Partida Rol por web

- ¡¡Dante!! - oías como la voz de tus abuelos te llamaba, pero no eras capaz de alcanzarlos... tu visión era borrosa... querías llegar hasta ellos, pero de repente una gran masa de agua te arrastraba...

Inmediatamente después despiertas en lo que parece una habitación en un edificio de piedra... empezaste a comprobar si estabas entero... estabas soñando, pero sabías que era un sueño que representaba una muy buena realidad... recordabas con claridad como empujaste el omnibus y luego el agua del río te arrastraba, pensaste que ibas a morir, pero ahí estabas, vivo...

Tu cuerpo estaba lleno de heridas, pero tenías suficientes fuerzas para levantarte. Una vez miras por la ventana puedes ver que te encuentras a la vera del río, y en medio de bosques en lo que parecía ser una pequeña capilla.

- Veo que por fin has despertado... - escuchas una voz femenina gentil que se dirige a ti... y puedes ver que es una chica joven, de más o menos tu edad. - Iré a comunicárselo al sacerdote... - dijo mientras se alejaba de la puerta de la habitación donde estabas.

Un sueño dentro de otro, como si de una gran mamuchka se tratase aquí me encuentro, al principio tendido sobre el frio del mármol de una habitación antigua, algo semejante a un cuarto de monasterio medieval o algo por el estilo. Extrañamente el frio no es tan insoportable como lo imaginaba luego de caer al rio y morir ahogado. ¿Realmente fue real o todavía sigo soñando? El dolor de mi cuerpo me grita que esto es muy real pero ya había tenido sueños vividos más reales que mi experiencia actual. Difícilmente consigo levantarme de la losa de mármol y caminar hasta una ventana y entonces descubro que posiblemente todo esto sea real, allí afuera corre el caudaloso rio donde caí y perdí el conocimiento. – sí, es el rio. Otro no puede ser.-  entonces una voz femenina llena de calidez y paz me quita de mi trance. Giro para ver una muchacha que habla algo de un sacerdote para luego desaparecer por la puerta de la habitación, entonces lentamente me dirijo a la puerta con intenciones de ver que hay mas allá porque nada pierdo con mirar un poco por ahí. - ¿Dónde estoy? -   

- Estáis en un pequeño templo al lado del río, el sacerdote os encontró inconsciente en la rivera mientras daba uno de sus habituales paseos. Dijo que para haber sobrevivido a la corriente del río hasta aquí era todo un milagro así que hemos estado curando sus heridas durante toda la semana... - dijo la joven antes de marcharse a avisar al sacerdote.

No podías evitar sentirte sorprendido al saber que has estado una semana inconsciente. Y aunque sabes que el río es el mismo, te das cuenta perfectamente de que el paisaje es bastante distinto al de donde tuviste el accidente, así que no sabes a ciencia cierta si estás cerca de tu pueblo o no.

¿¡Una semana!? … perdí una semana de clases! Bueno podría ser peor pero también perdí dos clases de karate con el profe de deportes. – tras contestar a la muchacha regreso a mirar por la ventana para observar el rio. ¿Todo es muy similar pero tan diferente. Que tan lejos estaré de casa?. Cuando salgo de mi trance que me provoca mirar la corriente del rio me doy cuenta que la muchacha ya no está. Supongo que fue por el sacerdote. – curioso, no recuerdo un tempo por la zona. – tan solo deberé aguardar…

Escuchas la voz de la muchacha hablar con otra más madura, de un señor que debe rondar los 60 y tantos años... tras unos breves instantes ves aparecer por la puerta a un hombre cano vestido de sacerdote.

- ¡Que dicha verte despierto! Pensábamos que no despertarías... - dijo con amabilidad el anciano. - Ah pero disculpa mis modales... soy el Padre Lucio, sacerdote de esta humilde capilla, y esta muchachita es Lora, viene desde la aldea cercana a ayudar este pobre anciano...

Ves que el hombre después de presentarse se acerca a examinar tus heridas...

- Veo que eres un joven muy extraño... te encontramos casi muerto en la ribera del río y con varios huesos rotos y sin embargo es como si ya estuvieses totalmente curado... ¿cual es vuestro nombre y de donde sois? - preguntó el sacerdote con curiosidad mientras la joven te cambiaba algunos de los vendajes.

