Partida Rol por web

Mensaje:
por supuesto, he de pasarme por lavanda para unos asuntos personales y otros de urgencia que tengo que atender, si quieres que nos veamos podemos hacerlo en el centro pokemon.
Allí te esperaré Sparky

Según abres el pokenav con el Pen, ves un círculo el cual pone: "Wisty Oak" y debajo "Identificación Dactilar". Sin apenas problemas el archivo se abre con gran cantidad de información desordenada, pero algunas partes os llaman la atención: ¿base estratosferica? ¿Acceso Dragón? Investigadores de genética pokemon. clonacion pokemon. Obsesión por legendarios. ¿Un décimo general? ¿Green es conocido de algún general? conquista de Gimnasios de kanto. Clasificación de pokemon por tipo. Desinformación a miembros de rango menor. ¿Peones en una guerra?

Entre otras muchas cuyo desorden era un caos para leer en ese momento

-Llamar a Green solo empeoraría la situación. Lo sabes. En cuanto se enteren de que él está en la ciudad pedirán refuerzos. Vendrán dos o tres generales para pelear contra él. Y si aparecen más miembro de la Guardia para apoyar a Green se acobardarán y no harán nada, o peor, se fortalecerán más y acabarán con varios líderes de golpe. Solo nos perjudicaría.

Entonces su pokenav suelta un pitido y no puedo reprimir el impulso de mirar la pantalla y leer el nombre de los archivos. Dos de ellas me llaman la atención y a la vez me dan la razón. "Investigadores de genética pokémon" y "clonación pokémon". Así que la teoría de Mewthree no es tan descabellada...¿Pero qué es eso de Acceso Dragón? ¿Y "obsesión por los legendarios"? Desde luego este pen es una auténtica mina de oro...

Cuando termino de leer el informe, siento que me falta aire en los pulmones. Me agarro la chaqueta, golpeo el pecho con fuerza, pero mis pulmones se niegan a llenarse de oxígeno. Mis piernas son de mantequilla y las siento flojas, como si no aguantaran mi peso. ¿Qué demonios es esto que estoy leyendo? ¿Qué demonios está pasando? Es como si la figura de mi padre se hiciera trocitos delante de mí.

No es posible. No es posible. No es posible. No lo es... Y las pruebas me golpean en la cara de nuevo. 

Hay incongruencias, como lo de los dragones. Mi padre, que yo sepa, nunca ha tenido uno. Pero qué me dice que no los tiene en alguna parte. Ilusa. Tonta. 

Antes de que me diera cuenta, me están cayendo lagrimones por la mejilla. Me apresuro a quitarlos tan rápido como puedo con la manga. Pero parece que la ansiedad inicial baja poco a poco. No puedo perder nos nervios, no ahora. 

Sin saber cómo, me refugio en esa faceta de mí tan rara que escondo para situaciones de emergencia. Esa que no me gusta y que, irónicamente, más se parece a mi padre. Esa frialdad de juventud, esa que sé que mi madre ha visto alguna vez y que por eso mismo me ha dicho más de una vez que me parezco más a él de lo que creo. Me agarro a ella como si fuera un clavo ardiendo. Como si fuera un salvavidas que me fuera a llevar a flote. 

No puedo perder la calma. No puedo perder los estribos. No puedo. 

Pero primero, lo importante. Paso el informe a segundo plano y mando un mensaje a Ace. Su padre... No me esperaba que conociera al mío. Ni siquiera que fuera alguien tan importante. No quiero involucrarle, pero hablaré con él. Me cito con él en Lavanda. 

Después, vuelvo al informe y releo. Y vuelvo a leer. Y una cuarta vez. Y cuando llego a la quinta, levanto la vista y la pierdo en el infinito. Algo... algo de todo esto... Lo he visto antes. ¿Dónde? Despacio, atenta a todo, leo una vez más. Ahí, lo encuentro. Legendarios, el chip. Control pokemon. 

Y entiendo por qué. 

—Red —susurro. 

Y, tan pronto como lo digo, cierro la boca y aprieto los labios con fuerza. Estoy confusa, pero... tiene todo el sentido del mundo. Me llevo las manos a la cabeza, me duele de la tensión. 

