Partida Rol por web

Renacer

Capítulo 3: Meterse en la boca del lobo

Cargando editor
21/01/2010, 16:24
Joel Sorenson

Ante todos esos extraños acontecimientos repentinos no pude sino pensar que era Walter el que estaba cambiando la ilusión por meternos en un ambiente más cercano a lo que se avecina para nosotros. Le dirijo una mirada fulminante, ligeramente desagradado. - Tío, si te portas así con tus invitados, ya no quiero esas vacaciones, ¡Jajajaja! No en serio, empieza a hacer frí....o - Cuando termino de hablar puedo notar en Walter, que no ha sido él. Mierda. Tras ese pensamiento, comienza un ligero temor, que cada vez se acrecenta más, sobre todo por el hecho de que no soy yo quien está ahí, sino mi subconsciente. Mucho más frágil que un cuerpo protegido. Mierda. Mierda. Mierda. Y ahí fuera no van a poder saber qué está pasando. Por momentos, empiezo a cabrearme al igual que empiezo a mostrar cierto miedo, pero el pensamiento de intrusismo en mi mente no me gustaba nada. Mi intimidad era mía. Y esas hawaianas formaban parte de mi intimidad hasta hacía unos segundos, William y Walter también. Todos esos sentimientos confusos y agresivos comenzaron a acallarse, cuando volví a lo que hacía unos momentos Walter nos había contado. El Maestro de los Sueños. Por un instante, tengo la intuición de que no nos va a pasar nada malo. Y acto seguido, en mi mente, se desencadenan un montón de deducciones que concluyen en un comentario a mis amigos.

- Walter, es el momento de demostrarte que eres capaz de dominar tu don más allá de lo que crees... Acabas de ver lo que nuestro querido... ¿Maestro de los Sueños? Es capaz de hacer. Tú puedes hacer menos, lo mismo, o más.... Pero algo me dice que... quiere compañeros. Y probablemente, seamos su propuesta. A saber por qué nos ha escogido, pero en fin... Sí, claro, eso es. Tenemos "objetivos - lo adorno con un gesto ilustrativo (las comillas).                - Comunes. Ya sabes... Organización, malo. - Me callo, expectante ante aquella figura que cada vez se va haciendo más pequeña, hasta percibir que tiene un semblante infantil. Pienso inevitablemente en Charlotte. Y después en Lyle. ¡Lyle! Tengo que acabar esta misión para cumplir mi promesa de Guardián... El silencio, invade mi mente, y la ilusión, tras lo cual, esa voz triste, desgarra mis vísceras. Yo le habría llamado, Sirena... Miro a mis compañeros, indeciso a lo que debía decir o no, pero si los 5000 grados no habían conseguido acabar conmigo... El miedo tampoco lo haría.

- Querrás decir... Quieres jugar con nosotros. Bonitos ojos, por cierto. ¿Son tuyos? - Seguramente, mis dos compañeros estarían preguntándose qué forma más estúpida era esa de comenzar una conversación, o de contestar a alguien tan poderoso, pero tenía mis razones. Estaba claro que nos estaba invitando, y con mi pregunta estaba afirmando su posición, incluso para él, que ya la conocía. No debía olvidar que era él quien acudía a nosotros. Cierto era que estábamos en desventaja, pero en el fondo, confiaba en Walter. Era su ilusión, ese ser sólo había penetrado en ella, si Walter quería... Podía expulsarlo. Era como... un bad trip. Esto de las ilusiones me daba bastante que pensar. Y lo de los ojos, no era más que para medir su arrogancia, eso en cierto modo, me permitiría saber o nos permitiría saber la edad que tiene realmente, más o menos. O eso pensaba. Creía. Y estaba convencido de ello. Si era viejo, se sentiría halagado, y quién sabe, respondería... Si era un niño, tal vez desvelara que es una pequeña máscara. Además de que seguramente, en un plano físico, nuestro nuevo "invitado" estaba incapacitado. Necesitaba cuerpos, piernas, brazos, manos y boca... que quién sabe si tendría realmente, o no. Me cruzo de brazos, en posición reticente, mientras avanzo por la arena hacia las estáticas olas, esperando que llegue a nosotros. Podía parecer impertinente, pero mi tono era juguetón. Y si le gustaban los juegos, hacerse el niño, aparecer de esa forma tan... espectacular, se dejaría influir más por mi tono que por sus pensamientos de que "Joel Sorenson es un prepotente atrevido". Aunque en cierta manera, lo fuera. Lanzo una mirada a Walter, guiñándole el ojo, en pos de reavivar los comentarios sobre su capacidad.

Notas de juego

Me parece bien, Máster. No he podido postear porque he tenido varias recuperaciones esta semana, así que... en fin, eso. Sé que no es una excusa aceptable, sobre todo si Walter se queda colgado, por ello disculpas a Walter y a ti, Máster.

Cargando editor
21/01/2010, 17:29
Director

Notas de juego

Joel, me parece completamente aceptable la excusa de tus estudios. Lo único que me sabe mal es que podrías habernos avisado antes de las recuperaciones o algo, pero no te preocupes. Bienvenido de nuevo ;)

Cargando editor
21/01/2010, 22:19
William Bonelli

- No me lo puedo creer... - Mi mirada se perdia en el horizonte. La ilusion de walter me gustaba, estaba tranquilo y sereno pero este cambio tan brusco... Fije mis ojos sobre los de Walter, viendo su rostro que era casi identico al mio y al de Joel. Todo lo que nos rodeaba se habia vuelto como en una pelicula de terror. No podia pensar en otra cosa que no fuese despertar.

