Partida Rol por web

Todo estaba yendo sobre ruedas, de eso Dick estaba seguro ¿Que podría salir mal? Bueno, muchas cosas. Para empezar, que algún imbécil haya tenido la genial idea de acusarlo ante las autoridades del colegio, que llegaran los policías y arruinaran la fiesta o esas cosas del estilo. Sin embargo, la principal preocupación ahora era que Erica se estaba tardando demasiado en traer las drogas.

La fiesta parecía que iba a ser todo un éxito. Papá y mamá Koeppl solían ser generosos con el dinero que le daban a su hijo, por lo que Nick pudo comprar todo lo necesario para que pudieran hacer la fiesta. Inclusive, Alexia había contribuído con la idea de agregarle máscaras al asunto, creando así una fiesta con la temática de incógnito. Todos los que estaban dentro tenían puestas unas típicas máscaras venecianas, que poco dejaban revelar la identidad del que las estaba usando.

Por este motivo, Alexia, Dick, Andy, Nick se mantenían cerca, aguardando a Erica. Connor Wright estaba junto a ellos, era un estudiante del instituto, viejo conocido de Dick quien era su contacto con el mundillo de las drogas. Lo que más destacaba en el aspecto de Connor, era su negra y larga cabellera y sus múltiples tatuajes que tenía por su cuerpo, cuya musculosa blanca dejaba verlos con lujo de detalles.

Estaban en el gimnasio de la escuela, donde transcurría la fiesta. Varios estudiantes a su alrededor estaban bailando al son de DJ que Nick había contratado, todos ellos llevaban sus máscaras.

Connor les había dicho que su contacto los estaba esperando afuera, por lo que Erica dijo que iría ella, que necesitaba un poco de aire. Nadie se opuso, sabían que Erica se había estado comportando de forma extraña durante toda la semana, pero Alexia se mostraba arisca y reservada ante el tema, sabía algo pero no lo iba a decir. En ese grupo, los secretos nunca se revelaban.

El chico llegaba un largo rato junto a ellos, algo impaciente. John le había dicho que mandaran a alguien afuera para que cogiera las drogas por lo que una de las chicas que estaba en el grupo decidió ir, diciendo que necesitaba un poco de aire ¿Como era que se llamaba? La verdad es que no importaba mucho, esa noche Connor solo le estaba prestando atención a la preciosura que tenía delante. Alexia.

El chico dirigió su mirada hacia Dick y los demás, frunciendo su ceño.

-¿Por qué está tardando tanto? ¿Están seguros que esa chica es de fiar? - Preguntó con desconfianza.

Pax había salido a caminar. Tenía en su MP4 una nueva lista de canciones, el cielo estrellado y una noche que no era tan fría como solía serlo en Bristol, era una de las últimas de verano. La chica estaba como en un trance, como perdida en su propio mundo, sin embargo, albergaba la esperanza de ser rescatada por alguien al iniciar un nuevo año escolar, nuevas personas iban a entrar a su vida, y eso le entusiasmaba demasiado.

¿Serían buenos? ¿Serían como sus anteriores compañeros? ¿Pasarían de ella totalmente o iba a convertirse en una novedad? Aún no lo sabía, y esas preguntas frecuentaban en su cabeza. Aunque las clases ya habían empezado, Pax no había asistido a la primera semana debido a los temas de la mudanza, tenían muchas cosas por hacer, aunque ya habían terminado de acomodarse.

Caminando por las estrechas calles de Bristol, llegó al Roundview College, su nuevo instituto. Pero la chica frunció su ceño cuando notó las luces de neón que salían de las ventanas, al quitarse sus auriculares, notó que también había música en su interior ¿Qué era todo eso? ¿Acaso habían hecho una fiesta dentro del colegio? Alrededor del edificio habían varios adolescentes, conversando entre ellos y bebiendo tragos de alcohol, pero nadie le estaba mirando. La mayoría de ellos tenían puestas unas llamativas máscaras del estilo veneciano.

Pax casi dio un respingo cuando rápidamente a su lado un coche que iba a gran velocidad estacionó de repente al frente suyo. De su interior salió un chico de unos 25 años, alto y con la mitad de la cabeza rapada, que sostenía dos grandes bolsas de papel. Miró a Pax de arriba a abajo sin prestarle mucha atención.