Finalmente aparece el sacerdote, una persona apacible y de mirada bondadosa que parece haber atendido mis heridas y rescatado del cauce del rio. – gracias Padre por salvarme del rio. Mi nombre es Dante y vivo cerca de aquí, rio arriba en el pequeño poblado de Briegno. Hubo un accidente durante la tormenta y un alud atrapo un ómnibus en el puente. Entonces acudí en su ayuda pero una parte del puente cedió y caí al rio. Eso es todo lo que sucedió. ¿Tiene un teléfono? Debería llamar a mi casa. – También debería pedir ropas secas pero primero deseo hablar a mi casa y tranquilizar a mis abuelos.

El sacerdote no pudo evitar sorprenderse al escuchar el nombre del pueblo... - Muchacho... ese pueblo está por lo menos a 200km de aquí... es todo un milagro que hayas sobrevivido al río todo ese trayecto... - a ti también se sorprendió esa afirmación... ¡200km! En un lugar de tu corazón dabas gracias de seguir con vida tras semejante odisea.

El anciano empezó a pensar y a mesarse algo la barbilla como si se hubiese dado cuenta de algo... - Joven Dante, esta capilla es un poco especial... y muy pocos saben de su existencia... por eso creo que el destino ha querido traerte hasta aquí, y que no es una casualidad... - el sacerdote entonces se giró hacia Lora... - Lora, hazme el favor de traer algo de comida para Dante, el pobre debe estar famélico... - y que razón tenía el hombre... hacías esfuerzos por ocultar los rugidos de tu estómago desde hacía ya un rato.

El padre Lucio esperó pacientemente a que la joven se alejase para volver a dirigirse a ti: - De lo siguiente, no hables con Lora, ella no debe involucrarse... ¿tienes algún tipo de habilidad que sospeches que esta... ¿fuera de lo normal? - la pregunta del anciano te parecía extraña... pero entonces te vino a la cabeza como empujaste el omnibus antes de caer al río.

¡¿Tan lejos?! Jamás pensé encontrarme tan lejos de casa, en verdad la corriente del rio me arrastro mucho.  –en verdad fue todo un milagro Padre, nuevamente mi existencia es salvada por mandato celestial – respondo al sacerdote recordando el incidente del buque. Aquel naufragio que me dejo huérfano y al cuidado de mis abuelos. Pero mi estomago decide interrumpir mis pensamientos porque el hambre llama a mi puerta pero el Padre Lucio prevé la contingencia enviando a Lora por algo de comida y de paso hacer una pregunta que no es para oídos de ella, a lo cual respondo – ahora que lo dice Padre… recuerdo empujar el transporte donde viajaban las personas en aquel puente sobre el rio. Mi acción les dio el tiempo de bajar antes que el puente terminase de caer pero no estoy seguro si fue real lo sucedido.-

El sacerdote mostró interés en tu relato como si estuviese memorizando y analizando cada una de tus palabras... - Tus palabras no parecen llevar falsedad... así que debe ser cierto Dante... lo cual confirma mis sospechas... estabas destinado a llegar aquí... - dijo cuando terminaste de hablar.

- Ahora volverá Lora con tu comida, y recuerda... no debes decir nada sobre esto... pero deberías quedarte aquí durante algún tiempo y así averiguaremos si Dios tiene algo preparado para ti... - en ese momento el anciano se vio interrumpido por la joven que trajo una bandeja con comida bien caliente y con mejor aspecto para hacerte entrar en calor.

Sin mucho tiempo para elaborar más preguntas enseguida regresa Lora con comida caliente en una bandeja. – Muchas gracias Lora -  luego, en algún momento tendré que preguntarle al Padre Lucio algunas cosas, como por ejemplo mi necesidad de hablar con mis abuelos para hacerles saber que me encuentro sano y salvo. 

El padre Lucio abandonó el cuarto cuando vio que empezabas a comer, Lora estuvo acompañándote todo el tiempo curioseando sobre el como llegaste hasta allí y sobreviviste.

Tras un buen rato el sacerdote volvió con malas nuevas mientras Lora se llevaba tu bandeja de vuelta a la cocina.

- Joven... tu pueblo ha caído presa de una maldición de los falsos dioses... toda Briegno ha sido transformada en cerdos... - sus palabras te dejaron de piedra. - Pero no debes desesperar... porque puede que tu seas la llave para solucionar el destino aciago que ahora sufre nuestro mundo...

Aquello que cuenta el sacerdote debe ser mentira. O esta borracho o simplemente esta senil! – ¡Eso es imposible! ¿Gente convertida en cerdos? Parece un cuento de hadas. ¿Está usted seguro? Y porque la joven no debe saber nada de eso? – había algo que no encajaba en todo esto y por momentos imaginaba encontrarme en la trampa de algún loco.