Me levanto del taburete y doi varios pasos hacia delante, contemplando el cielo. La nieve caer, las olas detenerse como si hubieras pausado la escena en el dvd. Esa inquietante figura caminando sobre el agua y congelandola a su paso no era tranquilizante, no al menos para mi. Volteo la cabeza mirando a Walter, como queriendole decir - Tio, ¿Que pasa? - Tras lo cual observo como esa figura habla. - Jugar... Jugar... - Joder, no podia evitar estar algo cagado de miedo. Si ya de por si no me gustan las peliculas de terror, estaba metido en una de ellas.

La reaccion de Joel me impresiono muchisimo. Yo apenas soy capaz de moverme o hablar, contestar a esa figura, niño, niña a saber que cojones sera... pero el se lo toma como si lo hubiese visto toda la vida. Lo maximo que llego a hacer es a apoyarme en la barra realmente inquieto. No se si es una broma de Walter, pero como lo sea, se ha ganado una bonita incineracion...

Notas de juego

Disculpas por mi parte. Los primeros dias esperaba que Joel posteara para llevar un orden de posteos, pero de aqui a unos dias atras me ha sido realmente imposible conectar por ciertos problemas familiares y con otras cosas algo urgentes. Mis disculpas y procurare que no vuelva a pasar.

Cargando editor
25/01/2010, 21:09
Walter Bailey

 

Un escalofrió le recorre el cuerpo de arriba abajo instantes antes de que el Maestro de los sueños realice su aparición. El tacto gélido que siente sobre su mente es mucho más frio que cualquier cosa que haiga sentido jamás en su vida. Pero para su sorpresa no se encuentra intimidado sino más bien cabreado hasta niveles insospechados.

Comenzaba a cansarse de todo aquello. De que la gente se metiese en su mente sin permiso y le ordenasen ninguneándole ininterrumpidamente. Decididamente esa situación le enojaba como pocas veces en su vida y no tardo en sentir el calor de la ira que le inundaba por dentro.

-          Jugar tal vez no…- Gruñe mirándole con los ojos entrecerrados.- Pero una azotaina en el trasero sí que te la estás ganando.-

Su ropa cambia transformándose en el traje de vestir que llevaba esta mañana con corbata roja y gabardina de detective incluida. El juego se había acabado, era hora de ponerse en serio, si no podía patearle el culo a aquel "niñato" ¿Como podria siquiera aspirar a vencer a Sandra o Adam?

-          No os preocupéis muchachos.- Comenta con aplomo.- Yo me encargo. Limitaros a manteneros detrás mío que yo os protejo...-

Junta las palmas, de una manera que cuasi parece que está rezando. Por unos momentos está tentado de hacerlo y todo, pero a diferencia de sus progenitores nunca ha sido muy religiosos. Usando su poder, invoca los recuerdos de su mente, que aparecen a su alrededor, como pequeños cúmulos de bruma blanquinosa que le envuelven protectoramente como si contasen con vida propia. Después de unos segundos separa las palmas, y entre ellas saltan unos restallidos eléctricos de un color azulado, que recorren las formaciones neblinosas que le rodean rebotando sobre su cuerpo en crepitantes detonaciones. Millones de datos de información cruzan ante sus ojos en oleadas de poder, proporcionándole el recuerdo que está buscando.

Su consciencia viaja a la iglesia del pueblo a la que solía ir en familia todos los domingos. El y su hermano se aburrían soberanamente, pero sus padres eran muy religiosos y no tenían opción a escapar a aquel compromiso familiar. Aquel día, el sermón del cura iba sobre la huida de los judíos liberados por moisés de la esclavitud en las tierras de Egipto, pero pese a que el tema tal vez revertiese de cierto interés, no presta atención en absoluto.

Contaba con doce años y su hermano pequeño no para de chincharle con pataditas, pero él se venga dándole un soberano pellizco al que le corresponde su hermano quejándose mientras le saca la lengua. Su padre les lanza una de sus miradas admonitorias que les hace quedarse quietos al instante. Saben que si no lo hacen lo pasaran muy mal cuando lleguen a casa. Al final no le queda otra opción que atender al cura y escuchar su diatriba. O al menos fingir que lo hace…

Walter sonríe, pese a la falta de interés puesto por su yo infantil en aquel momento, su poder telepático le permite analizar el pensamiento en un instante, acordándose del sermón con todo lujo de detalles.

Lentamente, levanta el brazo extendiendo la mano hacia el Maestro de los sueños mientras comienza a citar la frase del sacerdote con voz grave pero decidida.

-          Y Jehová hará oír Su voz potente, y hará ver el descender de Su brazo, con furor de rostro, y llama de fuego consumidor; con dispersión, con avenida, y piedra de granizo.-

Y entonces chasquea los dedos de la mano extendida, con sonorosa fuerza.

Una gargantuesca torre de puro fuego incandescente atraviesa el firmamento, abatiéndose sobre el pequeño cuerpo del muchacho, en una crepitante y ensordecedora explosión de llamas que giran arremolinadas salvajemente lamiendo la superficie de la playa. El agua del mar se evapora instantáneamente en una borboteante nube de vapor y la arena circundante se funde convirtiéndose en una crujiente capa de materia cristalizada.

