Partida Rol por web

Llevabas ya varios días de viaje, atrás habían quedado las inhóspitas Tierras del Fuego y te dirigías rumbo al norte, para luego tomar un transporte hacia Europa, cuna del pergamino que se encontró en tu aldea y del cual tu aprendiste.

Esa era tu misión, conseguir más información, pero al llegar a la ciudad de Buenos Aires viste que la realidad era muy distinta a lo que esperabas. Te encontraste con una ciudad en la que reinaba el caos y la violencia reinaba; todo ello producto de las atrocidades que estaban cometiendo los dioses sobre la Tierra.

Fue en ese momento cuando se te acerco un hombre con cierta hostilidad...

- ¡Tú! ¡Paleto! Dame todo lo que lleves encima... - decía con prisa y apuntándote con una navaja.

Distraido con el paisaje desolado ni adverti al hombre acercarse, pero su voz me saco de mis pensamientos.

Lo mire sin responder, tarde un rato en entender lo que me decia, y otro rato para responder.

-Mejor vallase. Si busca problemas, aca los va a encontrar.

Intente mantenere sereno, aunque nunca se me dio bien interactuar con otras personas. No parecia alguien peligroso, pero las apariencias solian engañar, asi que de poder evitar la pelea, lo haria.

- Uh... el paleto ¿se cree que puede llegar aquí a nuestro territorio y no pagar su tributo? - dijo de forma macarra a la vez que trataba de golpearte con su puño, encontrando solo la resistencia pétrea que habías adquirido tras tantos largos años de entrenamiento.

- ¿Qué pasa no te duele? ¡¡Pues vamos a ver si esto te duele!! - y en ese momento ves como el bribón trata de clavarte el puñal en el estómago...

Hubiera preferido evitar la pelea, pero cuando saca el arma no queda otra que hacer algo y pronto. Era un puñal, asi que salir corriendo y dejar la espalda descubierta no era una opción.

De un movimiento fluido me pusee en guardia y me puse a su alcanze, para descargar 2 golpes izquierdos contra el rostro del hombre, que aun iba en el movimiento de desenvainar. Los golpes recta y veloces lo hicieron tambalearce y retroceder un paso, lo que aproveche para dar una patada de giro completo contra la mano del arma. El movimiento fue veloz y certero, haciendole perder el arma blanca.

Al verse desarmado, la cara del hombre reflejo miedo. No titubie y avance devuelta dandole puñetazos antes que logre levantar la guardia. Fueros necesario 5 golpes para dejarlo en el suelo inconciente. El sujeto apenas atino a dar manotazos a la defensiva, pero contra mi tecnica, no sirvieron mucho.

Una vez en el suelo, lo reviso con precaucion de que sea una farsa, para quitarle algun otro arma que tuviera. Luego simplemente me voy, llevandome la comida que pudiera llevar encima el sujeto...un presio menor, por su pecado.

Ves que el resto de macarras que había alrededor salen huyendo al ver semejante espectáculo de lucha... Pero te llama la atención un hombre encapuchado que ha estado observando toda la pelea que no se ha marchado... es más... se acerca a ti lentamente...

- No peleas mal muchacho... ¿de dónde vienes?... - te pregunta, a la vez que puedes percibir que esta persona es muy distinta a la anterior, te atreverías incluso a afirmar que esta persona conocer el secreto de romper los átomos por el aura que destila.

Me pongo tenso, ante el extraño que se acerca. Algo me dice que si le doy una oportunidad, este no seria alguien que la desaproveche.

-Vengo del sur señor. No quiero problemas.

Mi naturaleza timida, me hacia dificil congeniar con desconocidos. Y menos aun, confiar en ellos. Pero necesitaba algo de guia, si queria avergiar mas sobre ese pergamino antes de partir a europa.

-¿Conoce algun lugar donde un viajero pueda descansar?

El hombre empieza a reir a carcajadas...

- Me caes bien muchacho... aunque con semejante ingenuidad, has tenido hasta suerte de dar conmigo... - dijo tras la risotada... - ...¿dices que vienes del sur?...  ya veo... y dime... ¿cuál es el motivo de tu viaje? Para venir hasta un lugar tan conflictivo y caótico debes tener algún tipo de interés... -pregunto con curiosidad el hombre mientras te guiaba a través de las calles de Buenos Aires.

