Partida Rol por web

Cita:

Tennant se quedó mirando asombrado al romulano.

Peero bueno. ¿Qué narices pinto yo en una alerta?. Eso tiene que ir seguridad.

 El comandante Klauser reflexiona profundamente al oir la señal de alarma.

Inmediatamente da sus órdenes:

-Teniente Tahlandi, bloquee la bahía médica y la zona de la enfermería inmediatamente, que el intruso no pueda moverse de esa zona. Que vaya allí enseguida un equipo de seguridad con usted a la cabeza. Vaya usted también, Kharosh y el teniente  Johannsen. El teniente Torres ya ha ido por su cuenta con su impetuosidad habitual. Teniente Tennant, vaya enseguida al área de ingeniería y vigile de cerca al andriode B4, no sea que ese intruso vaya a por él. Usted, Vreekar, venga conmigo al puente. Ya seguiremos hablando, ahora lo importante es ese intruso.

Tennant asintió a las ordenes dadas por el capitán Klauser.

Muy bien señor. Le mantendré informado de cualquier novedad. ¿Pido un equipo de seguridad para custodiar al androide por si acaso?

Realmente esperaba no tener que utilizar al equipo. Eso quería decir que el intruso se había abierto paso desde la sección medica hasta ingeniería.

Vreekar asiente a las órdenes del capitán y le sigue de camino al puente, anulando la orden de teletransporte.

Siguiendo las órdenes de Klauser, vais hacia la enfermería. Dos hombres y dos mujeres, del equipo de seguridad, se reúnen con vosotros en la cubierta 16. Una vez en la bahía médica, fáser en mano, avanzáis poco a poco, mirando en cada cruce de esquina. No hay nadie, la alerta roja ha hecho que todo el personal no esencial evacue la cubierta, como mandan las normas de la flota estelar. 

Tras pasar tres almacenes, llenos de suministros médicos, llegáis al fin a la enfermería. El pasillo, vacío, y oscuro, iluminado únicamente por la luz roja intermitente de la alerta, cobra un aspecto lúgubre, siniestro, que os arranca un escalofrío. Una senda amarilla marcada por las pantallas de vuestro alrededor os guían bien. Las puertas de la enfermería, marcadas de rojo y azul, están bien cerradas. Uno de los oficiales de seguridad coloca un dispositivo en la puerta, y tras mirar a todo el mundo, activa el dispositivo. 

La puerta de la enfermería se abre, para rebelar al otro lado a Tahlandi, Kharosh y Torres, acompañados por un equipo de seguridad, armados con fásers. Para su sorpresa, se encuentras casi de cara con dos doctoras Ogawa. Una de ellas coge a la otra por el cuello, con una sola mano y con fuerza, de manera que pueda romperle el cuello con facilidad, además de unos atentos y armados Rodek, Michetti y Stevens, que siguen a las dos doctoras con las armas, sin disparar. 

Las dos doctoras se mueven poco a poco hacia la puerta, una siempre amenazando con partirle el cuello a la otra, pero para vuestra sorpresa, no se dirige hacia la puerta. Para cuando veis sus intenciones ya es demasiado tarde. La doctora Ogawa que estaba prisionera sale despedida hacia el equipo de seguridad, al mismo tiempo que su captora, con la otra mano, teclea algo en el replicador, algo pequeño. Se coloca lo pequeño en el pecho, y acto seguido, se teletransporta, aunque no antes de que Rodek llegue a dispararle una vez, pero en el hombro. 

Vas hacia Ingeniería, por la cubierta 16. El pasillo, vacío, y oscuro, iluminado únicamente por la luz roja intermitente de la alerta, cobra un aspecto lúgubre, siniestro, que te arranca un escalofrío. Una senda amarilla marcada por las pantallas de vuestro alrededor te guía por un camino que de hecho, conoces casi de memoria. Cuando estás ya muy cerca de ingeniería, se te acerca una malherida Ogawa, que se sujeta, mientras se muerde los dientes, una herida sangrante en el hombro. 

Me siento muy frustrado al ver que ha escapado, Es la muestra cientifica perfecta para  saber como destruir el imperio terrano. Hay que localizarla, está aun en la nave. Doctora espero se encuentre bien, debemos saber donde se ha teletransportado, este ser puede adquirir la apariencia de cualquiera... hay que comunicar al puente.

Inmediatamente Santiago se dirige a la Doctora. Está bien, Doctora Ogawa? le consulta, mientras la ayuda a pararse y recuperar la estabilidad.

Rápidamente se llevó la mano al pecho.

- Comandante, aquí Torres. El intruso acaba de transportarse desde la enfermería, recomiendo monitorear la actividad de este minuto para determinar su objetivo, y aislar la zona.

