Partida Rol por web

El viaje que cada uno de vosotros ha tenido que seguir hasta la mansión de la vieja Doña Urraca no ha sido agradable. Carreteras oscuras, aullidos de lobos, clima inmisericorde y al final una vetusta edificación rodeada por una cancela de hierro y culminado su tejado por las típicas torres puntiagudas que parecen ocultar algo siniestro.

A vuestra llegada, un sencillo cartel en la puerta os dirigía al amplísimo comedor sito en el centro de la casa. Aparte de la puerta por la que habéis entrado hay otras seis puertas cerradas con llave. Numerosos retratos de los desagradables y ajados antepasados de Doña Urraca decoran las paredes.

Hay comida y bebida en abundancia y todos habéis probado una cosa u otra para entretener el tiempo que pase hasta que la anfitriona decida hacer su aparición. Los minutos pasan y la casa sigue en silencio, aparte de vuestros murmullos de presentación y las preguntas realizadas a medias pero sin llegar a ninguna respuesta.

Hasta que por fin, algo ocurre. Sin previo aviso, la puerta por la que habéis entrado, la única abierta, se cierra por sí misma con un portazo. Algunos forcejeos os demuestran que está irremisiblemente cerrada. Entonces, una carcajada tan grimosa como un arañazo sobre pizarra resuena por la sala.

-Mis queridos invitados.- suena una voz que parce provenir de todas partes y ninguna. -Bienvenidos a mi humilde hogar. Soy Doña Urraca, la mujer a la que se le han puesto todos los apelativos desagradables que es posible poner. Cínica, embaucadora, cicatera, desagradable, bruja, histérica, violenta, loca...- pausa dramática -..envenenadora.-

Durante los siguientes segundos vuestros rostros pasan de la palidez de la incredulidad a adquirir el color ceniza del miedo mientras miráis vuestras copas y platos medio vacíos. Todos habéis comido o bebido algo de la sala.

-En efecto, queridos amigos. En efecto. Pero no tenéis que preocuparos.. aún. El veneno tardará toda la noche en hacer su efecto definitivo. Por suerte para vosotros, el antídoto se guarda en una habitación de las que rodean el comedor. Mi despacho, desde donde os observo y hablo ahora mismo. No intentéis forzar la puerta porque sería inútil y recibiríais una desagradable sorpresa. ¿Cómo podéis acceder al ahora indispensable antídoto, os preguntaréis? Resolviendo un misterio. Sí, me gustan los juegos, me gustan mucho y estoy dispuesta a llegar hasta donde sea necesario para jugar. Os reconozco que haber sido vilipendiada primero y olvidada después por la sociedad durante décadas y décadas me ha puesto las cosas más fáciles. Me siento.. justificada.-

Durante la siguiente pausa dramática os dedicáis a gritar, correr de un lado para otro como pollos descabezados y forzar alguna puerta con prudencia en un afán de escapar, además de examinar los ojos de todos los retratos que cuelgan de las paredes en busca de alguno móvil. Todo en vano.

-Bueno, bueno, calmáos un poco y podréis escuchar el misterio que os propongo. Escuchadlo con atención y dentro de un rato os preguntaré si habéis decidido quién de vosotros en trará en mi despacho a intentar resolverlo. Aquel que entre.. morirá. Así de claro os lo dejo. Sin embargo, si resuelve el misterio, al menos morirá con la felicidad de haber salvado al resto de compañeros. Entrañable, ¿verdad? Bwuahahahahahahahahahahahahaaaaaaa!-

-Está bien, ahí va el misterio:

"Hace diez años, esta casa estaba habitada por tres personas. Dos de ellas eran amigas. Otras dos, amantes. Otras dos, antiguos amantes. Una de ellas ya ha muerto de vieja. La otra, ha desaparecido y la tercera murió asesinada. Lo que debéis averiguar, mis queridos invitados es: ¿quién asesinó a esta última persona y por qué?"

