Partida Rol por web

-No lo se -dice divertida y con una sonrisa inocente. -¿Que estais dispuesto a ofrecer? Y cierra los ojos momentáneamente.

- Mi disposición depende de la vuestra, dama Adrianne... pero puedo deciros que soy un hombre más que considerado

La propuesta no podía ser mas clara mientras quisiera mantener la cortesia

-Lo se, mi señor -dice con malicia. -Pero quiero comprobar hasta donde lleva vuestra paciencia.

Se acerca a él, y le da un beso en la mejilla.  

- Me temo que carezco de ella, si algo no soy... es paciente

Dejó una mano en tu mentón tras el beso en la mejilla, para obligarte a mantenerle la mirada

Adrianne mantiene la mirada sin decir nada, esperando lo inevitable.

Tu falta de rechazo era todo el permiso que necesitaba para volver a acercase, esta vez para besarte en vez de limitarse a permanecer a escasa distancia.

Tu reacción a aquel beso, marcaría sin duda el futuro de vuestra relación e incluso el futuro de vuestras casas

Adrianne se deja llevar. Acepta su beso, y lo devuelve. Ahora mismo, deja que Gregor Marbrand la posea, aunque en realidad ella piensa que es al contrario.

El beso, no era mas que el comienzo de lo que pretendía, pues sus manos pronto buscaron acariciar tu cuello para terminar desnudando tus hombros con la intención de despojarte del vestido que lucias para la ocasión.

La muchacha se dejó desnudar, ayudando a Gregor con el vestido. También, comenzó a despojar de ropa al hombre.

Pronto, Adrianne sintió la brisa del mar sobre la piel de su cuerpo.

Su capa y el resto de vuestra ropa habían tendido sobre la arena el que podría ser vuestro lecho, y sobre el que te ofrecía a acomodarte sin palabras... las caricias y miradas en ese momento bastaban.

Adrianne se tumbó sobre las ropas, llevando a Gregor con ella. 

No era la primera vez que yacías con un hombre, aunque eso posiblemente el ni lo imaginara. Quizá notara la falta de tu sangrado, pero no era tampoco algo que se diera en toda mujer, por lo que podrías tener una disculpa. 

De lo que no te cabía duda alguna, era de que tu no eras su primera mujer, tal y como imaginabas frecuentaría amantes de forma habitual. 

Estando a punto de terminar, notaste como se retiraba para evitar el riesgo de dejar su semilla en ti.

A Adrianne no le sorprendía en absoluto la experiencia de Gregor. Era un hombre mayor que ella, y desde luego que había habido mas mujeres. En realidad esperaba que no muchas, para tener algún tipo de poder emocional sobre él, pero tampoco e hacía ilusiones.

Adrianne se esforzó por mostrarse tímida, y aunque no lograse hacer pensar a Gregor que era su primera vez, al menos que le diese la impresión de que la muchacha no era muy experimentada. Quería que Gregor se sintiese mínimamente en deuda con ella.

Ya habiendo terminado, cuando Gregor se hace a un lado invitandote a apoyarte en su pecho un momento mientras recobra el aliento, llevas la mirada a la escarpada bajada. 

Brody, montado, os observa desde lo lejos... quizá saliera en vuestra búsqueda por algun motivo, o tan solo por no encontraros al desayunar de buena mañana.

No tienes idea de cual será su reacción, pero parece que Gregor no se ha percatado de su presencia.

Levantándose bruscamente, Adrianne comienza a vestirse. -¿Por qué Brody os ayuda a encontrar esposa, mi señor? Está claro que podéis encontrar vos mismo a una dama a vuestra altura -bromea Adrianne, buscando quitarle importancia a la pregunta. Se la nota incómoda por la visión del castellano, aunque intenta disimularlo.

El parecía más que tranquilo, viste como Brody daba media vuelta regresando a la fortaleza...hablaríais de aquello, no te cabía la menor duda.

- ¿Que os ocurre dama Adrianne? ¿No sabéis que las prisas son malas consejeras? 

Para cuando Gregor lanzó una mirada hacia el lugar que te había inquietado, ya no había nadie allí

- ¿Tanto os obsesiona mi busqueda de esposa y que vuestro castellano la gestione?

-No me obsesiona, pero me pregunto donde un hombre como vos pudo conocer a Bordy, probablemente el castellano mas mundano y sobrio de todo Poniente -mientras habla, y viendo que el castellano se ha ido, deja de vestirse, quedándose medio desnuda. -Y que llegue a ser tan amigo vuestro como para gestionar vuestro matrimonio.

Adrianne logra calmar un poco sus nervios. El mal ya está hecho. Nos ha visto, ¿y que? Seguramente será un revés mas grave para cualesquiera que sean sus planes que la reprimenda que pueda echarme. La muchacha vuelve a tumbarse junto a Gregor.

Sonrió

- Los secretos unen a los hombres más que la sangre... 

Que habría querido decir exactamente con aquello, no lo tenías muy claro

- ...tengo motivos para confiar en él más que en otros

Adrianne puso cara de decepción: -Sois muy malo. Despues de todo lo que hemos compartido -le beso mientras sonreía.

Acepto el beso de buen grado

- Después de todo lo que hemos compartido sería desconcertante que vuestro tío no supiera ofrecerme mejor dote que los Wildhorn... - una media sonrisa se mantenía en sus labios - pues la pureza de una mujer es algo importante...

¿Era eso una amenaza de hacer pública vuestra "aventura" si tu tío no pagaba lo suficiente?