La doctora se lleva las manos al cuello. La criatura finalmente le había soltado y ahora corría por toda la nave usando su aspecto... o quizás otro diferente.

Recordó la dureza de su piel. ¿Cómo se mata a esa cosa? Además, podría camuflarse con una pared si quisiera, no se limitaba al aspecto biológico. Necesitaban algún tipo de escaner especial. Un radar.

- Si, si, estoy bien, gracias - dijo apartándose a Santiago y dirigiéndose hacia su mesa. Agarró el tricorder médico y comenzó a teclear.

Me quedo pensando. Lamento que la muestra causara problemas, pero estoy seguro que esa muestra puede darnos la información necesaria para acabar con los demás. Me siento mal por el resultado, pero debo acceder a las computadoras y hacer un rastro de donde posiblemente pudo transportarse.

Me comunico con ingenieria.

Señor Tennan, le estoy mandando las caracteristicas de cierto organismo que  abordo la nave, con el fin de que de manera conjunta escanemos las estructuras en busqueda del individuo. Cómo dato adicional tiene un aparato teletransportador que se podría rastrear.

Ingenieria tiene los mecanismos para  hacer una busqueda conjunta.

Al mismo tiempo trato de rastrear al sujeto.

Me comunico con ingenieria.

Señor Tennan, le estoy mandando las caracteristicas de cierto organismo que  abordo la nave, con el fin de que de manera conjunta escanemos las estructuras en busqueda del individuo. Cómo dato adicional tiene un aparato teletransportador que se podría rastrear

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ALYSSA!!

Tennant agarra a la doctora antes de que esta se caiga al suelo. Parece tener una herida en el hombro, pero no sabe si es grabe o no. Conecta su comunicardor antes de cogerla en brazos y dirigirse rapidamente a Ingenieria.

Atención. Aquí Tennant, necesito urgentemente un equipo medico en Ingenieria. Tengo a la doctora Ogawa malherida.

Justo despues de hablar escucha el mensaje de Rodek sobre el intruso. En cuanto llegara a su terminal se pondría a ello, pero ahora necesitaba llevar a Alyssa a un lugar seguro.

Doctora, ¿qué ha pasado? ¿Quién le ha atacado? ¿Qué sucede en la enfermería?

Al cogerla, la doctora sonríe, mostrando una mueca sádica. 

-Ahora ya no sucede nada.- Al fijarte, ves que su sangre es morada, espesa, parecida a la de un klingon. Antes siquiera de dejarte reaccionar, te clava dos tubos que le salen de la muñeca, muy parecidos a tubos de asimilación BORG, en la garganta. Sientes un pinchazo, pero ningún efecto secundario. Poco a poco, la herida de la supuesta doctora sana, y ves como se transforma, poco a poco... En ti... Apenas te puedes mover hasta que retira los tubos de tu garganta, momento en el cual, de una llave, hace que tu cabeza choque contra la pared. 

-Que raza tan crédula.- Ahora, la que antes era la doctora, se ha convertido en un segundo Isaac Tennant, exactamente igual. Se lleva la mano al comunicador. 

-Creo que he detenido al intruso. Voy hacia Ingeniería.- Te quita el comunicador del pecho y se lo lleva. Va hacia Ingeniería. 

Tennant no tarda en responder: 

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Sin embargo, apenas unos segundos después, le sigue otra comunicación. 

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Ogawa frunce el ceño unos segundos mirando a Rodeck cuando escucha la transmisión.

- Sr. Stevens, encierre todas las muestras en urnas selladas. Toda precaución es poca después de ésto. Tennant está en apuros. ¡Vamos!

Entonces, sale corriendo en dirección a ingeniería. Lleva consigo el tricorder médico. Pulsa su comunicador.

- Aqui Okagwa, me dirijo hacia ingeniería. Señor Tennant, tenga especial cuidado. Nosotros le dimos por muerto y ese fue nuestro error.

Tennant no se creía lo que estaba pasando. Apenas pudo reaccionar ante el ataque de la "doctora". Y ahora tenía su aspecto. Y se dirigía hacía ingenieria.
A saber lo que le hacía a la nave. Su nave.

No... pienso... dejarte... marchar...

La furia le dió la energia necesaría para sobreponerse a lo que sea que le haya hecho. Pero al menos podía moverse.

Santiago observó a su alrededor. Como oficial piloto, tenía entrenamiento de combate como casi cualquier soldado de asalto... tal vez más, puesto que todo en su vida era reacción rápida, esquivar, evaluar, disparar.

Asintió ante el comentario de la Doctora. Si Tennant estaba en peligro, la única con el conocimiento para detener al espécimen era ella. Silencioso, profesionalmente, se colocó tras ella con el phaser listo, dispuesto a seguirla como un guardaespaldas.