-Eh, ¿A ti te envía Connor, no? - Dijo sin esperar mucha respuesta de ella - Ten, aquí tienes cristales MDMA, maría y LSD, todo lo que el capullo de Dick pidió - El chico le dio las dos bolsas a Pax, con una risa nasal. - Ve y entrégaselas a Dick, él va a revenderlas luego.

Pax notó que del interior de coche había otra chica que llamaba a por el sujeto que tenía delante. El chico se dio vuelta con una sonrisa, para luego mirar a Pax y decirle que se apresure, y luego despidiéndose, mientras se subía al coche nuevamente y se iba con la misma gran velocidad que con la que había llegado.

La chica quedó algo perpleja ante aquella situación extraña. Miró el interior de las bolsas y se dio cuenta que tenía todo un cargamento de drogas, que le pertenecían a un tal Dick ¿Que clase de apodo era aquel? Frunció su ceño levemente, volteándose hacia la escuela ¿Se suponía que tendría que entregarlas?

Y al final Dick se había salido con la suya, y la fiesta en el instituto era realidad. Erica había ido a la fiesta junto Alexia, en el interior todos parecían realmente pasarla bien, aunque Dick dijo que todavía faltaba que fueran a buscar las drogas. Connor, quien parecía ser el chico que se encargaba de eso, dijo que su proovedor ya estaba a las afueras del colegio. 

Erica se sentía fatal, por lo que dijo que iría a buscarlas diciendo que necesitaba tomar un poco de aire, nadie se había opuesto por lo que se dirigió lentamente hacia el exterior del colegio mientras se echaba para atrás la estúpida máscara veneciana. La máscara! Una "genial" idea que Alexia había tenido era llenar la fiesta de máscaras de ese estilo para que nadie pudiera reconocerse, haciendo que la fiesta tenga una temática de "incógnito". 

Salió al exterior y esperó un rato, sin que nadie apareciera cerca de ella. Sin embargo, pudo notar que lejos de ella un auto estacionaba bruscamente al frente de una chica rubia que estaba algo sorprendida. Un chico de unos veintipico salió de auto con dos bolsas grandes de papel, se las entregaba a la chica y luego se marchaba rápidamente, porque alguien le estaba llamando del interior del coche. La chica rubia tomó las bolsas, examinó su contenido y se quedó perpleja, volteándose y mirando hacia la escuela. Erica frunció el ceño ¿Acaso el proovedor de Connor había sido tan idiota como para darle las drogas a la chica incorrecta? Era probable, y Erica debía recuperarlas.

Sinceramente, ninguno de los 3 sabía con exactitud que hacían allí. Richard Drake había organizado una fiesta en el instituto, todos iban a ir y ¿Por qué negarlo? Ellos también tenían los mismos derechos de tener una fiesta ¿No? Durante toda la semana era de lo único que hablaban el resto de los estudiantes a escondidas, y entre esos murmullos en el salón de clases, lograron enterarse de que la cosa iba a ser con máscaras, algo que se confirmó cuando llegaron al instituto y todos los que estaban en el exterior estaban usando máscaras del estilo venecianas.

Eso les daba la ventaja de que nadie sabría quienes eran ellos, pasar desapercibidos, mimetizarse por unas horas entre ellos. Después de todo, a pesar de las diferencias que tenían, Alma, Kyllian y Jenna eran adolescentes, adolescentes que tenían las mismas necesidades de fiesta, descontrol y rebeldía que el resto de sus compañeros. 

Caminaron lentamente hacia la entrada, en donde una chica de aspecto risueño los saludó amablemente

-¡Hola chicos! ¿Que tal están? No se olviden de sus máscaras - Tenía una bolsa entre sus brazos, y de ella sacó tres máscaras, entregándosela a los tres mientras les sonreía, probablemente estaba algo borracha - Que disfruten de la fiesta...

Llegaron al gimnasio, que era donde se estaba desarrollando la fiesta. Había muchas personas bailando delante del DJ. Estaban las sillas de las aulas dispuestas alrededor y algunas colchonetas de hacer gimnasia apiladas formando una especie de sofá, donde algunas parejas se estaban besando sin escrúpulos. Absolutamente todos estaban usando las máscaras, siendo irreconocibles completamente.