Me tapo los oídos y reorganizo mis ideas. ¿Qué tengo claro? 

Punto uno: Algo pasa con el GT y mi padre está involucrado. 

Punto dos: Hay una base conocida en Carmín que es subterránea y otra a la cual sólo es posible acceder con un dragón que está en la estratosfera. Por eso Mercury huyó en dragonite. 

Punto tres: Necesitan a Aiko y, aunque todavía no lo saben, a mí también. Y no únicamente por las piedras.

Punto cuatro: Existe un décimo general del cual nadie sabe su identidad experto en dragones. Sólo conozco dos así y una pertenece al Alto Mando. ¿Habrá más personas así implicadas?  

Punto cinco: Buscan no sólo clonar a mew, sino que también buscan a los legendarios. 

Punto seis: Quieren hacerse, "en caso de que sea necesario" con el control de los gimnasios. ¿Qué pinta entonces mi padre en todo esto? No tiene sentido. Lo de los dragones tampoco. Cada vez estoy más segura de que él no es el general. ¿Y para qué quieren los gimnasios? 

Punto siete: Necesito hablar con Moetan, Ace y mi padre. En ese estricto orden. 

Después de organizar mis ideas, miro (al fin) a Lamrod. 

—Necesito ver a Moetan —digo simplemente. 

Y soy consciente de que el tono de mi voz a sonado como suena él habitualmente. Frío, distante y lejano. 

El informe es ciertamente inquietante. Los primeros párrafos me sirven para reafirmarme en mi teoría y mi decisión de pararle los pies al GT. Están jugando con cosas que no deben tocarse bajo ningún concepto, desafiando todas las leyes de la naturaleza, y lo que es peor, perjudicando a inocentes en el proceso. Pero lo que viene después...

La parte de Green es escalofriante. El entrenador más fuerte de Kanto desde la desaparición de Red muestra indicios de estar alineado con el GT. Sin embargo, no cuadra con las experiencias que he vivido yo mismo junto a él. Es cuando me encuentro pensando en las mil y una posibilidades cuando veo la reacción de Wisty.

Siento ganas de consolarla, de ponerle una mano en el hombro y decirle que todo irá bien, pero no lo hago. Ni ella ni yo somos tan estúpidos como para creer que esa simple frase arreglará algo. La única manera en la que puedo serle de ayuda es hacer lo que me dice. Parece que tiene un plan, después de todo.

Me limito a asentir y doy la vuelta en dirección a la salida a Pueblo Lavanda. No digo nada, no hay nada que decir. Y por primera vez, me siento incómodo en ese silencio.

Cubone parecía preocupado al ver la reacción de Wisty, y en el momento se limito a hacer unos cuantos gestos que indicarían que quiere protegerla.

Charmander trata por otro lado de abrazarla consolandola al tiempo que Hazel y el resto de sus pokemon.

Pero aún quedaba algo que decidir, los compañeros aún tenían que llegar, pero Moetan estaba en la dirección de Lamrod

Al ver a mis pokemon a mi alrededor tratando de animarme, me siento un poco más aliviada. Correspondo sus cariños y me centro en el pequeño cubone, que parece estar dispuesto a defenderme de cualquier cosa. 

—¿Estás seguro? —le pregunto con una media sonrisa, no me quedan fuerzas para una entera—. Las cosas se van a poner muy difíciles a partir de ahora. Va a haber entrenamientos muy duros para estar preparados para la que se avecina. Hay mucha gente mala que no sabemos qué está haciendo. Pero les venceremos, ¿verdad? —me giro momentáneamente a mi equipo. 

Todos asienten a su manera, poniendose firmes, gruñendo o mostrandome cómo de bien les va el entrenamiento. Y me siento un poquito mejor al ver que parece que lo estoy haciendo bien. 

Al charmander le devuelvo el abrazo. 

—Tranquilo, pequeñín. He prometido que te voy a cuidar, y eso haré. Nos cuidaremos entre todos, ¿vale? —digo. 