Sí, sí, ya sé que averiguarlo sólo con estos datos sería imposible. Para ayudaros, he escondido pistas por las habitaciones de esta casa. Cada cierto tiempo, abriré y cerraré automáticamente las habitaciones para que entréis a recoger las pistas que os pueden ayudar a resolver el crimen. Una vez abra una habitación, cualquiera de vosotros podrá entrar y coger la pista que haya dentro. ¡Pero cuidado! ¡No permitiré que nadie lleve encima más de tres pistas! ¡Si alguien coge más de tres, lo pagará caro, MUY caro! Con esas pistas deberíais ser capaces de explicr lo ocurrido.. PERO OJO. Una regla más: quien entre en mi despacho para resolver el misterio, debe hacerlo llevando encima sólo tres pistas. Me da igual que sean las que tenía desde el principio u otras que haya intercambiado con otra persona. Sólo tres. Y deberá explicarme el misterio usando para ello SÓLO esas tres pistas. ¿Ha quedado claro? Espero que sí.. Ahora.. ¡Entretenedme! HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAAAAAAAAAAA!-

Tan repentinamente como la voz desaparece, tres de las puertas cerradas se abren de golpe, dando acceso a otras tantas salas de la inquietante mansión. Os miráis durante un momento, patidifusos..

CAGÓN LA PUTA LESHE.

CAGÓN EL COFÓN SAGRAU.

CAGÓN EL CLÍTORI INCORRUSTO DE LA MONJA ALFERES.

¿SE PUÉ SABER ONDE COJONÉ ESTÁ EL RESPONSABLE DE QUE ESTEMO AQUÍ EN LUGÁ DE ESTÁ DE MANIOBRA CON EL RESTO DE LA UNIDÁ?

COPÓN, que somo soldaos de élite, tropa especiamente entrená en el combate susio y sigiloso. Y va ensima la vieja etta y nus envenena. Aunqué no se si eso será verdá, que con el rancho que nos dán tos los días nel cuarté, creo que yastaremó inmuzaó y tó.

A vé que me fihe en la tropa que tengo arrededó pa resové e mitterio.

CAGÓN LA PUTA DORO. ¿pero onde voy yo con tos estos?. si ya disia yo que eso de bajá el nivé mentá de los appirante a entrá a nuejtro glorioso ejeccito no traería na bueno.

A vé, tropa, dijpersensé y a bujcá pijtaj.

Y ahora, todos a repetí conmigo:

VASSSSSSSSSSSSSSPAÑA.

COPÓN

Voy mirando detrás de los cuadros que hay en el comedor para ver si hay algo tras ellos.

Los cuadros no parecen tener detrás más que telarañas y mucha suciedad.

Un trueno rasga la noche. Zipi, con la cara demacrada, verdoso el color de su cara, apenas si acierta a levantar un dedo acusador hacia Otilio mientras Zape, a su lado se tambalea con el tono de la muerte pintado en su rostro: ¡ Ha sido él ! ¡Zapateta, Otilio, ¿pero qué has comido, tío?!¡ Seguro que el veneno ese de la vieja es menos tóxico que los peos que te tiras!-

Después, tomando a Zape de la mano me lo llevo al invernadero.

- Busquemos las pistas que ha contado la Urraca, Zape. No tengo ganas de quedarme mucho tiempo aquí encerrado. Por aquí no ha corrido una bicicleta en años.-

-Calma amigos, que de peores situaciones hemos salido ¿No es cierto?

Usemos el cerebro y resolvamos cuanto antes el misterio… Esta “señora” no se saldrá con la suya… O eso pienso evitar. Si alguien se encuentra marsupilami que lo haga saber al resto.

Observo la habitación. Quizás encuentre alguna fotografía o retrato que me de más información sobre los tres antiguos inquilinos de la mansión.