El viento se levanta en ondas de calor provenientes de la ígnea aberración, que aleja el frio por completo calentándolos confortablemente.

Con la gabardina ondeando tras de sí, Walter realiza una pequeña sonrisa confiada y mete sus manos en los bolsillos, mientras, contempla el espectacular castigo divino que ha surgido de aquel recóndito rincón de su mente. El Maestro de los Sueños no sería un hueso fácil de roer, pero si aquello no funcionaba, no importaba. Tenía muchos más recuerdos e ilusiones flotando a su alrededor en forma de aquellas eléctricas formaciones neblinosas que le rodeaban. El poder de la mente estaba de su parte.

Después de ser un don nadie durante toda su vida, era algo reconfortante sentirse tan poderoso como un dios, aunque solo fuera dentro de una ilusión…

Notas de juego

 PD: Siento haber tardado tanto, pero no tenia tiempo para postear. TT_TT Espero que al menos os compense el tocho post, aunque a mi no me acaba de gustar como me a quedado...=_=

Cargando editor
25/01/2010, 22:00
Director

Los ojos del pequeño se posan, firmemente, en los de Joel.

-Sí, los ojos son completamente míos. Heredados de mi madre, mi padre los tenía…- La voz del muchacho se acalla por completo.

El infierno ardiente que convoca Walter parece impactar de lleno en el cuerpo del pequeño muchacho. La paradisíaca playa se transforma completamente, alejándose de ser el destino vacacional ideal. El recién caldeado ambiente os quita esa sensación de frío. Pese a que sabéis que estáis en una ilusión, el sobrecogedor poder de Walter se os antoja muy real.

La masa de llamas crepitantes comienza a extinguirse, como si las llamas se estuvieran ahogando solas. Podéis llegar a distinguir la figura del niño, completamente inmóvil, en la misma posición en la que se encontraba antes de que Walter lo atacara.

Su mirada, glacial, se os clava como frías agujas en la mente. Podéis apreciar como una leve neblina que giraba a su alrededor comienza a disiparse. Su mirada permanece triste, pero ahora parece diferente a antes.

-Veo que sabes bien cómo se juega a esto, Walter Bailey. Nunca pensé que me atacarías directamente, y de no ser porque fui con precaución ahora mismo mi proyección astral se habría desvanecido.- El pequeño da unos cuantos pasos hacia delante.

-Pero me temo que ni tú ni tus amigos sois conscientes de a lo que os enfrentáis.- Tras detenerse sonríe. Entonces cierra los ojos mientras una leve brisa os comienza a rodear. El calor que Walter os ha proporcionado no se ve mermado, pero sentís como si os estuvieran hurgando en la mente. Walter es el único que parece conseguir resistirse.

-Bien, Walter. Ya que has decidido jugar fuerte conmigo, yo jugaré fuerte contigo. En éste lugar, por mucho que sea una ilusión, se puede causar daño tan real como un rasguño, o una herida de bala.- Sus ojos se abren de pronto, y en ellos veis reflejados algo angustioso, algo que os hace contener la respiración. –Sólo que el daño que te hagan aquí repercute únicamente en tu mente.

Una macabra silueta surge del suelo de arena cristalizada, junto al niño. Una oscura sombra con una forma cambiante que comienza a dar vueltas a su alrededor.

-Los recuerdos son una buena fuente de poder, sobre todo los más importantes para uno. Pero hay recursos más fácilmente explotables.- Una perversa sonrisa se asoma en su rostro mientras mira a la sombra que lo rodea, como si se tratara de un perrito faldero. –El miedo.

Entonces su mirada se fija en la de William, como una daga al rojo vivo. Os sentís extrañados, pues el pequeño ya no parece emanar ese frío sobrenatural. Ahora todo se torna más caliente. William abre los ojos completamente, alarmado. Y el niño que lo mira asiente con diversión.

-Ah, y… Recordad las normas del juego. Si se muere aquí, se muere allí.- Dice, sonriente. Entonces la oscura sombra se detiene en seco, y una lengua de fuego surge de ella, disparada hacia vosotros. Las llamas escarlata ocupan toda vuestra visión, como si no hubiera ninguna escapatoria posible. Habrá que hacerle frente…

Notas de juego

Recordad las palabras del pequeño, puede parecer que no, pero os serán muy útiles...

Hijos míos (mal dicho porque todos sois más mayores que yo), Walter es el telépata pero vosotros también podéis rolear en la ilusión, ¿eh? xD

Cargando editor
28/01/2010, 19:03
Joel Sorenson

No puedo evitar caerme de espaldas con aquel magnífico despliegue de magia ilusoria tan real. Quedo petrificado ante la increíble capacidad de nuestro amigo "el gordito" para retomar el control sobre nuestras mentes, porque de alguna manera, él nos había llevado a ese sitio y cortar el hilo podría, quién sabe, significar que... ¿nunca volveríamos a nuestros cuerpos? Esos conceptos comenzaban a ser demasiado abstractos y no me gustaba la idea, sobre todo, cuando estamos a muchos metros de altura, y en cualquier momento podían necesitarnos. Pensaba que ya habíamos logrado deshacernos de aquel misterioso niño que quería amedrentarnos con sus increíbles poderes mentales, cuando reapareció entre las llamas, ileso. Y además el cabrón se regodea de que está protegido y no nos lo podemos cargar. Por unos instantes, estoy a punto de comenzar a vociferar insultos y vilipendios, dispuestos a ir hacia él y golpearlo tantas veces como sea necesario, pero él lo hace antes. Comenzar a hablar.

