla, guardando su cuchillo le deseo suerte y se retiro con el grupo.

Escucho las palabras de Naewen y negó con la cabeza -No es mas sabiduría que experiencia, capitana, veras, yo defendía los dominios de mis bosques convocando bestia para expulsar a aquellos que fueran tan osados o idiotas como para violar mi naturaleza, y os garantizo que el espectáculo y los gritos de hombres desmembrados y devorados vivos no es un plato de buen gusto ni para quien lo contempla, y a ese pobre anciano le persiguen bestias peores que las naturales- Air'his arrugo la nariz ante la idea - tendrá una muerte horrible.

Ya tenían fijado el destino, el codo del diablo pero parecía que hay problemas para llegar, a ella eso no le importaba, el agua es solo un elemento que puede controlarse, si hay problemas ella se encargara de ayudar a sus compañeros.

Mientras buscábamos embarcación se nos acerco un individuo con aires de galán para ofrecer ciertos negocios al grupo y algún que otro cortejo a Naewen -Todos los varones son iguales....- mientras ellos hablaban, me acerque al individuo, rondandole y comencé a olfatearlo, pura rutina con todo lo que me encuentro, reconocer un olor es reconocer un posible aliado o enemigo, los olores dicen mas que las palabras.

Pero mientras acababa de olfatearle, salio en la conversación el nombre de un libro de nigromancia, magia negra, mal asunto -No debéis jugar con ese tipo de magia- exclama centrando los ojos en los de la maga- no se debe jugar con los muertos, estos pertenecen a la madre tierra, "Del polvo salimos y en polvo nos convertimos, volviendo a la tierra y comenzando un nuevo ciclo", no os metáis en esos oscuros caminos- lo dijo mas calmada, sabia que ninguno tenia pinta de ser clérigos o chamanes que usen este tipo de magia, pero tampoco le gustaba que tuvieran las manos metidas en estos aspectos.

La conversación continuo, la verdad es que se empezaba a hacer endiabladamente pesada, pero escucho un tema en el que decidió intervenir para ayudar al compañero de orejas picudas. -Es posible que cuentes con contactos, licencias y demás temas -alega mirando a Lucian. -Pero os garantizo que tener una chamana que controla la naturaleza os vendría muy bien para acelerar la construcción de la mina y demás túneles próximos a ella- dice mientras sujeta su pequeño saquito de huesos. -Mover la piedra, la tierra, ablandarla.... son aspectos clave para este negocio y yo puedo hacerlo solo con ordenarselo.- esperaba poder ayudar así a su compañero consiguiendo un mejor porcentaje. 

Ya parecía estar todo dicho, solo faltaba ponerse en camino.

 

 

Cargando editor
25/11/2015, 12:22
Seltyiel

Seltyiel alarga la mano hacia Lucien. -Trato hecho, ya hablaremos de eso. No es que vaya a quejarme si quieres controlar tú todos los aspectos del negocio y darme una participación por la cara, pero estoy dispuesto también a una participación más activa.

Aunque la sonrisa de Selt no dejaba entrever sus dudas acerca de aquel korvosano, después de todo seguía creyendo que nadie da nada a cambio de nada y aquello parecía una maniobra extraña solo para conseguir "contactos potenciales"

Y a la semiorca, con el aire práctico que siempre mostraba: -No tengo el menor interés en levantar muertos vivientes. Aunque tampoco es que me parezca tan trágico.  Lo veo incluso práctico, ya sabes, un poco de reciclaje con algo que si no se pudriría. Pero tranquila, no es mi especialidad ni mi interés. Tampoco creo que haya mina alguna. Los fragmentos del meteorito estarán esparcidos por toda la isla. Lo fácil, sospecho, será encontrarlos. Ya veremos si recogerlos será tan fácil, no sé si el noqual tendrá efectos perjudiciales sobre los seres vivos: Nethys nos enseña que la vida es magia, y la magia es vida. Disrumpir una quizá disrumpa la otra. Y lo complicado imagino que será procesarlos.

Sonríe con picardia, mirando a Lucien con intención. -Aunque lo interesante sería saber para qué quiere Thassilon todo ese metal.

Palmea a la semiorca en el brazo. -Pero no podremos usar magia para los procesos de recolección ni procesado, Air'his. Ese mineral anula la magia, da igual si es arcana, divina o natural. Ya veremos qué tal lo pasamos en la isla. Nosotros tres usamos magia y es posible que en la isla usarla tenga sus complicaciones.  Espero que esos fragmentos de meteorito no tengan una influencia demasiado fuerte, o estaremos jodidos -dice, lisa y llanamente.