- Sé que mis palabras pueden sonar extrañas Dante... pero he de confiarte un secreto... el gobierno Italiano ha estado ocultando la situación que acontece en toda Europa por órdenes de la Santa Sede... - comenzó a explicar el sacerdote tratando de hacerte comprender.

- ...En el mundo existen una serie de entidades que se hacen llamar dioses... tú los conoces por los libros de historia... Zeus... Ares... Poseidón... todos ellos no son solo mitos... son reales... y desde hace 15 años han empezado a desatar todo su poder sobre Europa con la única intención de castigar a la humanidad por sus crímenes, tal y como ellos proclaman... - las palabras que decía carecían de sentido, cuanto más te hablaba, más loco te parecía que estaba...

- Entiendo que no soy quien para que me creas... si quieres ir a tu pueblo, eres libre de hacerlo... pero allí solo hallarás sufrimiento... - te dijo mientras sacaba un rosario... - Esto es el tesoro más sagrado de esta capilla... llévalo contigo... pues sospecho que puede hacerte falta... y si después de volver a Briegno confías en mis palabras... vuelve y podré guiarte... - dijo con cierto pesar sabiendo que no podría detenerte...

Sin lograr entender una sola palabra del padre Lucio agarro el rosario muy bien sin saber porque le respondo casi de forma automática. – gracias, dígale por favor a Lora que es una buena cocinera. Hasta pronto. – tras la breve respuesta salgo por la ventana de un salto, bajo hasta el cauce del rio y desde allí comienzo a caminar rio arriba hasta  encontrar algún cruce, puente o carretera donde pedir aventón hacia Briegno. Durante la caminara masticaba las palabras del sacerdote, “dioses mitológicos castigando Europa”. Todo aquello parecía sacado de una película clase B pero merecía el beneficio de la duda, después de todo me rescataron del rio. 

No tardaste demasiado tiempo en conseguir un transporte que te acercase a las inmediaciones de Briegno... el viaje se te hizo muy largo... más largo que cualquier otro que hubieses hecho antes... Tu corazón empezó a encogerse cuando vistes que había varios controles policiales que impedían el acceso al pueblo...

Pero para ti llegar a Briegno a través de los bosques no era complicado... pero el panorama que viste al llegar allí... ni en la más bizarra de tus pesadillas podrías haberte imaginado algo así... Briegno desierto... solo habitado por... cerdos... no sabías que pensare ni que decir... pero entonces te acordaste de una película que vistes de niño... "La Odisea" y de como una bruja que intentó seducir a Ulises convirtió a todos sus hombres en cerdos...

“Esto no puede estar pasando” es el primer pensamiento que logro esbozar al presenciar semejante panorama. Sin dudar me dirijo corriendo a la casa de mis abuelos, un par de calles antes en el primer coche que encuentro busco la varilla del crique para usar como arma por si encuentro al causante de esto. Dos o tres casas antes de llegar abandono mi carrera para caminar mientras trato de idear un plan que no tardo en gestar. Entrare por el patio lateral y de allí a la puerta trasera que conduce a la cocina. Hay algo que no recuerdo y es como termina la historia de los hombres de Ulises pero ya no importa, intentare rescatar a mis abuelos…

Al llegar a la casa de tus abuelos el panorama es el mismo que en el resto del pueblo... solo hay dos cerdos dentro de tu antaño hogar y una vez te has adentrado en el pueblo puedes sentir una energía extraña que envuelve todo el pueblo.

En ese momento es cuando escuchas una voz resonar en tu mente...

- Vaya, vaya... así que uno de los habitantes tiene la voluntad suficiente para resistir mi hechizo... curioso... ¿quién eres joven?... - decía una voz femenina que resonaba en tu mente como si se encontrase dentro de ella...

- Supongo que al señor Dionisio le alegrará saber que he eliminado a un posible enemigo...

Entonces es cuando sientes que fuera de tu casa se encuentra una mujer... bastante bella pero con una mirada mezquina que se dirigía hacia la puerta de tu hogar...

¿El golpe me afecto la cabeza o qué? Ahora escucho voces en mi cabeza! Pero esa mujer que camina hacia la casa es real y por muy bella que sea mis instintos me dicen que es muy peligrosa. Anticipando su entrada a la casa me preparo para salir por una ventana que da a la calle y cuando cruce el umbral de la puerta podre darle un fuerte golpe en la cabeza con la varilla. Si la llevo con la policía seguramente confiese como hicieron este horrible truco de reemplaza a todos por cerdos. ¡Maldita! … y quien es el tal Dionisio?