Partida Rol por web

Barret se comienza a reír de la sugestión de Turner de una manera desenfadada.

-¿Ba...? JAJajajjaajjajjajaja

En un momento tiene que parar de comer y tomar un trago de agua para no atragantarse.

-Joder!!! Perdón jajajajaa, es que tío... ¿no te das cuenta de que no tenemos una mierda? Gracias a Dios que nos quedan aún armas, pero de las actuales.

Barret se detiene y dice.

-Disculpas, pero como silenciador propongo el sable de Gore aquí, no tenemos otra cosa. Vale, lo siento. Directo es mi segundo nombre.

Y retoma su comer.

Se me cae la comida al plato al oír las palabras de Denzel sobre no hacer ruido aquí.

– Denzel, ¿tu excavadora no atraerá realmente muchos mas que los pocos fusiles con que contamos?

-pues...- lo que dice Jamey tiene sentido claro, en cuanto empecemos las obras de ese foso vamos a tener muchos "visitantes"

-si, supongo que tienes razón, supongo que es inevitable que acudan-

Tamborileo sobre la mesa con los dedos, ya acabe mi comida, pero sigo dándole vueltas al tema del ruido, pero no hay manera de excavar el foso sin hacer ruido

-¿y vosotras que pensáis?- pregunto a las chicas

Despierto al oir la voz de Jesse. Me levanto un poco sobresaltado creyendo que ha pasado algo cuando me doy cuenta que estoy a salvo en la celda. Los demás siguen durmiendo de momento.

Me desperezo y hago crujir los huesos de las manos, los codos y la espalda, dormir en el suelo no es agradable, pero bueno, solo esta noche.

Cualquier cosa que sea comida se agradece Respondo riendo a Jesse ante su comentario De buena gana me comería esos frijoles Cojo la lata que nos han dejado y empiezo a comer. Es mejor que comer rata al menos.

Cuando termino la dejo junto a las otras.

A ver si despiertan los demás y vienen nuestros anfitriones, quizas ahora a la luz del día vean todo mas claro. Me levanto del suelo y me acerco a la ventana para observar el exterior.

Sigo comiendo mientras voy atendiendo a la conversación y contesto cuando Denzel se dirige hacia las chicas - Siendo realistas y sintiéndolo mucho, creo que hacer un foso no es factible. Supone una cantidad de esfuerzo, tiempo, combustible y, posiblemente, personal... y no creo que nada de eso sobre, además hay que contar con el hecho de que el ruido que haríamos atraería a una autentica multitud de esos monstruos. ¿No está la carcel suficientemente preparada? La verdad que no he tenido tiempo de inspeccionar el perímetro... -

Mientras algunos conversan y comen, otros todavía duermen. De pronto se siente una serie de pasos llegar hasta las celdas. Todos los despiertos se giran.

Delante de ellos hay un hombre de cabello largo, cano y ojos inteligentes.

Se acerca unos pasos. Tiene un termo.

-¿Café alguien?

Sonríe un poco aunque no le sale natural se vé que hace un intento...

Algunos movimientos casi impersitibles se podian notar cuando Chad cambiaba de posicion sus manos. Su respiracion era pausada, ritmica e inaudible. Cuando Robert llego, se levanto algo rigido cual momia de su sarcofago. "Si tienes algo de leche con gusto bebere un poco" -dijo con una sonrisa casi tonta mientras se ponia de pie y saludaba con un gesto de la mano a sus compañeros de celda, para luego decir: "Buenos dias Jesse".

- Yo pienso igual, mas que un foso, habria que reforzar paredes y conseguir más armas, asi como arcos o ballestas para poder disparar desde las alturas. Y no seria muy mala idea el entrenar a las personas que estan aqui, por si alguna vez este sitio deja de ser seguro puedan defenderse

Río tras el comentario de Daniel. Realmente todos esta mañana parecemos de mejor humor. Y es normal. Hemos dormido sin la tensión de pensar en que si cierras los ojos será lo último que hagas con vida. Hemos dormido algo más abrigados de lo habitual. Hemos dormido con comida y agua. Hemos dormido encerrados a cal y canto. Y es una de las mejores noches en que he dormido plácidamente desde hace mucho, mucho tiempo.

Alguno que otro se va despertando a medida que vamos hablando. Yo me quedo sentada en el suelo con las piernas estiradas y apoyando las manos en el suelo.

- Buenos días, dormilones

Se ve que nuestras voces han alertado al resto de habitantes que seguimos vivos y con ganas de seguir viviendo, porque un hombre que parece bastante mayor entra en nuestro corredor y se queda delante de nuestras celdas con un termo en la mano, ofreciéndonos café.

- Hola -digo primeramente al desconocido, algo seca. Le examino un poco desconfiada- ¿Café? ¿Tienen café? No creo que sea la combinación perfecta para unos frijoles en lata pero... ¡qué diablos! Lo que no mata, te hace más fuerte

Me levanto y me agarro a los barrotes de la celda, esperando mi ración de café. No sé cuándo fue la última vez que me tomé un café calentito, pero la olor me trae tan buenos recuerdos...