En la realidad, me habría lanzado a partirle la cara, pero una extraña sensación, como un ligero escalofrío por la nuca, me ordena que escuche sus palabras. Y hasta que las memorice si puedo, aunque a eso último no le hago mucho caso. Me gustaba mi memoria selectiva. Y es en mitad de mis devaneos mentales, cuando siento esa brusca reacción por parte de William. Mis ojos se clavan primero en el abogado, después en Walter, y por último en aquel niño. Sin pensármelo dos veces, y con la premisa de que este daño sólo se hacía en la mente salgo despedido hacia el pequeño de ojos azules. Mis motivaciones eran claras: El niño nos estaba jodiendo, y nadie nos debía joder ese idílico momento. Llevaba meses sin salir de esa Organización, y para algo parecido a lo que quería, llega un renacuajo, que probablemente sea un cuerpo anciano, una mente senil, y un alma putrefacta. Sobre todo, si podía hacer lo que acababa de hacer. Había hecho algo a William, un amigo. A los amigos no se les hace daño en presencia de otros amigos... Y además se mofaba de Walter en su propia ilusión. Lo que necesitaba era un buen cachete en el culo. No. Una buena patada en los huevos. Se la quería dar. Había sido muy impulsivo, sí, ni siquiera había pensado en mis compañeros, en que tal vez ellos, no podrían salir de ahí por miedo... Algo que, mi protección etérea, borraba de mi mente. En el momento en que frené, ya estaba dentro de las llamas, pero mi inconsciencia tal vez (de algún modo), no me hizo pensar que sería peligroso, en ese instante no parezco tener sensación de quemarme. No puedo evitarlo. Sonrío. Y acto seguido, vuelvo con mis compañeros. Miro a Walter, que imagino que es el que mejor comprende lo que pasa, y tras guiñarle un ojo, me acerco a William.

- ¡William, cálmate! ¡No vamos a salir ardiendo, joder! ¡El niño está jugando con nosotros, y cuando salgamos de aquí... Le vamos a partir la cara, a ver si en la REALIDAD se le rompe también! ¡Es una puta ilusión! ¡Es como un sueño! - Le grito todo esto, remarcando la palabra "realidad", intentando a la vez, ver si está surtiendo efecto en William o no. Vamos Will, vamos... Es una puta ilusión, está jugando contigo... ¿Cómo cojones hago que lo entienda?... Mientras espero la reacción de Will, intento pensar en otra solución. No encontraba otra, así que miro a Walter.

- ¡Métete en su cabeza! ¡Hazle comprender que es una ilusión, que no se va a hacer daño, que no es él el que lo provoca! ¡Yo que sé! ¡Desmonta su miedo!... O hazle pensar que mi barrera física lo protegerá si me coge la mano! ¡Hay que salir de aquí! - Y entonces, visualicé aquel momento de resurrección. Y no era cuando sólo me quedaba la cabeza... Era cuando Charlotte consiguió envolverse, o que la envolviera con mi barrera. La palabra recuerdos, pronunciada por el niño, vino a mi mente, y me pareció perfecto.

Cierro los ojos, mientras en mi mente se repiten las imágenes de esa cúpula envolviéndolo todo, protegiéndonos, haciéndome un auténtico Guardián. Extiendo mi mano hasta William y la poso sobre él. Con los ojos aún cerrados, veo cómo mi membrana envuelve a William, quién sabe si haciéndole sentir más seguro o no. Simplemente, quería cargarme de recuerdos igual que hacían los telépatas, con la esperanza de ayudar a William. Algo tenía claro: No me iba a rendir. Ese niñato no iba a encerrarnos en nosotros mismos.

 

Notas de juego

¡Vamos chicos, un poco de mente, un poco de membrana protectora y una buena llama que incinere al Maestro! (O su proyección Astral =P).

Cargando editor
01/02/2010, 15:41
William Bonelli

Ahora mas que un sueño, esto era una pesadilla. Otra mas de las que tenia recordando el infierno que puedo llegar a provocar... Ante tal despliege de poder no evitaba asombrarme, quizas sentir algo de temor por todo aquello. Todo era un cumulo de recuerdos, miedos... Llevaba demasiado tiempo evitando el miedo, y ahora no seria el momento de dejarlo salir.

Las palabras de "realidad" impactaban en mi mente cada vez que alguno de ellos la pronunciaba. Todo lo que me rodeaba no era real, pero no evitaba sentir el frio, el calor... ¿El calor? Observo las llamas que surgen, y la tranquilidad se adueña de mi mente y de mi corazon. Ahora lo veo todo mas claro, ahora comprendo las palabras del niño. El poder de los recuerdos... claro. Avanzo varios pasos hacia delante, por delante de Walter. Introduzco mis manos en los bolsillos de las bermudas y continuo avanzando varios pasos mas hasta ponerme al lado de Joel.

