Partida Rol por web

La mujer responde a la sonrisa con otra, te da la impresión de que te recorre con los ojos de arriba a abajo. El tema del Coro del Júbilo parece que le alegra más todavía; entonces te coge del brazo: Demos un paseo,  la fiesta se está dando en un gran salón si bien hay varios cuartos habilitados para conversaciones más privadas.

- Lo cierto es que aporto algunas sumas de dinero para que ese visionario de Caros Shoal pueda seguir extendiendo sus enseñanzas, dice a modo de confidencia. Vais los dos por delante y tus acompañantes junto con los de ellas unos pasos por detrás...en realidad estáis dando vueltas a la zona "pública" de su mansión.

¡Oh!, entiendo ahora... su papel es de una buena y generosa benefactora... eso le honra, todo lo que sea por nuestro amado Dios Emperador - le dijo sin perder la sonrisa andando a su ritmo, cortés, agarrando su brazo cuidado y cortesía - ¿Caros Shoel? ¿Puede hablarme de él? ¿o está por aquí? ¿cómo son las reuniones? dudo que acepten a cualquiera 

- Shoal, dice riéndose y dándote unas palmaditas en el dorso de la mano. Él solo asiste a las reuniones de la Corte de Alabastro, podríamos decir que es la clase alta dentro del Coro del Júbilo - comenta como si separara a la nobleza de la plebe. Caros, como quiere que le llame, es un hombre hecho a sí mismo que redescubrió la Fe en el Dios-Emperador y decidió difundir la verdad: el Emperador quiere que seamos felices.

Aeregan se rió con ella por su torpe y fingida metedura de pata con aquel nombre, cuanto más cómoda y superior se sienta ella, mejor para todos. Asintió repetidas veces conforme ella iba contando y le dedicó una sincera y amable sonrisa con lo ultimo que había dicho - ¿Él Emperador quiere que seamos felices? - se mesó la barbilla pensando en aquella idea - tiene sentido... - dijo en voz baja, como elucubrando en su interior - un buen servidor al Imperio, cuanto más feliz, mejor servidor es... ¿va por ahí? la verdad que estoy deseoso de saber más... incluso podría extender esta manera de ver la fe en el Emperador por mi planeta... cuantas mas voces oyendo este mensaje, mejor ¿no cree?

- Tampoco hay que precipitarse, primero deberíais asistir a una reunión del Coro para ver lo que se hace y que os evalúen los consejeros - explica como si fuera algo lógico - después si demostráis la suficiente fe podríais conocer a Caros y proponedle esa idea...aunque debo advertiros que no sois el primero que lo intenta.

Creo que lo mejor que podemos hacer es unirnos al grupo de Lady Borella.- Dijo el adepto al darse cuenta que estaban solos en mitad de la fiesta sin nadie con quién hablar.

No no, por supuesto que haremos las cosas según estén establecidas - le dijo sonriente - pero mi fe en el Emperador es de las más grandes - comentó seguro de si mismo - estoy convencido de que daré el perfil - no dejó de sonreír en ningún momento - y dígame... bella dama... ¿tengo posibilidades para ser evaluado? - ya no estaba seguro si se estaba metiendo en un lío, pero estaba seguro de que debía interpretar su papel hasta el fin y llevar a cabo la misión, que a su juicio, lo de la sobrina de los Strophes ya era algo secundario 

- Depende, por ahora solo habéis hecho preguntas...dice como ofendida..decidme ¿a qué os dedicáis? ¿por qué habéis venido a Escintilla?

Aregan, que no perdía su amable sonrisa, la miró largamente - bueno, pues soy comerciante, producimos elementos necesarios para la fabricación de armas y municiones para la imparable maquina de guerra de nuestro amado Imperio... y hemos venido, realmente, de casualidad, se averió el transporte en el que ibamos y mientras esperabamos, decidimos hacer un rápido viaje hasta Escintilla, a visitar a nuestra familia lejana

- Con la de planetas que hay en el sector Calixis tuvisteis suerte de que se averiara al lado de la capital y además donde tenéis parientes, dice riéndose.

Bueno, una semana de viaje de distancia y porque hubo suerte con las corrientes del Inmaterium - comentó poniendo los brazos en jarra, pero en seguida se unió a la risa de la mujer - ya sabe... el Emperador quiere que seamos felices ¿y qué mejor modo que serlo junto a los tuyos? o... ¿cerca de una bella mujer?

El psíquico se mantenía aburrido frente a su noble de turno, sus andaduras por solitario no habían tenido demasiado éxito por lo que ahora se mantenía cerca, observando en los detalles que sus compañeros mas centrados en la conversación podían pasar por alto,

Caín estaba atendiendo a la conversación. Esforzándose por no mirar fijamente a la pareja, desde su punto de vista estaba obteniendo muchos nombres y actitudes. Sintió la no tan absurda necesidad de apuntar en una libreta todo lo que estaba escuchando, o si tan sólo pudiera grabarlo...pero una pictograbadora sería lo último que querría que vieran en su pdoer en este moemnto. Trató de recordar el nombre del sacerdote, los títulos que ostentaban algunos departamentos del Coro y las historias que su amo estaba contando.

Dejó de mirar a su "amo" un instante para fijarse en quienes había a su lado, los acompañantes de la dama. Buscó alguien que pareciera débil; en su mente surgió la idea de secuestrar a uno de ellos para hacerle soltar la lengua; tal vez no supiera nada, pero en la guerra secreta por el alma de la Humanidad Caín empezaba a no ver inocentes en ningún lado.

El Emperador quiere que seamos felices; lo repetían todos como un maldito mantra. Lo que él sabía del Emperador es que quería preservar a la humanidad; y para ello había que exterminar a sus enemigos, no se feliz.

Os percatáis de que Lady Borella no es tonta, está jugando con vosotros. Es muy sutil y probablemente gracias a su estilo de "rubia tonta" haya conseguido camelarse a más de uno. Alrededor vuestra la fiesta discurre con ¿normalidad? El representante de Lord Hax sigue concentrando las atenciones pero quien más y quien menos se fija en vuestro grupo, sobre todo en vosotros tres que parecéis interesar a la anfitriona.

- Parece que vuestro ¿hermano? no se divierte - comenta mirando a Godwyn y los otros dos que llevan un rato sin hablar con nadie en el centro de la sala.

No es raro en él, estará cansado, y cuando está así, no es muy dicharachero - se encogió de hombros restándole importancia a la observación de la mujer, a la cual, empezó a ver con otros ojos - y dígame... ¿a que más dedica usted su atención? aparte del coro, claro

Lady Borella contesta mientras observa a Godwyn: Tengo los negocios que me dejó mi marido al morir, el Emperador le guíe...mis asesores me informan de lo que se hace pero solo me preocupa no perder dinero, jijiji. Cierra el abanico y apunta con él al tecnosacerdote: ¿Cómo habéis conseguido que el Mechanicus os ceda uno de sus miembros?

Tenemos buenos contactos con ellos debido a los negocios y producción - comentó como si fuera algo lógico - nuestro sacerdote nos ayuda en las factorías y una seña de seguridad para los nuevos contratos

- Uhm, dice sopesando tus palabras, ¿acaso estoy delante de uno de esos famosos rogue trader?

Aeregan estalló en carcajadas pero se controló rapidamente - no solo sois bella sino graciosa e inteligente. No, solo soy un comerciante más, aún no tenemos naves propias, pero todo llegará, bueno, entiendame, naves como para poder llamarme Rogue Trader... que más quisiera - negó con la cabeza - esa vida llena de aventuras, sirviendo al Emperador donde nadie ha llegado...