La habitación está llena de retratos de tipos grimosos y desconocidos. Ninguno de los retratos os dice nada. De hecho, no tienen la capa de polvo que tienen todos los demás, señal de que han sido colocados más tarde. Incluso parecen pintados sobre papel, no sobre lienzo.

-¡¡Rayos y centellas!! ¿Qué rediantre de tortuosa y espiroquética memez nos ha caído encima? ¡Tintín, querido amigo, mira lo que ocurre por viajar POR TIERRA! Ah, ¡qué desatre! Maldita sea, mucha comida, mucha bebida... y ¡Veneno! ¡Y ni un mal trago de whisky que llevarse al cuerpo.... a no ser...

Haddock mascullando entre dientes y sulfurado se dirige a la cocina.

-la cocina... quizá en la cocina....

-         Nada relevante. Sacarino, será mejor bajar a la bodega antes de que quien yo me sé le de por saquearla… ¿Porqué marsupilami no le haría caso a Fantasio?.

Con paso decidido me dirijo a la bodega. Apenas hay luz...

- Calma, capitán - dijo Tintín, mirando con sus inmensos ojos de pequeño punto negro para todos lados - Resolveremos esto. El enigma sólo tiene tres personas, de las cuales existe la posibilidad de que sean dos de ellas. El porqué... eso puede ser más complicado, pero lo haremos igual.

Se para en el medio de la habitación y levanta las manos.

- ¡Amigos! Amigos míos. Hay que reunir las pistas. Debemos empezar a buscar y traerlas aquí, para que podamos verlas todos y pensarlas todos juntos. Somos... bastantes - cuenta fugazmente a los reunidos, y parece estar haciendo un cálculo de los que ha se han ido de la sala - Así que podremos tenerlas encima sin que haya problema. Si colaboramos, evitaremos los mayores problemas que tiene esta situación. Estaremos bien mientras permanezcamos juntos y nos ayudemos.

Vuelve a mirar a su alrededor y sonríe. Sí, exactamente eso: si esa cantidad de gente se coordina, podrán salir de allí tan rápido como... Tintín abre la boca, y empieza a mirar a todos lados. Gira sobre sí mismo como si quisiera estar seguro que no se le pierde nada allí, detrás de su nuca, y se lleva un dedo a la sien.

- ¡Milú! ¿Dónde estás, Milú?

Vuelve a mirar. Cierra la boca y se dirige a los que han quedado.

- ¿Han visto a Milú? El blanco, pequeño... Estaba aquí... - se queda mirando la puerta - Quizás quedó del lado de afuera, claro... Quizás en alguna habitación. ¡Capitán! ¿Está Milú ahí?

Tintín se dirige a echar un vistazo a la cocina, donde ha ido el Capitán.

ÑAM... GROF... ÑAM... ¿Veneno?... ÑAM... GROF -Trago la comida, mientras pincho un gigantesco chuletón y lo dejo caer en mi plato- ¡Seguro que esa vieja está mintiendo, y lo que quiere es que no... -Empiezo a cortar el filete, y paro un segundo al hacer fuerza para cortar el chuletón de 5 kilos- ...comamos. ¡Pues no conocere yo a esa clase... -Me meto un pedazo en la boca, pero no dejo de hablar- ...De... GROF... Gente!. ¿Verdad patrón?

Bah, esto... esto... esto es una puta mielda... digo mientras me limpio las uñas con la sirla.

El gordo que no deja de gritar, el capitan con la pipa, el de rojo, en niño de los cojones con el balón. Mierda. Ahora tengo que seguir al gordo ceboso durante un buen rato, cagón tó.

Vamo´ a mirá por acá.

Vieja de mierda.

El viejo detective da una larga calada a su pipa antes de hablar con un marcado acento inglés.