Tomo una gran bocanada de aire y sonrio. - No es real, lo se - Saco las manos del interior de los bolsillos y los cruzo tras mi espalda - Pero ni aun que fuera real, esto no me da miedo - Termino fijando mi mirada en el crio - Seguramente no seas mas que un viejo que ve como la vida se le va agotando poco a poco, o quizas un loco que se cree un dios - Tenso mis brazos, mirando fijamente al crio - Pero no vas a darme miedo con esas tonterias. -

Miraba a mi alrededor y no sabia a donde moverme. Miraba a mis compañeros y no sabia que decirles. No sentia miedo del fuego, se que no puede dañarme. Mi mente es fuerte y si lo que busca es aterrorizarme con mis recuerdos, lo tiene dificil. Me mantengo al lado de Joel, haciendole ver con una sonrisa que estoy calmado.

Cargando editor
05/02/2010, 08:37
Walter Bailey

 Como imagino, el torrente de fuego no había sido suficiente para acabar con el Maestro de los sueños.

 
El muchacho comienza a hablar sobre el poder de los recuerdos, el miedo y otras cosas que le parecen poco mas que un desvarió de absurdas proporciones. Nunca había sido un lumbreras. No al menos en temas tan abstractos como todo aquello relacionado con los entresijos de la mente. Lo poco que había estudiado y practicado durante las ultimas semanas no podia esclarecer ciertas cosas. En realidad en términos relativos, era como un bebe, que estaba dando los primeros pasos en todo aquel embrollo que representaba su habilidad telepática. Por desgracia, el destino no estaba de su parte y tenia que aprender rápido si quería sobrevivir mucho tiempo.
 
En un ataque imperceptible para todo aquel que no fuese telepata, el Maestro de los sueños asalta la mente de William rozándola ligeramente. Pero al parecer aquel toque cuasi inapreciable ya es suficiente para despertar las peores pesadillas en la psique de su compañero. Joel exclama que ayude al abogado mientras la temperatura asciende visiblemente. Walter se limita a sudar profusamente mirando al timador sin saber como reaccionar. Aquello se le escapaba de las manos...
 
Por suerte tras unos instantes, William parece sobreponerse al ataque y avanza hacia el falso colegial pavoneandose. Eso estaría bien, si no fuese absurdo chulear a alguien, que de desearlo, podía desintegrar las partículas de su cuerpo en una fracción de segundo.
 
-   ¡Basta William!- Exclama recuperando la voz.
 
Alcanzando al abogado, le pone la mano en el hombro y tira de el hacia atrás delicadamente pero con firmeza.
 
-  Este no es un enemigo que puedas vencer con palabras.- Rezonga contundente.- Así que deja de meterte en medio de la linea de fuego y mantente al margen o no podre protegerte cuando ese bastardo te ataque de verdad.-
 
Nunca había sido un hombre violento, excepto claro en las contadas ocasiones en las que aquella rabia cuasi ingobernable le embargaba. Cuando esas situaciones se daban se esforzaba por contenerse, pero esta vez, lejos de apagar esa sensación, decide alimentarla. Necesitaría toda la fuerza que pudiese reunir para vencer a aquel adversario y como decia su anciano padre, "pocas cosas dan tanta fuerza a una persona que un cabreo de mil pares de cojones". 
 
Eso estaba bien, por que su única opción residía en entretener lo suficiente a aquel desgraciado como para que estuviese demasiado ocupado como para atacar a sus indefensos colegas. Tal vez así encontrase un hueco por el que poder escapar de allí cagando leches.
 
Con un gruñido arrastrado, comienza a caminar hacia el Maestro de los Sueños.
 
-   Las mismas reglas que has dictado se deben de dictar para ti también supongo.- Comenta mientras se acerca.
 
En una detonación sonica, desaparece de donde esta, teleportandose asta encontrarse justo enfrente del muchacho. Aparece con la mano extendida y aferrando una escopeta de doble cañón, que esta firmemente apoyada en la fina frente del chico.
 
-   ¿Entonces si te vuelo la puta cabeza nos dejaras de incordiar definitivamente?- Pregunta impertérrito.
 
El Walter peleón estaba en marcha, y había llegado para quedarse un ratito, y esta vez seria él quien repartiese las tortas...

Notas de juego

 Mas vale tarde que nunca ^^

Cargando editor
05/02/2010, 12:13
Joel Sorenson

Notas de juego

Woooooooo! Magnifique.

Cargando editor
05/02/2010, 14:45
Director

El pequeño os mira divertido, como si estuviera disfrutando de un espectáculo en vez de irrumpir en una realidad ilusoria ajena. Asiente con la cabeza.

-Me gustáis, me gustáis. Esta “partida” será muy divertida.

Cuando Walter se materializa frente a él, escopeta en mano, casi ni se inmuta. No parece asustarse, desde luego.

-Así es… Nadie puede saltarse las reglas que rigen este poder.- dice mientras lleva su mano hacia el cañón de la escopeta. –Pero a diferencia de vosotros, yo sé lo que me hago por estos lares. Y te aseguro, Walter Bailey, que acabas de cometer un gran error.- Ahora la mano del niño aprieta con fuerza el cañón, entonces alza los ojos para mirar directamente a Walter. Se escucha un crujido proveniente del interior de la escopeta.