- Por cierto... mi nombre es Nostriano... ¿cuál es tu nombre muchacho? - el hombre parecía que no paraba de hacer preguntas y ya casi no sabías por donde empezar a contestar, si es que pretendías hacerlo claro esta...

Lo miro desconfiado, preguntandome por que creera que es una suerte haberlo encontrado para mi. Hubiera preferido que me dijiera como ir, pero lo sigo unos pasos por detras. No soy alguien muy sociable, pero respondo para no ser descortes, algunsa de sus preguntas.

-Queria viajar a Europa para ser entrenado, pero queria averiguar si los rumores tenian algo de verdad.

Me llamo Cain.

Las verdades a medias no dejaban de ser verdades, pero no tenia interes en darle mas detalle, con eso deberia ser suficiente.

Ves que cuando mencionas Europa el rostro jovial de tu improvisado acompañante se torna seria y sombría...

- Muchacho... el viejo continente ya no es lo que era... allí los dioses campan a sus anchas y han convertido Europa en su bastión, lo único que queda allí es gente sufriendo y a la espera de ser ejecutada en su nombre... - explicó Nostriano con cierto pesar en sus palabras.

- Pero quizás tú tengas el talento para poner algo de orden en nuestras vidas... sígueme... te acogeré en mi casa hasta que salga un barco hacia Europa, aunque no quedan ya muchos valientes que surquen el océano... - te dijo mientras se adentraba en una de las grandes calles de Buenos Aires.

En realidad primero queria averiguar un poco mas sobre europa. Quisiera hablar con alguien que haya estado por alla.

Los sigo unos pasos por detras, observando las ruinas de la antigua metropolis, atento a las vueltas que damos para tratar de ubicarme adonde me esta llevando.

Ves que no tardáis en llegar a lo que parecen los restos de un antiguo edificio gubernamental, allí varios niños reciben a Nostriano con alegría.

- Espero que no hayáis causando muchos problemas en mi ausencia pequeñajos... - dijo el hombre a los niños que se habían acercado, y tras entrar en el edificio siguió la conversación contigo.

- Europa ahora está casi completamente destruida, solo unos pocos viajan allí en busca de gloria y casi ninguno vuelve, aquél es el patio de juegos de los dioses, aunque no debe faltar mucho tiempo para que fijen su mirada aquí y empecemos a tener problemas de verdad... - dijo con bastante pesar mirando a los niños a los que protegía.

- El caso es que yo he estado en Europa, y allí conseguí algo que buscaban esos malditos dioses, y algo me dice que este algo debes tenerlo tú... no me preguntes el porqué... llámalo intuición... - el hombre empezó a subir unas escaleras y entro en un antiguo despacho que él había convertido en su habitación, y de uno de los cajones sacó un rosario cristiano algo peculiar.

-¿A que fue a Europa? Cualquier cosa que me pueda decir de alla, me resultaria util. Como lugares que evitar, caminos seguros. Lo que sea. Todo me sirve.

Dije a la vez que lo seguia por la escalera. Apenas preste atención a los crios que pululaban por alli, nunca me agradaron mucho, eran cargas para cualquier superviviente.

Todavia no confiaba en él, por lo que eso que me ofrecia, no me desperaba curiosidad, y dudaba que se pudiera ocultarle algo a los dioses. Pero lo aceptaria para no despreciar la hospitalidad que me estaba ofreciendo.

Nostriano no puede evitar reir algo al escuchar tus preguntas... - ¿Rutas seguras?... eso no existe ya en el continente muchacho... existen pueblos que no han sido afectados aún, pero poco a poco los dioses están haciendo estragos en todos los paises de Europa... pero imagino que eso no va a detenerte, así que te ayudaré... al menos te acompañaré hasta Europa y trataré de enseñarte todo lo que pueda para que tu supervivencia sea algo más duradera allí...

Ves en ese momento que tiende el rosario que había cogido hacia ti... y ves que aparte de la cruz convencional tiene otro adorno que es como una pequeña vidriera con forma de puerta... - Quizás tu consigas averiguar porque los dioses tenían tantas ganas de echarle el guante a este rosario... - dijo mientras volvía abajo con los niños que estaba cuidando.