-Comida envenenada, maldición. Era algo elemental que pasamos por alto, Patson. ¿Patson? Cáspita, lo olvidaba. El bueno de Patson está en la boda de su prima en Worcesterfordshire-stratton-upon-avon. En fin. Este joven francés tiene razón. -Concede, mirando al periodista belga- Había tres personas y seis roles. Como en aquel viejo acertijo: dos padres y dos hijos fueron a pescar: cada uno pescó un pez, pero al final del día en la cesta sólo había tres peces. Mmm. Pero divago... ¿En francés no se pronuncia igual pescado y veneno? -Pone su mano en el mentón y cierra los ojos, reflexionando- Bien. Eso me recuerda que debemos actuar de inmediato. Hagamos acopio de pistas. Será mejor que vaya a ayudar al intrépido botones en sus pesquisas en la bodega.

Rompetechos se había ataviado su traje oscuro,cepillado los tres pelos que le cubrían la calva,y el discreto bigote para acudir a aquel hotel donde había decidido tomarse un descanso. Se quedo sorprendido por la cantidad de gente que había en el lugar, se dirigió hacia uno de los caballeros que estaban mas alejados de la mesa, pero estaba claro que el tipo era un maleducado, ya que por mucho que le preguntaba por los baños, este no se dignaba en contestarle donde estaba. luego estaba aquella voz que no se que había dicho de la comida. le había caído bien la dueña de aquel hotel, si tenía que hacer caso de sus propias palabras y de lo que ella decía que la gente solía decir de ella.

-Bienvenidos a mi humilde hogar. Soy Doña Urraca, la mujer a la que se le han puesto todos los apelativos entrañables que es posible poner. Única, educadora, recadera, agradable, bruja, histérica, Solventa, loca...- pausa dramática -..vendadora.-

Era evidente que esa mujer había tenido una vida profesional bastante activa antes de dedicarse a la hostelería

¡Recorcho! -Zape abre enormemente los ojos y mira a su hermano con cara de incredulidad-. ¿No se tratará de un examen? Antes de terminar de escuchar el enunciado ya me he perdido, ¡y no me han dejado copiarlo! ¿Habrá que hacer muchas cuentas? Me temo que volveremos a sacar un cero, Zipi...

Zape vuelve a mirar a su alrededor, esta vez más detenidamente, y le vuelve a hablar a su hermano.

- Pensándolo bien, creo que tienes razón. Vayamos al invernadero, a ver si allí no hay nadie y podemos jugar un poco a la pelota. Así, si rompemos algún cristal, no sabrán que hemos sido nosotros... ¿Crees que se escucharán mucho los cristales rotos desde aquí, Zipi?

Mortadelo mira su invitación, la arruga, y la tira al suelo, mosqueado.

- ¡#?@€¬&·$&"$(~! -exclama, junto con diversas imágenes de doña Urraca transformada en cochinillo con una manzana venenosa en la boca.

Habían caído en otra trampa de uno de los malvados malhechores que trataban de controlar el mundo, el universo, transformar todo en una república bananera que ríase usted de Platanoarriba de Sinrey, aumentar el diámetro de los supositorios, alargar las faldas e incluso encontrar El Dorado, la Atlántida y Teruel. Si es que todos los tontos tenían suerte, pero él era la excepción que confirmaba la regla. Aunque mirado por el lado bueno, además de su última noche, iba a ser la primera que durmiera bajo techo, que menudo rata estaba hecho el jefe.

Enfundándose en su disfraz de Suavidad, el dobberman con gigantismo del Súper, el agente de la te-i-a se echó al suelo, agarrando con los dientes el pantalón del jefe para que le siguiera.

- ¡Vamos al inv-eer-na-deeer-ooo! -masculla, entre dientes y pana del pantalón- Con este disfraz, no se me escapa el rastro ese del que hablaba doña Buitre. ¿O era algo de una pista?

Cuando volvemos al comedor me llevo un susto de mearse cuando veo a un Doberman con gafas- ¡Zapateta! Vaya perro más feo con esas gafas de culo de botella. Toma perrito, toma- le jaleo mientras le enseño un trozo de carne que he recogido de la mesa para lanzárselo y que intente atraparlo en el aire.