Partida Rol por web

Sigrir se levanta - Mis señores, ha sido un día duro para mi también, creo que lo ha sido para todos... Permitid que me retire - Sigrir hace una reverencia a los presentes y sale hacia sus aposentos

Ron, viendo que la cena se estaba dando por terminada, se giró para comentar con el maestre Ricard - Maestre, veo que es tarde y quizá su persona quiera ir a descansar, cosa que entiendo perfectamente. Por otro lado si deseara quedarse a comentar la metodología del intento de envenenamiento... yo estoy dispuesto a prolongar un rato más la velada... - Pregunta Ron

Tras la velada y una buena comilona Tyrion se despidió de los comensales y se dirigió hacia la salida con aire pensativo. 

Tyrion se dirije a los jardines del castillo como había acordado con Shana horas antes durante la cena. Cuando llega se sienta en uno de los bancos cercanos a una fuente que había instalada. 

Danae se levanta después de disfrutar la cena, ahora tocaba descansar.

- Espero que paséis una buena noche mis Señores, el agotamiento también ha podido conmigo. Con vuestro permiso, me retiro. - Dijo con una leve sonrisa cansada mirando a todos los presentes que quedaban en la estancia para luego marcharse.

Aburrida de esperar, me dediqué a pasear, en una de las vueltas, al regresar hacia el lugar, ya estaba Tyrion allí.

-Mi señor Ravenwood, me habéis hecho esperar....- frunzo levemente los labios en una mueca de falso disgusto, adorable.

Me siento a su lado.

-Os acompaño, lady Danae. Con su permiso señoras y señores, damas y caballeros, me retiro también a mis aposentos -el consejero hace una reverencia general y acompaña a la bella dama de su casa hacia sus aposentos ofreciéndole su brazo.

-Mi señora, he recibido un mensaje de Daemon Heddle, maestre de los Howlingwolf, para reunirme con él en la torre de los cuervos para tratar de "un tema de interés para las casas a las que servimos", así que allí me dirijo. Dada la actual situación, os informo, por si pasara algo. Tened buenas noches, nos vemos mañana (espero) -dijo finalizando su frase con el apostillado de tono bajo y apenas audible. Evidentemente Uther Crowson podía ser muchas cosas, pero no era un hombre valiente, no al menos en temas que no implicaran dragones... de oro.

Tras salir con lady Danae del salón, acompañarla un trecho y explicarle escuétamente su partida hacia la torre de los cuervos, es en efecto hacia allí hacia donde se dirije Uther, con la limitación de su escaso conocimiento del castillo de sus anfitriones, pero procurando pasar rápidamente y ser visto por la menor cantidad de gente posible. Si el maestre Daemon hubiera querido que fuera de común conocimiento, lo habría dicho en voz alta y no ha sido así el caso, de manera que prefiere la discreción...

Llegaste a al lugar mientras el abría la puerta que daba acceso al mismo, quedaba claro que se había tomado con mucha más calma realizar el camino hasta alli

- Uther, no os esperaban tan pronto... - sonríe cordial

Danae se había fijado de la entrega de dicho mensaje, pero no esperaba que era para conversar sobre un tema de interes entre las casas. Se preguntaba porque en la torre... ¿porque no en sus aposentos?, pero no quiso mostrarle inseguridad a su Consejero y menos aun podía desconfiar del Maestre de los Howlignwofl, al contrario, tenía curiosidad de lo que podrían hablar.

- Tranquilo Uther, no pasará nada. Espero que mañana podais contarme lo que os propone. -Dijo con naturalidad.

-Me retiro también, damas y caballeros. Comprenderéis que no desee quedarme mucho más allá de lo que mi taciturno ánimo me lo permite. Mañana nos veremos.

Con un saludo general me retiro también lentamente.

Pues pensaba que había llegando antes que vos - dice todo ingenuo sin percatarse de la broma - perdonad mi lady no es típico de mi hacer estas cosas. 

-Perdonado por eso...pero no os perdonaré si me seguís manteniendo intrigada, que lo sepáis. Hablad. ¿Por qué me habéis citado?-

Sonrío.

-Vivo para servir a los intereses de mi casa... y además conseguísteis llamar poderosamente mi atención. Y me resultó curioso que me citárais aquí. Así pues, decidme, ¿de qué se trata? -dijo el consejero sin apenas preámbulos. Como era común en estos lares, un lugar de piedra y elevado como este era más bien frío, por lo que no resultaba agradable tener conversaciones largas lejos del calor de las chimeneas; y además Uther estaba ansioso por saber qué era lo que Daemon tenía que tratar con él.

Tras la cena se dirigió a los aposentos de las hermanas Howlingwolf con la intención de hablar con ellas en privado. Llamó a ambas puertas esperando respuesta.

El maestre salió de sus pensamientos con las palabras de Ron y tras pipear lentamente miró la desbandada general con tranquilidad

- En fin parece que cuando los ancianos se van comienza la noche para los jóvenes... señor Cassel como representantes del grupo de juventudes en el salón podemos charlar un poco antes de retirarnos - con una mueca en la cara - ... aunque me temo que no sería adecuado quedarnos mucho tiempo por tanto valore si dejar la tertulia para otro momento o no... aún tengo algo de esta pipa pendiente -

Sigrir abre la puerta la puerta, al ver a Marek le invita a pasar con un gesto. Parece que se estaba preparando para ir a la cama, lleva el camisón puesto y se tapa con una bata de lana. 

- Marek, es muy tarde... ¿Ocurre algo? - dice invitándole a sentarse en una silla con un gesto.