-Has...has visto a un dios?

No me aguante la intriga, queria saber. Mientras miro el rosario y me pongo en el brazoenredandomelo y atandolo para q no se caiga, pero q no quede a la vista. Era mejor no tentar a los bandidos, aunque quizas nadie supiera si en verdad valia algo. Baje junto con Nostriano, para tratar de conseguir algo de tomar y quizas algo para aplacar mi hambre. Habia juntado algo de dinero

- No... pero he visto a algunos de sus siervos más directos... y son temibles... pero no lo suficiente como para atraparme... - dijo contestando a tu pregunta.

Tras varios días con Nostriano, por fin llegó el día de partir hacia Europa... Habíais conseguido pasajes para un barco que se dirigía hacia España en busca de refugiados que trataban de huir de la ira de los falsos dioses...

El viaje fue largo y duro... pero al pasar una semana por fin se veían las costas de España...

- Bueno amigo mío... ¿qué será lo primero que harás al poner tus pies sobre Europa? - te preguntó con curiosidad tu guía.

-Voy a intenatar averiguar quien hizo este pergamino y buscarlo

le enseño el pergamino, pero en realidad no sabia bien como buscar. Esperaba econtrar algun detalle mas, pero al menos por el idioma podia reducir mi area de busqueda. Lo mire por un momento, y entonces le pregunte.

-¿Vos, tenes pensado hacer algo? ¿ir a algun lugar?

Nostriano te escucha cuando le explicas tus motivos para el viaje... - Entonces harías bien en dirigirte a Roma o a Malta una vez lleguemos a España... allí podrán guiarte y posiblemente responder tu pregunta... - te dijo mientras los marineros empezaban ya a anclar la embarcación a una distancia prudencial de las costas.

- Será mejor que cojamos un bote y nos acerquemos a la costa... allí debería recibirnos alguien que podrá ayudarte en tu viaje... - dijo mientras os acercabais a las pequeñas embarcaciones y os disponíais a subir a una de ellas.

Una vez en el bote podíais ver en la costa a un gran número de personas esperando para embarcar y huir de Europa... pero en ese momento sentiste que algo no iba bien... era mediodía... pero el día empezaba a anochecer y una luna antinaturalmente grande aparecía en el firmamento...

Miro al cielo, con una expresion de asombro en mi rostro. Sin mirar a Nostriano, le comento.

-Un eclipse lunar. ¿Sabias que ibamos a tener esta oportunidad? Parece un buen augurio.

Mientras ayudo con los remos, para hacer un poco de ejercicio y matar el aburrimiento, miro como se va oscureciendo todo. Quizas todabia habia dioses buenos, uno de ellos debe haber hecho esto, pense.

La gente estaba notablemente nerviosa, como si fueran los antiguos aztecas que temblaban ante los eclipses. Sonrei por un momento

Nostriano se encontraba también extrañamente nervioso... - Esto no es un eclipse... no había ninguna previsión de ello... será mejor que nos demos prisa... - Los marineros una vez llegaron a la costa se apresuraron a recoger a los refugiados mientras la confusión se apoderaba de todo...

Entonces sucedió lo que no sospechabas... una haz salio disparado desde la luna... como si fuese un meteoro... pero en realidad era una flecha... una flecha que se clavó en el pecho de Nostriano... tal fue la rapidez de la flecha que nadie tuvo tiempo para avisar...

En ese momento una voz femenina os habló... una voz que parecía inundar todo... - Llevábamos esperándote mucho tiempo ladrón...

Pudiste darte cuenta que mientras esa voz hablaba, unos individuos os habían rodeado...

Atino a atraparlo cuando le flecha le da, para que no se caiga. Entonces veo a las personas que nos rodean. Ignorando sus intenciones pido ayuda.

-Ayuda! hombre herido...Ayuda!

No era mi amigo, pero aun asi, me dio cobijo en la capital y me ayudo. No podia dejarlo ahi, a su suerte con la flecha en el pecho. Trato de ver, si disparo no fue letal, esperando que haya una oportunidad de salvarlo.

Mire mas alla de las personas que nos rodeban, para ver si alguien acuida en nuestra ayuda. ¿Que habia sido esa voz? ¿De donde vino la flecha? eran los interrogantes que pasaban por mi mente.