El agotamiento realmente habia hecho mella en Will. Por eso al saberse "seguro" dentro tras esas rejas habia dormido como nunca, por eso se desperto al oir hablar al anciano sobre el cafe.

Parece que nuestro "hotel" tiene servicio de habitaciones.... - Will tiene mal despertar, su humor empeora de forma inhesperada pero almenos con los años ha aprendido a callarse cuando se levanta.

Se despereza un poco y se incopora, para quedar finalmente sentado en la cama. No responde a lo del cafe, ni encuentra oportuno decir buenos dias a nadie porque no lo son.

Estamos encerrados como si fuesemos unos maleantes y encima pretenden que estemos contentos y agradecidos....

Mosqueado rebusca entre sus cosas y finalmente encuentra en la chaqueta una piedra de afilar ya algo gastada. Desenvaina del cuero de la bota su cuchillo de combate y empieza a pasar el filo por la piedra. Sus movimientos son naturales y en ningun momento mira sus manos, parece que haya hecho esto miles de veces.

Mientras están conversando, Moe se acerca.

-¿Listos para ir por el carro?- pregunta en su tono sereno de siempre, que a la vez denota una autoridad implícita. Es el jefe y lo sabe.

Lo del foso siempre me pareció buena idea pero es cierto lo del ruido. Moe interrumpe mis pensamientos, mejor asi. Me levanto y cojo mi plato

-estoy listo, dejo esto y voy para allá, ¿venis?- pregunto a los que están en la mesa, no creo que hayan tantos podridos para necesitar a tanta gente, pero bueno

- Como dije anoche puedes contar conmigo. Dije retirando mi plato y acompañandolo

Ahora marcha sin contestar a nuestros argumentos. Ha sacado él el tema del foso pero no parece soportar las objeciones.

– Necesitaría descansar un poco de la última misión.

Encogiendo los hombros con resignación. – Si hago falta te acompañare si convences a los de la armería que me faciliten un arma de fuego.

No haré como haces que si no es para tu proyecto te quedas tras los muros.

Robert saca una pequeña cajita, la abre, pone una cucharada a una taza de café. Se la tiende, entre los barrotes a Chad.

-Es leche en polvo, pero es algo.

Luego sirve otra taza y se la alcanza a Jesse, en la otra celda.

-Señorita...

Vuelve a la celda de los hombres y espera a Daniel, William y Jack. Éste último, sin hablar, se acerca a la puerta, así que Robert comprende que gusta de una y se la alcanza también.

Mientras aguarda a los otros dos comenta.

-Moe me ha mandado, de paso quiere saber si alguno necesita algo... y, obviamente, si alguno tiene fiebre.

Tomo la taza que me alcanza el hombre que nos viene a repartir café a través de los barrotes

- Gracias... -digo y me doy la vuelta, dirigiéndome al fondo de mi celda que es donde está el camastro. Me siento en él y miro a los demás.

Le doy un trago al café. Quizás sea uno de los peores cafés que he probado, pero me sabe a gloria. ¡Un nuevo sabor desde hace un montón de meses! El señor mayor nos dice que Moe, el que parece el jefe, le ha enviado para lo que le ha enviado, que no nos chupamos el dedo todavía.

- Obviamente no tenemos fiebre. Al menos yo no -digo y miro al resto de compañeros.

Que si necesitamos algo... Necesitamos sobrevivir. Con eso me conformo.

- Sí, necesito mi mochila. Está en el coche que hay delante de las puertas de este sitio, junto con las provisiones que Moe quiere recoger sin preguntar si acaso nos vamos a quedar o las vamos a necesitar para seguir con nuestro camino. Es negra. Está en el asiento de atrás del coche. Si van... y me la traen estaría muy agradecida.

Ya que pregunta, eso es lo que quiero.

 Aparece finalmente uno de nuestros anfitriones mientras los demás van despertando. Trae bebida adecuada para la hora, es de agradecer.

Menú completo hoy, yo también tomaré. Respondo acercándome a los barrotes. Creo que no ninguno tiene fiebre, yo mismo soy médico. Piensan ir al coche, supongo, sería de agradecer que cogieran todo como dice Jesse, tenemos pertenencias y mis utensilios de medicina están en mi petate. Si nos sacan de aquí creo que les seré de mucha ayuda, al igual que el resto de compañeros y los civiles que encontramos con nosotros.

Esperaré a que nos vuelvan a dejar solos para hablar con William y Jack, tenemos que quedar con las cosas claras entre nosotros.

Yo en la otra misión tampoco es que realiazara una labor cansada, por lo que me encuentro en buenas condiciones, dentro de lo posible dadas las circunstancias, por lo que contesto - ¿Necesitan más gente para esa misisón? - aunque por la mente se me pasa un - Aunque también podría quedarme aquí y no correr más peligros por ahora... -