Partida Rol por web

Amanecía, los primeros rayos de rol se colaban entre los pliegues de los cortinajes, cosa que acompañada de los cantos de los gallos de la aldea extramuros tendía a despertarte.

La noche había transcurrido tranquila, sin aparentes problemas con los bandidos de la zona. Pero ahora alguien aporreaba tu puerta. 

Casden levantó su torso para no estar en contacto con la propia cama. Los sonidos de la mañana siempre eran iguales, los campesinos y artesanos comenzaban a trabajar, la mayoría de mal humor. Ruidos de herramientas, de puertas abriéndose y cerrándose, gente caminando, animales...de todo.

Como acostumbraba a hacer, removió su lengua, o lo que quedaba de ella por su boca, apenas llegaba a tocarse las muelas. Era un signo de debilidad, pero a la vez de victoria, cómo se elevó por encima del traidor de su hermano. El pensamiento de que ojalá muriera descuartizado en el muro era también algo propio de cada mañana.

Casden no se entretuvo más, se levantó, vistió y bajó al salón, donde le estarían esperando.

Antes de llegar a salir de la habitación, golpearon su puerta. Casden esperó a que se identificaran para abrir o no, nunca se sabía, agarró el mango del estilete de su cinto. Era una persona muy precavida, y ya era costumbre que los sirvientes y otra gente de la fortaleza se identificaran antes de entrar.

- ¿Señor?

Gareth torció el gesto cuando te vio armado, estaba claro que le disgustaba

- Lord Goldriver os ha hecho llamar al salón, con urgencia - puntualizó

Marchó sin esperar respuesta

Casden siguió a Gareth, con gesto impasible, soltando el mango de su arma. Iba con sus ropas buenas, guantes de piel de zorro, un jubón de cuero con alguna decoración, botas de piel de lobezno, y otros elementos, la mayoría de color pardo.

Avanzaba por el castillo con paso fuerte y decidido, con la mirada siempre desafiante, la mayoría de la gente ya se había acostumbrado a ello y ya les era familiar, pero no dejaba de ser un tanto inquietante a veces.

El viaje había sido largo, acompañaste a tu señor hasta sus aposentos y te internaste en los tuyos, necesitabas dormir... por muy poca gracia que te hiciera dejar de vigilarle de cerca.

Casden entró en sus aposentos. Notaba cómo le pesaban los músculos, debía dormir, pero no le gustaba nada la actual situación...Casden siempre veía lo peor de lo demás...

El lord de la casa Howlingwolf había muerto, y un asesino siempre veía otros...nunca se estaba suficientemente alerta. Casden revisó sus aposentos, lo había hecho al llegar, pero con prisas. Se tomó un poco más de tiempo para inspeccionarlo todo.

Te encuentras examinando tus aposentos, cuando unas sombras en una habitación que puedes ver desde tu ventana llaman tu atención. La iluminación no tarda en desaparecer ¿quizá eran velas? Parecía algún tipo de forcejeo. 

Antes de que puedas llegar a deducir mucho más el ruido de cristales rotos es acompañado por alguien cayendo por la ventana de dicha habitación. Desde luego ningún Goldriver, no es en esa zona donde os alojáis. 

Casden hizo una mueca cuando vió aquel individuo caer desde la ventana, casi parecía una sonrisa...estaba en lo cierto, siempre habría más asesinos donde había uno. Ahora habría que tener cuidado. La noticia no tardaría en saberse, debía hacerse ver, lejos de la situación, para estar lejos de sospechas. Además debía avisar a su señor. Saber que había sido un forcejeo y no un accidente seguramente sería muy útil.

Casden salió tranquilamente al pasillo, esperando encontrarse con algún guardia o alguien del servicio, alguien que viera que los goldriver seguían en sus habitaciones, estar fuera de la sospecha de un asesinato solo haría que fuera más fácil actuar.

Dejo verse por el pasillo, si hiciera falta, llamaría a alguien del servicio de alguna forma (una campanita, un chasquido o algo por el estilo), y seguidamente le daría su ropa sucia del viaje, haciendo entender que se la lavaran, siempre con la mirada por encima del hombro del sirviente.

Para terminar, llamaría a la habitación de su señor Kevan. Siempre con el toque que habían aprendido para identificarse (primero tres golpes, luego uno, y luego dos).

Abriste la puerta, los pasillos a primera vista estaban vacíos. Ni un solo miembro del servicio a la vista, aunque a esas horas era de esperar. Avanzaste hacia la habitación de Lord Kevan apenas un par de pasos cuando un cuervo cruzó el pasillo a vuelo hacia la torre del maestre Howlingwolf. 

Casden inspeccionó el pasillo, puede que viera a algún guardia corriendo hacia el lugar de los hechos, o puede que aún nadie se hubiera percatado del crimen.

Una vez en sus aposentos, echó las notas al fuego de la chimenea. Miró hacia el patio, donde cayó el cadáver. Intentó averiguar en qué habitación estaba antes de caer, contando la altura y el edificio. Miró a ver si la guardia parecía haberse enterado ya de lo sucedido.

¿Quien habría sido?...Casden sentía que hasta mañana no sabría nada más, a no ser que investigara esa misma noche, pero un paso en falso podría hacer que le acusaran a él y a los Goldriver. Sería más inteligente esperar...