Partida Rol por web

Había cometido un gran error, pues había confundido a los líderes de ciudad Iris y ciudad Trigal, me lo reproché en mi pensamiento. Entonces presté atención a la anciana.

-No, no, soy un científico, no me interesan las medallas de gimnasio.- Dije divertido.

Aquellas palabras me remitieron al pasado, hubo un tiempo en mi juventud en el que había soñado recorrer mundo recolectando todas las medallas, un tiempo en el que había soñado que podía ganar la Liga Pokémon, pero aquello solo fue el sueño de un niño inocente, y al fin y al cabo mi labor ahora era más importante que ganar cualquier liga, además viajaba igual sino más que cualquier entrenador.

-Quería hacer unas preguntas a...- Hice una pequeña pausa para repetirme mentalmente el nombre del líder, mira que confundirlo con Blanca, estúpido.- Morti, es en relación con los cortes de energía, creo que él me puede ayudar.

Sigo notando como si algo se moviera alrededor, pero la gente está aquí tan tranquila, no puede haber nada peligroso, es un gimnasio al fin y al cabo...

-Oh -dice la anciana. -¿Se ha ido la luz? Vaya... No veo en qué te podrá ayudar Morti en eso, pero... En cualquier caso, ahora mismo no está aquí, no sé cuándo volverá -contesta con voz afable.

Otro hombre que hay por allí cerca comenta:

-Es posible que haya ido a rezar a la torre. Sé que le gusta ir allí de vez en cuando.

-Muchas gracias señor.- Respondí dispuesto a salir, pero entonces me di la vuelta y me quedé observando a los ancianos.- Les puedo preguntar ¿que están haciendo aquí?

La verdad era que no sabía muy bien que hacían, como si aquello fuese un club de campo.

Es la ancianita la que responde.

-La muerte no es más que una parte de la vida, muchacho. Conocerla de cerca hace que el paso sea como volver a reunirse con unos viejos amigos. Aquí meditamos y tratamos de acercarnos a los que ya no están aquí, pero han dejado sus sombras.

El otro señor corrobora:

-Entrenamos a nuestros pokémon fantasma, además de tratar de comprenderlos mejor y poder desarrollarnos espiritualmente junto a ellos. Cuando vienen entrenadores a retar a Morti, luchamos contra ellos para que nuestros pokémon hagan ejercicio, pero normalmente esto está bastante tranquilo.

Otro de los presentes añade:

-Además, aquí hace fresquito...

Tras esta curiosa respuesta, Zero se despide y cruza la ciudad para dirigirse a la Torre. Al nordeste se alza la Torre Hojalata y al oeste de esta, no demasiado alejada, se halla la Torre Quemada, lo que queda de la que antaño fuera la Torre Latón.

Me hizo especial gracia la respuesta del último de los ancianos. Me imaginaba cuantos entrenadores habrían caído a manos de los "abuelos" solo por confiarse en demasía.
Durante el paseo también pensé en las sombras que había visto, serían espíritus, debía de admitir que pensar en aquello daba un poco de miedo, había tantas cosas que escapaban a mi entendimiento... Por mucho mundo que recorriera siempre encontraría más preguntas que respuestas... pero al fin y al cabo, aquello era lo bonito de la vida.

-Esperemos que ese líder nos pueda ayudar en algo Zorua, estoy muy perdido.- Le dije al pokémon con una ligera sonrisa.