-Acabas de entrar en mi campo de juego.- Tras sus palabras una mancha negra recorre la arena cristalizada, convirtiéndola en nada. Absolutamente todo se vuelve negro, lo único que queda son vuestras ropas y la escopeta de Walter. –Y cuando te pones a merced de otro telépata, ya hay pocas cosas que puedas hacer. Me gusta tu valentía, espero que te llegue a servir de verdad. Pero eso lo vamos a comprobar ahora, ¿verdad, William Bonelli?

El maquiavélico niño mira a William con una sonrisa en su rostro. Y éste comienza a brillar con fuerza.

-Sigamos pues, con los temas que me interesan.

En ese momento William, en el auge de lo que parece ser su poder reproducido en una ilusión, libera una explosión que os ciega durante unos segundos.

Notas de juego

Os separáis, recordad vigilara quien marcáis de destinatario. ;) 

Cargando editor
05/02/2010, 14:46
Director

William

Cuando abres los ojos ves un paisaje apocalíptico. Te encuentras en la ciudad de Nueva York, que está completamente arrasada. Los escombros y el fuego llenan kilómetros y kilómetros de tierra hacia el horizonte. Aún quedan algunos edificios que se han mantenido en pie, sobre todo los más bajos. Escuchas llantos, quejidos… Los lamentos de una ciudad destruida.

Cuando miras al suelo ves las marcas, como si una explosión lo hubiese engullido todo radialmente. Y la explosión se ha iniciado bajo tus pies, tú eres la bomba. Y en ese momento una pesada sensación se apropia de tu cuerpo.

Eres peligroso, eres destructivo… Eres un arma.

A lo lejos, como un eco, puedes escuchar una voz apagada. –Unos temen hacer daño a los demás…

Cargando editor
05/02/2010, 14:47
Director

Joel

El resplandor cegador finaliza, y te ves en un lugar que tardas en reconocer. Calles desiertas, edificios derrumbados, coches ardiendo. Pareces encontrarte en el escenario de un videojuego post-apocalíptico. Pero es todo tan real…

A lo lejos escuchas un llanto, y cuando te giras para mirar ves una figura a lo lejos. Tardas en reconocerla, una estatua de la libertad chamuscada y medio derruida. Y más cerca, unos rizos dorados que brillan reflejando las llamas. El llanto es el de una niña pequeña.

Te acercas rápidamente en una conclusión precipitada. Y, en efecto, ves a la pequeña Charlotte arrodillada en el suelo, llorando. Junto a ella hay un cuerpo, una mujer. Susan…

Su figura permanece en el suelo, inmóvil, como un maniquí. No parece estar herida, pero puedes ver como sus ojos están completamente teñidos de negro, y una sustancia oscura y espesa resbala poco a poco por sus mejillas, en forma de lágrimas.  

La pequeña niña desamparada, como si hubiera intuido que estabas ahí detrás, te habla con la voz quebrada.

-No puedo curarla… No puedo curarla… Si se muere así no puedo curarla…- Tú te agachas junto a ella y ves sus ojos azules y penetrantes. Ella trata de seguir hablando pero sus lloros se lo impiden. Sólo puedes comprender una sola palabra. …Lyle…

A lo lejos, como un eco, puedes escuchar una voz apagada. –Otros, en cambio, temen no poder proteger a quienes aman…

Cargando editor
05/02/2010, 14:47
Director

Walter

Tras el flash cegador abres los ojos precipitadamente. Ya no llevas la escopeta, te sientes extrañamente incómodo. Como si estuvieras siendo forzado.

El paisaje apocalíptico de una ciudad destruida se extiende a tu alrededor. No consigues distinguir donde te encuentras hasta que ves a lo lejos una chamuscada y penosa estatua de la libertad.

No entiendes por qué el Maestro de los Sueños ha escogido Nueva York. Tratas de concentrarte pero sientes que tus poderes tienen muy poca influencia en este lugar. Tras varios intentos escuchas un disparo calle abajo. Y cuando giras la cabeza ves un cuerpo desplomándose en el suelo. Unos rizos pelirrojos se agitan en el aire mientras la mujer cae. Margaret…

Unos metros más allá se alza una figura imponente, y femenina. Otra pelirroja, Sandra, con una pistola en la mano derecha. Ves sus ojos a lo lejos, una furia descontrolada, una pasión ardiente, un odio y una crueldad negros como el más oscuro abismo. Y una sonrisa de satisfacción, como si hubiera conseguido alcanzar un gran objetivo en su vida.

 

A lo lejos, como un eco, puedes escuchar una voz apagada. –Y los últimos, pero no por ello los menos importantes, los que temen no tener el control en una situación límite.

 

 

Cargando editor
05/02/2010, 19:05
Joel Sorenson
Sólo para el director

Miro a mi alrededor sin comprender qué ha pasado. Lo primero que hago es buscar a William y Walter con los ojos, pero no están. ¡Mierda! ¿Y esto? ¿Dónde estoy? ¿Qué está...? Entre una maraña de pensamientos y ademanes de avanzar o retroceder, me percato de que estoy en Nueva York. La visión de aquella estatua de la libertad, me hiela la sangre. Soy un amante del libertinaje. Yo mismo me reprocho ante esa actitud tan irónico en este momento, mientras me concentro de nuevo en mi entorno. No alcanzo a comprender lo sucedido... Realmente, no tiene ningún sentido. Sin embargo, parece tan vívido. Por instantes, me voy adentrando en esa realidad que poco a poco se difumina de mi mente como ilusión mientras alcanzo a ver la inconfundible silueta (al menos para mí), de aquella pequeña princesa: Charlotte.

