Partida Rol por web

- ¿Así que soy un bandido? - sonríe

Termina de acercarse, con lentitud

- Vuestros guardias os hacen correr más peligro que los bandidos... 

-Sin duda sois el más peligroso bandido de los siete reinos...¿Quién sino me convencería para huir de mis porpios guardias?- le devuelvo la sonrisa.

-¿Pediréis rescate por mi?- me llevo las manos al rostro, fálsamente horrorizada -¿O me venderéis?-

- ¿Rescate? No hay hombre lo suficientemente rico para pagar por vuestro rescate... 

Sujeta las riendas de tu palafren

- ...así que me temo que no, esa no es la solución 

-Entonces ¿qué puedo hacer, poderoso captor?-

Sigo a medias con la broma, por que ahora lo miro...de otra manera, no dabría decir como, no asustada en broma.

- Sufrir la insoportable compañía de vuestro captor... 

Casi serio

- ...al menos hasta que algun caballero acuda en vuestro rescate y me venza. ¿Quizá vuestro hermano? 

-Oh, no...estoy perdida...sois demasiado poderoso para ser rescatada de vos...creo que desfallezco...-

Ha acercado mucho el caballo, por lo que me dejo deslizar del mio, y que me tenga que sujetar en sus brazos, como desmayada.

Te sujeta contra su cuerpo al tener una de las manos enredada en las riendas de su caballo. 

- ¿Ahora hago desfallecer a las damas? Vaya, cada día se me da peor... - bromea

Tu palafren continua unos pasos mas y para evitar posturas extrañas, termina por sujetarte con ambas manos y sentarte frente a él en su caballo. 

- ...ahora si que estáis oficialmente secuestrada - medio sonríe 

Se encamina a retener a tu palafren antes de que algo pueda asustarlo

- Disculpad mi atrevimiento - al reparar en la situación - no pretendía... 

-¿Secuestrar a la dama más hermosa de los siete reinos? Estáis perdonado.- susurro a su oido.

Sentada de lado ante él, una mano se apoya en su pecho, la descansa en mi regazo. Su brazo izquierdo coge las riendas a la par que sujeta mi espalda, mientras su mano derecha descansa en su pierna, cerca de las mias.

Le miro a los ojos.

sigo manteniendole la mirada, intensamente, muy cerca los dos. Puede oler mi perfume de Dorne, y notar mi aliento, caliente en el frío del norte.

Parece haber perdido el interés por recuperar el palafren, perdiendo de vista al caballo que avanza a paso lento por el bosque.

Te sujeta con algo más de firmeza.

Por la ahora mayor cercanía entre ambos, mi mano derecha, que estaba en mi regazo, se desplaza hasta su costado, para mayor comodidad cuando me giro levemente. Mis ojos no abandonan los suyos más que un instante ¡Mi primer beso real!

Lo he provocado si pero...no es algo que me desagrade.

Me humedezco levemente los labios.

La duda estaba en sus ojos, pero cuando dejas la mano en su costado esa duda se desvanece y se inclina hacia ti. 

Se atreve a besarte, cálido... y es ahora cuando debes tomar la decisión: corresponderle y rechazarle. 

La mano de su costado asciende levemente, yendo más a su espalda, cuando me pego más a el...nota mis pechos en el suyo. Mi otra mano sube a su rostro, algo áspero por la barba...

Y le correspondo, torpe, primeriza.

La mano que reposaba en su rodilla pasa a tus piernas, sin sobrepasarse todavía, tan solo sobre las ropas. 

El beso, ahora más confiado, ha sido tu primera experiencia... una nueva sensación, esa sensación en el estómago... termina separandose con suavidad

- Tus guardias... - te desvela en un susurro 

Y lo cierto es que oyes los cascos de sus caballos acercandose entre la maleza

Me separo, bastante sonrrojada...pero reacciono al momento.

-Lucero, aquí.-

Y mi obediente compañero se acerca, y paso a mi silla antes de que lleguen los guardias. Trato de evitar que noten mi rubor.

Carraspea y avanza, encaminándose a los guardias y esperando que le sigas

Los guardias os alcanzan

- ¡Lady Shana! 

El líder te examina, quizá buscando algún daño

- ¿Que ha ocurrido?