Y por último, saco una pokeball que muestro al cubone. 

—¿Vienes entonces? —pregunto con sinceridad. 

Mientras espero respuesta, veo que Lamrod echa a andar, le llamo antes de que avance mucho. 

—Lamrod, tengo que esperar a Aiko. Dadas las circunstancias, no pienso dejarla sola. Haré tiempo entrenando hasta que venga. Te alcanzaré. Y quizá te necesite para quitarme a Rick y los demás de encima. Vienen todos hacia aquí. Aiko y Leo viajan conmigo, pero no creo que deban saber esto. 

Hago una mueca al escuchar el nombre de Leo mientras me detengo en seco, evaluando las opciones que tenemos ahora. Comparto la opinión de que Aiko y Leo no deberían saber nada de esto, y menos si Wisty quiere hablar con Moetan a solas. Sospecharían y la abrasarían a preguntas. No, era mejor que no supieran nada. Así que la única salida que quedaba...

Suspiro en silencio y me giro para mirar a Wisty. Me gustaría haber ido con ella para saber de qué hablaban, pero era imposible.

-Adelántate tú. Seré yo quien les espere y les retrase como pueda. Retaré a Leo a un combate o algo así. No creo que vaya a tener que esforzarme para provocarle. Ahora muévete. No hay tiempo que perder.

Dudo durante unos segundos, pero por si acaso pregunto: 

—¿Dónde exactamente está Moetan? ¿La dejaste en el centro pokemon? ¿Sigue con el pie dañado?

Y ya que estoy, continúo: 

—¿Pasa algo con Leo? Has arrugado la frente. 

-Sigue con el pie mal, sí, por eso la he dejado descansando. A las afueras del Túnel Roca hay una casa en la que vive una karateka. Se llama Alex. Nos acogió anoche, después de caernos desde ahí.

Señalo el agujero en el techo.

-Sobre Leo, no te preocupes. Sigue adelante. Yo les entretendré. 

Hazel aprende con poco esfuerzo el pulso umbrio

Chispa le cuesta aprender el brillo mágico al no ser completamente Hada y estar en sobrecarga constante, un entrenamiento más y lo consigue.

Squall entrena contra una roca que arde hasta que finalmente consigue hacer escaldar

Rina con mucho esfuerzo y ayuda de algunas rayos idos de Chispa consigue aprender a generar electricidad, pero le cuesta dirigirla a donde quiere (aprende rayo pero ahora mismo es más facil que falle)

Goldie tiene velocidad suficiente para hacer el Golpe aereo, pero ha de mejorar la precisión (igual que rina)

Biru como hazel no tarda en aprender hoja magica

Veo cómo el Cubone se mete en la pokeball y ésta desaparece en mis manos. 

—Chicos, uno más en el equipo —digo tranquila al fin, a pesar de todo lo que se viene encima. 

Mi equipo me tranquiliza. Somos ya un montón y nos vamos haciendo fuertes juntos. Ahora me toca a mí también. 

Observo los progresos de mi equipo, les felicito, les doy una pokechuche (a charmander dos, por cuidar del huevo) y los guardo a todos menos a Hazel, para que en su forma umbreon acompañe a charmander. 

Me giro hacia Lamrod. 

—Está bien. Iré delante. Dile a Aiko que fui a ver el pie de Moetan. A fin de cuentas, mi hermano estudia medicina. Algo se me ha pegado. 

Dicho esto, me despido con la mano y emprendo el camino hacia Lavanda. Espero que, cuando vuelva a pasar por aquí, pueda al fin dedicarme a entrenar y capturar como es debido. Quiero un Amaura y, ahora que sé la que toca, un Gólem. Quizá sea hora de capturar pokemon evolucionados... 

Esperando al resto de gente cerca del agujero notas que una cuerda te rodea y tira de ti con fuerza, pero no la suficiente al poco tiempo te liberas y la tiras, pero en respuesta una sombra salta desde dentro del agujero hacia fuera con la cuerda, quedando esta a tu espalda - Vaya Shinji, podrías tener más puntería hombre. - Al darse la vuelta una mujer vestida de Ninja te mira a los ojos y tras unos segundos rie nerviosamente y dice más gritando que otra cosa - Shinji... me parece que tienes más puntería de lo que creia.... solo que tu visión no es suficiente. No era una roca lo que viste, si no una cabeza - por encima de tu hombro.