Me precipito hacia ella lo más rápido que puedo, ralentizando al descubrir sus llantos. No puedo evitar mirar el desolador paisaje que nos rodea. Se debe sentir muy mal, ella es capaz de revivir todas estos seres... Por unos instantes me quedo paralizado al descubrir el cuerpo que yace junto a ella. Mis puños se cierran, mis pupilas se concentran hasta casi desaparecer y mis ojos escrutan cualquier figura móvil circundante, a quien quería atribuir ese fatal suceso en mi conciencia. El llanto de Charlotte me serena ligeramente, o más bien, resurge ese extraño instinto paternal que había sentido en el jardín de la Organización. De ahí todo lo del Guardián y la Princesa. No pude evitar lanzar una sonrisa al recordarlo. Inclinándome hacia ella, con una rodilla en el suelo, rodeo su pequeño cuerpo con mis brazos, mientras le acaricio el pelo suavemente. Mis ojos están clavados en la expresión facial de Susan, y esa extraña oscuridad que llena sus ojos y se desliza como una lágrima por sus mejillas. Aprieto la mandíbula ante el hecho de verla muerta. Me acerco a ella y le cierro los ojos, tras lo cual le acaricio levemente la mejilla, rozando ese líquido negruzco. Alzo un dedo con la gota para sentir su textura, y luego lo dejo caer sobre el suelo, apartado de Charlotte.

- Tranquila Princesa, ya estoy contigo... Perdona por no haber llegado antes. - La vitalidad que transmitía la pequeña habitualmente, parecía haber dejado de existir. Casi podía sentir, que me drenaban la energía... O que me iba sintiendo más débil. Prueba de que a veces el egocentrismo puede ser positivo es, que no me gustaba la idea de que Charlotte ( y en general cualquier mujer), me viesen desanimado, o débil. Y a mi cerebro se le daba muy bien reproducir escenas placenteras, vigorosas, que me animaran. Y junto a ti, pequeña... La mejor imagen que se me viene a la cabeza es la más bella que he tenido jamás, la que tú me regalaste. La aprieto ligeramente contra mí, mientras intento entender lo que dice, y apenas alcanzo a entender nada. - Pequeña... Cálmate. Vamos a concentrarnos en que brillen las flores, como aquella vez. Seguro que así... podremos ayudar a Susan. - Intento que el tono de mi voz sea lo suficientemente neutro para no desconcertarla, aunque no creía mucho en la posibilidad de volver a Susan con vida. No creo que la vuelva a ver con vida... Espera, Joel, frena. Estás en una ilusión. Pero Walter ya no está. Y el niño tampoco... ¿Alguno me ha mandado aquí o hay alguien más jugando a esta mierda? Espérate. Si no hay nadie que manda... ¿Mando yo, no?. Por unos milímetros, mi fragilidad mental rozaba sus límites, pero mis experiencias con psicotrópicos ayudaron a paliar un posible esquizofrenia, o quién sabe si bipolaridad. Mis ojos, más desconfiados de los elementos nocivos de la escena, se concentraron en nuestro alrededor, cuando una palabra de Charlotte me desconcertó.

Lyle... ¿Qué tiene él que ver con esto?... Ah... No jodas. Susan. Instantes después de esa reflexión, aquella voz apagada se introdujo en mi mente. Mientras abrazo a Charlotte y le acaricio al pelo, la miro a los ojos y le pregunto.

- ¿Has escuchado esa voz, como un eco... apagado?... ¿Y qué ha pasado con Lyle? - Terminadas mis preguntas, Nueva York y Lyle asediaron mi mente, creando una duda astralmente existencial. Otro nuevo mecanismo de deducciones se había desencadenado.

Cargando editor
05/02/2010, 20:35
Director

Charlotte comienza a respirar profundamente entre tus brazos, apagando su llanto. Tras unos segundos te abraza, parece sentirse reconfortada. Aunque ignora completamente tu pregunta respecto al eco, como si te lo hubieras imaginado. Entonces te susurra algo, y llegas a sentir tanto pesar en sus palabras que no puedes evitar contagiarte de su tristeza.

-No puedo curarla… Lyle es demasiado fuerte… Él ha matado a todos los agentes…- Parece verse muy afectada, pero ha llegado a contener el llanto. Ésta pequeña parece más madura que las niñas de su edad en ciertos aspectos.

-Un niño malo se metió en vuestras mentes cuando estabais en un avión. Susan y Zack os retuvieron y volvieron de inmediato a la base. Os intentaron retener, pero el poder del niño era muy fuerte…- Agacha la cabeza y mira al suelo, como si en el asfalto y el polvo pudiera ver las imágenes del no muy lejano pasado.

-Llevó a William hasta aquí, y activó su poder para destruir toda la ciudad. Su objetivo era este lugar. Luego, cuando los agentes fueron a por él usó a Lyle para matarlos a todos… Yo me enfrenté a él, pero él siempre es más fuerte… Si mata a alguien con su poder no lo puedo curar… Sólo yo conseguí sobrevivir…- Entonces Charlotte, que parecía haberse serenado, vuelve a ponerse a llorar.