No sabía que rayos hacía ahi, bueno, sí, lo sabía, lo que le había dicho Dick le habia hecho eco, ese era un cretino, pero bueno, estaba ahora en ese lugar, con sus amigos, los había convencido de ir, tampoco se iba a meter en la cueva de los ladrones sola, aunque tampoco les dijo la verdadera razón, aunque tampoco había hablado mucho con ellos, a decir verdad, al día siguiente del primer día de clases, tuvo un ataque y la mandó dos días al hospital, sólo para el día jueves estuvo de vuelta,  y ahí logró convencer al resto de lo que quería que hicieran, ir a esa mascarada.

Estaba nerviosa, incluso no sabía que vestir, pero la novia de su padre apareció cual hada madrina y le dijo que era hora de que dejara de comportarse como una depresiva y la sacó a buscar ropa, así que la dejó que la vistiera, ella tenía un gusto por la ropa, y algo le decía a Alma que tenía que verse distinta...

Y así apareció con sus amigos con un vestido corto y botines negros, tampoco se le podía pedir milagros a la novia de su padre, Alma los quedó mirando y sonrió, no podía negar que las cosas con ellos se habían vuelto muy, MUY extrañas, pero los quería como amigos y así pretendía mantenerlo, era la forma de sobrevivir que tenía  esa escuela terrible.

- y bien...- preguntó en un susurro, con sus manos en su espalda - ¿entramos? - en eso una chica apareció y les dio las máscaras, era verdad después de todo, además, la chica ni preguntó ni les dijo nada por estar ahí, así que bien, muy bien. Alma se colocó la mascara, un antifaz que cubría sus ojos,  y la ató detrás de su nuca. 

- ¿como me veo? - se río, y quedó viendo a sus amigos - ya vamos chicos, cambien la cara, si se pone mal, nos vamos a i casa y ya, mi papá no está - les guiña un ojo, aunque ese gesto no puede verse del todo por la máscara.

...Y había llegado ese día. Todo lo habíamos organizado muy bien, el dinero de mis padres había alcanzado para algunas cuantas cosas, iba por buen camino la fiesta.

Ese día había decidido vestir de negro, desarreglar un poco mi cabello para que no hubiera duda de que no era yo y comprar una mascara veneciana dorada, yo la llamaba el rey. Me gustaba, su tono, su uso, lo que ocultaba, todo lo que traía consigo esta loca fiesta organizada por Dick y el grupo.

Esperábamos a Erica quien había ido por la droga. Su actitud en los últimos días había sido un poco extraña, me gustaba saber que estaban bien, pero con ella todo era un lío, era difícil de descifrar y aún mas difícil de que se abriera ante cualquiera. Pensé en varias posibilidades, pero no sabía nada, estaba nadando en el vacío, decidí esperar, ella misma terminaría revelando lo que le sucedía, nadie puede cargar con todo sin dejar por lo menos una huella.

- Es mas que solo de fiar. Respondí mirando a Connor. No debe demorar. Dije acotando a mi comentario antes su impaciencia por la demora de Erica.

Miré a Dick quien se encontraba a mi lado.

- Aún no me has dicho que trucos usaste para convencer a Alma, has mejorado tus alcances. Sonreí un poco mientras le daba un golpe en el hombro y pude mirar al otro lado donde esta Andy, callado.

La idea de la fiesta y su organización no le gustaba pero toda la semana tuvo casi que por obligación estar inmiscuido en todo, no me gustaba eso, no era de los que forzaba a las personas a hacer las cosas, pero al final era él el que aceptaba.

- Andy. Dije solo para llamar su atención, sacarlo de su silencio, para luego volver a recostarme en la pared.

Salí del colegio un momento, y cuando el aire fresco estuvo a mi alcance, me quité la estúpida máscara veneciana. No estaba del todo mal la idea, un baile de máscaras era sensual, misterioso, pero yo seguía teniendo otras cosas en la cabeza. Mientras, como para seguirme distrayendo de mi vida, me había ofrecido a buscar las drogas. Ahí es cuando veo un coche y el  que lo conducía, le da dos paquetes a una rubia. Mi mente conecta rápidamente los hechos.

"Puta, este tío le dio nuestras cosas o otra, por equivocación. Con una mierda..."

El coche se las pira pero la rubia sigue ahí y yo no tengo tiempo que perder o que todos me miren raro por arrinar una gran parte de la diversión de la noche. Me acerco con paso rápido y digo.

-Heey! ¿Disculpa? Me parece que tienes un paquete que mis amigos pagaron. Así que, ¿qué tal si me lo das y entras conmigo a la fiesta?