Al rato ves como del agujero por la cuerda sale un niño el cual te suena de haberlo visto en la prensa Pelipper.

¿A qué te refieres? Todos mis calculos eran correctos y... - Al llegar fuera te mira y lo único que alcanza a decir es un - Ups... - Ambos se juntan y mientras la ninja te ayuda a levantar te piden disculpas. - De verdad lo siento, no pensé que habría nadie después de la que cayó anoche. - Dice el niño preocupado.

Al llegar aquí veis como el lodazal formado por la llovizna del día anterior se ha resecado y deja el suelo un tanto humedo, pero lo suficientemente seco como para caminar sin problemas. Al avanzar os dais cuenta de que apenas si hay pokemon, algunos de tipo tierra persisten quitando parte del lodazal y los de volador sobrevuelan la zona como si buscaran algo.

Quitando el panorama, al fondo casi a mitad del camino, veis 3 siluetas que apenas son distinguibles, pero os podeis imaginar que una pueda ser Wisty, más que nada por su forma femenina. Las otras dos eran hombres, y uno de ellos era pequeño, pero no distinguiais desde esa distancia quienes eran.

Parece que no tendremos que sufrir mucho los efectos de anoche - Dice Leo tranquilamente - Por si acaso, Aiko no te separes de nosotros - Continua diciendo Ray. - Pongamonos en marcha, allí veo gente, será Wis con alguien más - Mira con cara de "¿Estas pensando lo mismo?" a Ray y tras ello comienzan a andar por delante Leo y Ray, seguidos de Aiko

Tras guardar la pokeball del agua, llegaron al fin al túnel roca. Jade que caminaba a su lado, fue introducido en su pokeball para facilitar el paso por tramos más pequeños. En la distancia se veía a quien podía ser Wisty, se le ocurrió quien podía ser el pequeño pero no afirmaría nada.

Mientras Ray, Leo y Aiko avanzaban más rápido antes su incomprensión, sacó de la pokeball a Líbero - no se que pasa, pero están buscando algo, infórmate y ayudales un rato ¿vale? - acarició la nuca de su fletching y le dejó volar, dos ojitos más nunca venían mal.

Ella por su parte sacó la pokedex y activó su zahorí, mientras caminaba detrás del grupo, pensando que fuera lo que fuera que buscaran, tal vez ese pequeño radar podría dar con algo oculto.

El camino hasta el Túnel Roca nos indica que la tormenta ha sido de buenas proporciones pues ni siquiera aparecen muchos pokemon, lo que es extraño considerando el lugar. Me mantengo atento a ver si aparece algún pokemon que me llame la atención para capturar, mientras ojeo los últimos ataques antes de devolverle el libro a Aiko:

 - "Muchas gracias por la ayuda. Este libro es de mucha ayuda y te agradezco mucho habérmelo prestado. Nuevamente gracias."

Entonces veo lo que el resto señala. Wisty parece estar con dos personas más. Me preocupo un momento pues recuerdo las últimas cosas que han sucedido y, lo último que nos falta, es que la embosquen los miembros de la organización enemiga ahora que está sola.

Avanzo junto con el grupo, mientras miro de forma seria a Umbreon, quien entiende de inmediato el mensaje de que debe estar atento a los problemas.

Miro a los recién llegados con una expresión que mezcla la curiosidad con el deseo de arrancarles la cabeza de cuajo. Le doy un manotazo a la chica para que me suelte y me sacudo el polvo de la ropa. Recuerdo al niño. Es el que al parecer ayudó a Jean en la central. Sin embargo, la chica no me suena de nada. ¿Será su cuidadora? Y, de todas formas...¿Qué narices hacen aquí?

-Vuestros nombres. Rápido. Y qué hacéis aquí. Este no es sitio para un par de mocosos, y menos para lanzar cuerdecitas.