-¡No pude salvar a nadie!- Se abraza a ti fuertemente. Parece que seáis las dos únicas personas con vida de la ciudad.

Notas de juego

 A ver si ahora te pone la actualización y es que no lo viste... Espero tu mensaje desde hace bastante... xD

Cargando editor
07/02/2010, 21:20
William Bonelli
Sólo para el director

Cierro mis ojos al contemplar tal armageddon. Agacho la cabeza mientras tomo aire lentamente mientras me hago creer a mi mismo que esto es una ilusion y jamas sucedera. - Hablas de valentia y tu eres el primero que no te dejas ver... - Doy varios pasos hacia delante con los ojos cerrados, ojos que de momento permaneceran cerrados - Es posible que tenga miedo de dañar a gente inocente, pero es algo que tengo asumido - Tomo una gran bocanada de aire, cerrando mis puños lentamente - No se que pretendes, pero no me vas a meter ideas en la cabeza... -

Cargando editor
15/02/2010, 21:54
Director

La voz vuelve a resonar. El extraño eco parece provenir de todas partes y de ninguna a la vez, como si el que lo emitiera estuviera manifestado en todo el lugar.

-Asumido… Asumido… ¿De verdad crees que es así? ¿En serio podrías sobrellevar lo que significa acabar con miles y miles de vidas?

Comienzas a escuchar los lamentos de miles de personas. De entre la carbonizada Nueva York comienzan a surgir supervivientes de la masacre. Algunos han conseguido protegerse bajo tierra, otros han resistido casi de milagro. Los padres se enfurecen, las madres lloran, los hijos yacen sin vida…

-La valentía no es algo que deba asumir yo, William Bonelli, pues yo ya me he enfrentado a más de lo que imaginas. Esta es tu prueba, porque, ¿puedes resistir el inevitable futuro? Esto no es una simple ilusión, William Bonelli, es una visión del futuro que conseguí ver con mis propios ojos… Una visión que robé a un vidente…

Cargando editor
16/02/2010, 07:01
Walter Bailey

Era obvio que lo había llevado a su patio de juegos. 

 
No tenia ni idea del por que le había llevado a un Nueva York post apocalíptico, pero en esos precisos instantes no le interesaba. La visión de la pelirroja matando a Margaret es algo que le enoja aun mas si cabe y que le hace perder el mundo de vista. ¿Como se atrevía ese descastado a usar la imagen de la mujer que amaba para aquel "espectáculo"?
 
Solo esperaba que sus dos compañeros estuviesen bien, por que en esos momentos no se veía capacitado para protegerles ni aunque se encontrasen a su lado. Tan solo le quedaba la opción de ganar al "Maestro de los sueños" en su propio terreno antes de que acabase con todos.
 
Tiene sus poderes gravemente limitados por lo cual no puede realizar una torre de fuego como la de antes, pero aun cuenta con la habilidad de crear armas a su antojo. En un segundo una pistola se crea en su mano, y apuntando a la pelirroja le dispara a la cabeza sin pensárselo dos veces. El disparo resuena estruendoso entre tanto silencio.
 
-   ¡Ya basta!- Exclama furibundo con una voz tronante que reverbera a su alrededor.
 
No sabia de donde venia aquella voz y lo único en lo que pensaba, era en encontrar su fuente y darle duro.
 
-   ¿Crees que puedes asustarme con estos trucos de artificio?- Pregunta intentando ocultar su turbación.- Se de que va todo esto así que, deja de perder el tiempo y ¡Sal donde pueda verte!-
Cargando editor
18/02/2010, 18:08
William Bonelli
Sólo para el director

Abro los ojos, perplejo por lo que observo. - No caere en tus mentiras... - Volteando levemente la cabeza busco de donde proviene la voz. - Venga... se un hombre y habla conmigo a la cara -. La verdad era que estaba algo asustado, quizas tenia razon pero era algo que no queria asumir. El queria desestabilizarme y es algo que no debo permitirme, no ahora.

Se que mi poder puede llegar a crear esto, pero siempre puedo evitar usarlo. - Si es verdad que lo vistes en un vidente... cuentame mas sobre ello... - Finalizo aun volteandome de vez en cuando en busca del rostro del niño.

Cargando editor
18/02/2010, 21:05
Director

La bala cruza rauda el escenario hasta encontrarse con la cabeza de la pelirroja. Como esperabas, ésta cae derribada al suelo. Y entonces la oscuridad comienza a cubrir el cielo.

-Lo hiciste, lo hiciste…- oyes una risa infantil. –Mi recuerdo, sucede tal cual como lo vi…

No logras entender nada de lo que está sucediendo a tu alrededor. Todo el cielo se oscurece, y cuando alzas la cabeza al cielo ves la luna. Pero no está dónde debería estar en pleno día, no… Está obstruyendo la luz del sol.

Y el falso crepúsculo llenará el cielo. Y en ese momento la verdad y la mentira ya no podrán detenerle.

Vuelves a oír la misma risa infantil, como si estuviera por todas partes. Sientes un escalofrío recorriendo tu columna, es como si todo esto no fuese más que un juego para tu extraño anfitrión.

-Lástima que matarla no sea tan fácil, Walter Bailey. Me gusta tu valentía, pero, ¿estarías dispuesto a matar de verdad a Sandra cuando esto suceda de verdad?