Mi vestido negro ajustado, botas altas marrones, medias red y una máscara veneciana en mi mano derecha no daba mucha duda de que venía de una organización lúdica, por decirlo así.

"Vamos, no tengo ganas de convencerla... Maldito dealer chupapo...l"

- ¿Bien, que acaba de pasar aqui? - pregunto pensando en voz alta mientras se van. Bajo la mirada y veo la bolsa como pocas veces en mi vida he visto algo. Remuevo incluso algunas para ver más de que son. - ¡catorce a veinte sobredosis, mínimo! 

¿Pero que carajo...?

Entonces ella sale de la nada, explicandome de donde viene eso (o intentando explicar, que por lo que dijo el otro ya se por donde realmente va la cosa) e invitandome a la fiesta.

Por la forma en que me ve mi cara debe de ser un himno...

- Todas tuyas - digo mientras le extiendo rápidamente la bolsa, concluyendo (creo) mi breve vida de traficante de drogas.

Volteo hacia las ventanas. Una parte de mi me dice que continue mi camino, pero la otra que esta es una oportunidad, y no la desperdicie. Además, esto promete aventura. Dejo salir una sonrisa nerviosa y me doy prisa a guardar mi leal mp4.

- No estaría mal, gracias - y doy un brinco, pero ahora de la emoción.

Finalmente el gran día había llegado y aunque muchas cosas podían salir mal solo me preocupaba una ¿donde narices estaba Erica?, últimamente estaba demasiado rara, y eso empezaba a molestarme, sobretodo si afectaba a mi fiesta.
Nicky me hizo un comentario sobre como había conseguido las llaves, a lo que respondí con una sonrisa distraída seguido de un.

-Ya sabes...- Dije, y acto seguido lo acompañé con un movimiento pélvico.- Fácil.

Miré el reloj otra vez, ¿que hacía Erica?, me llamó la atención la forma en la que Connor miraba a Alex, pero no era raro, tenía un polvo, yo lo sabía bien.

-Voy a buscarla.- Dije finalmente, quería empezar la fiesta, y la desaparición de Erica no ayudaba.

Fui a buscarla fuera, pero antes aproveché para pillar una cerveza, empezaría suave.

Por un momento, que se me hizo eterno, pensé que la rubia me iba a dar pelea; ya nos veía a los tortazos por el suelo, pero nada más alejado de lo que pasó. Me hizo entrega de la bolsa, y aunque pareció dudar un momento, finalmente aceptó lo de la fiesta.

-Es por aquí - le dije. -Antes de entrar déjame conseguirte una de estas -mostré mi máscara veneciana -es parte del misterio que hace a la fiesta más intensa.

Me puse la mía y, paquetes en mano, acompañada de la chica me encaminé a la entrada para ingresar con una nueva enmascarada. No sabía su nombre pero igual la idea era que estábamos jugando a no saber quién es quién ahí adentro, así que nada... 

Era parte de la diversión. 

Comienzo a dar pequeños brincos de la emoción al ver la máscara, nunca había estado en una fiesta así. Gracias a dios papá anda en conferencia, no se va a dar cuenta si llego tarde. Siento ganas de tomarla del brazo al entrar como hacen las amigas.

Esto se pone mejor a cada segundo...

El mismo día de la fiesta secreta, en el casillero de Dick apareció una nota entre sus cosas...

Una fiesta. Qué guay. Salto de alegría, de verdad. Me encanta pasar el tiempo en una fiesta rodeado de gente que no soporto, no puedo imaginar un día mejor. Aunque tiene sus cosas buenas, la verdad, y puede que sea por eso por lo que he ido. O por mis amigas. Igual por ambas cosas, ya que no es nada despreciable ver a Alma arreglada para salir de fiesta, en especial después de varios días sin verla. "Vaya piernas".

Pero no son sus piernas en lo que pienso durante todo el trayecto hacia el gimnasio, bueno sí... bueno no... sí, empezaba en sus piernas la cosa y... mejor disimulamos. Cojo una máscara que me dan, la verdad es que me importa bien poco cómo sea, cualquiera me vale. Y me sirve para disimular mi expresión, después de quedarme mirando a Alma con la información de que su padre no estaba resonando en mi cabeza.

- Siempre podemos robar un par de botellas e irnos a emborrachar a tu casa los tres.

