Partida Rol por web

Terminabas de prepararte cuando cuatro de los guardias personales de tu tío se acercaron

- Por orden de Lord Goldriver, nosotros escoltaremos a la dama Adrianne hasta la fortaleza. Lord Howlingwolf se dirige aquí para pedir explicaciones por vuestra presencia en sus tierras. 

- Como Lord Goldriver desee... 

A un gesto trajeron una yegua blanca debidamente preparada para ser montada por una dama. 

- ...espero reunirme pronto con él - aseguró - y que vuestro camino sea tranquilo hasta la fortaleza - terminó, mirándote 

-Os lo agradezco, mi señor. Espero que todo os vaya bien. -se despidió Adrianne, mientras besaba la mejilla de Gregor. La muchacha montó en su yegua, y mientras se marchaba con los hombres de la casa Goldriver, sonrió a Marbrad y añadió:  -Y espero veros en la boda de mi tío.

Y ahora al castillo de los Howlingwolf...

Casden seguía sentado en una de las sillas después de la noticia, no movía ningún músculo, estaba atento a todo lo que pasaba a su alrededor pero daba la sensación de que estaba distraido.

Al ver a su señor moverse y comentar asuntos con su guardia, se incorporó y se acercó a él, preparado por si debía recibir instrucciones y aburrido de estar sentado.

Sigrir vuelve al salón sola, su expresión es seria pero relajada. Susurra algo al guardia de la puerta, y luego se acerca con paso rápido a su hermana.

Sigrir susurra al guardia - Cierra las puertas del castillo en cuanto salga mi hermano, que no entre ni salga nadie sin mi permiso hasta que él vuelva. Si veis que alguien se acerca al castillo, hacédmelo saber inmediatamente. Y estad preparados para lo que sea.

Acto seguido se acerca a su hermana y la coge del brazo, apartándola un poco para que solo ella la oiga - Shana... Ese Brend Nieve tuyo, ¿Es un jinete rápido? ¿Haría algo por ti y guardaría el secreto, sin contárselo jamás a Robert?

-Es buen jinete, si. Y Si...creo que haría cualquier cosa por mi. ¿Qué ocurre? ¿Qué tienes en mente?-

Miró a Sigrir con cierta sorpresa, extrañada, pues no sabe que pretende.

- La dama Adrianne está de camino, viniendo a mi boda. No tenemos noticias de ella y estoy segura de que sabes que en tiempo de guerra cosas peores que la muerte pueden pasarle a una mujer joven en los caminos... Aunque a Robert parece no importarle. Robert me matará si sabe que hice marchar a un jinete a buscarla en estos momentos, pero tengo que hacer algo... Tu Nieve es un hombre valiente, si es también un jinete rápido no tardará en traérnosla de vuelta o... - Sigrir parece nerviosa - o decirnos qué ha sido de ella.

-No le ordenaré que haga eso...solo se lo pediré. Es peligroso ir solo en estos dias....sin duda aceptará, pero si no lo hiciera, no le culparé. ¿Lo entiendes verdad?-

Miró, más seria, a Sigrir a los ojos.

Sigrir mira a Shana fijamente por un momento, pensativa. Aunque parece que su primera reacción iba a ser otra, finalmente baja la mirada y asiente, sin decir nada.

Shana abrazó a su hermana. Aunque ella misma la había llevado a eso, no le gustó verla...sumisa. Esa no era Sigrir.

-Tranquila, Brend lo hará...él..lo considerará una orden aunque no lo sea. Es solo que yo...lo aprecio mucho, no quiero perderlo. Pero es un soldado fuerte. Y anímate...cuando Robert o Marek noten su ausencia, me gritarán a mi...-

Tras un leve apretón en la mano, se separó de su hermana, y se marchó.

Tras unas palabras, Shana abrazó a su hermana, y al poco, se marchó, murmurando una disculpa.

Sigrir suspira y llama a un criado, murmurando unas órdenes. El criado desaparece rápidamente en dirección a las cocinas.

- Pronto comeremos, mis señores, pero tendrán que disculpar la ausencia de mi hermano - sonríe- Me temo que tendrán que conformarse con mi hermana y conmigo.

Tras una pequeña reverencia, se acerca a susurrar algo a Kevan y sale por la puerta.

Sigrir se acerca y susurra - ¿Y tu hijo? ¿Dónde está?

Kevan sigue mirando hacia la puerta muy serio y con cara de cansancio, pensando, cuando contesta a Sigrir:

-Si te soy sincero, ni yo mismo lo se-miró a Sigrir-ahora mandaré a uno de mis hombres a buscarlo.

Sigrir mira por un momento a Kevan, fijamente - ¿Te ocurre algo? Pareces no haber tocado la cama en toda la noche - su voz denota fuerza, casi como si ordenase que se le responda.

Danae escucha de lo que informa Lady Sigrir para luego marcharse junto con Lord Kevan, al ver que no le ha dado tiempo se acerca a su hermana pequeña.

- ¿Hay algún problema Lady Shana?-  Pregunta con algo de preocupación en el rostro.

Detenida por Danae antes de marcharse, Shana le sonrió.

-Tranquilizáos, mi hermana me ha pedido un favor, es todo. Ya sabéis...las novias son caprichosas antes de la boda...- hizo un leve gesto para quitarle hierro al asunto.

Sonrió, y de nuevo se dispuso a marcharse.

Resoplando levemente, Kevan se dejó sentar y mirando al infinito, dijo:

-Las pesadillas recurrentes me privan del sueño querida. Veo a un hombre ahogándose, pero no es Petyr, soy yo... Me abruma...-dijo Kevan mirando un momento a Sigrir, pasándose las manos sobre los ojos, frotándoselos, mientras decía- además, estoy famélico, espero que se recupere pronto mi catador.