No es un comentario casual o del palo "si os parece mejor...". Es lo que de verdad quiero hacer, porque aquí no me siento cómodo con tanta gente enmascarada que no sé quiénes son. ¿Cómo ver de dónde va a venir la "puñalada"? Pero tampoco quiero ser un aburrido ni un plasta, así que ahí queda eso, un comentario.

Ya que hay que pasar el trago, mejor que sea con alta graduación. Me acerco a la zona de bebidas, buscando algo que me pueda interesar. Al final acabo con un vaso de no-sé-qué en las manos, mirando las parejas que se besan ahí en medio.

- ¿Habrán drogas rulando por aquí?

Alma se dio cuenta que Lian la miraba  mucho, y se giro hacia él, se estaba colocando la máscara, pero no quedaba bien, y se le acercó levantando sus manos y arreglándola detrás de su nuca, su cuerpo le recordaba ese cosquilleo que sentía en su cercanía, pero tras el colapso que tuvo días atrás, esos recuerdos se habían vuelto más disipados que antes, era uno de las consecuencias de esos ataques que la lanzaban al suelo como si careciera de peso.

- ¿que tanto miras? - le preguntó y le tocó la punta de su nariz, soltando una carcajada, y siguió a Lian hacia la mesa con alcoholes, arrastrando a Jenna con ellos,  y viendo que tomar, pero ¿debería? no quería terminar con otro ataque, y si bien sus dedos pasaron por esas botellas, no cogió nada, y menos drogas, estaba algo asustada, además, Jenna seguramente la iba a controlar ¿o no?. 

- considerando a quién organizó esto, seguramente sí, y no creo que sólo hierba...- rodó los ojos, y le robó el baso de Lian para beber, luego se lo robaría a Jenna, bebería, pero no las ingentes cantidades como las que beben otros, además, la posibilidad de robar algunas botellas e irse a la casa de Alma era siempre una muy linda posibilidad... Por otro lado, si los descubrían, la iba a expulsar y su padre internar, - esto era verdad, luego cuando su padre se enteró de la riña, la amenazó con internarla lejos- así que cuanto menos estén en ese lugar, mucho mejor.

Toma la máscara y la mira con escepticismo. Casi opta por llevarla en la cabeza, en vez de cubrirse con ella. Pero finalmente se la coloca, quizás lograra aparentar ser normal durante aquella fiesta llena de chicos populares y chicas de buenísimo ver.

Pero Alma le robaba toda la atención.
Apenas contiene un silbido de admiración ante aquella visión de ensueño. Que demonios, acaba silbándole. Sonriendo, se deja arrastrar a la fiesta. Toma un vaso de entre los miles que se servirían, empezando a beber despacio. Primero quería ver qué se cocía en aquella fiesta.

Pero Kyll ya les daba una idea con su sugerencia.

- Creo que podéis ya comenzar con las locuras, estaré atenta... - les anuncia con una sonrisa que esconde tras el vaso de alcohol.

Ahora va donde el vaso de Jenna y se lo quita de las manos, para darle un largo sorbo, sus labios quedaron mojados por el ron con cola que estaba tomando, y se pasó los dedos para limpiarse, riendo - ¿que piensas que haremos? los tres juntos y punto, no quiero andar por ahí... sola y que me molesten esos babosos, - rascó su cabello,  y quedó mirando a las parejas  besándose, de hecho, una de ellas era una par de chicas que se toqueteaban sin pudor alguno mientras sus parejas disfrutaban del lesbico espectáculo, ya debían estar entonados, o duros por alguna droga que no tenían escrúpulos en sus movimientos.

Alma se sonrojó, pensando en ese beso robado, pero tampoco los recuerdos eran demasiado claros, maldita crisis, incluso la conversación con Richard era del todo clara y ahora se llenaba de alcohol, como si buscara nuevamente que su cerebro hiciera corto circuito, pero ¿y si cayera y se rompiera la cabeza y muriera?... esa idea bailó en su cabeza.

- vamos a bailar .- dejó el vaso de Jenna en la mesa y jaló a ambos chicos a la pista de baile, a bailar los tres juntos.

Erica caminó decidida hacia la entrada, junto a Pax. Ambas se colocaron las máscaras y se dispusieron a entrar, cuando se toparon con un chico con una lata de cerveza en la mano, tenía puesta su máscara y las miró con interés, bajó su mirada hacia las bolsas, la levantó para mirar a Erica y luego a Pax. Erica pudo reconocer rápidamente a Dick.